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Capítulo 14: Chichones

En la habitación de la enfermería del palacio de Camelot, Meliodas descansaba sobre una cama, mientras la princesa Elizabeth tomaba su mano. Una enfermera atendía el brazo de Slader con cuidado.

En una esquina, Zoba estaba sentada al lado de Gowther, que se tapaba con una toalla. Ella tenía las orejas bajas y las manos en las rodillas, mientras Gowther seguía con la mirada al orbe que preyectaba la silueta de Merlín. Ella tenía los brazos cruzados y se movía de un lado a otro flotando, mientras pensaba cómo y por dónde empezar a regañarles. Debajo, Hawk la seguía caminando enfadado y con el morro levantado, también enfadado.

- Vosotros dos - empezó Merlín parándose - ¿Que parte de "no acelerar ni interrumpir la mutación" no habéis entendido?

- Yo lo entiendo todo - Gowther la miraba sin ser intimidado.

- ¿Entonces por qué permitiste, e incluso animaste a Zoba a terminar antes? - su voz era dura.

- Necesitaba su ayuda para sacar a los heridos de la pelea mientras yo creaba las ilusiones.

- ¿Y tú, Zoba? ¿Por qué te has dejado convencer tan fácilmente? Gowther no tiene labia ninguna.

- Yo... yo no podía estar asi... me sentía culpable por todo y... todos sois capaces de pelear. Y Diane... yo...

Ella tembló un poco mientras su lengua bífida asomaba por sus labios varias veces.

 - Espero que seas consciente del riesgo que has sufrido. Podrías haber acabado muchísimo peor, en vez sólo de tener diferentes partes del cuerpo de varios animales. Ni siquiera tu cola o tu piel escamosa están terminadas.

 - Eh, Merlín...

Todos se giraron a ver a Meliodas, que se había incorporado un poco en la cama al lado de Elizabeth.

 - No seas tan dura... ellos están bien, ¿no? Es lo que importa. 

Merlín lo miró seriamente para luego suspirar. Zoba lo miró también con un gesto agradecido que el respondió con una gran sonrisa. A su lado, la enfermera que cuidaba a Slader se despidió después de terminar de curarle. 

 - Slader, ven aquí un momento - le ordenó Merlín.

 - Si, ¿Onne-sama? - dijo yendo a su lado, enfrente de los dos castigados.

 - Quiero que le des con tu brazo sano un golpe en la cabeza a Gowther por cada frase que diga, que yo no puedo hacerlo: Un golpe por escaparte de tu forma original, otro por engañarme, otro por poner en riesgo a Zoba con su mutación y otro por ponerla en riesgo en el campo de batalla.

Después de esto y cinco golpes que sonaron huecos en la cabeza de Gowther, él se la frotó suavemente.

 - Creo que me saldrá chichón - dijo con su voz de siempre.

 - Ahora le darás otro a Zoba por cada frase que diga.

Slader se puso incómodo mirando a la chica, que bajó las orejas tapándose los ojos con ellas con algo de miedo.

 - Un golpe por ser una inconsciente. Sólo eso.

Slader levantó su brazo dudoso. No quería pegarle a ella, pues sabía que le haría más daño un golpe que los cinco que recibió Gowther. Mientras intentaba contar hasta tres para hacerlo, se le vino a la mente la imagen de ella que vio frente a la ventana y su brazo empezó a temblar. Aunque ella seguía tapada con el poder demoníaco de su colgante, él sabía lo que había debajo...

 - ¿Slader? - le llamó la atención Merlín.

 - N-No puedo... lo siento...

 - ¿Eh? ¿No puedes?

 - No me gusta pegarle a mujeres... - dijo bajando su brazo.

 - Ya veo... - Merlín sonrió - Entonces olvídate de volver a llamarme Onee-sama.

Después se escuchó otro golpe que no sonó a hueco, seguido de los gimoteos de Zoba, que pataleaba agarrándose la cabeza.

 - Perdóneme... pero no quiero perder ese privilegio...

 - ¡Me lo has dado fuerte! - ella tenía pequeñas lágrimas en los ojos.

