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Único.

Bueno no sé que decir, ya que los que me siguen hace un tiempo saben que no me gustan ni las OC ni las T/N.  Así que voy a echar culpas, esta historia se me ocurrió, (Hasta cierto punto inspirada) por la autora  AioriaGenr0, en uno de sus fic (Saint Seiya Desire Oneshot) Ella mostrada el escenario donde Dohko luego terminada con una chica luego de quedar asignado a vigilar el sello de hades, el tema es que ella lo Shippeo con la niña que aparece al inicio del Gaiden... Y no negare que me gusto y me fue turbio en su momento. Pero la idea de Dohko viviendo y amando a una chica en el tiempo que estuvo allí  no me desagrada, me parece linda. De hay tuve esto en la mente un tiempo hasta que me decidí por escribirlo. Solo que yo quería hacerlo en 3 capítulos, pero la narración en pasado no me ayudo.

Cabe destacar, se le puede considerar un Side Story de mi Fic "Doncellas de Athena"

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Un suspiro abandona mis labios viendo a mis compañeros Santos de esta nueva generación, Es curioso ver el pasado y ver ahora notando que hay varios paralelismos entre mis compañeros cosa que me deja pensando y comparando mucho. De verdad han pasado casi 300 años, es mucho tiempo. Recuerdo el paso del tiempo como algo que de verdad es difícil de presidir, solo hubo pocos momentos entre la batalla donde perdí a mis amigos y a mi alumno Tenma. Cuando Shiryu y Shunrei llegaron a mis manos, y... Grace... A ella la recuerdo con mucho cariño. Fue mi amiga, mi amante y la madre de un hijo que por desgracia nunca me reconoció y estuvo enterado de mi como su padre.

Fue lo mejor. Fue lo mejor, de eso estoy seguro.

Cuando la conocí no estada consiente de verdad de ella, recuerdo que fue cuando uno de mis viejos amigos fallecieron, él y su hija solían visitarme seguido, a veces me dejaban ciertas cosas, eran el momento donde me dejada de preocupar por el sello y me concentrada un poco en mí mismo.

Ella era una mujer, no aparentada mucha edad, creo que unos 24, yo en ese momento ya era casi 5 veces su edad, pues creo que ya había pasado cerca de un siglo cuando la guerra termino. Mi mirada estada perdido en ella, parecía desorientada y perdida, detallándola era claro que era de la zona. Sus ojos eran de un color oscuro, en ese momento no lo note bien pero tenía moretones y algunas cicatrices. Su cabello castaño estada suelto en una coleta muy alta.

- Disculpe... Ando un poco perdida. - Me expreso. Hay cosas que en ese momento no me vi cuenta, pues desde el tema del Misopetamenos casi parece que entro en internación, y mis sentidos tardar en regresar del todo. Y es que ella siempre quiso estar conmigo, quiso verme y conocerme.

- De ese lado hay una cabaña. Puedes descansar hay, luego te ayudare... -En ese momento fue una esas situaciones, pues caí en cuanta que debo ser solo una leyenda entre las personas del pueblo cerca, y solo los Taonias, mi antiguo dogma antes de Athena saben de mi.

- Lamento no poder ayudarte mucho. - Le respondió, pensando un poco en mi aspecto desalineado y de forma débil intentar verme algo presentable, ya que sentí pena esperada ayuda pero yo pareció un loco ermitaño. - Me llamo Dohko. ¿Y tú?

- Grace... Un gusto... - Ella me sonrió en ese momento, sentándose a mi lado de forma dulce como cualquier chica educada solo para tener esposo haría, cosa que era común en esas épocas, era raro para mi verlo pues siempre estuve acostumbrado a ver chicas fuertes y que pensaban primero en ellas al ser Santo, no diré que fue algo bueno de ver, diré que fue un cambio y un golpe de realidad a la gente que no estada consiente del Bando de Athena.

Bueno, esa la primera impresión que tuve de esa pequeña dama. Parece que fue una buena porque para lo que fue mi sorpresa ella de vez en cuando me visitada, me dejada comida, otra veces solo quería verme.

Fue en ese momento mi compañía y mi amiga, no era tan seguido y eran cosas de diferentes días en los que nos veíamos. A veces llegada a pensar o preguntarle sobre las cosas que hacía, sobre si estada bien o si estada sola.

Sus respuestas no eran del todo concretas. A veces parecía no querer un poco sobre el tema, no le vi importancia, pensé que era normal, pero también llegué a considerar tenía algún problema del que no me quería hablar, el sello me dejo de importar solo quería saber que ella estada bien, pues sabiendo que a esa edad ya debería estar casada, me hico remordimientos que ella desperdiciara su tiempo conmigo.

