Capítulo 5
Narración Normal.
Steve abrió la caja y un enojado y sonrojado Tony salió de la misma.
-Desatame ya Cap- pidió o más bien ordenó.
El mayor comenzó a hacerlo, mientras le quitaba las cuerdas y la venda.
Natasha por lo visto decidió apiadarse de dejar al hombre de hierro vestido.
-¿Estás bien?- pregunto el rubio ayudandole a salir de la caja.
-Si gracias...- dijo evitando su mirada.
El silencio duro un poco, hasta que Steve le hablo.
-¿Porqué estabas en la caja Stark?- indagó.
-Amm... yo... - no sabía que decirle, por primera vez Anthony Stark no tenía respuesta- Feliz cumpleaños..?
-Gracias...- dijo rascándose la nuca.
Tony estaba harto, odiaba cuando se quedaba sin habla delante de él.
-¡Suficiente!- exclamó en voz alta mirando al rubio.
-¿Stark... que?- dijo sorprendido.
-¡Callate Rogers y escuchame porque no lo diré de nuevo!- ordeno, el rubio consternado asintió.
Stark le vió y el rubio devolvió su mirada, tomándolo de la camisa lo acerco a su rostro, siempre tan impulsivo, y habló.
-¡Me gustas, es más estoy loco por ti! ¡Te quiero y amo más que a nadie en este mundo, asi que ahora bésame que estoy necesitado de tí ahora!- soltó sonrojado.
El capitán absorto ante sus palabras se quedó quieto, pero respondiendo a su petición lo sujeto de la misma forma para así juntar sus labios en un beso algo torpe.
Tony gimió de gusto ante el contacto, ayudando al Capitán a seguir el beso adecuadamente sorprendiéndose gratamente al notar como el rubio aprendía con rapidez.
Sus lenguas se juntaron cuando ambos pidieron permiso para entrar en la cavidad del otro, siendo gustosamente recibidos.
Debido a la falta de aire tubieron que separarse, se miraban jadeantes con una sonrisa en los labios divinamente hinchados.
-También me gustas, estoy loco por tí, te quiero y amo más que a nadie en el universo, y te deseo más que nunca- recito el rubio.
Tomando al pelinegro de la cintura haciendo que este enredase sus piernas en su cadera, se dirigió a la cama donde lo acosto delicadamente.
-Tony... -susurro, el aludido le miro- ¿Estás seguro?
Enternecido lo acerco a su rostro haciendo que el cuerpo del mayor quedase encima suyo, dejando su ego de lado hablo.
-Lo estoy... Te diré algo Cap... -se acerco a su oido- Aunque no lo creas eres el primero para mi.
-¿De verdad?- dijo no muy convencido.
-No te miento -dijo serio- eh estado con muchos sí, pero jamás deje que nadie me tocara de esta forma... ya sabes que me de por el culo.
-Lenguaje Tony -reprendió.
-Si ya... hablo en serio Steve... eres mi primera vez- dijo.
Con una gran sonrisa el rubio le beso tiernamente todo el rostro hasta llegar a sus labios.
-Y tu la mia- susurro besándolo.
Ambos sonrientes, seguros y completamente felices siguieron a sus corazones, a pesar de que fue una trampa hecha por la espía demente, era claro que estaban felizmente enamorados el uno con el otro.
Las prendas comenzaron a estorbar y con caricias y besos entre los dos lograron desvestirse quedando solo en boxers.
A pesar de la inexperiencia del rubio, Tony estaba disfrutandolo sus gemidos y jadeos eran la prueba que lo comprobaba.
-Tony.. -le llamo.
El aludido, le miró entre la bruma del deseo para así ver a la persona de su adoración.
-Hazme tuyo, hazlo Steve- rogó sintiendo su miembro apretando su ropa interior.
Rogers al haber descubierto sus sentimientos hacia Tony, comenzó a leer en internet las formas de como se tenían relaciones entre hombres, cabe destacar que su ingle siempre era atendida luego de cada lectura al imaginarse a el y a Tony haciendo eso, siendo el pelinegro la razón de su placer.
Bajando la última prenda contempló al hombre que tenía entre sus brazos con adoración total.
-Eres hermoso...- hablo.
-¿Y lo dudaste alguna vez mm?- dijo en burla mordiendo su mandíbula juguetón.
-Oh calla, no quiero que tu ego explote antes de que iniciemos- respondió.
Riendo un poco, volvieron a juntar sus labios con pasión mientras el rubio acariciaba el miembro de Tony, el cual jadeaba en el beso y movía sus caderas al compás de los movimientos.
El pelinegro como pudo dejo al mayor en igualdad de condiciones, pasando sus brazos cerca de la cadera del rubio lo movió hacia su ingle rozandolas haciendo que ambos gimieran fuerte.
Mientras se restregaban mutuamente, Steve acerco tres dedos a la boca del menor el cual los ensalivo totalmente, al sentirlos bien húmedos los apartó y los dirigió a su entrada, tanteando un poco para luego insertarlos poco a poco notando cada reacción de Tony hasta tener los tres dedos dentro abriendo un poco más su estrechez.
El rubio se estiro tomando una crema de la mesa de noche con la cual unto su miembro y esparció un poco en la entrada de Tony, para luego posicionarse y dirigirlo a su entrada.
-¿Listo?- pregunto, recibiendo un asentimiento, para luego entrar con cuidado y lentitud dentro del hombre de hierro.
Tony mordía sus labios y rasguñaba la espalda de Steve con fuerza, así que para disminuir su dolor el rubio comenzó a besar su rostro y a acariciar su miembro, logrando disminuir el dolor del pelinegro.
Stark al relajarse movió un poco sus caderas dando así a entender que podía moverse.
Las embestidas iniciaron lentas pero profundas, ambos gemian de puro gozo mientras se besaban.
-Más... más rápido... Steve... -gimió Tony.
El aludido, cumplió su petición acelerando sus movimientos, ya no solo eran gemidos ahora eran gritos de placer puro, lo único que salía de sus bocas eran gruñidos, palabras incoherentes y el nombre de su amado.
-¡Ah! ¡Ahi...!- gritó fuertemente Tony al sentir al rubio tocar su próstata.
-Eres sumamente estrecho...- gruñó extasiado volviendo a golpear constantemente en su punto g.
Saliendo de Tony, Rogers lo acomodó boca abajo con la cadera algo levantada haciendo así que Tony se apoyara en sus brazos, para volver a penetrarlo con fuerza mientras él gruñia el pelinegro gritaba más mientras mordía sus labios jadeando y gimiendo el nombre de SU Capitán.
Al sentir pronto la llegada del tan ansiado orgasmo, Steve aumento las penetraciones.
La fricción de las sábanas en el miembro de Tony era hilarante, más las arremetidas duras, firmes y deliciosas en su ano hechas por el gran amigo del rubio lo tenían al borde de la locura...
El sudor en su cuerpo, los gritos y gemidos de Tony sumando a eso la deliciosa y magnífica estrechez del interior de SU Ironman envolviendo y apretando su miembro era alucinante.
Un par de embestidas más bastaron para que ambos se vinieran juntos, uno manchando su pecho y las sábanas y el otro dentro de su pareja en un gemido ahogado de satisfacción, jadeantes calleron en la cama abrazados luego de que el mayor saliera de Tony.
-No usamos protección- dijo Steve.
-Es tuyo si me embarazo- dijo Tony.
Ambos rieron, para luego besarse tiernamente.
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