Gowther le observó la cabeza cuando ella se quitó las manos.

 - Tu chichón es más grande que el mío.

 - Si casi me deja tonta... 

 - Te duele tanto porque tienes menos de 700 de poder - Hawk apareció por la puerta como si nada - Si tuvieses más no tendrías que recurrir a picos de fuerza para echarle valor y ser tan genial como yo - expulsó aire de su nariz con orgullo.

 - En picos alcanza los 3900 - le indicó Gowther.

 - Muy buen chiste, Gowther, pero la segunda al mando nunca superará al capitán de las sobras - Hawk ignoró el comentario - Aunque lo que hiciste de lanzar fuego por la boca estuvo bien, sí.

 - Ah... eso... no fui yo... - Zoba miró al suelo - Mi antigua forma demoníaca enfrentándose a Galand era una distracción creada por Gowther...

 - No se me ocurría nada para evitar que nos descubrieran tan pronto, así que improvisé creando fuego - Gowther levantó un dedo torciendo su cabeza.

 - ¿Qué jamones? ¿Entonces no tienen ningún poder asombroso y útil? 

La pregunta hizo más daño a Zoba de lo que todos esperaban.

 - No Hawk-chan... mi poder es sólo... mutar... - sus orejas no se levantaban de la tristeza.

 - Eso es algo que tenemos que cambiar - Merlín se alejó de ellos hacia Meliodas - empezaremos un fuerte entrenamiento para sacar los poderes escondidos de Elizabeth y Zoba, además de recuperar los del capitán y mejorar los nuestros.

Todos asintieron. Unas señoritas vinieron a proporcionarle algo de ropa nueva a Zoba y Gowther, dándole a ella un vestido rosa simple y ancho y a él su traje nuevo. Cuando se levantaron para marcharse, King entró flotando rápidamente a la enfermería muy alterado.

 - ¡Es Diane! ¡Está perdiendo la memoria! ¡No nos recuerda!

 - Cálmate, King. Ella sufrió un fuerte golpe en la cabeza. Puede que sea una amnesia temporal - Merlín permanecía tranquila.

 - ¡No, no es eso! ¡Nos está olvidando, antes sí sabía quien era yo, y quien era el capitán, ahora no lo sabe!

La bruja entrecerró los ojos. Zoba se fue corriendo de la sala, haciendo ruido con sus pezuñas nuevas en el suelo de mármol del palacio, en busca de su mejor amiga, seguida por King rápidamente.

Llegaron a la sala cubierta donde la giganta ahora descansaba, pero ella no estaba. Los guardias advirtieron que ella salió con prisa.

 - ¡No puede ser! - Zoba golpeó el suelo frustrada - ¡No es posible que no me recuerde, es mi mejor amiga!

 - Parecía que perdía los recuerdos poco a poco, y ahora se ha marchado, ¡a Dios sabe dónde! - King no podía controlar su nerviosismo.

 - No es normal que las amnesias produzcan esos efectos - Merlín llegó flotando, seguida del resto.

 - Ah, es que no es una amnesia.

Todos miraron a Gowther al momento incrementando la tensión del asunto, pero a él no parecía importarle.

 - Le borré los recuerdos para comprobar si los sentimientos son afectados por ellos. Me dio curiosidad lo que dijo cuando me riñó por el tema de Guila.

Zoba se quedó blanca mirando al pelirrosa. Las manos de King no podían estar más apretadas y perdió la concentración de su forma mayor y gorda.

 - ¿¡Pero tú quién te crees que eres para jugar con los sentimientos de las personas?!

King levantó su puño en el aire, pero Meliodas lo cogió por la muñeca.

 - King.

Su sólo nombre siendo mencionado por una advertencia y la gravedad de su voz en estos momentos, le hicieron recordar a la Pereza... que él también había manipulado los recuerdos de Diane. Un sentimiento le llenó de impotencia al rey de las hadas, que tuvo que apretar lo dientes y mirar con odio al muñeco. Zoba se acercó despacio, con su cara todavía blanca, hacia Gowther.

