Hyoga caminó por el pasillo de la mansión hasta que llegó al cuarto del caballero de Andrómeda, luego toco la puerta.

— Shun, ¿puedo pasar?

— Adelante — respondió Andrómeda desde el otro lado, Hyoga entró a la habitación. Shun estaba sentado en su cama, tenía una libreta verde en sus manos y un lápiz, al parecer estaba escribiendo algo — ¿Qué necesitas Hyoga? — preguntó mientras colocaba la libreta a un lado.

— ¿Te encuentras bien? — preguntó el ruso que permanecía de pie a un lado de la puerta cerrada.

— Si, ¿por qué la pregunta?— dijo mirando a Hyoga confundido.

— Abajo no querías comer y pues, subiste muy rápido a tu cuarto, ¿seguro qué estas bien?

— Si Hyoga, no te preocupes - guardó la libreta en una gaveta.

— Está bien, te creó, pero si tienes algún problema no dudes en decírmelo, ¿de acuerdo?

— De acuerdo — Hyoga abrió la puerta.

— Buenas noches Shun.

— Descansa Hyoga — el rubio salió de la habitación. El peli verde se puso un pijama y se acostó a dormir.

El ruso no tardo mucho en llegar a su cuarto, como aun no tenía sueño se sentó frente a la ventana para contemplar el firmamento. Lentamente el sueño fue venciéndolo, así que se coloco un pijama cómodo y se acostó a dormir.

Pov Hyoga

No lo entiendo, hace unas horas me acosté, ¿Por qué no puedo conciliar el sueño? Intentare de nuevo.
En unos minutos quede completamente dormido. Conseguí dormir un par de horas pero me desperté a mitad de la noche, como no tenía sueño decidí lavarme la cara.

Después de haberme despejado regrese a la cama e intente dormir nuevamente, pero alguien entro a mi habitación de manera ruidosa.
Cuando voltee hacia el intruso me di cuenta de que era Shun, su pijama estaba rasgada y rota, además de tener manchas de sangre por todo el cuerpo. Corrió hacia mí muy alterado.

— Shun ¿qué te paso?

— Hyoga, por favor a-ayúdame… H-hades quiere m-mi cuerpo — dijo sin fuerzas, su cuerpo se desplomo sobre mí.

— ¡SHUN! — lo cargue y lo recosté en mi pecho mientras lo sentaba sobre mi regazo, acaricie su rostro cansado, estaba muy débil — Shun, háblame…

— Hyoga yo… yo…- cerro sus ojos, su cabeza cayó hacia atrás sin fuerzas. Yo me asuste.

— Shun… Shun… — lo sacudí un poco _ ¡Shun contéstame! — Golpee su pálido rostro un par de veces para tratar de hacerlo reaccionar — ¡SHUN HABLAME! — Lo abracé — Por favor, no me dejes amigo, no me dejes — le susurré mientras comenzaba a llorar – despierta por favor, no me hagas esto… ¡SHUN! — grité desesperado.

Ikki entró a mi habitación al escuchar mi último grito, se acerco a nosotros con rapidez.

—¡¿Qué le pasó?! — tomó el cuerpo de su hermano, lo reviso minuciosamente buscando su pulso en su muñeca y su respiración, al darse cuenta de que no tenía signos de vida bajó lentamente la muñeca blanca de su hermano mientras sus ojos se llenaban de lágrimas — No puede ser… esto no puede ser posible… ¡NO! — Golpeó la cama con fuerza — No estuve ahí para protegerlo… ¡soy un inútil! — comenzó a llorar desconsolado.

Yo solo podía ver el cuerpo pálido de Shun que reposaba sobre mi cama. Solo podía pensar ¿Por qué no me dijo nada? Yo le pregunte si estaba bien y él me dijo que si, ¡¿Por qué demonios pasaba esto?!

Al día siguiente enterramos al caballero de Andrómeda. Ikki y yo nos quedamos más tiempo en la tumba de quien fue nuestro amigo y hermano.
¿Por qué tú?… ¿Por qué tenías que morir tú?... ¿Por qué me haces esto?... Shun… ¿Por qué? – caí sobre la tumba de mi amigo mientras lloraba con toda la tristeza que me provocaba su perdida.

