Nota: la canción que esta de portada es la que canta Milo en el bar.

Ira ... eso sentía ahora, me he rebajado tanto con el este ultimo tiempo que se siente con el derecho de hablarme de esa manera. Estoy como un león enjaulado en el departamento mientras vocifero a diestra y siniestra insultos de todo tipo en francés... Tenia ganas de romper todo, pero solo me limite a llorar como un niño en la cama. Obvio que no iba a romper nada de aquí, el capricorniano me mataría si le rompo algo o desordeno su departamento, aparte que cada adorno de aquí debe valer una fortuna.

No, no podía permitirme estar así, no hice nada malo, solo quería pasar tiempo con mi pareja... Ahora que me pongo a pensar... No me dijo donde estaba hospedado... decidí mandarle un mensaje preguntando donde esta, así poder quizás hablar y que me explicara el por que de su arranque y pedirle disculpas por mi atrevimiento de molestarlo cuando el claramente esta ocupado.

Para Surt:

Amor lo siento, pero no puedes hablarme de esa manera por que no te gustan las sorpresas o estés ocupado. ¿Dónde te estas quedando?
A la noche iremos con Shura a un bar, acompáñame, tomemos algo juntos y divirtámonos así también te relajas un poco se nota que estas estresado. Te amo.

Nada... no contesto nada, solo lo vio y esa fue su respuesta. Esto hizo que la tercer guerra mundial se desatara en mi interior. Asalte el bar del azabache, eche un vistazo a las botellas que allí tenia y tome la del whisky. Bebí directamente de la botella de aquel liquido ámbar que cayo por mi garganta como agua hirviendo, pero no me importo por que era lo que necesitaba para calmar el malestar que fulminaba mi interior. Puse música aleatoria en el sistema de audio del departamento y me metí a bañar.

Buscaba en las bolsas de ropa que compré con Shura un outfit para esta noche. Encontré un jean blanco. Camisa azul, cinturón y zapatos color café. Peine ni largó cabello color aguamarina. Me miré al espejo y a mi parecer me veía bien.

Ya en la sala de estar me serví un vaso de whisky con hielo y esperé a que mi amigo llegará. Me siento en el sillón con el vaso en la mano y la botella la dejó en la mesa de café. Comencé a dormitar. Estuve así un buen tiempo hasta que la llegada de Shura me despertó.

- Camus ¿Estás bien? ¿Qué paso con el imbécil del pelos de zanahoria? - decía mientras se acercaba donde yo yacía tirado en el sillón - que mierda Camus... ¡como pudiste bajarte casi medía botella de whisky!... Sabes que esa botella me costó más de mil dólares ¡¿Qué te pasa?! ¡¿Estas loco?!- gritaba haciendo movimientos con las manos que mis ojos no lograban captar, para luego tomar el la botella y pegarle un tragó del pico.

- No grites idiota, estoy aquí y te escucho perfectamente. Para que mierda tienes alcohol tan caro si no lo vas a tomar. No me jodas. El imbécil de mi marido me habló cómo el culo y me dejó plantado en la puerta del hotel el cual el no estaba hospedado - intente levantarme del sofa pero mi cuerpo no quería coordinar con lo que mi cerebro ordenaba.

- Pero que mierda de marido tienes... nunca me cayo bien, ni siquiera cuando era tu amigo - me ofreció su mano para reincorporarme - ven que te ayudo... eres un tonto, está noche te olvidaras de todo y mañana vamos y lo tiramos de la cima de la Torre Eiffel.

Comencé reír por los comentarios que hacía por que sabía que el era muy capaz de hacerlo.

- Me baño, me arregló y te invito a cenar... luego al bar - se empieza a desabotonar la camisa que lleva puesta haciendo que su bello y trabajado abdomen... Por Zeus que rayos pienso, es mi amigo - deja de mirarme así y ve a cambiarte para salir.

