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Capítulo 4.

En definitiva no había podido dormir, y es que mi mente se encargó de sobre pensar todo lo que había pasado la noche anterior, o más bien hace unas horas en la madrugada, lo que más pensaba era por qué se había detenido de la nada, ¿no le había gustado?¿se arrepentía? Muchas preguntas pasaban por mi mente, vi el reloj que tenía en mi mesita de noche y apenas eran las diez de la mañana, un olor a comida me llegó a mis fosas nasales, olía delicioso, moría de hambre y de sed, me dolía la cabeza y era en definitiva la resaca que ya estaba empezando a tomar factura, no quería salir de mi habitación, había pensado en muchas situaciones que podían pasar al estar frente a él, pero tenía una plan, aunque no sabía si funcionaría porque como dije anteriormente no era buena actuando y menos cuando se trataba de que después de tantos años, había besado a mi mejor amigo.

Salí de la habitación con la misma ropa de ayer, y caminé hacia el final del pasillo, el sillón estaba ordenado y solo estaba ahí doblada una cobija con la que supuse se había tapado ayer Jungkook, mordí mi labio inferior nerviosa y caminé hacia la cocina donde él estaba de espaldas aún con la pijama puesta cocinando algo para desayunar.

—Buenos días...—hablé y vi cómo se tensó al escuchar mi voz pero luego e relajó, volteó a verme con su típica sonrisa, y pude notar sus ojeras bajo sus ojos, no había dormido tampoco bien al parecer.

—Buenos días, borrachita —me saludó y siguió en lo suyo, como si nada hubiera pasado.

—Me duele mucho la cabeza. —empecé a decir como tanteando el terreno y solo rió por mi comentario— ¿No hice nada bochornoso anoche, verdad? —pregunté para ver que respondía, se quedó quieto unos segundos y soltó un murmuró que no logré escuchar.

—Nada de lo que preocuparte. Llegaste y te quedaste dormida al instante. —habló cortante, conocía bien su voz cuando quería evitar un tema.

—Oh... —murmuré, entonces de verdad no quería hablar el tema.

Claramente estaba mintiendo, y ambos lo sabíamos y él estaba demasiado consiente de que yo no estaba lo demasiado borracha para no recordar lo que había pasado, pero prefería ignorarlo, una punzada en mi interior salió a flote, ¿de verdad se arrepentía? que quería hacerse el que no pasó nada.

—Realmente yo estaba tan borracho que no recuerdo mucho, solo que llegamos y me dormí al igual que tú. —mintió.

Por supuesto que no estaba borracho, ambos los sabíamos, como también sabíamos que nos acordábamos perfectamente de lo que había sucedido hace horas entre los dos. Solté un suspiró, si quería eso, aunque me doliera no diría nada. Estaba demasiado claro que se arrepentía, mientras que para mí era todo lo contrario, por un momento pensé que había algo especial si él había empezado con la intención de besarme.

Volteó con dos platos listos con el desayuno y me extendió uno sobre la mesada, era panqueques con nutella y fresas, mi favorito. Se sentó frente a mí y empezó a comer. Esto era demasiado raro, normalmente hablaba mucho en el desayuno, pero ahora estábamos en un silencio demasiado incomodo, y debo decir que pocas veces pasaba esto. Me extendió unas pastillas para la resacaba y un vaso de agua, que de inmediato tomé, me dolía la cabeza.

—¿Cómo dormiste? —pregunté mientras me sentaba en la silla y trataba de hacer platica, él miraba un punto fijo de la parte detrás de mi mientras masticaba, cuando tragó lo que tenía en la boca volteó a verme pero de inmediato bajó la mirada.

—Bien...—fue lo último que dijo y de nuevo reinó el silencio en la habitación.

