Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 1.

Viernes, ese era el único motivo por el que me sentía tan feliz, eso y que Jungkook, mi mejor amigo de casi toda mi vida, viniera el fin de semana a quedarse conmigo ya qué el idiota fundió un aparato, lo que ocasionó que hubiera un corto en la luz, y no estaría listo hasta el lunes, tenía que entregar un adelanto de un proyecto para la empresa en la que trabajaba, así que claramente necesitaba luz y por supuesto que yo era su única salvación, porque ir a casa de los primos Jung Hoseok y Kim Namjoon no era la mejor idea de todas si tenía que trabajar, ir a verlos era no dormir porque cuando se juntaban los tres, era fiesta segura o jugar video juegos hasta tarde. Y no era que mi querido amigo no le gustará salir de fiesta pero también era responsable, y decía que no le gustaba quedarse con ellos a dormir porque se levantaban muy temprano, y no le gustaba dormir con ellos y mucho menos en su incomodo sofá.

Busque las llaves dentro de mi bolso para abrir la puerta grande y negra, una vez las encontré introduje la llave para abrirla y entrar al edificio de ladrillo empujando la puerta, no era el más lujoso realmente pero era normal, estaba en una zona tranquila y no tenía malos vecinos, además de que mi hermano me ayudaba con la renta, y eso lo hacía mucho más fácil para mí, fui directo al ascensor y me topé con un letrero que decía: "en servicio", gruñí en modo de frustración, era la cuarta vez que estaba en servicio en lo que iba del mes, y apenas llevábamos dos semanas que había empezado, negué con la cabeza y empecé a subir las escaleras blancas que se encontraban a un lado de la caja metálica que se hacía llamar ascensor, ya me urgía llegar al departamento a acomodar un poco el desorden que tenía antes de que llegará Jungkook, y por desorden me refería a mi ropa interior que dejé colgando adentro ya que la noche anterior había llovido y tuve que meterla para que no se mojara y terminara de secar, empecé a subir las escaleras con cierta pesadez, no era la persona más deportiva del mundo, y subir esto contaba como un año de ejercicio para mí, contando que mi departamento estaba en el cuarto piso, es decir, el último maldito piso del edificio. Iba por el noveno escalón cuando escuché pequeñitos pasos detrás de mí pero no le di importancia y seguí subiendo lentamente, bajé la mirada cuando sentí un leve empujón en mis pantorrillas, sonreí al ver de quién se trataba y paré mi subida para agacharme a acariciar al pequeño Pomerania que me hacía fiestas como cada vez que me veía.

-¡Hola Yeontan! -Saludé mientras acariciaba su cabecita y este seguía moviendo la cola y me chupaba con su pequeña lengua mi muñeca.- ¿Qué haces aquí solo?- pregunté cuando volteé a ver las escalera de abajo y no veía a su dueño, ni tampoco se lograba ver por el pasillo de la entrada principal, aunque no se lograba ver mucho desde ahí, ya que la entrada principal era más grande y ahí solo se veía un pequeño espacio desde donde estábamos.

Justo en ese momento entró corriendo el chico por el que estaba preguntando, Kim Taehyung, mi vecino de enfrente, no teníamos una relación tan sólida como para llamarnos amigos, habíamos hablado algunas veces cuando nos encontrábamos en el ascensor, o en las escaleras, normalmente hablábamos de cosas demasiado banales como el clima, o nos preguntábamos por nuestro día, ese tipo de conversaciones, lo más íntimo que llegamos a conocer es que él sabía que yo estaba por acabar la universidad, y claramente lo que más estaba en nuestro tema de conversación era principalmente Yeontan, porque tenía la gran habilidad de escaparse de su dueño cuando yo estaba cerca, y tres veces sin que yo me diera cuenta entraba a mi casa el pequeño canino, era tan escurridizo que entraba sin que lo notáramos, me había llevado varios pequeños sustos por eso pero siempre terminaba devolviéndolo con su dueño y él terminaba demasiado avergonzado, pero algo más allá no había, solo una convivencia normal entre dos vecinos que se llevan bien y ya está. Aunque con Teonie era algo diferente, ese pequeño perrito se robó mi corazón desde el primer día que lo conocí, hace unos meses atrás.

