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Mezcla de sentimientos

Fuutarou Uesugi comienza a llevar a cabo sus proyectos, las piezas empiezan a moverse.

El equipo de fútbol de la Preparatoria Asahi por fin tiene once jugadores. Con el torneo intercolegial de Aichi a la vuelta de la esquina, los chicos, con nuestro Frutas a la cabeza, comienzan a entrenar duro durante las horas libres de clase y después del término de las mismas. El entrenador está hablando para intentar jugar algún amistoso.

Por otra parte, el joven Uesugi comienza a tutorizar a las siempre difíciles quintillizas. Otro día más, el muchacho llega a su "humilde" hogar para enseñarles.

Apartamento de las Quintillizas Nakano

Pov Fuutarou

Bueno. Hoy me dirijo de nuevo a la casa... al apartamento de esas cinco molestias, a ver si están más abiertas a que les enseñe. Pienso conseguir que se gradúen cueste lo que cueste, sin importar el como ni el qué. Puede que sean tercas y algo idiotas, pero tengo claro que si una de ellas puede hacer algo, las demás también pueden. Pongamos la teoría en práctica, ha llegado el mejor tutor del mundo. Miku me abrió la puerta con algo de confianza, parece que estamos empezando a conocernos. Las demás estaban en sus cuartos.

Miku: Bienvenido, Fuutarou - me recibió con educación -

Fuutarou: Buenos días, Miku. ¿Las demás están...?

Miku: En sus cuartos... Ve por ellas.

Fuutarou: Presto.

Me dirijo a las puertas de cada una. Primero, la siempre aplicada Itsuki.

Itsuki: Has venido, ¿eh? - dijo con una expresión natural -

Fuutarou: Tengo que cumplir, ¿no?

Sigue, la siempre optimista Yotsuba.

Yotsuba: ¡Bienvenido, Uesugi-san! ¡Buenos días! - dijo con su típica sonrisa -

Fuutarou: Buenos días.

Sigue, la siempre... irritante Nino.

Nino: Hola y adiós - dijo abriendo y cerrando la puerta en un parpadeo -

Fuutarou: Al menos, esta vez abrió... - dije algo sobresaltado -

Y sigue, la siempre perezosa Ichika.

Yotsuba, como el otro día, le tuyo que buscar la ropa a su onee-san, quien no parecía tener ganar de querer moverse de la cama.

Ichika: Creo que está por ahí... - señaló con flojera -

Yotsuba: Todo lo que te pones es muy maduro...

Ichika: A ti también te quedaría bien... Tenemos el mismo cuerpo, después de todo...

Yotsuba: ¡E-espera, que tenemos un chico delante! ¿Tú que opinas, Uesugi-san...? - preguntó algo avergonzada -

Fuutarou: Opino que tenemos cosas mejores que hacer. Cámbiate y baja. Cuanto antes terminemos, antes podrás volverte a dormir - dije yéndome del cuarto -

Yotsuba: ¡Jolines, no sabes nada de moda, Uesugi-san!

Cuatro de cinco se reunieron en el lobby para estudiar. Bueno, ya me lo esperaba, de todas maneras, nada cambia el hecho de que tengo una labor que desempeñar.

Yotsuba: ¡Bien, Uesugi-san! Estamos listas para empezar.

Ichika: Supongo que tendré que darte la confianza. A ver...

Miku: No olvides enseñarnos historia de Japón, como prometiste.

Itsuki: Yo estudiaré por mi cuenta - se sentó en la mesa del comedor -

Fuutarou: Como quieras. Dame una voz si tienes dudas.

Itsuki: Muy amable, gracias. Pero no lo necesitaré - dijo algo cabezona -

Fuutarou: Bien, pues demos comienzo a la sesión.

Nino: Oh, ¿sigues aquí? - dijo la tsundere al salir de su cuarto - No sabes cuando rendirte, ¿verdad? Sólo espero que no vuelvas a dormirte como la otra vez.

Fuutarou: Bruja infeliz... ¿y quién fue la que me drogó? Que sepas que me las vas a pagar... - pensé muy enfadado -

Fuutarou: Bueno, cálmate, Uesugi Fuutarou... Sólo tienes que aguantarla hasta que se anime a estudiar.... Saca buenas notas y ya no la volveré a ver. La mandaré a ella y a su soberbia al infierno de una patada... - pensaba mientras me tranquilizaba -

Fuutarou: Oh, Nino. ¿Ya te has hartado de ser mala estudiante y has decidido unírtenos? - le dije devolviéndole la soberbia -

Nino: Ja. Ni muerta. - dijo con total despecho -

Decidí comenzar la sesión. Pero entonces...

Nino: Por cierto, Yotsuba. Una amiga del equipo de baloncesto me acaba de decir que les falta una jugadora para un partido. ¿Podrías ir a jugar con ellas?

Yotsuba: ¿Eh? ¿Ahora? Pero yo no...

Nino: Una de ellas se rompió un hueso. Perderán automáticamente si no presentan al menos a seis jugadoras...

Yotsuba: Jo... De seguro que entrenaron duro...

Fuutarou: ¿Yotsuba?