 - Tú... has borrado... los recuerdos de mi Diane... - sus pupilas se encontraron con las amarillas de Gowther - después de haberte contado tantas cosas de lo que la aprecio... después de que sabes que es lo que más quiero... de lo que sentimos por ella... ¿por qué, Gowther? ¡Me prometiste que no volverías a manipular los recuerdos de las personas! ¡Me dijiste que estabas arrepentido y no volverías a hacerlo más! - ella se acercó más a él, quedando cara a cara, y ahora que tenía pezuñas y la obligaban a ir de puntillas, era de su misma altura, sin contar las orejas.

 - Te prometí no volver a manipular los recuerdos, no a borrarlos, así que eso no entra en mi arrepentimiento.

Justó después de eso, el brazo de Zoba se movió a gran velocidad chocando contra la cabeza del muñeco, con un puñetazo que lo mandó a estrellarse contra un pilar. Ella no tuvo reparo en golpearle como nunca había golpeado a nadie.

Elizabeth se llevó las manos a la boca y Hawk soltó un silbido aprobador. Slader se sorprendió, y Meliodas y Merlín no se inmutaron.

 - Zoba... - King se acercó a ella - ¿E-Estás bien? Pensé... Diane... Diane me dijo que tú le quieres... - dijo esta parte susurrando.

 - ¿Y a Diane no la quiero? - Zoba se giró bruscamente hacia él, con su cara de enfado y de impotencia - Deberías ser el que mejor sabe cómo me siento ahora... el golpe que le he dado es tanto tuyo como mío.

King dio una pequeña sonrisa comprensiva.

 - Gracias... 

 - Sate, sate, sate... - la voz cantarina del capitán hizo que todos le miraran, relajándose un poco - Pues nos vamos a por Diane ahora mismo.

Ellos asintieron y empezaron a correr hacia los donde los guardias le indicaron. Meliodas frenó a Zoba poniéndole una mano en el hombro, y ella le miró.

 - No te preocupes, quiero tanto como tú recuperarla - él dio una sonrisa confiada - Ambas estáis bajo mi custodia, ¿recuerdas?

Ella sonrió recordando el momento. Ese momento en que vio a la giganta esposada en el patio del castigo, a punto de ser decapitada, y  ella entrando escondida detrás de Meliodas entrando a pedir su custodia.

 - ¿Recuerdas su cara cuando nos vio? - Meliodas caminaba a su lado.

 - Sí... - ella se relajó - Pero ella ahora no recuerda cómo se sentía...

 - Eso vamos a recuperar para ella. Y en el camino nos haremos más fuertes para cuidar de ella y que puedas salir finalmente a pelear, sin mi permiso.

A Zoba se le iluminó la cara mirando a la Ira. Él sonrió todavía más.

 - Sabía en la batalla que todo era una ilusión... pues tú nunca me llamas Capitán. Siempre por mi nombre. Ahí Gowther se equivocó.

 - De verdad que me conoces... me halaga - ella sonrió con cariño saliendo del castillo con él.

Slader se quedó atrás para recoger a Gowther de su golpe. Lo cogió del pelo para levantarlo.

 - Demonios... ahora sí que tengo miedo de que ella me devuelva el golpe que le he dado...

 - Pensaba que con lo que sentía por mí no me iba a golpear, pero lo hizo todavía más fuerte.

Slader miró a su mano y vio que sujetaba solamente la cabeza de Gowther, que estaba hablando, lo que le hizo dar un grito poco varonil soltándolo, pero volvió a recogerlo antes de caer.

 - Al menos ahora tengo un chichón más grande que el suyo.

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Este me ha salido un poco corto, pero en el próximo iremos a ver el entrenamiento que tendrán estos chicos antes de ir a por Diane y a enfrentarse a los mandamientos.

Así que, sate, sate, sate, Zoba y Meliodas se llevan mejor de lo esperado y ahora mismo hay otra crisis con Gowther, ¿Qué hará la cabra para volver a ganarse su amor?

Lo veremos, lo veremos.


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