La única vez que lo vi así fue en la fiesta de Eunwoo donde tuve mi primera borrachera, no recuerdo lo último de la noche, al día siguiente desperté con la resaca más horrible de mi vida, Jungkook se comportaba demasiado raro, frío y distante y aunque eso no duró mucho fue demasiado raro, Minah me contó que Erick, el chico de intercambio que todo mundo, incluyéndome, sabía que le gustaba intento besarme y yo estaba a punto de aceptarlo cuando Jungkook apareció y hubo una pelea entre los dos chicos porque claramente el alemán estaba aprovechándose de mi estado etílico, me acuerdo que al enterarme le agradecí por haberme defendido y cuidarme pero él estaba distante, aunque a los pocos días se le pasó y volvió a ser el de siempre, y a las dos semanas empezó su relación con SuJin.

Esto era tan extraño para mí, y realmente si de por sí ya me dolía el hecho de que ocultara que estaba perfectamente bien cuando me había besado y prefiriera ocultarlo, el que actuara de esta forma conmigo lo hacía aún peor.

Y es que, ¿de verdad era tan malo el que me haya besado? ¿Por qué no era lo suficientemente bonita para que le gustara a mi amigo?

Después de los más largos minutos de mi vida, terminamos de desayunar en silencio, el pelinegro lavo los trastes mientras yo seguía sentada viendo su espalda, no quería seguir así, pero realmente no sabía que decir.

—Me iré a casa de mis papás, mi mamá me marcó y necesita ayuda en algo, no me quedaré el fin aquí. —habló con voz neutral.

Debo de admitir que sentí un pinchazo en mi pecho al escucharlo, no quería que nuestra relación empezara a cambiar por un error que cometí. Debí quedarme callada, debí comportarme, realmente había arruinado todo, y sabía que yo tenía la culpa por siempre ser tan linda con él, tan atenta y después de ayer, claro que se dio cuenta de mi gusto por él, pero de verdad que ya no sabía qué hacer.

—Está bien.

Fue lo único que dije ya que no lo obligaría a que se quedará conmigo, y si su mamá le había pedido ayuda, yo no era nadie para decirle que no fuera, además su mamá era un amor de persona y trataba de siempre ver a su hijo.

Cuando terminó de lavar los trastes se volteó a verme con una sonrisa leve y salió de la cocina, no lo seguí, en cambio fui a la puerta de mi departamento para tomar la bolsa que dejé colgada y saqué mi celular para revisar los mensajes y por supuesto responder a Jin, que sabía que había salido y siempre tenía que avisarle cuando llegara a casa y claramente no lo había hecho por obvias razones, para sorpresa mía no tenía muchos mensajes como esperaba, quizás había hablado con Jungkook y él le había dicho que estábamos bien. Seguía perdida en mis pensamientos mientras revisaba Instagram y reposteaba las historias que Hoseok, Minah y Jiwoo habían subido cuando Jungkook llegó cambiado y con su cosas en su manos.

—Me tengo que ir, Haneul. —esto ya me estaba preocupando, mi mejor amigo hablándome por mi nombre era de las cosas más raras y preocupantes que podían pasarme.

Asentí viéndolo directamente a los ojos mientras mordía mi labio inferior, señal de nerviosismo, sus ojos de inmediato se desviaron a mi boca y los tuvo ahí por unos segundos para después voltear su cabeza bruscamente y empezar a caminar a la salida, yo lo seguí aún callada pero tomé su brazo haciendo que se volteara.

—¿Está todo bien? —pregunté mientras con mis dos brazos me auto abrazaba. Él me miró con una sonrisa grande y me revoloteó mi cabello, para después pellizcar mi mejilla suavemente.

—Claro que sí, todo está bien. Solo tengo mucho cansancio y resaca, y aún tengo trabajo que terminar.

Asentí con la cabeza, de verdad estaba empezando a arrepentirme por el maldito jodido y perfecto beso que nos dimos. Después de despedirse y salir huyendo de aquí, porque no era estúpida y sabía lo que estaba haciendo, me decidí apurarme a arreglar ya que tenía cita con una alumna para sus clases de tutoría en el café donde trabajaba entre semana.