Yotsuba: Lo siento, Uesugi-san. ¡No puedo ignorar a quien necesita ayuda! - dijo yéndose apurada -

Fuutarou: Ay, a veces hay que saber decir que no. - pensé concienzudo -

Fuutarou: Pues vaya...

Ichika: Pobre. No sabe decir que no.

Nino: Ichika, pronto serán las dos, ¿no tenías que trabajar hoy?

Ichika: ¿Eh...? ¡Diablos, se me ha ido el santo al cielo! - dijo al salir apurada a prepararse a su cuarto -

Nino: Y tú, Itsuki... Si necesitas silencio, estarás mejor en la biblioteca.

Itsuki: Supongo que tienes razón... Esto no es muy difícil, de todas formas - dijo tomando sus cosas y yéndose -

Miku: Y... se fueron.

Fuutarou: Maldita bruja... No necesita de hechizos para sacarme de quicio... - dije mirando a la tsundere con enojo -

Esta chica.... Me odia tanto que no necesita ni decirlo. Y entonces, cuando trató de deshacerse de Miku también...

Nino: Miku, aún me debes un refresco por lo de ayer.

Miku: Ya te lo compré, ahí lo tienes - dijo señalando una bolsa con unos refrescos -

Nino: ¿Eh?

Miku: Fuutarou, ¿podemos comenzar, por favor?

Fuutarou: Claro.

Miku: ¿Por dónde podríamos comenzar?

Fuutarou: ¿Qué tal el período Kamakura?

Miku: Bien, me intriga mucho.

Nino: ¿Desde cuándo os habéis vuelto tan cercanos? - preguntó algo molesta - No imaginaba que te gustasen los chicos aburridos, Miku.

Fuutarou: Oye, ¿por qué no te callas?

Miku: ¿Y tú desde cuándo eres tan superficial? - le devolvió la pregunta -

Nino: ¿Qué tienen de malo los chicos guapos? ¿Sólo importa la belleza interna, según tú?

Miku: ¿Y qué si es así? ¿Crees que te ves bien con esas uñas?

Nino: ¿No quieres entender nada?

Miku: No quiero entenderlo.

Ambas estaban enzarzadas en su discusión. Se nota a leguas lo bien que se llevan... Bueno, ya vale. Estamos perdiendo tiempo.

Fuutarou: Bueno, basta ya. Sois hermanas. No deberíais discutir... - me suenan las tripas -

Fuutarou: Ah... - intenté ocultar mi vergüenza -

Nino: ¿Qué tal si competimos sobre tu querida belleza interna?

Nino: A ver quién de las dos prepara comida más acogedora.

Fuutarou: ¿Eh? ¿Os vais a poner a cocinar ahora?

Nino: Si gano, no estudiaremos hoy. Y nada de favoritismos, ¿eh? Sé imparcial - me advirtió -

Miku: Espérame sentado, Fuutarou. No tardaré nada - se puso seria la chica callada -

Fuutarou: Esto no va a acabar bien...

Nino: Bien. Prueba y decide. - me sirvieron los platos -

Fuutarou: Buen provecho.

Me comí ambos platos. ¡Estaban realmente deliciosos! No estoy acostumbrado a comer algo tan rico, así que...

Fuutarou: ¡Ambos saben muy bien! ¡Qué ricos! - dije mientras comía muy a gusto -

Nino/Miku: ¿Eh?

Nino: ¿Eh? ¿De verdad lo dices? - dijo sorprendida -

Miku: Je, je, je... - sonrió sonrojada y aliviada -

Nino: Incluso tu paladar es pobre. Mira que das asco - dijo yéndose algo malhumorada -

Fuutarou: No tiene remedio... - seguí comiendo - Y eso que la iba a nombrar ganadora por su elaboración... - pensé mientras seguía comiendo -

Se hizo algo tarde. Miku y yo fregamos los platos.

Fuutarou: Se ha hecho tarde. Nino nos la ha vuelto a jugar. Volveré otro día.

Miku: Lo siento. - dijo algo compungida -

Fuutarou: Tranquila. No ha sido culpa tuya.

Fuutarou: Al menos, me ha quedado clara una cosa. Por alguna razón que desconozco, Nino me odia en particular.

Fuutarou: Esa chica... No creo que llegue a llevarme bien con ella. Es demasiado... irascible.

Miku: No es verdad. O al menos, eso quiero creer.

Fuutarou: ¿Miku?

Miku: Es cierto que puede ser tontamente difícil. Pero si eres siempre sincero con ella, te entenderá.

Fuutarou: ¿Sincero? ¿Cómo quieres que sea sincero si no quiere escucharme siquiera? - le pregunté -

Miku: A mí no me preguntes. Es tu trabajo descubrirlo - dijo mirándome con unos ojos cálidos, llenos de confianza -

Fuutarou: En fin... Tendré que ser paciente...

Me fui. Pero mientras salía, me di cuenta de que me faltaban algunos libros, así que volví a entrar. Entonces, Miku me abrió antes de irse a la ducha, según ella, dejó mis libros en un estante.

Pero al entrar, vi algo muy... no sé cómo podría describirlo...

Miku estaba secándose el cabello. La ignoré y cogí lo que había venido a buscar.

Fuutarou: Con permiso... - volvía a entrar, algo nervioso - Ah... ¡Miku...!

