CAPÍTULO 15
RONALD
Camino a la empresa me comuniqué con Cristal. Esa mujer es un genio con los números y siempre me ha ayudado con las cuentas de las empresas donde soy accionista mayoritario y algunas donde solo tengo un mínimo porcentaje.
—Estaré allí en unos veinte minutos, no dejes que ninguno se vaya hasta que yo llegue —le informo a ella.
Necesito a cada uno de los accionistas en esta reunión, porque si alguno de ellos es quien me está robando, no volverá a ver la luz del día a partir de hoy.
Aunque la reunión me tiene pensativo, más me tiene la llamada de la rubia. Hay una posibilidad de que decida escaparse con este tipo y eso no está en mis planes.
—Muy tarde para algo tan importante —habla mi padre.
—Ahora no, padre. Cuando salgamos puedes decir todo lo que quieras —camino hasta la sala donde están esperando por nosotros.
Entramos y cada uno toma su puesto. Yo como presidente me siento en la silla principal y espero a que la secretaría empiece hablar y de los temas a tocar durante la reunión.
Primero hablamos de los proyectos que hay y el hotel que se está construyendo en Hamburgo y que por desgracia será manejado por el padre de la rubia. Aunque esto no me gusta, tengo que aceptar que esto hace parte del acuerdo que se firmó.
—Ahora lo más relevante y por lo que realmente estoy aquí —interrumpo a Charles.
Uno de los accionistas más valiosos, pero sin el dinero que genera aquí, no sería nadie. Mi padre me da una mirada de muerte, pero lo ignoro. Sus reproches se los puede meter por el culo.
—Hace un tiempo se está llevando un desfalco en algunas de las empresas y luego de revisar descubrimos que todo comienza desde aquí. Construcciones Richter.
—¿Por qué no habías dicho antes? —pregunta Charles.
—Porque no queríamos poner en sobre aviso a quien lo venía haciendo —dice mi padre.
—Ahora bien, sabemos que quien lo está haciendo no va a decir "yo lo estoy haciendo, soy quien te ha visto la cara y quien ha llenado sus bolsillos con tu puto dinero los últimos meses".
Me altero más de lo debido, pero no es por la reunión o el dinero. Todo esto es debido a la llamada que escuche, al miedo que siento al creer que ella puede abandonar todo esto y me jode. Me jode demasiado pensar que lo que siento por ella es mucho más de lo que puedo admitir.
—Si checamos los ingresos de todos y las compras, podemos descubrir quién es el ladrón —habla el padre de Greta. «Más ingenuo que la hija».
—Gregorio, tu nombre debería llevar la palabra ingenuo adelante —me cabrea lo estúpido que puede ser.
La persona que está cometiendo el desfalco no va a llevar todo ese dinero a sus cuentas, seguramente tendrá cuentas fantasmas donde guarda todo.
—¿Quién nos dice que no eres tú quien está robando? —tiene agallas al decir eso. Tiene mucho valor al enfrentarse a mí.
—En cada reunión jodes mis pelotas, estoy harto de ti. ¿Cuál es el porcentaje de tus acciones comparadas con las mías?
—Tu reacción no te ayuda Ronald.
—Tus agallas te ponen en peligro Charles. No juegues con mi paciencia. Sabes que es más bajas que tus putos ingresos.
—Todos sabemos que no somos nosotros los que estamos robando —interviene mi padre.
—Debiste quedarte tú al frente de todo, tu hijo aún es un crío y no tiene la capacidad de manejar todos tus negocios.
—¿Quieres que mi padre los siga manejando para que tú sigas haciendo lo mismo? —preguntó con sorna.
Charles siempre ha querido el puesto de mi padre, al ser el hijo mayor de mis abuelos tuvo la oportunidad de ser el heredero de todo, pero sus vicios y malas decisiones lo hicieron inadecuado para todo esto.
—Sabes que no soy como mi padre, soy peor que él.
