Capitulo 5.
Habían sido dos semanas muy tranquilas, Jungkook regresó a ser el mismo de siempre, volvimos a hablar normal o algo así, y eso me daba gusto, aunque tenía pensado hablar con él y decirle que claramente si recordaba todo lo que había pasado, quería hablar del tema con él, no dejarlo en el olvido; otra vez era viernes e iba llegando a mi edificio, tomé las malditas escaleras porque el ascensor seguía sin funcionar, pero pude ver a los trabajadores arreglando dicha caja metálica, ¡por fin!
-¡No puedes hacernos esto, Taehyung! -fue lo primero que escuché al entrar al pequeño pasillo donde solo estaba mi departamento y el de mi vecino.
Esa voz la reconocía, era la misma que estaba tocando como desquiciada la puerta de dicho chico hace dos fines de semana, vi con mucha incomodidad la escena mientras me quedaba quieta, era una chica alta, unos pocos centímetros menos que mi vecino, era de complexión media, castaña, tenía muchas curvas, y por su acento y lo poco que vi ya que su cabello tapaba su perfil, deducía que era extranjera. Mi vecino por otra parte tenía el pelo completamente alborotado, y aunque no lo conocía bien, podía ver su rostro lleno de frustración y cansancio, agarró con sus dos manos su cabello para volver a alborotarlo, apenas había regresado del trabajo y eso lo sabía porque traía su portafolio consigo, al parecer la chica lo estuvo esperando, o esas era deducciones mías, debía dejar de ser tan chismosa. No sabía qué hacer, podía caminar en silencio a mi departamento y entrar sigilosamente pero obviamente se darían cuenta de mi presencia, creo que mejor regresaba a las escaleras y me quedaba ahí hasta que terminarán.
Estaba por dar la vuelta para regresarme cuando vi como la chica agarró del brazo a Taehyung y enterraba sus uñas color negro en la piel del chico, él frunció el ceño e hizo una mueca de dolor mientras con su otra mano tomaba la muñeca de la chica y la alejaba con fuerza para que lo soltará, sin llegar a lastimarla, a decir verdad eso me molestó en demasía, estaba en contra del abuso físico sea hombre o mujer, sabía que él se podía defender solo, pero también noté que estaba perdiendo la paciencia, su rostro estaba rojo, y claramente no iba a agredir a la chica desconocida, por lo poco que podía decir sobre él es que era un caballero, hubo varias veces que lo veía ayudar cargando bolsas del súper a la anciana vecina que teníamos del primer piso, a todo mundo trataba bien y saludaba. Era el tipo de chico perfecto que muchas chicas buscan hoy en día, aunque tenía un aire un poco ñoño, o quizás era porque siempre que lo veía estaba vestido como mi abuelo o en ropa deportiva holgada, en ese sentido se parecía a Jk, que tenían los hombres hoy en día con la ropa súper grande, a mí no me gustaba para nada. Regresé a la realidad cuando escuché la voz de Taehyung aún más gruesa de lo que ya es normalmente.
-No me toques, Sofía. -su voz salió como veneno de su boca, cortante y ruda.
Caminé a paso firme hacia ellos, al escuchar mis pasos, la chica volteó hacia mi dirección y recobró la compostura al mismo tiempo que daba pasos lejos de él y se soltaba de su agarre, en definitiva era extranjera, morena, labios delgados, ojos verdes, y nariz chata, sin duda era muy guapa, mi vecino volteó a la par viéndome incomodo, supongo que notó que había escuchado parte de su conversación. ¿Qué hacía? Improvisar, solo quería ayudarlo, se veía realmente molesto con la situación.
-Taehyung, ¿por qué sigues aquí? La junta ya va a empezar. -me dirigí a él con una sonrisa mientras lo veía, cuando paré a lado de los dos, volteé a ver a la chica que me analizaba con ojos juzgones. Me limité a dedicarle una media sonrisa, parecía que me iba a matar con la mirada.
El castaño frente a mi miró juntando ambas cejas, extrañado.
-¿Junta? -preguntó, de verdad que era malo para entender las indirectas, una trataba de ayudarlo y él lo hacía más complicado.
-Sí... -dije con voz un poco chillona afirmando mi mentira, solamente a mí se me ocurre mentir cuando soy pésima actuando, pero la chica no me conocía así que sería creíble para ella.- Hoy es la junta de vecinos, vecino. -recalqué la frase para que pudiera entenderme.