¿Miku?: ¿Eh...? - me miró -

Fuutarou: S-sólo vine a por algo que me dejé... Ahora mismo me voy...

¿Miku?: ¿Miku? ¿No habías entrado en la ducha...?

Fuutarou: Ah... ¡Porras, no es Miku, es Nino! - me percaté alarmado -

Traté de coger lo que vine a buscar e irme ipso facto, pero...

Nino: Mis lentes de contacto están donde siempre, ¿me los traes?

Fuutarou: ¿Lentes de contacto? No sabía que Nino las utilizara. ¿Tiene tan mala vista que no me reconoce?

Fuutarou: Rayos... ¡Tengo que largarme de aquí! ¡Como me reconozca, soy hombre muerto! - me apuré en coger mis cosas del estante -

Nino: ¿No las encuentras? Están donde siempre, en el estante de arriba - dijo poniéndome sus dos grandes razones sobre mi espalda -

Fuutarou: Aaah... - cogí mis libros y le di la espalda a la tsundere -

Nino: ¿Sigues enfadada por lo del almuerzo? La culpa es suya. - dijo refiriéndose a mí -

Fuutarou: ¿Eh?

Nino: Todo es su culpa. Él solo sigue viniendo sólo porque papá se lo ordenó. Esta casa es nuestra. De nosotras cinco. Un intruso como él no tiene cabida aquí. ¡Se acabó, le voy a prohibir la entrada! - dijo agitando los brazos -

Nino: ¡Ay! - se golpeó en la mano con los estantes, y cuando parecía que la pila de libros le iba a caer encima... -

Fuutarou: ¡Oye, cuidado! ¡Encima de ti!

Nino: ¿Eh? ¡Aaaah! - la aparté, aunque quedamos en una posición muy... incómoda -

Nino: ¿Ah...? N-no... ¿U-Uesugi...? Dime que no eres Uesugi... - dijo avergonzada -

Fuutarou: (...) - me callé y me aparté de Nino enseguida -

En ese momento, terminé de comprender algo. No sólo es difícil enseñar a cinco hermanas idiotas... Que son un mundo diferente cada una... Sino que... yo también soy un idiota de campeonato... en demasiados sentidos. Entonces, alguien sacó una foto: Itsuki.

Itsuki: Será mejor que tengas una buena explicación, Uesugi-kun - me dijo Itsuki con cara de acusadora -

Entonces, sin comerlo ni beberlo, acabé envuelto en un juicio montado por las hermanas. Claramente Nino era la acusadora y yo el acusado. Itsuki estaba de su parte, y Miku de la mía. De ninguna manera me iba a quedar de brazos cruzados mientras me acusaban de un delito inexistente...

Ichika: Orden en la sala.

Itsuki: Señoría, tengo pruebas digitales. El imputado, un profesor particular, se dejó llevar por sus bajos instintos delante de una chica de preparatoria.

Itsuki: Imputado Uesugi, ¿niegas ser la persona de esta foto?

Fuutarou: No, no lo niego. Y tu testimonio es una calumnia.

Ichika: Tiene la palabra la querellante Nino.

Nino: Este hombre fingió dejar nuestro apartamento y esperó a que saliera de la ducha para asaltarme.

Fuutarou: ¡Oye, eso es falso como una falsedad!

Nino: Exijo que se le prohíba volver a entrar por la atrocidad de su crimen.

Miku: Protesto. Mi cliente es inocente.

Fuutarou: ¡Todo esto es un malentendido! Yo sólo volví porque me olvidé de estos libros.

Miku: Yo le permití el acceso a través del intercomunicador. Y tengo la grabación de los hechos. Esto sólo ha sido un accidente imprevisto. No hay indicios de criminalidad.

Fuutarou: Miku... - ahora sí que me alegro de haber congeniado con Miku, alguien ha tomado la delantera, por lo que veo... -

Nino: ¿Porqué sigues de su parte? ¡Él mismo lo dijo! ¡Vino a por algo!

Miku: Vino a por los libros que olvidó. Vino a buscarlos. Él mismo los tiene ya en mano.

Nino: Protesto, señoría, Miku defiende a su cliente por intereses personales con él.

Miku inmediatamente se puso roja.

Miku: Para nada. Nuestros intereses son puramente laborales.

Fuutarou: Confirmo. - dije alzando los libros -

Nino: Como sea, él me vió desnuda.

Miku: Tampoco hay mucho que ver.

Nino: ¡Puede que sea cierto en tu caso, pero yo soy diferente!

Miku: Nuestros cuerpos son iguales.

Itsuki: Vamos. No es momento para discutir...

Nino/Miku: Cállate, Itsuki - mandaron a callar a su hermanita, quien se tumbó dolida sobre el regazo de su onee-sama -

Ichika: Al revisar las fotos, me he percatado de que hay algunos libros del estante en el suelo. Fuutarou-kun, ¿es posible que protegieras a Nino de los libros que cayeron?

Fuutarou: ¡En efecto, señoría! Eso es exactamente lo que sucedió.

Ichika: Bien, tomaré tu juramento de decir la verdad y asumiré tu testimonio como cierto.

