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Capítulo 26: Para mantenerme con vida

Me encanta como le cambia el ceñito fruncido de enfado cuando se vuelve a poner las gafas <3

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La mutación de Zoba había terminado, pero Gloxinia no se convencía de sacarla de la prisión. Estaba allí, con ella, en la oscuridad, temiendo ser escuchados, y hablando en susurros.

 - ¿Realmente tu cuerpo no seguirá mutando? Has estado casi un mes...

 - No... ya se me ha pasado este escalofrío... - dijo ella en voz baja.

 - Podré confeccionarte algo de ropa... - decía el antiguo rey de las hadas.

 - Señor Gloxinia... ¿Por qué...?

 - ¿Por qué? - volvió a decir él.

 - ¿Por qué sintió piedad por mi? ¿O fue pena? ¿Por qué ha estado viniendo todos los días junto con el señor Drole a verme?

Gloxinia la miró un momento antes de contestar.

 - No tienes nada que ver en todo esto... - dijo cerrando los ojos - Eres una víctima de todo esto... deberías regresar con tu grupo... Es más, mañana mismo haré lo posible por escaparme contigo. ¿Crees que puedes volar con esas alas nuevas que tienes ahora?

 - Mmm... lo intentaré... - dijo no muy convencida.

 - Entonces prepárate. 

Gloxinia salió de la celda y fue afuera a reunirse con Drole. En la oscuridad del pasillo, no vio escondida en un rincón a una silueta que sonreía de lado, limpiando sus enormes labios rotos con una lengua bífida. Cuando Gloxinia se fue, la figura marchó flotando en silencio hasta la oscura celda dando una pequeña risa, haciendo que las nuevas orejas de animal de Zoba se giraran hacia ella.

 - Vaya... así que escaparse... - Meláscula apareció con una enorme sonrisa de lado.

Ella no contestó, limitándose a mantenerle la mirada.

 - Antes de que te vayas, vamos a divertirnos tú y yo... no hemos tenido mucho tiempo para conocernos, así que... ¿te apetece jugar a un juego?

La voz de Meláscula no estaba limpia de maldad precisamente, y eso hizo que Zoba escondiese las orejas.

*

Con la ayuda de la maravillosa magia de Elizabeth (voy a saltarme el pasado de Meliodas y todo lo que conllevan esos 3000 años porque no quiero volver a llorar ni tampoco repartir spoilers sin piedad, pues hay cosas que no es bonito enterarse a través de otros) Merlín fue sanada de la maldición que le mandó Zeldris, por lo que ahora se dirigen hacia el reino de Conrad, una fortaleza llena de la destrucción donde ha aparecido un curioso poder, posiblemente, uno de los 10 mandamientos.

Pensando en la posibilidad de ir allí aunque fuera una trampa para eliminar todos juntos a otro mandamiento, mama Hawk emprendió el camino hacia allí a buen paso. El equipo vestía ahora sus resplandecientes armaduras de combate, brillantes y luminosas, pues los 7 pecados capitales estaban unidos de nuevo. Mamá Hawk se detuvo al inicio de un puente que conectaba con una ciudad devastada. El grupo se bajó para empezar a cruzarlo, viéndose rodeado de cadáveres y esqueletos. Helbram, en el casco de King, se estremeció.

Al final del puente, al inicio del castillo, Zeldris les esperaba con una sonrisa. Meliodas no se lo pensó ni un instante, y fuera una trampa o no, se lanzó contra su hermano menor a cortarle por la mitad, cosa que consiguió para sorpresa de todos. Cuando el cuerpo de Zeldris cayó al suelo, una masa de oscuridad emergió del suelo con una risa irritante y socarrona que empezó a envolver el cuerpo de Meliodas sin posibilidad de escape.

 - Te tengo... - dijo llena de satisfacción.

 - Esa voz... - Ban apretó los dientes - ¡Meláscula!

El capitán fue envuelto entero por un enorme capullo de oscuridad, absorbiendo todo el poder que Meliodas empleaba en salir. Justo cuando los demás miembros se disponían a ayudarle, los cadáveres del suelo se empezaron a mover, dando un ejército de esqueletos de todos los tamaños, armados y llenos de odio (esto lo han sacado del Dark Souls, de las catacumbas y de la tumba de los gigantes, a mi no me engañan)

 - ¡Por mi mami querida! ¿¡Qué es esto?! - chilló Hawk.

 - Parecen un tipo de esbirro de Meláscula - contestó Merlín - Ella es experta en todo lo que va con el tema de la resurrección de las almas, así que vamos a derrotarles y a pensar en una forma de sacar a Meliodas de ahí.

