Carta a un amor especial...
Nadie está preparado para leer malas noticias, los seres humanos creemos que el que digan "te tengo malas noticias" es sinónimo de fatalidad, sientes que todo se termina y a veces esa mala noticia resulta ser el comienzo de una nueva etapa.
Así que hoy vengo a cerrar un capítulo para poder iniciar con uno nuevo. No todos los finales son malos, eso depende de la perspectiva que lo mires, sobre todo si se trata de una vida, una frágil y sencilla vida humana.
Hace un tiempo creía que era mejor conformarse con lo que tienes, no valorar nada porque se acaba rápido, sin embargo la frase "nadie sabe lo que tiene, hasta que lo ve perdido" suena en mi cabeza desde que me enteré de tu partida.
Al principio me reí pensando que los que te tiraban hate en redes sociales se habían vuelto locos porque tanto tú como Sanhita estaban triunfando sobre una industria muy explotada y poco valorada. Creí por un momento que los medios de comunicación estaban colapsando con un rumor, hasta que poco a poco vi que te hicieron tendencia.
Pedias a gritos ayuda y nadie se fijó, nos hicimos oídos sordos tal vez por comodidad o porque hemos dejado de ser empáticos respecto al dolor ajeno. Es más fácil decir "si tiene depresión entonces que pida ayuda", cuando hasta para nosotros mismos es difícil expresar nuestros sentimientos.
Aún así tú nunca dejaste de sonreír, cuando te pedíamos consejos, siempre respondías de manera inteligente y terminabas con una sonrisa que contagiaba, pocas veces te vi llorar y eso es lo que me duele más Binnie.
Independientemente de lo qué pasó realmente, eras un chico increíble, inteligente, guapo, amable, súper adorable y sobre todo responsable, gracias a ti logré entender que es bueno expresar lo que sentimos aunque sea llorando, porque eso nos hace más fuerte ante las adversidades.
No quiero poner frases como "si te hubiera dicho", "si te hubiera visto", el hubiera no existe, solo el presente, porque nuestro futuro es incierto. A mis 28 años siento que me falta mucho por aprender, que tu repentina partida me dejará un vacío en el interior, pero aún así nos protegiste hasta tu último aliento.
Lo único que deseo es que, donde quiera que estés, me mires y estés orgulloso de mí, que me sigas animando para no rendirme y que cuando sea el momento, te vuelva a encontrar y tomes mi mano para guiarme por el camino correcto.
Gracias Bin, gracias por ser la luz de mi vida y por no dejar que me rinda, por ti y por todos aquellos que siguen su camino, les deseo suerte y si en esta vida no coincidimos, espero en la otra si...
Te adoro mi angelito, vuela alto que nosotros aquí te recordaremos siempre.
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