—Eres un puto crío que no tiene la capacidad de manejar ninguno de los dos negocios —mi paciencia llego al límite.
Saco mi arma, «S&W Modelo 500» y le apuntó directo a su sien. Todos se alejan de nosotros y mi padre sostiene mi hombro antes de hablar.
—Charles, sabes que la única persona con la capacidad de manejar todo esto es Ronald. —mi padre se acerca hasta donde su hermano —tú, tus hijos y yo estamos jodidos para seguir con esto; nosotros por viejos y tus hijos por inútiles.
Por fin mi padre le dice las cosas como son a su inepto hermano.
—Ronald, no puedes ir por la vida apuntándole a todo el mundo y ganando respeto con eso, siempre te lo he dicho. Gana tu respeto de otra manera.
—¡Todos salgan! —grito aun con el arma en la cabeza de Charles.
En la sala solo quedamos mi padre, Charles y yo. Bajo mi arma, la guardo y me siento nuevamente en mi lugar.
—Tienes hasta el domingo para conseguir quien me está robando —le digo a mi tío —si no consigues el ladrón, confirmaré que eres tú.
Me pongo de pie y aliso mi traje.
—Sabes que no puedes matarme —sonríe al decirlo.
Es la puta regla de la familia que fácilmente podría incumplirla, pero no quiero ver sufrir a mi padre. Aunque siempre quiso verse como un hombre sin corazón, su familia es lo más importante para él y su hermano encabeza la lista.
—Pero puedo arruinarte la vida, así que escoge.
Salgo de esa sala sin decir una palabra más. Mi padre se queda con su hermano, seguramente ayudándole a encontrar el posible ladrón, aunque con la reunión de hoy queda claro quién es el ladrón de las empresas y los negocios externos.
—Eso estuvo jodidamente increíble —habla Cristal.
—Tu padre es un jodido grano en el culo —expresó —si no fuera mi tío te juro que estaría siendo alimento de los gusanos.
—No te expreses así de mi padre —habla con fingida indignación.
—Tu padre es un maldito grano en el culo —se ríe sonoramente cuando hablo.
—Te juro que también he tenido ganas de matarlo. Siempre deseé ser hija de mi tío Carl, es tan diferente a Charles —una pequeña sonrisa se instala en sus labios.
—Sabes que eres una hija para él.
Cristal es como Anja, una pequeña que me propuse proteger, su padre es un jodido. Su madre murió y nadie supo la razón «aunque sospecho de mi tío». Sus hermanos, unos adictos. La única que se salva de esa familia es ella.
—Bueno, no quiero cursilerías. Cuéntame de la rubia. ¿Es tan bonita como en las fotos?
—Las fotos no le favorecen —digo recordando su rostro.
—Te brillan los ojos. —brinca del sofá y se acerca —¡Oh! —Se cubre la boca y luego habla —la encontraste, encontraste a la mujer que decía tu madre.
Mi madre siempre dijo que mi libertinaje acabaría, cuando la encontrara. Cuando encontrara a una mujer que me hiciera apreciar la vida y tener un propósito para ella. No estoy seguro de que esa mujer sea la rubia, pero de lo que estoy seguro es que lo que siento no acabará con una follada.
—No digas tonterías —digo.
—Querido primo, a mí no me mientes, eres tan transparente conmigo que con solo verte hablar de ella, sé que te enamoraste.
—Si ser adivina fuera tu trabajo, te juro que estarías pobre —le digo.
—Pero si me dedico a descubrir todo lo que le ocultas a los demás sería millonaria —dice —espero conocerla pronto. Me arrepiento de no haber estado en la fiesta.
—Seguro se llevarían bien, es muy amable con todos, excepto conmigo —confieso.
—Imagino. ¿Quién estaría feliz de conocer a un mafioso y saber que pasarás el resto de su vida con él? —dice.
—Aún no sabe de ese trabajo.
—¿No lo sabe o se hace? —pregunta mientras me observa —Ronald, todo tú grita peligro e ilegalidad.