- Shura así como estoy no puedo pisar ningún restaurante. Prefiero comer cualquier cosa que sirvan en el maldito bar y beber hasta morir ... espera yo ya me cambié, así voy a ir - me pongo de pie con movimientos erráticos y doy una vuelta modelando mi atuendo, me mira con cara de asco y niega - ¿Qué?

- No! Diablos Cam, eso es horrible, los médicos sexis y exitosos cómo nosotros no se visten asi para salir. Espérame a que me baño y te elijo algo yo, por que se ve que necesitas mi ayuda urgente - y luego desaparece a su habitación.

Camino hasta mi momentánea habitación y me recuesto en el respaldar de la cama bebiendo el líquido ámbar que aún quedaba en mi vaso, esperé pacientemente a mi amigo que viniera hacerme de asesor de imagen... Agarré mi celular y miré si Surt daba señales de vida y nada de nada, maldito. Le mandaré otro mensaje.

Para Surt:

Amor te pasó la dirección del lugar donde vamos a ir esta noche. Si quieres ven y tomamos algo. Luego vamos y hacemos el amor en el bañó como los viejos tiempos. Te amo

Nada, sólo lo mira y nada. ¡Imbécil contesta!... tiró el teléfono con fuerza en la cama y mi amigo entra a la habitación portando un elegante traje negro al cuerpo, los pantalones son chupines, sacó abierto, camisa negra con los dos primeros botones abiertos sin corbata. La verdad se veía atractivo y sensual. Su perfume Hugo Boss invadió la habitación y mis sentidos. No se si era el encantó de ese hombre o mi estado de ebriedad pero tenía ganas de lanzarme encima de el... ¡Pero que me pasa! No puedo estar pensando estás cosas de mi amigo...

- Camus respira y cálmate - me dije a mi mismo para alejar esos pensamientos turbios de mi mente. Me levanto de la cama.

- Te ves muy bien y hueles delicioso - Por Athena que cosas estoy diciendo, que carajo me pasa.

- Lo se, a mi todo me queda prefecto - dice lanzando una sonrisa de lado mientras camina y pasa junto a mi en busca de la ropa nueva que reposaba a los pies de la cama - veamos que hay entre este montón de cosas.

Comenzó revolver y separar prendas hasta que armo, según el y sus estándares, un atuendo adecuado para un doctor sexy.

- Toma ponte esto y dime que te parece - me extiende las prendas - vístete mientras busco el toque final ya vuelvo - y se sale de la habitación.

Me tomo otro trago de mi bebida y comienzo a desvestirme para ponerme el outfit elegido por mi amigo. Me veo al espejo de pie luciendo un traje azul marino entallado en la cintura con pantalones ajustados y chupines dignó de un doncel, cinturón y zapatos color café. Camisa blanca sin corbata. La verdad me veo bien, demasiado bien.

- Ese traje resalta el culo que tienes - comenta Shura con una risa coqueta mientras entra a la habitación con una caja de regalo en sus manos - ten, para ti - me extiende la caja.

- ¡Un regalo! no era necesario Shura, ya me haz ayudado con todo, pero igualmente gracias - abro la envoltura del paquete y es el perfume Acqua de Gio de Armani - Wow es el perfume que te conté que quería comprarme, gracias amigo - Lo abrazo y el me corresponde.

Nos separamos y me pongo mi nuevo perfume el el cuello, atrás de las orejas y muñecas.

- Huele - le digo mientras ladeo mi cabeza para que el se acercara - ¿Qué tal me queda?- preguntó de forma coqueta y sigo preguntándome por que me estoy comportando así. Culpó mi estado.

Acerca su nariz lentamente a mi cuello y me susurra al oído - Te sienta prefecto... ¿Qué pretendes Camus? - y por mi cuerpo corre un escalofrío. Se separa y su mirada es penetrante, sonríe de lado y en lo único que puedo pensar es en provocar a ese capricorniano.

Shura es un seductor nato, que le coquetea a todo lo que camina excepto a mi que soy su amigo de hace décadas. Y tengo la necesidad en estos momentos de ponerlo a prueba y hacerle sacar su naturaleza.