Nino: ¡Oye! ¿Porqué habláis como si ya estuviera resuelto? ¡No inventen cosas!

Miku: Déjalo ya, Nino. La única que se ha inventado cosas aquí eres tú.

Ichika: Vamos, solíamos llevarnos muy bien, ¿no os acordáis?

Fuutarou: Aún así, esto ha sucedido por mi torpeza. Lo siento. - me disculpé con Nino -

Nino: ¿"Solíamos..."? - se quedó con lo que dijo su hermana mayor - Yo...

Fuutarou: ¿Nino? - la tsundere salió corriendo del apartamento - Se ha ido, ¿os parece bien?

Miku: Es culpa suya. No te culpes, Fuutarou. Vuelve pronto, ¿vale?

Itsuki: Al final... Me encontré con algunas dudas. ¿Me las puedes resolver la próxima vez, Uesugi-kun?

Fuutarou: Claro. No hay problema.

Ichika: Ve con cuidado al volver a casa, ¿vale, Fuutarou-kun?

Fuutarou: Lo tendré. Chao. - me despedí de las tres -

Mientras iba en ascensor, pensaba en lo difícil que iba a ser esto. ¿Realmente saldrán las cosas bien? ¿Podrá con todo esto que le están echando encima? Al salir del mismo, en la entrada... Estaba la tsundere, apesadumbrada, intentó volver a entrar para ignorarme, no pudo.

Fuutarou: Será mejor que pida consejo a Marin y los demás... Sólo para saber cómo tratar, no me meteré en sus asuntos.

Fuutarou: ¿Mmm?

Fuutarou: ¿Se ha dejado su propia llave y su orgullo le impide llamar a sus hermanas? No entiendo a esta tsundere...

Nino: ¿Qué estas mirando? No quiero seguir viendo tu cara.

Fuutarou: Pues lo siento por ti. Yo tampoco vengo por gusto, ¿sabes? Y menos para que me trates así.

Iba a irme. Pero... pensé que estaría feo dejarla así. Así traté de entablar conversación con ella. Saqué mis apuntes y el balón, empecé a dar toques.

Nino: ¿Eh? ¿Qué haces?

Fuutarou: Hay un ejercicio cuya respuesta no consigo resolver. No podré volver a casa con la conciencia tranquila hasta resolverlo.

Nino: Ya veo. Sólo te importa el fútbol y estudiar. Es lo único que haces. Eres un idiota.

Fuutarou: ¿Los idiotas que tienen sueños estudian? Eso es absurdo.

Fuutarou: Tal vez estudio porque sí que soy un idiota y no quiero serlo.

Nino: Cállate. Eso es lo de menos. Todos son unos idiotas, los odio a todos.

Fuutarou: ¿A todos? ¿Odias también a tus hermanas? Desde luego que no.

Nino: Tienen que estar locas para dejar entrar a alguien como tú.

Nino: No hay...

Fuutarou: ... cabida para mí en vuestra casa. Sé lo que dijiste.

Fuutarou: No eres nada sincera contigo misma. Quieres tanto a tus hermanas que no puedes evitar sentir rechazo por un intruso como yo.

Nino: Deja de hablar como si me comprendieras. No me comprendes en absoluto. Me das asco.

Fuutarou: Sé como te sientes, Nino. Aunque lo niegues.

Fuutarou: Yo también tengo una hermana.

Nino: ¿Eh? ¿Y qué con eso? No es nada con tener cuatro hermanas.

Fuutarou: Seguiré viniendo aunque sea de mala gana. Enseñaros en mi trabajo, así que lo cumpliré.

Fuutarou: No puedo permitirme tantas libertades como tú, ojou-sama - dije mirándola algo molesto -

Nino: ¿Qué?

Fuutarou: Bah, mejor me callo. Ni siquiera las demás lo comprenden, así que dudo que tú también lo hagas.

Fuutarou: Jamás comprenderás mis porqués.

Nino: Mmf. Tampoco quería saberlos ni comprenderlos, don sabelotodo.

Fuutarou: Aunque nunca me aceptes, jamás me rendiré.

Fuutarou: Ya verás. Conseguiré que estudies. Y salvarás tu propio futuro.

Nino: ¿Se puede saber porqué eres tan insistente?

Fuutarou: Según tú, eres lista, ¿no? Pues intenta averiguarlo.

Fuutarou: Aunque dudo que las señoritas Nakano, que han vivido toda su vida rodeadas de lujos, puedan comprender cómo se sienten los pueblerinos... - dije yéndome -

Nino: (...)

No pienso rendirme. Si creen que una estúpida tsundere, engreída y sobreprotectora, va a impedirme darle a Raiha una vida mejor, pues no pueden estar más equivocados. Cumpliré con mi deber. Haré realidad mis sueños... A cualquier precio.

Volví a casa, con el convencimiento de que todo saldría bien.

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Narrador omnisciente

Un domingo tranquilo y soleado, se acercaba el verano. Fuutarou estaba en su casa estudiando con Raiha. Aprovechó que ese día era uno libre para ponerse a hincar los codos, que mañana tocaba ir a clase y tendría un entrenamiento especial de cara al Intercolegial.