La pastilla había hecho efecto y me sentía muchísimo mejor, ya arreglada y con todas las cosas que necesitaba para la tutoría; salí de mi departamento y una vez afuera vi a una chica de espaldas tocando insistentemente la puerta de mi vecino, Taehyung.

—¡Ábreme ya! Sé que estás ahí. —habló muy fuerte mientras con un puño golpeaba fuerte la puerta del chico. Hice una mueca, cerré la puerta y me fui de ahí en silencio, no quería que después me gritara a mí.

(...)

Había terminado las clases de tutoría y ya estaba en mi casa de regreso comiendo pizza, porque tenía mucha flojera de cocinar, y realmente era sábado, no quería hacer nada, debo admitir que en las clases que estuve dando no me había concentrado al cien por pensar en el beso con el estúpido de Jungkook, hermosamente estúpido. En todo el día no habíamos hablado, eso era normal, no hablábamos todo el tiempo, sería sofocante, estaba pensando en cómo actuaría los demás días, esperaba realmente que no como hoy, había sido muy raro, era como si mi sola presencia lo aturdiera, básicamente salió corriendo hoy por la mañana, y su pésima actuación al despedirse no se la creyó ni su perro, Bam.

Escuché el ruido de la puerta abrirse y por ahí entró Minah ya que tenía las llaves de mi departamento por cualquier emergencia, venía sola porque Jiwoo estaba en guardia, les mandé mensaje diciendo que tenía que hablar con ellas urgentemente, pero Jiwoo siempre estaba ocupada por su pasantía y la entendíamos, tenía que hacer tiempo para ella misma, el hospital, su novio y sus amigos, realmente a veces no la veíamos por semanas pero al menos la manteníamos al tanto por mensajes o video llamadas.

—Hola bebé — saludó con voz cantarina mi mejor amiga mientras cerraba la puerta y entraba a la sala para verme tirada en el sofá comiendo un trozo de pizza. — te ves bien, eh. —se burló para sentarse en el sillón individual gris que estaba a lado.

—Realmente estoy muriendo por dentro, ni la pizza me ha alegrado, y la comida siempre me alegra. —reí con un puchero mientras me quejaba.

—No sé si te estás riendo para no llorar, porque esa cara que tienes me da miedo. ¿Qué pasó? —preguntó Minah mientras tomaba de su botella de agua color rosa como su pelo, la pelirosa no era ella si no traía su botella consigo todos los días a todas horas, y siempre llena de agua. Hasta cuando salíamos a beber llevaba su botella. De hecho ella era la que nunca tomaba, le gustaba pasarla bien pero sin tomar alcohol, muy rara vez lo hacía y eso fue ayer, pero ella era más partidaria de poder pasarla muy bien y divertirte sin tener alcohol en tu sistema.

—Me besé con Jungkook... —murmuré, mientras le pasaba un pedazo de pizza a ella, pero claramente me ignoro puesto que agrando los ojos mientras me veía con la cara de asombro más grande que tenía.

—¿Qué? ¿Y me lo dices así tan tranquila? —exclamó alto sorprendida— Esperaba una reacción diferente de tu parte, pero estás... ida.

Solté un suspiró grande y me incorporé para empezar a contar toda la historia, desde que llegamos, lo que nos dijimos, el besó (omitiendo ciertos detalles de este), como se separó y me mandó a dormir y por último lo que pasó en la mañana.

—Estaba huyendo, es clarísimo. —rodó los ojos con obviedad mientras terminaba de comer su rebanada de pizza.

—Hasta yo lo sé, pero el tema aquí es que lo arruiné todo, todos mis esfuerzos porque nunca descubriera mis sentimientos se fueron a la basura.

Ella negó con la cabeza seria. —Bebé, no pienses así, el beso no solo fue algo tuyo, fue de los dos, él fue el que empezó y te acorraló, tú solo diste ese empujoncito que él no se atrevía a dar. —rodó los ojos.