 - Muy valiente por tu parte, maga... - Meláscula rio, pero no se sabía dónde estaba - Para tu información, te aseguro que ni el mismísimo Zeldris con el poder prestado del Rey Demonio podría salir de este capullo especial. 

Conforme el grupo se quitaba de encima a esos esbirros esqueléticos, se daban cuenta de que... eran muy débiles.

 - ¡No soy rivales para mí! - Hawk se puso a dos patas para pelear contra uno.

Aunque claro, Hawk se sentía poderoso de poder tener unos enemigos a quien partirles la cara. No olvidemos que tiene 30(00) de poder.

Pero claro, igual que pasa en el Dark Souls y aquí, los esqueletos se volvían a levantar al ratito de ser derrotados, pero esta vez sus poderes aumentaban considerablemente, metiendo en problemas al capitán de las Sobras...

En otras palabras... todo el poder que usaba Meliodas para salir del capullo de Meláscula, iba directamente a fortalecer su ejército de esbirros. Pero claro, eso no lo sabía Meliodas. Sus esfuerzos de salir hacía que el grupo cada vez tuviese más y más problemas, y esto divertía enormemente a Meláscula.

 - ¿Jugamos a un juego, Meliodas? - dijo sacando su lengua bífida - Si adivinas a dónde va la energía que usas para salir de aquí... te daré un regalo, aunque no creo que te guste mucho, está muy cambiado...

Meliodas miró a la demonio sacar de una masa de oscuridad a una pequeña chica, de cabellos enormemente largos y lisos, de piel verde y alas en sus lumbares a juego y otras que parecían hechas solo de hueso en su espalda, con orejas de zorro con unas pequeñas antenas y unos ojos del color de los demonios. Realmente, Zoba no parecía ni ella, y había perdido lo que le caracterizaba: su pelo esponjoso.

 - Meliodas... Meliodas, sigue vivo...

Meliodas la reconoció al inmediato por su voz, y también por el rubor de sus mejillas sobre esa piel verde que hacía que la chica empezara a llorar de emoción. Su sonrisa era la misma, su gesto era el mismo... pero desde luego no parecía ella.

 - Zoba, me alegro de verte - dijo él con su semblante tranquilo de siempre - No temas, te sacaré de aquí, te lo aseguro.

 - Meliodas... yo... lo siento muchísimo... - ella apretó los labios con tristeza mientras intentaba removerse en la oscuridad que la ataba - hice todo lo que pude por intentar que no le hicieran daño, pero... nunca soy lo suficientemente fuerte para nada... - dijo dejando caer lágrimas.

 - ¡No te preocupes, estoy bien, además me sorprendiste! - dijo con una sonrisa - Tienes valor, Zoba...

 - Venga, se acabó - Meláscula la miró duramente siseando - Lo divertido era verla llorando durante un mes entero por no ser fuerte y dejar que le mataran... - ella quiso aguantarse, pero le salió una risotada de su enorme boca rajada - ¡¡pero que patética!!

 - ¡No te burles del esfuerzo de las personas! - Meliodas le recriminó e hizo todo lo posible por salir de ahí.

Mientras, los esbirros eran cada vez más y más poderosos, haciendo que Hawk pasara de la ofensiva a la huida bastante rápido. Una mano se posó en su lomo agarrándolo y levantándolo, por lo que el cerdo gritó y chilló por su vida rogando perdón.

 - Si no vas a hacer nada útil... ¿me sujetas esto?

Hawk notó que le pusieron unas gafas sobre su morro y miró a su lado más tranquilo.

 - Parece que tengo que ponerme un poco serio con este asunto...

Con Escanor en marcha, el número de esqueletos se vio drásticamente reducido muy pronto, pero la energía de los perdidos se transfería a los vivos, quedando un enorme y gigantesco esqueleto, con un enorme nivel de poder, que, ante la presión, explotó por no poder acumular tanto poder.

 - Hum, patético - dijo Escanor devolviendo a Hawk al suelo, pues había peleado con una sola mano.

Merlín notó algo extraño en el ambiente y se giró a ver a sus camaradas con el ceño frundido. Fue entonces cuando se dio cuenta.

- ¡¡Diane!!

La chica se estremecía y llevaba sus manos a la cabeza. Luego empezó a reír para sí misma y se abrazó, mirando a sus amigos con sangre saliendo de sus bonitos ojos y dejando su globo ocular rojizo.

- ¿Puedo... matarlos a todos? - dijo con una sonrisa.

- Melascula se está dedicando a intentar controlar nuestras mentes, y por lo visto la de Diane es la más débil. Nos la ha puesto en contra - Merlín la miraba enfadada.

La giganta sonrió con malicia y usó su Gideon para empezar a golpear a sus compañeros.

- Tenemos que atacarla para dejarla medio muerta - Merlín flotaba detrás de Gowther - Tenemos que noquearla, ella nos perdonará luego, sabe que lo hacemos por su bien.

- ¡No, ni hablar! - King voló hasta ponerse delante de la giganta con los brazos abiertos hacia sus compañeros - ¡No tenemos que pelear con ella!

- ¡King, hazme caso!

- ¡No, Merlín, estás equivocada!

La pequeña hada sólo quería proteger a su amor, y ciertamente sabía que Merlín no se equivocaba... pero no podía ver esto.

- Gracias por cuidarme, amor ❤

Diane estampó su Gideon en King, mandando al rey de las alas con un fuerte golpe bastante lejos. Escanor apareció debajo de la giganta, propinando un golpe en su vientre, que la hizo arrodillarse y soltar sangre de su boca.

- Respeto que eres mi amiga y una mujer, por eso no te golpeo en la cara - dijo con voz grave.

Pero la giganta respondió rápidamente estrellando su puño contra el orgullo, haciendo que se un salto a un lugar más lejano.

- ¿Te burlas de mis modales? Entonces ya no seré compasivo.

Escanor empezó a caminar hacia ella, pero Gowther le adelantó corriendo. La giganta la miró. En el fondo de sus ojos, pedía auxilio.

- ¿Vas a volver a borrarme los recuerdos, Gowther traidor?

Gowther frunció el ceño. El que lo llamase traidor sólo reforzaba que estaba siendo manipulada por Meláscula.

- Diane tiene que luchar, tiene que reaccionar y luchar contra ti - dijo convencido - Y voy a ir a ayudarla, es lo que hacen los amigos.

De sus manos salió un brillo rosado que se dirigió a la cabeza de la giganta, para que Gowther pudiese entrar en su mente.

*

Mientras, Melascula controlaba el exterior dentro del capullo donde estaba Meliodas con Zoba. Se divertía viendo como se golpeaban entre ellos, entre amigos, pero no podía dejar que Gowther se saliese con la suya.

- Se cree el muñeco vacío que puede meterse en mi control cuando quiera... - dijo con asco - La mente y el control de la giganta de poca cabeza y mucho músculo es mío.

Zoba escuchó lo que dijo, agarrada por la oscuridad del mandamiento y agitándose para liberarse. Movió las antenitas en la punta de sus orejas de zorro y se concentró, buscando a su amiga con desesperación.

*

Mientras, Gowther había conseguido entrar en la mente de Diane. Estaba vacía, solo había agua y soledad. Gowther, ahí dentro, la buscaba.

- Diane, Diane, ¿Dónde estás?

La encontró llorando de rodillas en el suelo, llena de inseguridad e impotencia.

- No es justo... de verdad... yo solo quería disfrutar ahora que tengo a King y... me obligan a hacer cosas malas, Gowther...

- Por eso tienes que enfrentarte a Melascula - él se acercó - No puedes quedarte aquí y llorar, hay que rescatar al capitán...

En ese momento, una voz muy conocida y amada por los dos resonó haciendo eco en el lugar.

- ¿Hola? ¿Diane? ¿Diane, puedes escucharme?

Ambos se miraron atónitos, pues reconocerían la voz de Zoba en todas partes, solo que les costaba creerlo.

- Zoba... si... estoy aquí... - dijo la consciencia de la giganta abrazandose.

- ¡Menos mal, me ha tomado un rato encontrarte y saber cómo hablar contigo!

- ¿Dónde estás tú? - preguntó ella levantándose del agua.

- En el capullo con Melascula y Meliodas, pero eso no importa ahora... - la voz se iba y venía, como un teléfono que se oye mal - ¿Que sucede?

  - Melascula ha controlado su mente y la obliga a atacarnos - Gowther respondió - La intento hacer reaccionar...

- Gowther... - ella le llamó con una sonrisa - Tú también estas aquí...

- Claro, tengo que cuidar de ella, es lo que hacen los amigos - respondió - Después te sacaremos de ahí.

La voz de Zoba no volvió a aparecer, pues su concentración y su sonrisa fueron pillados por la Fe.