Él sonrió divertido después de eso, ¿Cómo podía cambiar su actitud de un momento a otro? Hace dos segundos tenía cara de querer desaparecer a la chica frente a él, y ahora sonreía como si nada.
-Oh, cierto. -se dio un leve golpe en la frente con la palma de su mano- Lo había olvidado por completo.
-Estamos en una plática importante aquí...- interrumpió la morena de manera brusca, mientras cruzaba los brazos.
-En realidad no. -Empezó a hablar Taehyung con la voz neutral y su mirada oscureció cuando volteó a verla, si de por si tenía una mirada penetrante, verlo así hasta a mí me dio miedo- Deberías irte ya, tengo cosas que hacer.- volteó a verme después- ¿Vamos?
Asentí. -Sí, pero primero debo dejar mis cosas en casa, ¿Me acompañas? -le pregunté para podernos esconder, o más bien él, en mi departamento. Asintió dudoso y nos encaminamos a la entrada de mi departamento, dejando a la chica con mirada seria y si las miradas mataran, yo ya estaría en el centro de la tierra.
Estaba abriendo la puerta cuando escuchamos la voz de la castaña a nuestras espaldas, sentí a mi vecino tensarse a mi lado.
-Regresaré, Taehyung. Tenemos que hablar y no puedes evitarme toda tu vida. -dicho esto, escuchamos sus pasos alejarse de nosotros hasta perderse cuando entró a la puerta que daba a las escaleras.
El chico a mi lado soltó un gruñido de frustración, volteé a verlo curiosa, tenía la cabeza ligeramente echada hacia atrás con los ojos cerrados, tenía un bonito perfil, y ni que decir de sus labios. Ok, mal momento para pensar en eso, pero no podía negar que mi vecino era sumamente atractivo, como tampoco podía negar que últimamente mis hormonas estaban a tope, la última vez que tuve un poco de acción fue hace un mes con Eunwoo cuando Hoseok y NamJoon hicieron una fiesta en su casa, y ni siquiera pudimos terminar porque Jungkook nos interrumpió, Eunwoo y yo nos habíamos ido de la fiesta para venir a mi departamento, y cuando estábamos desnudos en mi cama, mi mejor amigo empezó a tocar la puerta como loco, diciendo que me desaparecí y se preocupó por mí, juro que jamás lo había maldecido tanto en mi vida, al final, nunca captó mi indirecta para que se fuera, y literalmente no se fue hasta que el chico con el que casi tenia sexo salió de mi departamento.
-Gracias. -fue lo que dijo Taehyung cuando bajo su mirada y sus ojos encontraron los míos, realmente se veía cansado.
-No hay de qué... Se notaba que necesitabas ayuda. -le di una sonrisa sincera.
Se rascó la nuca nervioso. -Lo que pasó....
-No tienes que darme explicaciones. -lo interrumpí.
Sonrió mostrándome su sonrisa rectangular y de inmediato su mirada cambió a una más brillante.
-Bueno, te debo una Kim. Pídeme lo que quieras, menos a mi perro. -Lo último lo dijo señalándome con el dedo acusadoramente.
Bufé.- Entonces no quiero nada. -me crucé de brazos, fingiendo molestia.
Era la primera vez que hablábamos así, y realmente no me molestaba.
Se rió por mi respuesta y negó con la cabeza mientras empezaba a caminar a la puerta de su departamento. -Nos vemos luego, Haneul.
Me despedí con la mano y entré por completo a mi departamento, después del momento más raro de mi día, saqué mi celular y abrí el chat de Jungkook, hace semanas habíamos quedado en ir al cine porque se estrenaba una película de Marvel, ambos éramos fans de dichos comics y películas, hoy era el día, le escribí para preguntarle a qué hora nos veríamos, su respuesta fue inmediata pero lo que leí fue un:
"Lo siento, Honey. Estoy muy ocupado en el trabajo, podemos verla otro día :)"
Mis ánimos decayeron al instante, era mi excusa perfecta para poder verlo, estar a solas y hablar con él, le respondí que estaba bien y que él me avisara cuando podía ir. Solté un quejido mientras me iba a tirar a mi sillón, era viernes, normalmente salía temprano ese día, pero no quería mal pensar y que mi mente comenzará a divagar y se imaginara que estaba evitándome. La semana pasada hizo lo mismo, dijo que iríamos una exposición de arte que estaba por temporada y canceló el plan por tener mucho trabajo, y obviamente le creí, no tenía por qué mentirme. Me incorporé para ir a la cocina a comer algo rápido ya que tenía tutorías con dos hermanos dentro de dos horas, mi celular sonó anunciando una video llamada de Jiwoo y Minah.
-Que ondaaaaa -fue lo primero que escuché al atender la llamada, Jiwoo estaba muy alegre al parecer, su rostro lucía reluciente, y a decir verdad se podía notar a kilómetros lo feliz que estaba, casi no demostraba tan abiertamente sus emociones pero esta vez no podía evitarlo.
-Hoy alguien amaneció contenta. -exclamó Minah mientras se quitaba sus lentes de descanso de vista.
-Hoy pude asistir al mejor doctor de mi departamento, estoy demasiado feliz, y quería celebrar este logró con ustedes.
Minah y yo gritamos de la emoción, sabíamos perfectamente como Jiwoo se esforzaba demasiado en su residencia, quería ser la mejor cardióloga de la ciudad, la felicitamos por su gran logro mientras yo me sentaba en la isla de la cocina y me disponía a comer el pollo que había sobrado de ayer.
-¿Qué haremos para festejar? -pregunté emocionada, amaba salir de fiesta.
-Vamos al nuevo bar que abrieron cerca de mi consultorio. -comentó Minah.
Era psicóloga y tenía su propio consultorio, le rentaba a un amable señor de edad avanzada, le decíamos que tenía mucha suerte, ya que el dueño del pequeño espacio donde trabaja le dejaba a mitad de precio la renta y a cambio a veces le daba terapia a su nieto, no sabíamos que tenía el niño ya que Minah era demasiado profesional y no nos contaba de sus pacientes.
-Por mi está perfecto, nos vemos en la noche. -Respondió Jiwoo.
-A todo esto, ¿No deberías festejar también con Yoongi? -le alcé las cejas pervertida.
-Con él lo festejaré en la noche, por lo mientras llegaré a dormir, estuve treinta y seis horas asistiendo la cirugía, me dieron el fin de semana libre que claramente disfrutaré al máximo. -y claro que se notaba por las ojeras azules bajo sus ojos.
-Por eso mismo no fui médico. -me excusé mientras daba un sorbo a mi jugo de frutas y seguía comiendo.
-No fuiste médico porque te da miedo la sangre. -se burló Minah. Bufé por su comentario.
-No me da miedo, simplemente no me gusta, me da nervios. -me defendí, ambas chicas solo asintieron ignorando mi comentario. Malditas.
-Espera, ¿Hoy no ibas a salir con Jungkook a ver esa película que tanto tiempo llevas diciéndonos? -preguntó Jiwoo, la vi por la cámara con una mueca, iba caminando por una calle, me imaginé que ya iría a descansar a la casa en la que vivía con Yoongi.
-Sì bueno, hablando del idiota de Jungkook...-comencé a hablar y a resumir todo lo que había pasado, no había podido contarle a la peli negra lo que había pasado por su limitado tiempo entre su residencia y cosas personales que tenía, hasta ahorita la única que sabía de lo sucedido era Minah.
Mi amiga se quedó callada mientras veía frente suyo y por la cámara vi como soltó una risa divertida.
-¿Te estás riendo? -pregunté confundida.
-Sí, lo está haciendo. -confirmó Minah igual de extrañada.
-No me sorprende en absoluto, lo que me da risa es que se tardaron demasiado. Aunque siguen siendo un par de idiotas, no sé quién lo es más, si el falso badboy que tienes como mejor amigo, que es pésimo para disimular que te evita, o tú que le crees y sigues a disponibilidad de él. - respondió.
-¿Y ahora me insultas?
No pudimos terminar de hablar ya que todas teníamos cosas que hacer y apurarnos, pero aún así teníamos esa conversación pendiente que la retomaríamos en la noche.
(...)