- Me gusta cómo te queda éste traje, pero deja que te lo acomode - con sus manos me arregla el cuello de la camisa y el sacó. Yo con picardía me acercó a su cuello y froto mi nariz en el - ¿Qué haces? - No me muevo - basta, deja de hacer eso.

- Sólo quería sentir tu perfume es muy rico - lo mire a los ojos - Te queda muy bien - me mira levemente sonrojado.

- Esto que haces es peligroso, no se a que juegas, pero el que luego se arrepentirá eres tú no yo - dice muy seguro pero aún así no se mueve - siempre que tomas haces lo mismo, intentas besarme o acorralar a otro.

- Shura yo ...- me interrumpe

- Camus eres hermoso, tienes muy buen cuerpo y despiertas pasiones en cualquiera, hasta en mi, pero eres como mi hermano y tu tienes esposo y ...

- Ya cállate Shura - le estampó un beso apasionado pero el no me corresponde - ¿Qué sucede?

- No hagas algo de lo que te arrepientas después, por Athena estas casado... - espeta pero aún sigue agarrado a mi cintura.

- Shura es sólo un beso, no me acostare contigo, sólo quiero conocer el sabor de tus labios y estoy aprovechando este semi estado de ebriedad y por favor deja de nombrar al idiota de mi esposo.

- Te confieso que yo también siempre quise besar tus labios - confiesa para estamparme contra la pared y besar mis labios con desespero y deseo.

Sus traviesas manos acarician mi espalda y bajan sin pudor hasta agarra con fuerza mi trasero. Un leve gemido sale de mis labios a causa de tan descarada acción por parte del azabache.

-- Siempre quise agarrarte ese culo que te cargas - me sigue besando apasionadamente y el agarré en las nalgas no merma.

Doblo la apuesta y sumerjo mis manos bajo su camisa acariciando todo a mi paso, por Zeus ahora entiendo por qué las personas caen ante el encantó de este hombre, con estos besos y estos abdominales y pectorales que te invitan a lamerlos. Arañó su espalda reafirmando mi agarré en ella e incremento la profundidad de aquel besó metiendo mi lengua en la cavidad contraria.

Siento que su respiración se agita y presiona mi cuerpo aún más contra la pared y el. Ya no tengo escapatoria creo que esto se está yendo de control. Siento su leve erección rosar con la mía y un gemido se hace presente saliendo de sus labios y ... Al carajo... meto mis manos dentro de su pantalón acariciando su bien dotado miembro que sin duda es más grande que el se Surt. Shura no para de gemir y yo no me pienso detener.

-Aah... basta, basta deja de hacer eso. No podemos hacer esto -agitado retira mi mano de su miembro y termina el agarré en mi parte trasera.

Lo vuelvo a besar y el me sigue correspondiendo, río internamente orgulloso de lo que le provocó. Sus manos juguetones acarician por arriba del pantalón mi ya despierto miembro, provocando que mi respiración se agite pero mis gemidos son callados por sus besos. Se que me tengo que detener pero no puedo y cuando sus besos en mi boca cesan para seguir con mi cuello dando leve mordiscos, mi sano juicio vuela al espacio.

La cordura me abandonó cuando Shura lame mi cuello y me doy vuelta apoyando mi rostro y manos contra la pared. El mete sus mando dentro de mi pantalón acariciando mi erección ya despierta. Su respiración es agitada y sus leves gemidos invaden mis oídos

- Sabes que te deseo desde que éramos adolescentes -susurra entre gemidos con su voz cargada de excitación y deseo - Siempre te vi como un hermano-sus movimientos de mano dentro de mi pantalón no paraban - y eso me provoca un morbo de tenerte bajo ni cuerpo sudando y gimiendo mi nombre - presiona su hombría aun más sobre mi trasero, yo sólo me limitaba a gemir por que no podía pronunciar ninguna palabra - y se que tu también me deseas, tienes esposo y aunque a mi no me importa montarle los cuernos a ese idiota, no quiero que tu cometas esa falta hacía el, por que te conozco y eres una buena persona que la culpa matara después - me muerde el lóbulo de la oreja.