//Flashback//

Había regresado de la universidad cuando me percaté que la puerta del departamento de enfrente estaba abierta y afuera había muchas cajas, eso solo significaba mudanza y le rogaba al cielo porque esta vez no fuera un universitario que hacia fiesta todos los días en su departamento con la música súper fuerte porque si no, claramente me daría un tiro. El departamento había estado vacío por un mes, pero al parecer ya no más, estiré mi cuello para ver si veía por dentro pero solo escuchaba voces, me encogí de hombros, después le daría una bienvenida, esperaba que fuera una chica tranquila, no era que me molestaran las fiestas, pero el chico que anteriormente vivía ahí hacia fiesta todos los días y terminaba hasta el día siguiente, no duró ni dos meses viviendo ahí ya que todo mundo se quejó y la dueña del edificio lo corrió. Gracias al cielo.

Abrí la puerta y escuche unos pasos por lo que volteé a ver hacia atrás deteniendo mis pasos y dejando mi puerta abierta, al no ver a nadie me encogí de hombros y entré. Cerré la puerta y me quité mis zapatos al mismo tiempo que dejaba caer mi mochila en el mueble que estaba en la entrada; empecé a caminar descalza hacia la cocina mientras me hacía un chongo mal hecho, revise mi refrigerador y saqué una bebida de durazno, moría de sed, fui a sentarme al sillón gris mientras prendía el televisor y ponía el canal donde no tardaba en empezar mi dorama favorito del momento, estire mis piernas y pies descalzos por el sillón. Dejando los pies en la orilla y recosté mi espalda en la almohada de flor lila para que quedará semi sentada mientras abría la bebida y tomaba un sorbo, enfoque mi vista en los comerciales que salían de la pantalla.

Cerré los ojos y dejé salir un suspiro, me sentía exhausta por los exámenes que había tenido, pero al fin había terminado, me reí al sentir cosquillas en mi pie derecho, exactamente en mi talón, sentía un poco mojado esa zona, como si alguien o algo estuviera lamiendo mi pie, abrí los ojos y al ver hacia esa dirección me percaté del pequeño perrito que estaba parado a dos patas mientras las patas de enfrente las recargaba en el sillón y me veía, di un brinco del susto y el pequeño salió corriendo atrás de la mesita que se encontraba a un lado.

-Hola pequeño, no te asustes, ven -me senté en el suelo y lo vi asomarse, estiré lentamente mi mano para darle confianza y me quedé quieta, él no tardó mucho en acercarse a mí con la colita entre las patas, cuando estuvo lo suficientemente cerca lo acaricie debajo de su trompita y empezó a mover la cola feliz, era amante de los perros y gatos, me fascinaban pero no me daba el lujo de tener una mascota porque me daba miedo no ser buena cuidando a un ser vivo cuando a duras penas podía cuidarme a mí. - ¿Quién eres y qué haces dentro de mi casa? -pregunté confusa mientras lo cargaba, quizás SeokJin vino de visita y me dejó un perrito de regalo.

No, definitivamente no era así, me hubiera dicho, además no creo que hubiera venido desde Japón a dejarme esto y se hubiera ido, y de ser así me hubiera dejado una nota, pero mi hermano no era así, siempre me avisaba cuando venía, aún si era sorpresa no se hubiera ido sin verme antes, lo conocía bien. Seguía preguntándome de donde había salido este hermoso perrito cuando sonó el timbre, aún con el perrito en brazos fui a abrir la puerta, quizás y si era mi hermano haciéndome una broma después de todo.

Abrí la puerta y me encontré con un chico debo decir, atractivo, frete a mí, era más alto que yo, aunque claramente todo mundo era más alto que yo. Delgado, el cabello rubio cenizo, ojos pequeños y labios prominentes. Al verme abrir la puerta dio una pequeña reverencia y empezó a hablar. -Hola, disc...¡YEONTAN!- empezó a hablar pero al ver al perro gritó.- ¡Ahí estabas!

El perrito llamado Yeontan empezó a mover la cola cuando vio al chico frente a mí y soltó un ladrido, que bonito nombre tenía. - ¿Es tuyo? -pregunté mientras le pasaba al perrito y esté lo recibia apenado.

