Al salir del trabajo, cuando esperaba el autobús empezó a llover, para mi mala suerte no llevaba un paraguas así que me resguarde bajo el techo de una cafetería que estaba en la esquina. Aproveche para pedir un té y algunas galletas mientras esperaba a que la lluvia se detuviera. Ahí, en ese momento reflexione sobre lo vacía que me sentia a pesar de tener básicamente todo. Me sentía tan solitaria y pequeña sentada en ese lugar que mis lágrimas brotaron sin poder detenerme, quise salir lo más rápido posible de ahí, así que pedí la cuenta, pague y mer fui. Afuera seguía lloviendo pero no me importo, camine y camine mientras seguía llorando amargamente, posiblemente estuve así mojandome bajo la lluvia por más de veinte minutos hasta que la lluvia se detuvo. Mire hacia el cielo buscando algún tipo de respuesta del porque mer sentía así pero por obvias razones no obtuve nada. Seguí caminando mientras secaba mis lágrimas y de la nada apareció ese hermoso gato frente a mi, mirándome con sus enormes ojos azules como si tuviera el poder de ver mi alma, se acerco muy cautelosamente, comenzó a ronronear como si quisiera transmitirme algún tipo de bienestar, me agache para acariciarlo y mientras jugaba con el me olvide de todo por un momento hasta que alce la mirada y vi que un sujeto estaba parado frente a nosotros. Me levante rápidamente sin saber que hacer o que decir hasta que el se acercó.
- Hola, buenas noches, no sabia que Tommy tenia una amiga. Mucho gusto. Mi nombre es Alex.
- Ho... Hola.- Dije con voz nerviosa.
- Me alegra que Tommy este bien, últimamente sale mucho y aveces me preocupa que algo le pase.
Asumí que Tommy era el nombre del gato y que el era su dueño. Así que seguí con la conversación tratando de sonar lo más normal posible.
- Mi nombre es Paula. Mucho gusto. Lamento que Tommy se demore en llegar a casa, últimamente me he encontrado mucho con el y siempre me detengo a jugar un poco...
- No te preocupes, al menos se que si esta contigo se encuentra sano y salvo.- En ese momento cargo a Tommy y lo acurrucó en sus brazos.
- ¿Cuantos años tiene Tommy?
- Lo tengo desde que era un gatito de aproximadamente un mes, lo encontré abandonado en un callejón. Al principio pensé que tenia mamá o hermanitos, pero no había nadie con el, además por su aspecto sucio y desnutrido asumí que vivía en la calle así que inmediatamente lo adopte y desde entonces vive conmigo. Ya han pasado cuatro años.
- Me alegra mucho que lo hayas encontrado. Así Tommy tiene un hogar y alguien que lo cuida y que lo quiere.
- Lo se. Quizá hubiera muerto... Pero lo importante es que hoy esta aquí haciéndonos compañía.
- Tienes razón...
- Bueno, tenemos que irnos, es hora de ir a cenar. Cuidate mucho Paula, es un gusto conocerte.
- Igualmente...
En ese momento Alex dio vuelta y vi como se iba haciendo pequeño conforme se alejaba. Me quede ahí observándolos por un momento y seguí caminando. Llegue a casa y me puse a pensar mucho en Tommy y Alex, aunque después me sentí avergonzada y me puse a leer para despejarme. Alex me pareció un buen tipo, amable y sobretodo, muy bien parecido.