Repentinamente saca su mano de mis pantalones y aleja su cuerpo del mío haciéndome sentir el frío de su ausencia dejándome alborotado y por de mas excitado. Y así sin más se retira de la habitación ... Ahí parado me quedé pensando que mierda fue todo esto y mi pantalón apretada tanto que no me dejada hilar ningún racionamiento... Me dirijo al baño privado de la habitación para mojarme la cara con agua fría y aliviar por mi mismo el volcán que mi cuerpo se ha convertido.

Ya ambos en el auto sumidos en un silencio ensordecedor sumamente incómodo, al menos para mi, decido romper el hielo.

- Shura, lo que paso antes... Bueno yo... yo lo siento, no debí comportarme así - digo apenado.

- Camus, no necesitas disculparte o aclarar algo, de enserio no pasa nada... ambos queríamos y tú lo dijiste, es solo un beso y nada de lo que paso cambiará mi relación contigo. De enserio amigo, no te preocupes... No es como que fuera a decirle a tu esposo tampoco - ambos reímos y un alivió se hace presente en mi cuerpo.

- Dime, como conociste este bar Shura.

- ¿Te acuerdas de Saga Vasilakis?

- Saga ¿Tu amigo abogado?

- Ese mismo... bueno su hermano suele cantar en ese bar y una noche me invitó a tomar y verlo. Ahí conocí a Afrodita.

- Su hermano gemelo ¿Su gemelo corredor de autos?

- No, tiene un hermano menor, no recuerdo cómo se llama. Pero estarán ahí está noche.

Llegamos a la puerta del bar y vaya que hay una gran fila de personas esperando por entrar. El caprino estaciona su auto y le da la lleves al empleado del valet parking. Nos acercamos a la puerta y Shura agarra mi mano.

- Con esta fila no entraremos nunca - espeto y el me mira divertido.

- Ven - me arrastra con el hacía la puerta y habla con el guardia de seguridad - todo arreglado, ya podemos pasar.

- ¿Qué le dijiste? ¿Te conoce?

- Hace dos meses su esposa entró a la guardia del hospital donde atiendo con hemorragias, casi muere ella y su bebé pero logré neutralizar sus pérdidas y traje al mundo a ese pequeño sano y salvó - dice con una enorme sonrisa - gracias a éso en modo de agradecimiento me deja pasar sin hacer fila.

- Eso está genial.

Ya adentro de antro nos dirigimos al área VIP, allí nos sentamos en un sillón de cuero blanco en forma de U con una mesa en el centro... La música electrónica sonaba alta y las luces de colores acompañaban su ritmo. Había gente en otras zonas VIP y más se encontraban en mesas y en el centro del lugar bailando. Se acerca una joven camarera.

- Buenas noches señores ¿Qué desean tomar? - pregunta sonriente

- Dime ¿Q que tienes para comer linda? - pregunta Shura sonriéndole coquetamente.

- Hay hamburguesas, lomo con papa y salsa de puerros, papas fritas, pechuga al grill con ensalada.

- Yo quiero el lomo ¿ Y tú Camus?.

- El lomo también, gracias.

- ¿Y para beber?

- Trae una cerveza grande - dice mi amigo regalando más sonrisas a la joven.

- Gracias, enseguida vuelvo con su pedido - la joven se retirar no sin antes guiñarle un ojo a Shura.

Después de comer y beber las cervezas Shura llama, haciendo señas con su mano, a la camarera y ella se acerca.

- Esperó que hayan disfrutado la comida ¿Deseas algo mas?

- Si preciosa, tráenos una botella de tu mejor champagne por favor.

- Enseguida guapo - la joven sonríe y procede a levantar los platos y vasos sucios.