-En realidad no, es de mi amigo, pero en un descuido dejamos la puerta abierta creyendo que no saldría, Yeontan no es así, está bien educado. -empezó a explicar mientras acariciaba al perro.

-No sé cómo entró a mi casa. -Empecé a explicar- quizás fue cuando dejé un momento abierta la puerta cuando llegué pero no lo vi entrar.

El chico frente a mi abrió la boca para empezar a hablar cuando una voz grave lo interrumpió, provenía dentro del departamento de enfrente. Un cuerpo masculino salió de la puerta. -Jimin, ya busqué por todas partes y no lo encuentro, ¡lo perdí! ¡Tenemos que llamar a la policía! -dijo en un lloriqueo, su voz sonaba un tanto desesperada, cuando el chicho frente a mi llamado al parecer Jimin se volteó quedando a un lado mío, pude presenciar al cuerpo masculino que estaba en la puerta del departamento de enfrente, tenía el ceño fruncido, su piel no era tan pálida como su amigo, era un poco más bronceada, ojos no tan pequeños, nariz normal y labios no tan gruesos pero tampoco demasiado delgados, era de complexión delgada, su cabello caramelo caía por su frente, era más que atractivo debo decir, era demasiado guapo. Su mirada que antes era inquietante quedó quieta al ver al perrito en los brazos de su amigo, su mirada de desesperación cambió a una de felicidad de inmediato y corrió un poco por el pasillo que nos separaba de puerta a puerta, que realmente no era demasiado -¡Yeonie! ¿Dónde estabas? -básicamente arrebato al perro de los brazos de su amigo cuando llegó con nosotros y abrazó a su mascota, el canino ladró y llenó de lengüetazos la cara del joven.

-Estaba en casa de tu vecina. -habló el tal Jimin mientras me señalaba con la cabeza, el dueño del perrito levantó su mirada de él y me vio directamente a los ojos, tenía una mirada muy profunda, a lo que me removí incomoda en mi lugar. Me miraba fijamente y eso hacía que me pusiera nerviosa, vamos, que no era que fuera tímida, pero si un chico guapísimo se te quedaba mirando con unos ojos penetrantes y no dejaba de verte en automático te pondrías nerviosa, o en mi caso así era.

-Humm... sí, le decía a tu amigo que lo más seguro es que haya entrado a mi departamento cuando llegué, dejé un momento abierto pero no vi cuando entró, me asustó verlo adentro. -solté una pequeña risa. El chico de inmediato hizo una reverencia.

-¡Oh, lo siento mucho! Yeonie es muy bien portado, y está bien amaestrado, nunca había hecho eso.

Negué con la cabeza y con las manos. -No pasa nada, realmente me gustan los perros, así que no hay problema, fue mejor que estuviera ahí a que se haya salido del edificio. -Mencioné, para después agregar- ¿Ustedes son los nuevos vecinos?

El chico de labios gruesos me sonrió haciendo que sus ojos se achicaran más, parecía una alcancía, era adorable. -Que descortés somos, mi nombre es Park Jimin -hizo una pequeña reverencia- yo solo soy amigo de tu vecino -río- vine a ayudarlo a desempacar, mucho gusto. -asentí para luego volver la mirada al chico frente a mí.

-Yo soy Kim Taehyung, tu nuevo vecino -empezó a decir mientras daba otra reverencia- de verdad lo siento por Yeontan, trataré de ser más cuidadoso en un futuro con él.

Les sonreí a ambos e hice una pequeña reverencia para ambos. -Mi nombre es Kim Haneul, si necesitas ayuda en algo no dudes en hacérmelo saber, aunque me imagino que la casera ya te dijo todo.

El muchacho llamado Taegyung asintió y soltó un ligero "gracias" mientras mostraba una sonrisa rectangular.

Me despedí de ambos y me dispuse a entrar a mi departamento, había perdido al menos los primeros 20 minutos de mi dorama. De lejos pude escuchar como Jimin se quejaba con Taehyung. - ¿De verdad crees que la policía haría algo si Yeontan se pierde? -preguntó con una risa pero ya no pude escuchar más puesto que se iban desvaneciendo sus voces conforme yo avanzaba para llegar a mi sillón.

//Fin Flashback//

Taehyung nos vio desde abajo y su semblante de espantó cambió a una de tranquilidad.