—Sabes que esto lo manejamos muy bien y aunque grite "peligro e ilegalidad" —hago comillas en esto último —estoy seguro de que no sabe de este lado.
—Debes decirle antes de la boda. ¡Joder Ronald! —se exalta.
—Calmada, Cristal —digo.
—Esa chica está en peligro y no sabe el porqué.
—Se lo diré, después que volvamos de Rusia ella conocerá todo esto y la entrenaré personalmente.
Hablo por un rato más con ella y me cuenta de la persona con la que está saliendo. Su padre no sabe los gustos de ella y estuvo a punto de casarla con el hijo de un accionista, pero se lo impedimos, si Cristal se hubiera casado estaría siendo muy infeliz porque nunca se hubiera enamorado, ya que los hombres están lejos de lo que le gusta a ella.
—Fue un placer servirte —dice antes de levantarse —una persona llamada Alda me espera en casa.
—Llévale saludos de mi parte. Cuando quieran van a la mansión.
—Estará feliz de ir, además sabes que a Loki le encanta tu casa, dice que vivirá en un palacio como ese —se ríe al hablar del pequeño.
—Cuídate —le digo antes de que salga.
Reviso algunos documentos y firmé otros que me trajo la secretaria. Mi vida se resume, a papeleo en el día y revisión de negocios ilegales y muerte en las noches.
No elegí esta vida, pero me toca vivirla. Las cosas malas son muchas, el peligro está cada segundo, pero gozó de buenas cosas y nunca he carecido de nada.
—Fue una estupidez lo que hiciste —entra mi padre como si ésta siguiera siendo su oficina.
—Deberían agradecerme por no volarle la cabeza a ese perro —respondo igual o más furioso que él.
El enojo estaba disminuyendo, pero llegó mi padre a joderme con lo mismo.
—Es tu puto tío, Ronald, sabes que a la familia jamás se le amenaza con algo así.
—Es un puto perro traicionero, creyó que haría lo mismo que hacía cuando tú eras el jefe. Ahora debe entender que el jefe soy yo.
—No lo culpes de algo que no ha hecho —defiende a su hermano —debes tener pruebas antes de acusar a alguien.
—Eso es lo que te jode a ti padre, que eres más ingenuo que el padre de Greta —lo interrumpo.
—No me compares Ronald, sabes que mis límites son como los tuyos —dice.
—Entonces demuéstralo. Demuéstrale a todo el mundo quién es Carl, quien es el hombre que manejó esto por más de cuarenta años.
—No voy a matar a mi hermano —dice.
Lo ignoro por un momento. No quiero que se manche las manos de su misma sangre, pero si quiero que le dé un escarmiento al inútil de Charles.
—Con esta reunión me di cuenta de que es el ladrón. Que no le es suficiente todo lo que le das. Que quiere quedarse con todo y que seguramente hará hasta lo imposible por lograrlo.
No dice nada, solo escucha lo que le digo y luego sale de la oficina sin darme la razón o negar lo que acabo de decir.
Lo he visto matar personas, acabar con familias enteras por cosas verdaderamente irrelevantes, pero cuando se trata de Charles no hace nada, deja pasar todo.
A veces creo que siente culpa por haber sido el sucesor de mi abuelo, pero él no tiene culpa de nada, el único culpable es el mismo Charles.
Toda la tarde la pasé en la empresa. La mercancía que llegó desde Colombia fue recibida por Evans y los otros chicos. Las armas que llegaron la semana pasada ya se distribuyeron y las otras fueron envíalas a Israel como lo planeamos con Novikov.
NOTA DEL AUTOR
Papi Ronald, cada día me hace amarlo más, aunque es un impulsivo en algunas cosas.
Espero estén disfrutando de la historia y me cuenten que les parece.
Si encuentran alguno error me lo hacen saber, actualizo de madrugada y mi miopía no me ayuda mucho.
Recuerda que con tu comentario y voto estás apoyando la historia.
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