Al rato llega Saga y se acerca a nosotros. No recordaba que fuera tan guapo... y tiene un cuerpo que uff... trae puesto un traje negro, sus pantalones ajustados resaltan sus
1,88 metros se altura, camisa blanca sin corbata y zapatos negros. Su pelo suelto color azul que le llega pasando la cola hace que sus hombros luzcan más anchos. Que buen porte que se carga éste abogado.

- Shura, amigo ¿Cómo estás? - lo saluda con un apretón de manos y luego se dirige hacia mi.

- Camus - toma mi mano y le deposita un beso en el dorso. Sonríe de lado y sus ojos me intimidan. Que hombre por Athena. Luego se sienta a mi lado.

- Saga ¿Y tú hermano? Creí que cantaba hoy.

- Si, vinimos juntos pero Milo se fue al camerino con los demás músicos.

- Y Kanon ¿Qué es de su vida?

- Está de luna de miel con su esposa, se casaron hace 4 días en Italia.

La mesera llega con la champagne y Saga le pide whisky para el. El peliazul de levanta y se dirige al lado de mi amigo para mostrarle lo que supongo que son las fotos del casamiento de Kanon.

Entre risas, charla y bebida El griego no deja de mirarme y comienzo a ponerme nervioso. Su presencia es intimidante.

Repentinamente la música cesa y la gente deja de bailar, las luces se apagan quedando únicamente como medio de iluminación el reflector del escenario.

Un hermoso y delicado joven de largas hebras color celeste entra al escenario con un micrófono en la mano. Comienza a sonar la música y ese bello doncel deja a relucir su preciosa voz. El tema "You don't own me" de Grace cantado por el suena a todo volumen, en el lugar. Miro a Shura y por su sonrojo, mirada y sonrisa deduzco que ese doncel es Afrodita. El caprino no apartó su mirada del sueco en ningún momento. Afrodita se mueve al compás de la música dando a relucir un excelente talento musical.

Luego de el cantaron 2 bandas que interpretaron canciones de rock de los 80. Mientras la música sonaba ninguno de los 3 dejamos de beber en ningún momento.

Con la mirada perdida en el techo, pensando en que Surt no vino al bar preguntándome que estará haciendo. Miró mi celular, no tengo mensajes de el. Y de repente comienza a sonar una guitarra. Escuche a Saga decir qué ese era su hermano. Dirijo mi mirada hacia el escenario y una punzada en el pecho se hace presente.

Ahí estaba el ... Milo ... El joven más hermoso que he visto en mi vida, un cabello rebelde rubio que caía por su espalda y cubriendo un poco su rostro como si fuera una cascada de trigo. Su voz era el más bello sonido que he escuchado. Y cuando ese griego levanta su mirada quedo hipnotizado con ese par de turquesas que tiene por ojos... me quedó sin aliento. Ésos ojos capas de llevarte al cielo se apoderan de mi. Con una simple camiseta blanca, un jean negro ajustado, botas negras y tocando esa guitarra se ve jodidamente bien. Demasiado bien

En el escenario sólo se encuentra el y su instrumento y sinceramente no necesita más, por que con su voz y su sola hermosa presencia es capaz de cautivar a todo el público. No logro dejar de mirarlo, el movimientos de sus manos tocando su guitarra y su bello rostro que gesticula cantando con fervor me tienen idiotizado. Mi corazón late acelerado y me sudan las manos.

Su repertorio termina, los gritos y aplausos no se hacen esperar... vaya que hermoso canta...

- Si verdad, tiene talento - responde un sonriente Saga y yo solo quiero que este sillón me absorba por decir eso en voz alta.

- Ey saguita dile a tu hermano que se una a nosotros para tomar algo - habla Shura pidiéndole más bebidas a la mesera.

Saga saca su celular y envía un mensaje que seguramente es para Milo. Y del interior de su bolsillo saca un cigarrillo de marihuana. Lo prende y le da dos bocanadas para luego largar el humo mientras se relaja en el sillón. Le pasa el cigarro a Shura y el imita su acción.