—Lo que más me duele es que se arrepiente, y por eso huyó, como si mi presencia fuer lo peor. —ok, quizás si estaba siendo dramática, pero drama era mi segundo nombre. Mis ojos se pusieron cristalinos.

—Haneul, ¿de verdad crees que te besó solo por qué sí? Seamos sinceras, y no es que te quiera dar alas, pero está es la vida real, y ningún mejor amigo, por mucho que te quiera y no tenga ningún gusto por ti, te va a tratar como a veces los hace Kook contigo, seamos realistas, Yoongi es mi mejor amigo desde hace años ¿y cuando me ha tratado así? —iba a hablar pero me interrumpió— ¡Nunca! Y claro está que es porque de ningún lado hay ningún gusto ni intención más allá de la amistad. Y ambas sabemos que Jungkook no besa a las chicas solo porque sí.

Y era muy cierto lo que me decía Minah, mi mejor amigo solo había tenido una relación en su corta vida, de ahí en fuera solo salía con chicas, pero nunca al mismo tiempo, solo salían, se divertían, la pasaban bien y luego todo terminaba, pero jamás llegó a tener otra relación estable de llamarla novia, y ni siquiera nos presentaba a las chicas con las que salía, ni siquiera a sus papás, él siempre les hablaba claro y decía que solo quería pasar el rato pero claramente teniendo la confidencialidad de que no tendrían otras parejas sexuales, era algo así como tener un casi algo pero sin sentimientos de por medio. Él era más un alma libre, o como decía, todavía no encontraba a la chica con la que estaba dispuesto a formalizar algo. Y algo que me gustaba mucho de él, es que no se metía con la primera chica bonita o con buen cuerpo que veía, era muy especial en ese sentido, tenía que gustarle para hacerlo.

—Quizás tienes razón, pero eso no quita que me rechazó.

—No lo sé, es muy raro nuestro amigo. Si tú no lo entiendes, menos yo.

—¿Qué debería hacer? —me quejé mientras me ponía una almohada en la cara y soltaba un mini grito.

—Pues los dos actúan como si nada pasó, sigue así y sigue tratándolo como siempre, ¿No por eso fingen que no recuerdan nada?— me preguntó enarcando una ceja.

Asentí mientras me mordía mi labio inferior dudosa. —¿Qué piensas de él después de todo esto?

Soltó un suspiro y me miró con una leve sonrisa— Creo que en el fondo hay una atracción, y no quiero hacerte ideas falsas pero creo que si es un poco obvio, y si te gusta, solo díselo, no pierdes nada, si su amistad es tan fuerte y sincera podrán pasar esto, pero realmente estamos muy jóvenes para tragarnos y esconder nuestros sentimientos, la vida es para esto, vivir las emociones. —me sonrió con un brillo en sus ojos, amaba a mi mejor amiga justo por eso, ella era un alma libre que solo se dedicaba a eso, vivirla y compartir con nosotros, agradecía tanto tenerla en mi vida.

Asentí con una enorme sonrisa, tenía razón, si él no sintiera ni un poco de gusto por mí, no me habría besado, no me trataría como lo hace siempre, no me daría esperanzas. Quiero pensar que muy dentro de él siente aunque sea algo mínimo por mí, y si hago algo eso podría crecer. ¿no?

La noche del sábado fue entre risa, hablar sobre la vida y ver películas, Minah se quedó a dormir, y el domingo fuimos a un parque a respirar aire fresco y a un café, no hablé para nada con mi mejor amigo, solo en la noche le mandé un mensaje de buenas noches y éxito en su trabajo por el proyecto que tenía, que por supuesto que si vio y solo me respondió con un "Gracias Honey, descansa". El mensaje más cortante de la historia, pero al menos regreso a decirme por mi apodo.

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Jelouuuuu!!!!

Espero disfruten el capítulo, por favor voten y comenten. 🫶🏽💕

Espero tengan una semana excelente. Besos. ✨️

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