En el exterior, la mente de Diane no reaccionó como se quería, pues propinó un golpe a Gowther que rompió su conexión de mentes. Aparte del poder de Melascula sobre ella, el odio y la rabia de los cadáveres fueron hacia ella también.

El casco de King se volvió a mover, y él lo sostuvo.

 - King, perdóname... nos vamos a tener que separar... - se escuchó la voz de Helbram.

 - ¿Qué dices? - preguntó el rey hada poniéndose el casco para ver a su amigo.

Helbram tenía una sonrisa triste, pero convencida.

 - Ese mandamiento los mantiene vivos por el odio que tienen esos cadáveres y... bueno, me quieren a mi...

Cuando Helbram se separó del rey de las hadas para acercarse a Diane. King tardó en comprender que Conrad fue una de las ciudades víctimas del odio de Helbram hacia los humanos que tuvo hace años, y que ahora quieren su venganza.

 - ¡Helbram, no lo hagas!

 - Debería haber muerto hace mucho - confesó el hada peliverde sin dejar de mirar a la chica- Y seguía contigo después de todo...

El resto de pecados sólo veían al casco de King alejarse, algo que les llamó la atención.

 - ¡¡Helbram!! - King seguía llamándolo.

 - Nos volveremos a ver, dentro de muchos, muchos años - dijo con una sonrisa, mientras su cuerpo era envuelto por la mano de Diane - Déjame ayudarte a recuperar a tu chica por una vez...

Todo lo que vieron los pecados capitales fue a Diane aplastando con su mano el casco de King y soltándolo al vacío.

- La presencia que acompañaba a King ha desaparecido... - dijo Gowther acercándose con su armadura abollada.

Melascula lo veía todo desde el interior del capullo y miró a Zoba de reojo. Ella había usado esas pequeñas antenas para intentar comunicarse mentalmente con ellos... y eso es un castigo que merecía ser dado frente a todos. Abandonó la mente de la giganta para que también viese el castigo que le esperaba y sonrió.

- Vamos fuera, querida. Es hora de darle una lección a todos...

Ella apareció fuera seguida por Zoba, agarrada por la oscuridad y teniendo los brazos y las alas inmovilizados contra su cuerpo. Todos las miraron con sorpresa, tambien King y Diane, que estaban juntos.

- Esa es... ¿Zoba? - preguntó débilmente la giganta.

- No se parece en nada, pero... - King la observaba - tiene la misma presencia que ella...

- Cabrones... - Diane apretó los dientes.

- Y que lo digas - King se puso serio.

- Su pelito esponjoso...

King lo miró con incredulidad.

- ¿De verdad eso es lo que te llama más la atención? ¡Es color verde sapo!

- ¡Eso también!

- ¡Callad, molestia de pecados! - gritó Melascula - Ahora prestadme atención... Meliodas está dentro de un capullo que ni el mismo Rey Demonio podría romper, ¡Así que no merece la pena que hagáis nada por él! Y esta mocosa... - dijo acercándola a ella con enfado - ¿Te crees que no me he dado cuenta que te estabas comunicando con el exterior? ¡¿Cómo podías hacerlo dentro de mi capullo?!

- ¡¿Y tú como te atreves a meterte con mis amigos, palo de churrero?! (Esta expresión se usa por mi zona para indicar que algo o alguien se ha quemado mucho, refiriéndose a como apareció ella cuando el alma de Escanor la quemó por dentro)

- ¡Niñata insolente, no me insultes! - Melascula se revolvió de rabia ella sola - ¡Que os entereis todos... pienso matarla! ¡Pienso arrancarle su lindo corazoncito de humana y comérmelo delante vuestra para que me odies, que me odieis con ganas! ¡Zeldris y Estarossa ya se deben haber dado cuenta de que me he llevado a la prisionera, y cuando Estarossa esté aquí, nadie podrá hacerle frente! ¡Ni siquiera tú! - dijo señalando con el dedo al hombre de los ojos azules de grandes músculos - Te tengo mucho odio por lo que me hiciste...

- Entonces te aseguro - dijo acercándose un paso - Que como se te ocurra tocarla un solo pelo, te quemaré viva mucho más que un palo de churrero.

- ¡Ya no me creo vuestras amenazas! - la Fe estaba muy alterada y presionada, y no veia escapatoria por ninguna parte.

No pensaba en lo que hacía, solo estaba enfadada con ellos y notaba que, su capullo super grande y especial, estaba a punto de romperse por Meliodas.