Había llegado al dichoso bar, por fuera la puerta principal era de vidrio, y arriba con luces lilas se leía su nombre "Berlín Bar", al abrirla habían unas escaleras que conducían hacía abajo como si fuera en un sótano, me quedé afuera para esperar a mis amigas y pudiéramos entrar juntas, primero llegó Minah con su cabello rosa en dos trenzas que caían por sus hombros hasta las costillas y lo adornaba una diadema tejida de hongos rojos, llevaba un overol verde militar y un top beige que tenía varías piedras de colores que formaban corazones, chamarra de mezclilla, sandalias rojas y una bolsa tejida beige; a los segundos llegó una sonriente Jiwoo con un pantalón negro, blusa blanca, chamarra negra que le quedaba gigante y apostaba mi paga del mes a que era de Yoongi, llevaba su cabello suelto lacio, y una pequeña mochila, adivinen el color, sí, negra también, lo único blanco eran su blusa, sus tenis y su piel, yo en cambio llevaba un vestido amarillo mostaza corto, tenis blancos que tenían enfrente dos pompones peludos beige , un suéter del mismo color que los pompones, y una bolsa blanca. A decir verdad, las tres éramos muy diferentes para vestir y un poco en personalidad, pero nos complementábamos.
-Veo que alguien festejó antes de venir con nosotras. -comenté divertida al ver el lápiz labial corrido que tenía Jiwoo en los labios. Me reí y mi amiga pálida se puso roja mientras sacaba un espejo de su mochila y se arreglaba el poco maquillaje que traía.
-Envidiosas. -nos sacó su dedo medio e hizo que soltáramos una risa.- ¿Ya podemos entrar?- rodó los ojos.
Asentimos y posé mi mano para poder empujar la puerta y poder abrirla, al mismo tiempo otra mano se posó a mi lado para hacer la misma acción que yo, una mano que reconocería en cualquier lugar por los tatuajes que tenía. Fruncí el ceño y volteé para encontrarme con Jungkook, sintió mi mirada en su perfil y volteó a verme, su mirada fue de sorpresa total, claramente no se esperaba verme ahí, nos miramos unos segundos, después de eso ambos nos apartamos quedando frente a frente, se veía realmente bien, siendo sinceros siempre era así, pero hoy particularmente se notaba que se había arreglado.
-Oh, Hola Jungkook, ¿Qué haces por aquí? -preguntó Minah sorprendida, mientras sutilmente me codeaba para que reaccionara.
Yo estaba en mi divagación y no necesariamente por habérmelo encontrado de la nada, sino porque me había cancelado nuestra salida que habíamos quedado semanas antes por su supuesto "mucho trabajo que tenía". ¿Me habría mentido?
-Hola chicas... -murmuró incomodo ignorando la pregunta de mi mejor amiga, se le notaba a kilómetros, lo que no entendía era porque lo estaba tanto. Una silueta delgada apareció detrás de él, al parecer había estado ahí desde un inicio pero no la había visto.
Era una chica de la misma estatura que él, tenía puesto un vestido ceñido a su figura, debo decir que era demasiado delgada, el típico estereotipo de chica ideal Coreana, cara redonda, cabello rubio, labios redondos y gruesos, ojos grandes, era bellísima sin duda, y sobre todo sexy.
Sentí un pinchazo en el pecho al verla con él, ¿por esto me había cancelado? No era muy buena ocultando mis emociones por lo que decidí bajar la mirada y dar un paso atrás, de repente me sentía abrumada. Sentí como Jiwoo me tomaba la mano y la apretaba.
-Ella es YuRi, trabaja en la empresa, en realidad es trainee, quiere ser solista. Venimos a tomar algo después del trabajo. -empezó a decir Jungkook sacándome de mis pensamientos mientras me veía de soslayo, volteé a ver a la tal YuRi, llevaba una sonrisa mientras nos miraba a cada una.
-Estamos en una cita. -confirmó la rubia mientras abrazaba el brazo de mi mejor amigo sin quitar su sonrisa. Sentí un hueco enorme en el estómago al escuchar eso. - ¿Quiénes son? -preguntó curiosa al chico a su lado que me miraba inquieto.
-Ellas son Minah, Jiwoo, y mi mejor amiga Haneul. -nos señaló a cada una, YuRi nos saludó a todas, nosotras respondimos con simple "hola" que sonó más a un murmuro, el ambiente se había puesto pesado ¿o era mi imaginación?
-Oh, claro que he oído de la tierna y dulce Haneul, Jungkook no habla mucho de ti, solo mencionó que eras como su hermanita. -me miró ¿con ternura?- eres tan... pequeña. -me escaneó de pies a cabeza, si estaba tratando de hacerme un halago, iba por un muy mal camino.
-Pequeñas tus tetas-Jiwoo murmuró alto, claramente con la intención de que escucháramos.
La rubia alzó las cejas sorprendida, yo tosí para no reír, Jungkook la miró serio, y Minah empezó a reír nerviosa.
-Oh, que divertida eres, Jiwoo. -Siguió fingiendo reír la peli rosa- siempre ha sido muy cómica nuestra amiga, no la tomes enserió.
-Ya veo...-contestó ahora sería YuRi.
-Bueno, nosotras entraremos. -hablé por primera vez para luego tomar de la mano a mis dos amigas y las jale para entrar al bar, escuché la voz de Jungkook a lo lejos hablándome pero claramente lo ignoré, estaba enojada, sí. Y quizás no debería estarlo, pero tenía muchas emociones encontradas en ese momento.
-¿Quieres que nos vayamos? -preguntó Minah una vez nos sentamos en una mesa, desgraciadamente YuRi y Jungkook estaban a dos mesas lejos de nosotros y podían vernos, pero Jiwoo hizo que me sentará de tal forma que les diera la espalda y no los viera.
-No, no dejaré que me arruinen mi noche. -forcé una sonrisa. Minah me sonrió comprensiva.
-Sabes que no tienes que estar aquí si no te sientes cómoda.
-Estoy bien...
Jiwoo y Minah se vieron sabiendo perfectamente que no estaba del todo bien, pero no dijeron nada, a los segundos Minah recordó lo que la pelinegra había dicho sobre las tetas de la compañía de Jungkook regañándola, pero al mismo tiempo no pudo ocultar una leve sonrisa que escapaba de sus labios, la pelinegra y yo soltamos una risa escandalosa, la verdad había sido muy divertido ver su cara, y era aún más divertido porque era cierto, Dios me iba a castigar por burlarme del cuerpo de otra persona, y si no era Dios, sería Minah que no estaba tan de acuerdo.
Empezamos bebiendo cada quien un shot de tequila, ese maldito licor siempre me ponía mal pero me gustaba, Minah como siempre solo dijo que tomaría uno y de ahí bebería agua, no quería tomar alcohol, además de que ella nos cuidaría, por un momento me quedé pensando en el estúpido de Jungkook, y a decir verdad podía aparentar que no pasaba nada, pero realmente por dentro estaba echa bolita llorando, no quería hacer drama y arruinarle la noche a las chicas que estaban platicando amenamente sobre la residencia de Jiwoo.
No entendía a mi mejor amigo, creía que todo había regresado a la normalidad, pero recapitulando las dos semanas pasadas realmente era yo la que más hablaba y él me respondía normal, aunque a veces un poco cortante, aunado a que evitaba vernos en persona, y lo peor de todo es que estaba más enojada conmigo que con él porque me estaba sintiendo mal por un chico que no me ha dado señales de nada, más que solo un beso que ha decidido ignorar, y ahora está en una cita con una chica de su trabajo. Me sorprendía lo que me estaba doliendo, no entendía porque me sentía así, anteriormente cuando veía a Jk con una chica con la que salía porque me lo llegaba a encontrar no le daba importancia porque ya lo conocía, pero está vez era diferente, está vez me dolió, y muy en el fondo sabía que era por el estúpido beso que nos dimos, eso hizo que mis esperanzas en que él me viera como algo más se volvieran más reales, quizás por eso me sentía tan mal, y el hecho también de que me había mentido, él nunca mentía cuando salía con alguna chica, siempre me contaba todo, aunque en el fondo no quisiera saber, pero tenía que ser una buena mejor amiga y escucharlo aunque eso no fuera bueno para mi corazón, pero era mi decisión hacerlo porque en mi propia conclusión, pensaba que si escuchaba como me contaba todo entre las chicas con las que salía y él, más se me iría mi gusto por él y verlo por fin como un hermano más, cosa que jamás pasó y solo me dejaba más heridas. Y aunque no quisiera admitirlo, me dio justo en mi ego, porque él siempre cancelaba a las chicas con las que salía por salir conmigo, así fuera solo hacer maratón de Harry Potter en casa, pero esta vez fue todo lo contrario.
Mordí mi labio inferior, estaba enojada, triste y sobre todo abrumada.
-Tráigame otros cuatro shots para cada quien, por favor. -le dije al mesero señalando a Jiwoo y a mi cuando llegó a dejarle el mojito de frutos rojos sin alcohol a Minah. La pelinegra aplaudió y choco los cinco conmigo.
-Me leíste la mente. -respondió feliz.
La peli rosa me vio con desaprobación, negó con la cabeza pero no dijo nada, porque sabía que aun así tomaría.
Llevaba cinco shots de tequila, y tres mojitos de hierba buena con alcohol, me sentía ligera y un poco borracha pero estaba bien, el resto de la noche no volteé para nada a ver a la parejita feliz que estaba tras de mí pero podía escuchar la risa de la rubia cada cinco minutos, Jiwoo, Minah y yo hablábamos sobre la vida, el trabajo, la familia, y en porque era tan difícil encontrar un hombre que valiera la pena, ahí no entraba la pelinegra, pero su conclusión fue que Minah era demasiado libre e independiente, y eso hacía que los hombres inmaduros les diera miedo, aún no se topaba con alguien que fluyera con ella, y yo porque no tenía ojos para alguien que no fuera Jungkook, realmente eso me molesto, porque tenía razón, en algún momento Jiwoo fue al baño y yo le dije a Minah que saldría a tomar un poco de aire.
Caminé a la salida sin voltear a ver la mesa de la rubia y el pelinergo, de verdad no quería ver una escena, cuando salí a la puerta principal empuje la puerta de vidrio y sentí el poco aire que había soplar mi rostro, aun así hacía calor, varias personas iban pasando caminando, algunas ebrias, otras platicando y riendo, camine hacia el pasillo que estaba a un lado del bar, quería fumar tranquilamente, puse el cigarro entre mis labios y empecé a encender el cigarrillo mientras me adentraba al pasillo que solo era iluminado tenuemente con un foco amarillo, bajo este pude ver a Jungkook y Yuri... besándose. YuRi tenía abrazado por los hombros al tatuado chico, mientras él solo la tenía agarrada con una mano su cintura, la otra mano tenía un cigarrillo. Al ver la escena sentí un nudo en la garganta, y mi encendedor se me cayó haciendo que ambos se separaran de inmediato, solté el humo del cigarrillo que tenía en mi boca y los miré incomoda, ellos voltearon a verme, YuRi con una pequeña sonrisa tímida y Jungkook cerró los ojos frustrado mientras se mordía el labio inferior. Al abrirlos y encontrase con mi mirada abrió la boca pero no habló, se le notaba la incomodidad a kilómetros y tal parecía que no quería que yo viera tal escena. No tenía por qué ponerse así, no era la primera vez que lo veía en una situación similar. Aunque bien, si veía mi cara se daría cuenta de cuanto me había dolido ver eso, por lo que bajé la mirada.
-Perdón por interrumpir, yo... los dejaré que sigan... em... haciendo lo que estaban haciendo...- caminé hacia atrás lentamente, sentía que en cualquier momento mis ojos se llenarían de lágrimas.
-¿Estás fumando? -preguntó Jungkook y su tono de voz sonó grave, estaba enojado.
Mierda. Había olvidado ese pequeño detalle. Solo Minah, Jiwoo y Yoongi sabían que seguía fumando, y aunque no estaban de acuerdo, confiaban en que ahora lo hacía con moderación, no era que fumara como años atrás lo hacía, ahora me lo tomaba más con calma. Alcé mi mirada y no pude aguatarme más, tenía ganas de llorar y apostaba a que mi cara estaba roja, lo ignoré olímpicamente y tiré la colilla el cigarro recién prendido para pisarlo con la suela de mi tenis y darme la vuelta para largarme de ahí.
Hice todo en automático, le mandé un mensaje a Minah diciéndole que me regresaría sola a casa, que estaba bien y después hablaría con ella, no volví a revisar el celular que vibraba en mi mano insistentemente, no estaba tan lejos a decir verdad, solo unas cuatro calles, las cuales caminé con mucho prisa, si no es que casi corría, sentía que mi pecho se contraía y explotaría, pero en ningún momento solté una lagrima, solo mordía mis labios con fuerza, ¿por qué demonios me sentía así? Ya había visto este tipo de escenas anteriormente, pero la respuesta me llegó como un gran golpe de realidad, era una verdad que por mucho tiempo quise callar o más bien ocultar.
Seguía enamorada de Jungkook. Así de fácil y sencillo, el hecho de que hoy me doliera más era porque el beso que nos dimos en mi departamento había hecho que una esperanza enorme creciera dentro de mí, esperanza que Kook había pisado hoy al besarse con YuRi.
No sabía ni como había llegado a mi departamento, y menos en mi estado etílico, solo recuerdo chocar con algunas personas que me llegaron a ver mal; de repente me encontraba en el elevador, ¡vaya! Al parecer ya funcionaba, mi celular seguía vibrando en mensajes que de seguro eran de Minah, cuando la caja metálica en la que me encontraba llegó a mi piso caminé lentamente hasta llegar frente a la puerta de mi departamento, y solo ahí me di cuenta de un pequeño gran detalle, había dejado mi bolsa con las chicas, recargué dándome un golpe con frente en la puerta, que estúpida era, debía dejar de actuar por impulso, el alcohol hacia que actuara así y no siempre tomaba las mejores decisiones, claro estaba.
Solo ahí fue me puse de cuclillas y me di el permiso de llorar en el pequeño pasillo solitario, pequeñas gotas saladas se escurrían por mis mejillas, mientras suspiraba pesadamente con la cabeza gacha, este no era la mejor noche de mi vida, en definitiva, aunque tampoco la peor, si quería ver el lado positivo.
-¿Estás bien? -escuché hablarme por lo que di un pequeño brinco en mi lugar y al alzar la mirada me encontré con Taehyung con unos jogger negros, tenis del mismo color, una sudadera del mismo gris y tenía puesta la gorra de este, no traía sus puestos sus lentes, tenía las manos en los bolsillos de su pantalón, su mirada era de preocupación, ¿tan mal me veía?
-Si te digo que sí, ¿me creerías? -suspiré mientras le respondía arrastrando un poco las palabras. No me puse de pie, solo me senté estirando las piernas y recargando la espalda en la puerta mientras veía mis manos que jugaban entre ellos nerviosa, realmente me daba pena que me viera en este estado, sola, llorando y borracha. Parecía chica recién dejada por el novio.
Patética, así era como me sentía.
Taehyung tomó asiento a mi lado, volteé a verlo extrañada. -No diré nada, pero si quieres llorar solo hazlo, es mejor llorar acompañado que solo, no se necesitan palabras. -me sonrió de forma dulce y solo eso bastó para que hiciera un puchero y me soltara de nuevo a llorar, me tomé el atrevimiento de recargar mi cabeza en su hombro y seguir llorando, él no se opuso, solo se quedó quieto escuchando mis sollozos, paso muy poco tiempo en el que dejé de lloriquear, al estar completamente tranquila me separé de su hombro con pena.
-Lo siento. -murmuré.
-No tienes por qué pedir perdón por llorar, es un acto completamente normal, y eso sana mucho un corazón.
Me limité a asentir y sorbí mi nariz llena de mocos, debía verme horrenda y súper roja, exclamó un "ahora vuelvo" y entró corriendo a su departamento, escuché a Yeontan ladrar de felicidad al ver a su dueño, eso hizo que me saliera una ligera sonrisa, a los segundos salió mi vecino con papel y me lo extendió a la par que se volvía a sentar a mi lado, murmuré un gracias para sonar mi nariz después, al terminar, dejé el papel en la bolsita que tenía mi suéter.
-¿Estás mejor? -preguntó dudoso. Volví a asentir, parecía robot.-¿quieres hablar? -Empezó a preguntar- Sé que solo somos vecinos pero si necesitas algo aquí estoy, soy bueno escuchando, o eso dice Jimin. -río.
Me quedé unos segundos en silencio y suspiré.
-Quisiera entender a Jungkook... -murmuré con la voz apagada, dudaba en hablar y él se dio cuenta.
-No tienes que contarme si no quieres.
-No, esta bien, quiero hacerlo...
Y con eso conté mi historia con Jungkook, como nos conocimos, como me cuidaba, como yo lo cuidaba, lo unidos que éramos, le resumí todo hasta el día de hoy, y la verdad ni siquiera sabía porque le contaba todo esto a mi vecino, era el alcohol pero realmente quería sacar todo lo que tenía dentro. Taehyung me escuchó atentamente todo el rato, esperaba que me haya entendido pues seguía arrastrando un poco las palabras.
-... Y ahora estoy aquí sin llaves, ya que olvidé mi bolso por actuar de manera tan impulsiva. -terminé de decir.
-Deberías trabajar en tu impulsividad.
-Lo sé, pero ese no es el punto.
-Tu amigo es un completo idiota, debo decir, o más bien actúa muy bien.
-¿Crees que esté actuando?
-Todos los hombres sabemos cuándo le gustamos a una chica, no somos tan tontos, y más si llevan años de amistad, debería conocerte bien.
Solté un suspiro, realmente me negaba a creer eso, porque entonces, ¿por qué actuaba así conmigo, sabiendo que podía darme esperanzas con sus actitudes?
-¿Sigo teniendo mi cara roja? -pregunté de la nada. Él negó con la cabeza viéndome divertido.
-Te ves un poco borracha pero ya no hay rastro de que hayas llorado a mares. -me motivó.
Mi celular volvió a vibrar anunciando una llamada, era Minah. Ya se me había bajado un poco la borrachera con mi sesión de lágrimas, por lo que respondí ya más tranquila.
-¿Hola? -hablé primero.
-¿Dónde te has metido? Nos diste un susto de muerte, te fuiste de la nada cuando dijiste que solo saldrías por aire fresco y tu mensaje me alertó, además dejaste tu bolso con nosotras.
-Dile que cuando la vea, la voy a matar. -gritó de fondo Jiwoo.
-Lo siento, solo no me sentía bien y... -mordí mi labio inferior-después te cuento, ¿siguen en el bar? Iré por mi bolso.
-No hace falta, Jungkook entró con YuRi y al ver que no estabas con nosotras se acercó a preguntarnos cuando estábamos dispuestas a ir a buscarte y darte también tu bolso, le dije que te habías ido porque tenías que trabajar mañana temprano, pero no me creyó mucho que digamos porque vio tu bolso en la mesa, dijo que iría a dejártela, después de ir a dejar a su cita, se fueron casi de inmediato. Le dije que nosotras iríamos contigo, pero Jungkook me lo quitó y me regaño por haberte dejado irte sola y con alcohol encima. Además se veía demasiado enojado -la voz de Minah de verdad sonaba molesta pero mantenía la calma, sabia controlarse, y vaya que había trabajado en eso, antes explotaba por cualquier cosa.- ¿Qué fue lo que pasó? -La pelirosa intuía que algo había pasado porque yo no actuaria así por cualquier cosa.
-Espera, espera, ¿Jungkook viene para acá? -Hizo un sonido afirmatorio- Mierda -murmuré, no quería que me viera como si me hubiera afectado lo que vi, que claramente había sido así. - ¿Hace cuánto tiempo fue eso?
-No lo sé, unos cuarenta minutos yo creo.
-Bien, te voy a colgar y no te preocupes, estoy bien y ya estoy en la entrada de mi departamento. No estoy tan borracha, bueno si, un poco, pero se me ha bajado bastante con la caminata a mi casa.
-Está bien -suspiró- Solo no vuelvas a hacer lo que hiciste.
-Sé más prudente, idiota. -volvió a gritar de fondo Jiwoo, igual arrastrando las palabras.
Me sentía mal por hacerlas pasar un mal rato a mis amigas. De verdad había actuado como una niña inmadura, colgamos la llamada y solté un gruñido.
-¿Todo bien? -preguntó el castaño. Bufé mientras negaba con mi cabeza, no quería tener que ver a Jungkook.
-Me traerán mi bolso. -respondí y él se puso de pie.
-¿Eso no es bueno?- preguntó confundido. Yo reí irónica, si supiera quién vendría.
Me extendió sus dos manos para que las tomará, cosa que hice, sus manos era gigantes si las comparábamos con las mías, estaban calentitas y tenía la piel suave, me ayudó aponerme de pie.
-Gracias. -dije una vez que estuve parada frente a él.
Él me regaló una sonrisa tranquilizadora que yo respondí de igual forma. Escuchamos como alguien a nuestro lado se aclaraba la garganta, haciendo que volteáramos al unísono. Jungkook estaba frente a nosotros con el cabello ligeramente despeinado, su mano tatuada sosteniendo mi bolso blanco y su mirada viendo hacia mis manos que seguían agarradas a las de Taehyung.
-¿Interrumpo? -preguntó con voz grave, enarcando una ceja.
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YuRi en multimedia.
Espero les guste el capitulo, es algo largo.
Voten y comenten por fis, me gusta saber lo que opinan. 💚🙈
Tengan un bonito fin de semana. 🫶🏽💕
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