- ¿Quieres? - me pregunta Shura extendiéndome el cigarrillo, dudo por un momento, pero que más da, lo agarro y le doy una onda succión reteniendo el humo lo más que puedo y luego lo dejo salir.

Después de un rato de fumar y beber, hace su aparición ese bello rubio de ojos turquesas. Ahora que lo veo bien posee un cuerpo de dios griego que te invitan a manosearlo. Se une a nuestro grupo sentándose a mi lado haciéndome temblar. Lo único que puedo hacer es mirarlo de reojo. Y cuando pienso que nada mas de ese escorpiano puede cautivarme sonríe... esa brillante sonrisa que arrodillaría a cualquier dios.

- Hola muchachos... Hola Shura que alegría verte por aquí ... Y tú eres... - me mira y yo estoy petrificado.

- Yo ... soy... me llamo Camus, amigo de Shura - el hace lo mismo que Saga, agarra mi mano y le deposita un beso.

- Un gusto Camus amigo de Shura, mi nombre es Milo, Milo Vasilakis, hermano de éste idiota - señala a Saga y todos reímos.

- Milo no sabía que tocaras la guitarra tan bien - comentó Shura aún fumando - ¿Quieres? - le ofrece a Milo y este acepta gustoso.

- Gracias, tocó la guitarra desde pequeño - fuma y me toca con su mano mi brazo para llamar mi atención y me pasa el cigarro. Lo tomó rosando su mano inocentemente y eso hace que mis pantalones comienzan ajustarse.

-Ya vuelvo, voy al baño - se levanta y me lanza una mirada, sonríe de lado y yo le correspondo con el mismo gesto.

Borracho, drogado y excitado corro al baño para seguirlo. No lo encuentro por ningún lado, así que me meto en un cubículo para orinar con dificultad debido a mi media erección... terminó y me dirijo al lavabo para lavar mis manos y su voz me asusta, lo encuentro en un rincón apoyando su espalda a la pared con sus brazos cruzados.

- Con que Camus he. Dime ¿Te gustó mi actuación? - pregunta acercándose hacia mi y yo me paralizó.

Lo tengo demasiado cerca para mi propio bien. Siento su caliente respiración llegar a mi cara y sus ojos miran fijamente a mis zafiros. Éste hombre desprende una masculinidad embriagante.

- Magnífica - logró pronunciar después de caer del cielo al que aquéllos turquesas me llevaron por unos segundos - me gustó mucho esa canción que interpretaste.

- Y a mi me gusta mucho tu cabello aguamarina y esos bellos zafiros que tienes por ojos - susurra acariciando mi pelo y mis piernas comienzan a temblar. Se acerca aun más a mi rostro para luego rozar su nariz en mi cuello.

- Umm... Qué rico perfume - deposita un suave beso en mi cuello y un suspiro escapa de mis labios.

- Milo... yo... yo tengo... - intento decirle que se detenga, que estoy casado pero mi mente no logra razonar mientras sus mando recorren sin descaro mi espalda y... Al diablo...

Al diablo mi esposo, mi dignidad, mi cordura y todo a mi maldito alrededor ... Lo único que quiero es comerme a ese griego... Y le estampó un besó en los labios rodeando su cuello, el corresponde mi beso a la vez que me agarra del culo levantándome para que yo enrede mis piernas en su cadera. Nos metemos a un cubículo cerrando la puerta mientras nuestras bocas de funden en el más profundo beso. Presiona su ya despierta erección contra la mía mientras gemimos entre labios. Se sienta en el inodoro conmigo aún encima de el, agarrado mi trasero presionándolo sobre su miembro y correspondo moviéndome dando pequeños círculos rozándonos. Su boca experta abandona mis labios para bajar a mi cuello haciendo que pierda el control... Se que mañana no recordaré nada...

No recordare nada.

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Hola mis bellos lectores. Aquí les dejo un nuevo capítulo de está historia.

Por fin apareció nuestro sexy bicho.

Esperó que les guste.
Gracias por leer. ❤❤❤