Fuutarou: Hoy tengo el día libre, voy a aprovechar para adelantar todo el temario posible... Oye, este ejercicio puede servirle a Yotsuba, y éste a Miku... Espera, ¡¿es que ahora voy de tutor ideal o qué?!- pensaba mientras estudiaba -

Entonces, llamaron a la puerta, Para sorpresa del chico, se trataba de Itsuki.

(Llaman a la puerta)

Fuutarou: ¿Eh? ¿Será un prestamista?

Fuutarou: Ah, Itsuki. ¿Qué pasa?

Itsuki: He venido a darte una cosa.

Itsuki: Mi padre me pidió que te la diese. Tu paga por las tutorías. 5000 yenes al día por cada una.

Fuutarou y Raiha estaban que no se lo creían. Nunca habían visto tanto dinero junto.

Fuutarou: Pero... no puedo aceptarlo. Fui dos veces a vuestra casa, es cierto. Pero no hice nada por vosotras siquiera.

Itsuki: Eso no es verdad.

Itsuki: La verdad es que... para las pocas veces que hemos estado juntos, ya hemos hecho un par de cosas.

Itsuki: Tu presencia ha comenzado a cambiar algo en nosotras cinco. - dijo la pelirroja esbozando una gran sonrisa -

Itsuki: Como sea... - dijo algo sonrojada - Quédatelo. Úsalo como gustes.

Fuutarou: Raiha, ¿hay algo que quieras hacer ahora mismo?

Raiha: ¿Oh? Pues...

Raiha: ¡Me gustaría ir al Arcade!

Fuutarou: Bien, pues iremos.

Raiha: Itsuki-san, ¿vendrás tú también?

Itsuki: ¿Eh?

Raiha: ¿No puedes? - miró a la pelirroja con lágrimas de cocodrilo -

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Salón Arcade

11.00 AM

Fuutarou: Si tenías algo que hacer, podrías haberle dicho que no. Es una niña comprensiva.

Itsuki: No podría, ¡es demasiado linda!

Fuutarou: ¡Lo sé!

Fuutarou/Itsuki: (...) (...)

Fuutarou/Itsuki: ¡Ja, ja, ja, ja, ja! - ambos se rieron al descubrir que ambos se sentían y pensaban igual -

Los tres lo pasaron bastante bien. Jugaron a todo lo que se encontraban. Se divertían mucho. Ambos jóvenes también sonreían al ver a la pequeña tan sonriente como debería estarlo una niña de su edad.

Itsuki: Raiha-chan se lo está pasando muy bien.

Fuutarou: Así debería estar siempre. Raiha lo pasa mal por nuestros asuntos económicos. Estoy seguro de que quiere hacer muchas más cosas. Por eso quiero consentirla más y darle todos sus caprichos.

Fuutarou: Por eso... no puedo rendirme. Saldaremos todas nuestras deudas, y una vez sea profesional, le daré todo lo que necesite para que sea feliz.

Itsuki: Oh... Je. Es un objetivo muy noble - dijo sonriendo al frutas -

Raiha: ¡Onii-chan! ¡Itsuki-san! Antes de irnos, ¿podemos probar eso?

Terminaron el día haciéndose una foto en una especie de estudio fotométrico.

Raiha: Parece un retrato familiar. Je, je, je.

Fuutarou: Que cara se nos ha quedado...

Itsuki: Mira quién habla... - ambos intentaron contener la risa -

Raiha: ¡Gracias, onii-chan, Itsuki-san! ¡La conservaré siempre! - dijo con una sonrisa muy cálida -

Fuutarou/Itsuki: Je, je. ¿Oh? - ambos rieron, pero se desviaron sus miradas algo sonrojados -

Volvieron a sus casa. Después de dejar a Raiha, Fuutarou acompañó a Itsuki hasta la suya.

Itsuki: No tenías por qué acompañarme hasta casa.

Fuutarou: No soy tan dejado como para dejar a una chica sola en medio de la noche.

Itsuki: Jo... ¿Porqué sólo es tan caballeroso cuando quiere? - pensó la pelirroja algo sonrojada -

Fuutarou: Gracias por venir. Raiha realmente se ha encariñado contigo, ¿sabes?

Itsuki: No ha sido nada, yo también me he divertido mucho.

Fuutarou: Y así termina mi domingo... Bueno, aún tengo la noche.

Itsuki: Oye, no te vas a morir por no estudiar un día, ¿sabes?

Fuutarou: ¿Desde cuando es malo preocuparse por el futuro?

Itsuki: Nunca lo es.

Itsuki: Pero si te preocupas demasiado por el futuro, te acabarás perdiendo demasiadas cosas del presente.

Fuutarou: Yo no tengo presente.

Itsuki: ¿Eh? ¿Qué dices?

Fuutarou: Debo sobresalir... tanto en los estudios, como en el fútbol... - decía ofuscado -

Fuutarou: Si no consigo ninguna de las dos cosas, ni yo ni mi familia tendremos futuro...

Itsuki: ¿Tanto te preocupa el dinero?

Fuutarou: No es cuestión de dinero. Es una cuestión personal...

Itsuki: ¿Eh?

Fuutarou: Da igual. No necesitas saber más. Acordaos de estudiar, los primeros parciales están a la vuelta de la esquina.