Zoba buscaba con la mirada a sus compañeros, viendo que todos y cada uno de ellos estaba bien, muy heridos, pero saldrían de esta. Ni siquiera notó a Melascula colocarse detrás de ella.

- Míralos bien, pues es la última vez que los verás...

Dicho esto, Melascula no se lo pensó  un instante para hundir su mano por encima de una de sus huesudas alas y atravesar su pecho, dejando un agujero y mostrando su mano ensangrentada portando un pequeño corazón humano, que luego fue bañado en más sangre que salía de la boca de la chica.

Se había atrevido. Melascula lo había hecho, y ante la euforia de la victoria y las caras blancas e incrédulas de su equipo, aplastó el corazón esparciendo sangre alrededor. Zoba cerró los ojos y se dejó escurrir por su brazo hasta caer al suelo.

Hawk chillaba en el sitio con las orejas altas, King agarraba la temblorosa mano de Diane con cara horrorizada, pero no tanto como la de ella, Ban apretaba los puños con odio dejando sus nudillos blancos, Escanor no se había movido un ápice clavando su mirada azul brillante en la sangrienta escena. El labio inferior de Gowther temblaba y sus ojos titilaban nerviosos sin poder dejar de mirar el cuerpo de la persona que estaba esperándole para ser amada... para ser querida ahora y correspondida por él.

Se llevó instintivamente una mano al pecho. ¿Así que así es como dolía perder a alguien a tan importante? No lo recordaba tan intenso y abrasante. Casi tenía ganas de vomitar de tanta impresión.

Merlín pasó una mano por su brazo y lo apretó suavemente, dándole apoyo, pero lo cierto es que la maga estaba muy molesta. Demasiado molesta... pero no preocupada.

Melascula seguía riendo como una maniática y labio un poco de la sangre en su brazo, viendo a la chica ser rodeada por un charco de su propia sangre.

- ¡Os dije que lo haría, os lo dije! - ella se sujetaba la barriga de la risa - ¡No podéis entristeceros tanto por la muerte de una humana, son seres perecederos y tóxicos! ¡Esa chica no tiene la esperanza de vida tan larga como la nuestra! Bueno... ¡tenía! - y volvió a reír como una sádica.

- ¡Puede que ella fuese una humana... - fue el mismo Hawk quien le gritó, escondido tras la pierna de Escanor - Puede que no viva tanto como un gigante o un hada, pero ha dedicado su vida a ayudar a los demás con toda la pasión del mundo! - temblaba, pero ríos de lágrimas salían de sus ojos, y mocos acuosos de su nariz - ¡¡¡Era mi mano derecha, so cerda!!!

- ¡Que tú tampoco me vas a insultar, cochino!

Melascula tendió una mano para atacarle, pero le sorprendió un espasmo proveniente del cuerpo de Zoba tirado delante de ella. Movió un dedo, luego cerró una mano, y la volvió a abrir para apoyarse en el suelo y empezar a levantarse lentamente. Melascula abrió su enorme boca quedándose blanca y retrocedió sin dejar de mirarla. Ella se incorporó un poco temblorosa, con un agujero a un lado de su pecho y sangre seca en su boca, siendo del mismo color de sus ojos ahora mismo.

- ¡No... no puede ser! ¡Criaturas tan débiles como los humanos no pueden vivir sin su único corazón! ¿¡Que maldita cosa eres?!

Zoba la miró un momento, mientras se llevaba la mano a su herida.

- ¿Yo? - dijo con voz ronca y débil - Tú lo has dicho... un ser perecedero y tóxico que no merece que alguien como un gigante, una maga o un muñeco se preocupen por ella - sonrió limpiandose la boca de sangre - Por eso, no les daré motivos para que se preocupen por mí si puedo evitarlo. Además, hay alguien que me mantiene con vida.

- ¡Lo sabía, es esa bruja! - Melascula apretó los puños.

Zoba sólo se limitó a sonreír y a negar. Mientras, Merlín no soltaba el brazo de Gowther, pues sabía que el muñeco estaba experimentando unas emociones muy intensas, y le daría otra buena noticia.

- Gowther... ¿Quieres saber dónde está tu corazón?

El muñeco la miró sin comprender, y fue entonces cuando Zoba miró su herida y apartó con dolor un poco de su carne, enseñando un brillante objeto dentro de su pecho.

- Hay alguien que, aunque no lo sepa, me ha estado manteniendo con vida estos diez últimos años... - confesó con una sonrisa.

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Y así lo vamos a dejar, iba a hacerlo más largo pero 3500 palabras van muy bien.
Nos leemos! :3

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