Hyoga... Hyoga... despierta Hyoga...

Esa voz es de... Shun...

Hyoga... despierta...

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Abrí mis ojos encontrándome con los verdes de Shun que me miraban con preocupación.

— Hyoga, que bueno que despertaste. Me tenias preocupado — me dijo aliviado.

— Shun, estas bien — lo abracé con alegría. Él se confundió un poco pero correspondió a mi abrazo. Duramos unos cuantos minutos en esa posición, no quería separarme de él, pero tuvimos que separarnos.

— Hyoga… ¿p-por qué me abrazaste? — me pregunto confundido.

— Por… una pesadilla que tuve, dime… ¿Por qué estás aquí?

— Te escuche llamarme sin cesar, así que vine a ver que te ocurría y te encontré llorando dormido — me explicó.

— Ah, si… eso — seque mis lagrimas — No tiene importancia. Deberías volver a dormir — Shun me miró preocupado.

— ¿Estás seguro de qué estás bien?

— Si, no te preocupes — me miró algo dubitativo.

— No te creo, estas muy pálido, ¿Qué tienes? — preguntó con preocupación.

— Tengo miedo… no quiero tener esa pesadilla de nuevo — con tan solo recordar la imagen de Shun inerte en mi cama comencé a temblar mientras que las lagrimas se me escurrían por los ojos.

— Entiendo, tranquilo — Shun sostuvo mi mano para tratar de calmarme — Se me ocurre una idea, que tal si me quedo a dormir contigo, así no tendrás mas pesadillas… claro, eso… si estás de acuerdo — sus mejillas se tiñeron de un pequeño rubor, en mi opinión, se veía adorable así.

— Es una buena idea. Bien, hay que dormir. Ven, acuéstate — me hice a un lado para dejarle un espacio. Él con un poco de vergüenza se acostó a mi lado, nos arropamos con mi sabana, apague la luz de la mesita de noche — Duerme bien Shun.

— Duerme bien Hyoga — lo vi cerrar sus ojos, tenía una expresión angelical, con esa bella vista me quede dormido.

Desperté por un rayo de luz que alumbraba mi rostro. Intenté moverme pero sentí un peso sobre mi cuerpo. Mire hacia abajo encontrándome con mi amigo peli verde aun dormido, ambos estábamos abrazados y él sonreía.

Tuve un impulso y guiado por él quite mi mano de la espalda de mi amigo y la lleve a su cabello en una suave caricia. Era muy sedoso. Mi amigo se removió un poco y abrió sus ojos con lentitud.

— Buenos días Shun, ¿dormiste bien?
-buenos días Hyoga. Si, ¿y tú? — se separo de mí y se sentó sobre la cama.

— Excelente, no tuve ninguna pesadilla — le sonreí, sus mejillas se coloraron de inmediato.

— B-bueno será mejor que baje, tengo que ayudar a Shiryu — se levantó de la cama.

— ¿Ayudarlo con qué? – pregunte un poco enojado, mi tono de voz fue frío y un poco duro.

— A hacer el desayuno, ¿no te acuerdas? — respondió confundido. Yo me tranquilice.

— Ah! Si, es cierto jejeje, creo que lo había olvidado — reí nervioso.

— No te preocupes, todos olvidamos cosas —  me sonrió, sentí un leve calor en mis mejillas. Shun caminó a la puerta, volteo una última vez hacia mí y salió de la habitación.

Me quede pensando un momento, a mi mente llego la imagen de mi amigo dormido entre mis brazos, se veía tan lindo.

Al darme cuenta de lo que estaba pensando sacudí la cabeza para que esos pensamientos salieran de mi mente. Al estar más calmado me fui a dar un buen baño para despertarme.
Cuando termine me cambie con mis ropas habituales y me acosté un rato en la cama a pensar.

— Hyoga, el desayuno está listo — voltee a la puerta, era Shun. Me senté en la cama.

— Si, iré enseguida — él se perdió en el pasillo. Salí de mi cuarto para bajar a desayunar.

Continuará
Gracias a todos por apoyar la historia de Alma_AndromedaRM
Se los agradezco mucho ❤️😘