Itsuki: Tengo entendido que el Torneo Intercolegial también comenzará pronto, ¿no es así? - le preguntó de repente -

Fuutarou: ¿Eh? Sí, el próximo miércoles, a la una. Los parciales serán una semana después de la final.

Itsuki: ¿Te importa si voy a verte? Estudiaré duro estés o no, así que no tienes que preocuparte por mí.

Fuutarou: Por mí, no hay problema. Es cierto que no es malo despejarse de vez en cuando. ¿Mmm? - saca su teléfono, recibió un mensaje -

Uesugi,

Mañana por la tarde jugaremos un partido amistoso antes del comienzo de los Intercolegiales. Nuestro oponente será la Preparatoria Takatora. Jugaremos en el campo común de la ciudad. Se lo comunicaremos al equipo, hasta entonces.

El entrenador Sugisaki

Fuutarou: Parece que tendremos un amistoso antes del Intercolegial. Estupendo.

Itsuki: Ya veo. Pues buena suerte.

Itsuki: Esto... - se avergonzó - Te pido disculpas.

Fuutarou: ¿Eh? ¿Porqué me pides perdón?

Itsuki: Normalmente cuando estoy con mis hermanas, me hago la dura. No me gusta pedir ayuda pero sé que debo pedirla cuando la necesito.

Itsuki: Pero el otro día fui algo desconsiderada contigo y nos ganamos el odio de tus amigos. Personalmente, no quiero llevarme mal contigo. Por eso quería pedirte perdón.

Fuutarou: ¿Amigos? Ah, ¿te refieres a Subaru y los demás? - captó -

Itsuki: ¿No son tus amigos?

Fuutarou: Los conocí el mismo día que te conocí a ti. No sabía que ya eran mis amigos, nunca antes había tenido.

Itsuki: ¿Eh? Pero... ¿cómo? ¿No tenías amigos en la secundaria?

Fuutarou: Sí, pero no sé si puedo considerarlos mis amigos. Sólo nos veíamos para entrenar.

Fuutarou: Nunca he tenido amigos de verdad.

Itsuki: Bueno, ¿y yo qué? - me miró con un puchero -

Fuutarou: ¿Eh?

Itsuki: Tú y yo somos amigos, ¿no?

Fuutarou: ¿Me consideras tu amigo?

Itsuki: Hemos comido juntos, hemos estudiado juntos, e incluso acabamos de salir juntos, ¿no es eso lo que hacen los amigos?

Fuutarou: Pues... sí.

Itsuki: Puede que nos conozcamos desde hace poco, pero me he dado cuenta de que tenemos muchas cosas en común. Por ejemplo, ambos somos tercos, y nos preocupamos por nuestra familia y nuestro futuro.

Fuutarou: (Suspiro) Lo que daría porque las demás fuesen como tú.

Itsuki: No es tan difícil. Yotsuba también confía en ti, y Miku también ha empezado a tenerte confianza ¿no lo has notado?

Fuutarou: Oh... - recordó la confianza que le tiene Yotsuba y cómo Miku le defendió -

Itsuki: Ichika también parece que ha empezado a tomarte la confianza. Antes de salir hoy, la vi estudiando con atención.

Fuutarou: ¿De verdad?

Itsuki: Sí. Lo creas o no... Ahora...

Fuutarou: Sólo me quedaría convencer a Nino...

Fuutarou: Pero a saber cómo voy a convencer a esa tsundere tan odiosa... A veces, pensar en ella hace que me hierva la sangre.

Itsuki: No se te ocurra hablar mal de ella.

Itsuki: No negaré que a veces puede ser... temperamental, grosera e incluso demasiado respondona.

Itsuki: Pero ella se preocupa por nosotras más que nadie en el mundo.

Fuutarou: Eso lo sé perfectamente. Me odia tanto precisamente por lo mucho que os quiere.

Fuutarou: Ella tampoco es honesta. Antes de ser sincero con ella, preferiría que ella se sincerase más consigo misma.

Itsuki: Antes te recomiendo que seas tú más sincero.

Fuutarou: ¿Eh? Mira quién habla.

Itsuki: (...) - se detuvo, ya en la entrada de su casa -

Itsuki: Voy a contarte algo. Pero no le digas a las demás que yo te lo he dicho... ¿Me lo prometes?

Fuutarou: Lo prometo. No soy ningún chismoso.

Itsuki: Bien.

Itsuki: La verdad es que oí lo que les dijiste a las demás el otro día en la cafetería, cuando Subaru-san y Emilia-san te llevaron con ellos.

Fuutarou: ¿Eh?

Itsuki: Aunque no me creas, nosotras no siempre hemos sido ricas. Hasta que conocimos nuestro padre, siempre habíamos sido pobres, pero felices.

Itsuki: Nuestra madre siempre trabajó duro para poder mantenernos y fue muy feliz cuando conoció a nuestro padre.

Fuutarou: ¿Vuestra madre? Ahora que caigo, es la primera vez que os la oigo mencionar.

Itsuki: Nuestra madre murió hace tres años. Es normal que no queramos hablar de ella.

Fuutarou: ¡Ah! - se sorprendió al oír la verdad por la boca de la pelirroja -

Itsuki: A todas nos afectó perder a mamá. Nino ha hecho lo posible por actuar como ella, protegiéndonos de cualquier mal que nos pudiera acechar.

Itsuki: Ella nunca tiene malas intenciones. Por eso no me gusta que hables mal de ella, no la odies, por favor.

Fuutarou: ¿Quién te ha dicho que odio a Nino?

Fuutarou: Incluso un idiota como yo comprende que ella no actúa con malas intenciones. Simplemente... ella no es una chica normal, eso no es malo.

Fuutarou: Empiezo a pensar... que el reto de hacer que ella estudie puede ser interesante. - puso una cara desafiante -

Itsuki: Oh... - miró al frutas algo sonrojada, pero contenta - No te rendirás con ninguna de nosotras, ¿verdad?

Fuutarou: Jamás. Yo nunca me rindo.

Itsuki: Eso de alguna manera me hace sentir tanto aliviada como temerosa - dijo con una expresión incierta -

Fuutarou: Tengo un deber y varios sueños que cumplir. Si me dejo vencer por una nimiedad como esta, nunca podré con las tribulaciones que me esperan en el futuro.

Itsuki: Estás obsesionado con el futuro.

Fuutarou: Tengo mis razones.

Fuutarou: Y... ya que has sido sincera conmigo, responderé a tu confianza con la mía.

Fuutarou: No quiero que le cuentes a tus hermanas lo que te voy a decir, ¿lo prometes? - ofreció el dedo meñique -

Itsuki: Adelante, lo prometo - hicieron una promesa con sus dedos meñique -

Fuutarou: Después de escucharte, me he dado cuenta de que tenemos más en común de lo que me imaginaba.

Itsuki: ¿Oh?

Fuutarou: Desde mi infancia, yo también viví algo pobre, pero feliz. Mi madre abrió una panadería cuando yo tenía 5 años, y era una mujer muy querida por todo el vecindario.

Fuutarou: A pesar de que no ganaba mucho, podíamos permitirnos llevarnos comida a la boca... Incluso podía permitirse hacerme regalos, como este balón...

Fuutarou: La quería mucho...

Itsuki: ¿Acaso...?

Fuutarou: Sí. Mi madre también murió. El año pasado.

Itsuki: ¡Ah...! - se impactó por lo que le dijo el frutas -

Fuutarou: Murió tres días antes de la final nacional del campeonato de Secundarias. La gané con mi equipo y le dediqué tanto el título como los goles que marqué.

Fuutarou: Jugué al fútbol con el fin de volverme profesional para ganar mucho dinero... y así poder comprar toda la medicina necesaria para que se pusiera mejor...

Fuutarou: Nunca podré olvidar aquellos días... Raiha lloraba desconsolada, tuve que aguantarme las lágrimas y ser fuerte por ella.

Fuutarou: Ahora mismo, mi padre y yo somos su única familia. ¿Comprendes ahora porqué estoy dispuesto a tanto? Quiero que Raiha sea feliz, y no tenga que preocuparse por la economía... Para que pueda tener una juventud como ella desea.

Itsuki: Uesugi-kun... - le tomó del brazo -

Fuutarou: No quiero que se lo digas a las demás porque no quiero que ellas se vean obligadas a colaborar por pena. Quiero que sean ellas mismas quienes tomen la iniciativa. Sólo así podrán crecer y madurar.

Itsuki: Tranquilo. No les diré ni mu. Te doy mi palabra.

Itsuki: Y descuida. Si colaboro, es por mí misma. Porque yo necesito tu ayuda.

Fuutarou: Y te la daré. Siempre que la necesites. Tanto como tutor, igual que como amigo.

Itsuki: Gracias, Uesugi-kun. Y gracias otra vez por acompañarme hasta casa. Buenas noches.

Fuutarou: Buenas noches. - se despidieron -

Itsuki: Uesugi-kun... No tenía buen concepto de ti al principio. Pero me equivocaba. Realmente empiezas a cambiar algo en nosotras... Tal vez gracias a ti, podamos volver a llevarnos tan bien como solíamos llevarnos antes...

Itsuki: Estás poniendo mucho de tu parte, así que yo también debo poner de la mía -pensó decidida -

Itsuki: ¡Uesugi-kun!

Fuutarou: ¿Eh?

Itsuki: ¿Mañana podrías ayudarme con una duda durante el receso de clases de 30 minutos?

Fuutarou: ¡Claro, nos veremos en la biblioteca a las 12.00 AM!

Fuutarou salió y se marchó... aunque no se dió cuenta de que otra quintilliza les había escuchado a escondidas. Pero no era Nino... ¿quién sería?

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Al día siguiente...

Lunes

Preparatoria Asahi

10.30 AM

Fuutarou estaba decidido a no darse por vencido en ninguno de los sentidos. Ni con las tutorías a las quintillizas, ni con el equipo de fútbol. Hoy comienza a entrenar de nuevo con el equipo, recién formado. Bajaba por las escaleras hasta que se cruzó con Nino, y sus compañeras Otori y Yamada.

Fuutarou: ¡Bien, a por todas! - dijo con ánimo bajando las escaleras -

Nino: ¿Qué haces tan alegre? Das asco, ¿sabes? - dijo con repulsión -

Fuutarou: ¡No pienso rendirme contigo, Nino! ¡Pienso enseñarte hasta que terminemos lo que empezamos!

Otori: ¿Terminar lo que empezamos?

Yamada: ¿Esa es la relación que tienes con él?

Nino: ¡Cállate! ¡Estás haciendo que malpiensen las cosas!

Fuutarou: ¡Puedo enseñarte mucho más de lo que piensas, ojou-sama, vaya que te lo enseñaré todo! - dijo decidido mientras subía las escaleras -

Fuutarou: ¡Haré que veas todo lo que te puedo enseñar! ¡Tanto como yo ya lo vi todo de ti!

Yamada/Otori: ¡¿Ver todo de ti?!

Nino: ¡Cállate! ¡Te odio, pedazo de idiota! - dijo antes de darle una fuerte bofetada -

Fuutarou recibió la bofetada con tal fuerza que se cayó al suelo de las escaleras. Entonces, ellos salieron en su auxilio... E Itsuki sacó una foto de la escena.

Todos: ¡¿Ah?! - todos vieron algo aterrados la escena -

Itsuki: ¡¡Uesugi-kun!! - corrió preocupada al ver a su amigo en el suelo -

Nino: ¿Itsuki?

Itsuki: Nino... Esta vez te has pasado de la raya... - dijo enfadada mirando hacia su hermana -

???: ¡DESGRACIADA! - dijeron varias personas a la vez -

Nino: ¡¿Eh...?! ¡Agh...! - fue golpeada por el libro negro de Light -

Nino: ¡Auuuuuugh...! - recibió una patada en la espalda por parte de Subaru -

Itsuki: ¡Ah...! - recogió a Nino al vuelo, evitando otra caída fatal -

Marin: ¡¿Qué te crees que le haces a nuestro capitán antes de los Intercolegiales?!

Emilia: Ya no me puedes caer peor... - las dos chicas miraban con furia a la tsundere -

Itsuki: ¡Marin-san! ¡Emilia-san!

Gojo: ¡Uesugi-san, dime algo! - se preocupó por el frutas, que estaba inconsciente -

Nao: Será mejor llevarlo a la enfermería...

Raph: Nosotras castigaremos a la ofensora.

Se reunieron los doce.

Fuutarou: Ay... Tranquilos, no hay necesidad de montar ningún escándalo... Ay, ay, ay...

Ard: Parece que no has sufrido ninguna herida ni lesión seria.

Ireena: Menos mal...

Ginny: No podía pasarle nada antes de la competición, ¿verdad?

Light: Fuutarou, te dejo escoger. ¿Con qué maldición deberíamos castigar a esta tsundere? - dijo mirando a Itsuki -

Itsuki: ¡¿Eeeh...?!

Fuutarou: No es... ella, Yagami-san...

Subaru: Exacto, Light... ¡La culpable es ella! - dijo señalando a Nino -

Nino: ¡¿Se puede saber que os pasa?! ¿Tanto os importa ese acosador que estás idispuesto a herir a otras personas por él?

Ruby: ¿Herir? - dijo indignada -

Aqua: Herir y proteger son dos cosas diferentes. Nosotros hacemos lo segundo.

Ard: Es nuestro deber ayudar y proteger a Fuutarou Uesugi, tanto como sus compañeros del equipo de fútbol... así como sus confidentes.

Nino: ¿Confidentes? ¿Qué tontería es esa?

Ard: Nosotros doce tenemos la misión de proteger y apoyar a nuestro capitán. Para aligerar la gran carga que recae sobre sus hombros.

Ard: Somos los doce escudos de Uesugi...

Asahi Twelve: ¡SOMOS LOS ASAHI TWELVE!

Alumnos: ¿Asahi Twelve...?

Alumnos: Uesugi es muy famoso...

Alumnos: La mayoría de alumnos destacados y populares van con él...

Alumnos: Me gustan como suena, Asahi Twelve...

Yotsuba: ¡Wow! Suenan como los Spriggan 12, del manga Fairy Tail!

Miku: (...) - miraba la escena algo preocupada -

Ichika: ¿Eh? Parece que las cosas se acaban de poner interesantes...

Ichika: Fuutarou-kun... Eres muy interesante.

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Finalmente, la trama empieza a ponerse seria. Como si un árbol se hubiese caído, tras haberse quemado su tronco por la fuerza de un trueno, la barrera que distancia a Fuutarou Uesugi de las quintillizas Nakano empieza a caer tras resquebrajarse. Y las llamas del odio de Nino parecen más ardientes que nunca, languineciendo ante la llamarada de furia de los Asahi Twelve, al ver cómo ha tratado a su capitán.

¿Será castigada la tsundere?

¿Comenzaremos a ver fútbol de una vez en esta historia?

Tal vez la siguiente imagen y el título os diga algo...


Próximo episodio: ¡Kick off! ¡Comienza el intercolegial!

Gracias mil por su paciencia, este mes tengo mis últimos exámenes y puede que no pueda escribir tanto, así que agradezco la paciencia que me están dando. No les quepa duda de que este verano voy a escribir a tome. ¡Gracias otra vez!

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