- No me pasa nada, te aseguro que no tengo problemas, que no tienes que preocuparte. - Ella me dijo, poniendo su mano en mi hombro cual apoyo. En ese momento solo pude asentir, porque yo también le ocultada todo, nunca quise decirle sobre mi pasado como Saint, quise dejarla fuera de eso. No podía exigirle eso, solo podía pararme y hacer algo cuando vea que algo andada mal y haya pasado un límite.

Yo me enamore, cada noche mirada la luna sabiendo que no le podía decir nada, que ella moriría pero yo viviría por lo menos 100 años más, yo no podría darle una viva como humano porque tendría que estar aquí sentado siempre.

- Oye... No me parece justo que malgaste que siempre tú tiempo conmigo. Eres joven y bella, yo... - Nunca encontré mis palabras en ese momento, sabía que decirle pero no como. Era claro que era la primera vez que enamorada y a su vez era la primera donde tenía que dejarla.

- Dohko, sé lo que me quieres decir pero no es necesario, yo de verdad te amo.

- Yo también me enamore de ti. Pero yo no te puedo dar una vida que mereces, yo tengo que quedarme en este lugar siempre, no puedo...

- Descuidar el sello de Hades... - Es divertido recordar este momento porque estoy seguro que mi corazón dejo de latir por lo menos por 5 segundos, algo que en otras circunstancias de verdad me mataría pero la muerte es algo que ya burle de manos del dios del infierno. - El señor Hakuryu tenía razón sobre usted. - En ese momento se levanto, mostrando su espalda donde el tatuaje de una gacela se mostrada en ella, muy similar al tigre en mi espalda. - No quiero que me malentienda, yo escuche mucho de ti y quise de verdad conocerte, el señor Hakuryu me vio el conocimiento de estar aquí. Eres muy conocido en el templo.

- Entiendo... - En ese momento sentí tantas cosas, era como si todo para que me viera cuenta este frente a mí y yo ni enterado de nada. Pero no me moleste, no estada molesto o frustrado, solo la abrace pocos minutos después. La abrace fuerte contra mi pecho, sabiendo que yo sentía lo mismo que ella. Ella siempre quiso verme, no enamorarse pero creo que esas cosas no son raras en estas situaciones.

La bese, sin miedos lo hice, me olvide por completo del sello como si en mi mente eso dejara de existir o me dijera que iban a pasar años y había cosas más importantes. Quitándonos los 2 la ropa y entregándonos como marido y mujer sin importar las reglas sociales que en ese momento había, porque ninguno de los 2 se crio con ellas, nos criamos con la necesidad de pelear y sobrevivir, como guerreros. No era muy común de verdad aceptar ese tipo cosas de a viva humana común; como lo és un matrimonio, si teníamos hijos era para prosperar y heredar fuertes genes en un futuro guerrero, creo que Regulus era un ejemplo, uno de los más jóvenes que por desgracia falleció, algo que en su momento quisimos que no pasara.

En este momento, justo cuando vuelvo a mi lugar donde por siglos estuve sentado solo esperando, no puedo evitar recordar que también fue mi escenario que escondió pasiones incontrolables, no soy un verdadero santo, soy humano, ni los dioses como Zeus dejaron pasar el placer que 2 personas se podían ofrecer y yo tampoco lo hice. De cierta forma éramos algo inexpertos, 2 personas que por primera vez probaban algo de ese estilo, pero aprendimos, porque de verdad, viendo el pasado es hasta penoso haberme comportado como un adolecente precoz, pues era cosa de casi todos los días. Ninguno se quejada, ninguno de los 2. Solo nos quitábamos la ropa y nos entregábamos, quedando abrazados por mucho tiempo, mirando el cielo donde las estrellas era el escenario y el sonido de la castada lo que se escuchada.

Son muchos escenarios lo que me vienen a la mente cuando eso pasada, entre amores, momento donde ambos reíamos. Aunque mi misión fue quedarme sentada en ese lugar, los años que paso con ella fueron lo más cercano que podía pensar en una viva humana sin ser Santo.

Bueno, ya que esta batalla acabo, en Santuario estará bien al lado de Saori y los chicos, para mi viejo amigo Shion y yo solo me queda retirarnos, es algo que los 2 pensamos y decidimos, ya estuvimos años peleando solo nos queda tener algo de humanidad lejos de los Santos de Athena.

Grace... Recuerdo el momento donde nos despedimos, porque yo de este lugar donde estoy ahora no podía irme. Los 2 los pensamos y lo aceptamos, por ultima vez te hice mi mujer, y luego nos despedimos, me pregunto si ese hijo nuestro habrá tenido curiosidad de mí, o si este habrá crecido y seguido con su viva sin tomarme importancia.   Ya que estoy seguro que el siguió el camino como Taonia que originalmente me pertenecía. 

Bueno, ya nada puedo hacer. Ahora solo me queda disfrutar este tiempo y de la viva que aun tengo por delante.

-   Hakuryu... 

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