-Tuve que haberlo sospechado, Teonie solo se escapa cuando tú estás cerca. -Empezó a subir las escaleras hasta llegar a nosotros, yo me puse de pie y reí.

-Hola Taehyung -saludé y proseguí: -Ya deberías de estar acostumbrado.

El chico acomodo el bolso de portafolio que tenía en su hombro y me sonrío. Traía puesto un pantalón de vestir negro y una camisa holgada blanca con sus zapatos negros y de accesorios solo un reloj plateado y sus lentes, era raro verlo con sus lentes, supongo que los usaba para lectura.-Hola Haneul, ¿Vienes de regreso de la universidad? -me preguntó y reanudamos nuestros pasos para volver a subir las malditas escaleras. Le hizo una seña a Yeontan para que nos siguiera.

Asentí en respuesta. - ¿Tú vienes del trabajo? - nunca le había preguntado a que se dedicaba, puesto que al verlo me imaginaba que era algo así como un artista, o quizás un abogado.

-Si, vengo del trabajo, pero en la mañana pase a dejar a Yeontan al veterinario para su baño y corte de pelo. Después estuvo conmigo las últimas horas en el trabajo.

Solté un "ohh, entiendo" mientras asentía, después todo se volvió silencioso. Ya estábamos en el tercer piso y solté un suspiró frustrada. -Estúpidas escaleras -susurré pensando que no me escucharía mi acompañante pero claramente no fue así porque soltó una risa. Me puse roja al instante, que vergüenza. Decía groserías, sí, pero solo con personas que eran de mi confianza.

-Concuerdo contigo, el elevador estaba bien en la mañana, lo último que quieres después de un día pesado es llegar lo más rápido a tu casa.

Yo reí más por los nervios que por su comentario. Y asentí dándole la razón. -Solo espero que lo arreglen pronto, es suficiente ejercicio para mí. -me quejé, Taehyung solo me miró y me regaló una sonrisa tierna, tenía el presentimiento que yo le causaba ternura por su manera de siempre verme y es que mis poderosísimos un metro con sesenta y tres centímetros hacia que todos pensarán que tenía menor edad.

Llegamos nuestro piso y cada quién se fue por su propia dirección para entrar a su debido apartamento.

-Nos vemos Taehyung, adiós Yeonie -hablé al último con voz empalagosa. El canino me hizo fiesta y ya venía hacia mí pero su dueño lo tomó entre sus brazos.

-Es mejor que lo agarre, si no puede que otra vez se vaya a tu casa. -asentí mientras le sonreía y agitaba la mano en modo de despedida- Nos vemos luego Haneul. -se despidió y entró a su departamento al igual que yo, me quedé en la entrada quitándome los zapatos y quedando descalza.

Mi celular vibró anunciando un nuevo mensaje, desbloqué mi celular para abrir el mensaje mientras dejaba mi bolso en el mueble de siempre y empecé a caminar mientras leía.

Kookie

Llegó en 10 minutos, Honey.

Eso fue todo para que me apurara a guardar mi ropa interior seca y dejara un poco de orden en la sala, aunque no entendía porque me apuraba tanto cuando conocía bien a mi amigo, y a veces solía ser impuntual.

Hice lo que pude al medio organizar, la verdad es que era un poco desastrosa y me costaba tener todo demasiado organizado, así que hice lo que pude, tampoco era que fuera a cambiar, Jungkook me conocía, y sabía lo desorganizada que a veces era. No tenía que fingir frente a él, pero lo menos que podía hacer era tener un espacio limpio y en orden para que pudiera trabajar. Estaba en la cocina para empezar a cocinar para que pudiéramos comer cuando sonó el timbre, fui hacia la puerta y antes de abrir me vi por el espejo que colgaba a un lado de la entrada, me veía bien, después de verificar mi imagen le abrí la puerta con una sonrisa.

-¡Honey!

~~~~~~~~~~~~~~~~~~
¡Hola! Espero les guste esta nueva historia y le den mucho amor, si alguien saber de alguien que me apoye haciendo portadas se los agradecería mucho, porque realmente soy un asco en esto jajajaja

Tengan un bonito día, noche, tarde (depende de cuando vean esto) ♥️🫶🏽

Pd: así es como me imagino a Haneul, como Eunha de G-friend

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro