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Los sentimientos de todos I - Futuro incierto

La vida de Fuutarou empieza a recorrer sus primeras curvas.

Después de lo sucedido a su padre, ahora otro revés ha sacudido su vida, aunque no directamente sobre él. Las quintillizas han sido víctimas de varios delitos por obra de un grupo de matones de la escuela. Afortunadamente no se llegó a nada serio y los malos acabaron siendo expulsados y encarcelados en un hospital psiquiátrico.

Las quintillizas, algo asustadas aún por el impacto emocional, le pidieron a Fuutarou que se quedase con ellas en su apartamento. Después de imponer dos condiciones, el Frutas accedió y fue a su casa para recoger a su hermana. Pero mientras iba camino de casa, recibió una llamada inesperada de Jinpachi Ego. Los cinco equipos de la Liga Neo Egoísta, representantes de Europa, quieren ficharle para sus equipos.

Pero el flacuchento obsesionado con crear al mejor delantero del mundo le pidió una respuesta, y el Frutas tenía sus dudas.

El Frutas dió una respuesta lo más honesta posible.

Ego: ¿Cuál es tu respuesta, Uesugi Fuutarou? - preguntó inexpresivo al Frutas -

Fuutarou: (¡¿Más de 100 millones?!) (¡Con eso podría pagar la operación de mi padre...!) (¡Qué digo, podría sacar a mi familia de la pobreza...!) - imaginó las posibilidades -

Fuutarou: Pero... - había algo que no le convencía -

Fuutarou: Normalmente ni me lo pensaría dos veces al recibir semejante oferta. Pero aún tengo asuntos que atender. ¿Pero podría pedirles que esperen, por favor? Voy a poner toda mi vida en orden y ganar el senshuken con el equipo de mi escuela. Si no consigo dar la talla en un torneo de poca monta como ese, entonces no valdré para nada en Europa. Por eso, quiero comprobar una vez más mi auténtico valor. Eso es lo que me dice mi ego. - dijo cambiando su expresión por una mucho más decidida -

Fuutarou: En el mundo del fútbol como negocios, los jugadores somos productos, ¿no? Pues con esto, los clubes tendrán la oportunidad de comprobar que el producto llamado Uesugi Fuutarou es de "calidad suprema" - dijo decidido -

Ego: Una respuesta muy egoísta y sincera... pero muy buena. - le gustó su respuesta -

Ego: Apoyo tu decisión, Uesugi Fuutarou. Estaremos pendientes de tus progresos. Ten buen día. - dijo al colgar la llamada -

Fuutarou: Bien. Será mejor que vaya rápido por Raiha. - dijo guardando su celular y continuando hacia su casa -

Mientras Fuutarou continuaba hacia su casa, Anri hablaba con Ego tras la reciente conversación con el mismo. Estaban sucediendo varios cambios.

Anri: ¿No se supone que los clubes no pueden adquirir a más jugadores hasta que se abra el mercado de invierno? - preguntó al supervisor del Blue Lock -

Ego: Nunca dije que fuera a unirse de inmediato. Ha tomado una decisión muy acertada. Digna de un egoísta, y de un verdadero profesional. Se nota que tiene la cabeza bien amueblada. - reconoció las virtudes del Frutas -

Anri: Lo que más me sorprende es que lo hayan valorado por 250 millones. Es tan alto como los de Isagi Yoichi e Itoshi Rin. - comparó el valor de los tres en el ranking -

Ego: No es tanta sorpresa si tienes en cuenta sus actuaciones. Sus cualidades están explotando al máximo en un entorno normal. Cuando pase por el Blue Lock, probablemente será uno de los mejores jugadores del mundo - especuló el flacuchento -

Ego: Ahora... la cuestión es si podrá mantener el nivel que le ha valido recibir esas ofertas. - dijo aún especulando -

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El Frutas llegó rápidamente a su casa. Su hermanita también llegó a casa al mismo tiempo.

Raiha: ¿Onii-chan? ¿Acabas de volver de entrenar? - preguntó la infanta algo sorprendida -

Fuutarou: Raiha, perdón por las prisas, pero han pasado muchas cosas. Hoy nos quedaremos con las quintillizas en su apartamento. - le dijo a su hermana lo que iba a hacer esa noche -

Raiha: ¿Eh? Me gusta la idea, pero... ¿qué ha pasado? - se preocupó un poco -

Fuutarou: Te lo contaré por el camino. De momento, entremos y cojamos ropa. - dijo entrando en su pequeña vivienda -

Los dos hermanos Uesugi hicieron rápidamente algo de inventario y se marcharon de vuelta a donde las quintillizas. Fuutarou le contó a Raiha lo sucedido en el instituto.

Después de un rato, llegaron al apartamento.

Yotsuba: ¡Raiha-chan, bienvenida! - dió la bienvenida a la pequeña alegremente con los brazos abiertos -

Raiha: ¡Hola, Yotsuba-san! - las dos compartieron un abrazo, no se veían desde que Fuutarou regresó de Corea -

Itsuki: ¿Cómo has estado, Raiha-chan? - preguntó con una sonrisa a la pequeña -

Raiha: ¡Muy bien, Itsuki-san! Pero... ¿vosotras estáis bien? Onii-chan me ha contado todo lo que ocurrió... - mostró preocupación por las chicas -

Ichika: Estamos bien. Lo peor ya ha pasado. - dijo con su sonrisa de siempre -

Miku: Tu hermano nos salvó. Así que no nos pasó nada. - dijo mirando con algo de sonrojo al Frutas -

Raiha: ¡Eres un héroe, onii-chan! - dijo a su hermana con los ojos como chiribitas -

Fuutarou: Sólo hice lo que creía correcto. - dijo desviando la mirada para ocultar su ligero sonrojo -

Ichika: Y lo fue. Nos salvaste, Frutitas. - dijo con un tono sensual -

Nino: Bueno, dejemos de hablar de cosas turbias. Lavaos las manos y a cenar. ¡Que no quede comida en el plato! - dijo con un tono imperativo -

- Sí, sí.../Haaaai! - dijeron todos con escepticismo salvo Raiha alegremente -

Los siete disfrutaron de una sabrosa cena por cortesía de Nino. A las cinco se las notaba mucho más relajadas, para alivio de los hermanos Uesugi. El Frutas pensaba en la conversación que tuvo antes con Ego sobre la Liga Neo Egoísta, preguntándose si hizo lo correcto al retrasar su ingreso para demostrarse a sí mismo y a todos lo que valía una vez más. Pero prefirió dejar de pensar en ello para centrarse en los exámenes finales, ya que se encontraban muy cerca.

Fuutarou: A propósito, pronto serán los exámenes finales. ¿Habéis estado estudiando? - preguntó a las quintillizas, a lo que éstas permanecieron en silencio -

Fuutarou: (...) Me lo imaginaba. No os confiéis. No podéis excusaros con que yo no he podido enseñaros. - dijo con su típica actitud de alumno perfecto -

Miku: No te preocupes, Fuu-san. Aunque sea poco, sí que estamos estudiando. - dijo tratando de sonar convincente -

Itsuki: Yo no he dejado de estudiar ni un sólo día. - dijo haciendo algún puchero mientras comía -

Nino: Estaremos bien. Preocúpate más por los nacionales. Prometiste que ganarías, ¿no? - le recordó una de sus promesas -

Yotsuba: ¡Yo también he estado entrenando sin dejar de estudiar! Además, los nacionales femeninos comienzan la semana que viene. Qué envidia me dais los chicos, vosotros jugaréis después de los exámenes. - dijo algo mustia -

Ichika: Nos han contado que han adelantado tanto los exámenes finales debido a las competiciones de los clubes deportivos. Para los de tercer año será su última oportunidad de ganar algo en su vida escolar. - dijo recordando a los clubes deportivos entrenar con ahínco -

Fuutarou: Es verdad. Para Naofumi-san y Raphtalia-san, éste será su primer y último torneo en preparatoria. Kinoshita-san, Kusuri-senpai y Kishika-san también se graduarán al final del año escolar. - recordó a sus senpais, compañeros de tercero -

Fuutarou: Y ahora que recuerdo, aunque ellos ya están en el extranjero... Glaolo-san y compañía también terminarán la preparatoria en la próxima primavera... al igual que Rei-san... - recordó que sus rivales y compañeros de selección se encontraban en la misma situación que sus senpais -

Nino: Bueno, no tienes tiempo para pensar en alumnos de otras escuelas, ¿no? Tienes que concentrarte en aprobar los exámenes finales y ganar el senshuken. - quiso volver a concentrar al Frutas en lo importante -

Fuutarou: Aplicaos también el cuento. No quiero que me deis más problemas. - dijo escéptico -

- Grosero - dijeron las seis chicas mientras su hermanita, Ichika e Itsuki le daban pequeños golpecitos -

Fuutarou: Je. Confío en vosotras. - dijo con una mirada cálida -

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Los hermanos Uesugi pasaron la noche en el piso de las quintillizas. Al día siguiente, fueron a clases juntos. Desde entonces, todo transcurrió con normalidad.

Pasaron así los días. Fuutarou continuaba con sus estudios, con su trabajo y con los entrenamientos. Todo de cara a los acontecimientos venideros. Durante esos días, también ha estado visitando con regularidad a su padre en el hospital. A pesar de pasar casi todos los días dentro de cuatro paredes, Isanari nunca perdía el ánimo. De hecho, a pesar de no poder usar las piernas, tenía los brazos más fuertes de lo normal, por lo que no precisaba de ayuda para hacer algunas cosas como ir al baño. Pronto le darían el alta.

Durante esos días, el viejo rubio notaba que su hijo se veía más serio. Y no era el único que lo notaba. En el trabajo, Nino se fijó en que el Frutas se veía más concentrado, pero nunca sonreía, emanaba una presencia más sombría. Y sus amigos notaban que en los entrenamientos, su capitán se exigía más de lo normal, y exigía a los mismos más espíritu de sacrificio. Claramente, Fuutarou no era el de siempre.

Durante este tiempo, sucedieron algunas cosas.

Ichika ha empezado a trabajar en una nueva obra de teatro, aunque no le ha dicho nada al Frutas.

Nino y Fuutarou continuaron trabajando con normalidad en la pastelería. Con el tiempo, parecía que era el frutas quien empezó a trabajar antes que la tsundere.

Miku también continuó trabajando con ganas en la panadería. Ya sabía hacer mejor el pan.

Las nacionales femeninas comenzaron. Yotsuba ha guiado a su equipo hasta las semifinales. Jugarán contra el equipo de Sainan, liderado por Lala. Y si vencieran, tendrían que jugar contra sus archienemigas: Kurobara.

Itsuki continuaba estudiando con ganas y determinación, acudiendo de vez en cuando a Mafuyu o Shimoda.

El Consejo Estudiantil de Asahi asumió la responsabilidad de los actos de Motoyama y compañía renunciando a sus cargos.

- Por ello, se decidió que Kotori asumiese también el cargo de presidenta del Consejo Estudiantil, y nombró a Shido como vicepresidente. Y los últimos tres nuevos miembros del consejo serían Maeda, Takeda y Aqua.

- Para evitar que volviese a suceder algo así, se decidió formar un Comité de Disciplina y Moral, para prevenir tales incidentes.

Se ha anunciado que los exámenes finales tendrán lugar la semana del Festival Tennoh, que unirá los festivales escolares de todas las escuelas de la región para celebrarlos en un solo día. Han elegido la Preparatoria Asahi como sede del acontecimiento. Además, para este festival habrá una sorpresa, aunque aún no la han revelado.

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Entonces, un día, Fuutarou y Nino terminaron el turno en la pastelería. Al salir de la misma, se toparon con Yotsuba, quien estaba terminando de correr.

Nino: Fuu-kun, ¿me acompañarías a casa? - le preguntó al Frutas algo nerviosa -

Fuutarou: Estoy ocupado. Ya eres mayorcita para volver tú sola, ¿no? - dijo inexpresivo -

Nino: ¡No seas malo! No me voy a separar de ti hasta que aceptes - dijo tomándole del brazo y apegándose más a él de lo normal -

Fuutarou: Vale, vale. Te acompañaré, pero no me agarres así - dijo tratando de sonar menos borde con la tsundere, a lo que ésta sonrió -

Fuutarou: (Esta chica siempre tan mandona...) (Bueno, prefiero que sea mandona a que sea inmadura.) (Esta Nino me gusta más.) (Espera... ¡¿qué rayos estoy pensando?!) - pensó de la tsundere mientras le apartaba la mirada -

Nino: (?) (Ji, ji, ji...) - se puso contenta al notar que el Frutas estaba algo nervioso cuando le tomó del brazo -

Yotsuba: ¡Uesugi-saaaaaan! ¡Ninoooooo! - les llamó mientras se acercaba -

Nino: Oh, Yotsuba - se sorprendió al verla llegar -

Fuutarou: ¿No había terminado ya de entrenar el equipo femenino? - preguntó algo extrañado -

Yotsuba: Sí. Volví a casa para estudiar un poco, pero como no me concentraba, decidí salir a correr un poco. No puedo descuidar mi forma. - dijo la coneja secándose el sudor con una toalla de su bolsa -

Fuutarou: Pero tampoco te pases corriendo. Si te lesionas, perjudicarías a tu equipo y a ti misma. Las semifinales serán muy pronto. No debes hacer esfuerzos excesivos - aconsejaba a la coneja -

Nino: (Y lo dice el capitán que se mata entrenando todos los días...) - pensó algo hipócrita -

Yotsuba: ¡No te preocupes! Tan sólo he corrido unos pocos kilómetros. Ya volvía para casa. - dijo despreocupada - Si habéis terminado de trabajar, ¿volvemos juntos? - sugirió a los dos -

Fuutarou: Vale. Vamos. - dijo sin poner muchas pegas -

Nino: (¡Jo!) (Y yo que me moría por pasar un tiempo a solas con Fuu-kun...) (Muchas gracias, Yotsuba...) - pensó haciendo un puchero y mirando molesta a su hermana -

Los tres caminaron por un buen rato mientras hablaban de otras cosas para distraerles de sus preocupaciones. Los exámenes finales y los nacionales les carcomían por dentro y necesitaban algo de respiro.

Pero entonces, la coneja detuvo el paso al percatarse de algo.

Yotsuba: Mirad, allí - dirigió la atención del Frutas y la tsundere -

Fuutarou, Nino y Yotsuba fijaron su atención hacia el escaparate de un restaurante. Allí se encontraba Itsuki sentada con cierto hombre de cabello negro conocido para los tres.

Los tres se acercaron a hurtadillas y escucharon la conversación.

...: Uno de cada, por favor - pidió al camarero que tomaba nota -

Camarero: Enseguida - tomó nota y se retiró -

Itsuki: Gracias... - dijo en voz baja mientras se tomaba su batido -

...: Debo reconocer que me sorprendió recibir tu invitación. Imagino que el asunto a tratar debe ser importante - dijo con una leve sonrisa -

Aquel hombre era, como no, Mauro Nakano, padre de las quintillizas.

Nino: Es papá... - susurró en voz baja algo sorprendida -

Yotsuba: ¿Qué hace con Itsuki? - no comprendía lo que estaba pasando -

Fuutarou: Maruo-dono nunca aceptaría reunirse con nadie al menos que fuera una de vosotras. ¿Qué estará pasando? - se preguntaba en voz baja -

Maruo: ¿Cómo habéis estado últimamente? - preguntó educadamente -

Itsuki: Bien en general. Ichika ha estado trabajando mucho, Nino y Miku también, Yotsuba se esfuerza en compaginar sus estudios con el fútbol, ya que pronto jugará las finales de los nacionales. Y por mi parte, sólo me he dedicado a estudiar lo mejor que sepa. - resumió un poco su situación actual -

Después de iniciar la conversación, el doctor cambió su expresión por una más seria.

Maruo: Es bueno saberlo. En fin, ¿de qué querías hablarme? - preguntó como si supiera sobre lo que le iba a hablar -

Itsuki: Quiero saber por qué no permites a Uesugi-kun seguir siendo nuestro tutor. - preguntó la kirby poniéndose seria, sorprendiendo el motivo a Fuutarou, Nino y Yotsuba -

Maruo: (...) ¿Acaso aún le necesitáis para que os ayude a estudiar? En ese caso, puedo contratar a un profesional para vosotras - dijo fríamente -

Itsuki: Uesugi-kun es el único que puede conseguir que aprobemos con total seguridad. No puedes negar lo que ha conseguido hasta ahora. - dijo algo alterada -

Maruo: (Suspira) Y no lo niego. Soy consciente de que Uesugi-kun es alguien excepcional, es el único que ha conseguido que estudiéis. Y le estoy agradecido por haberos salvado en aquel incidente. Pero ahí queda la cosa. No deja de ser un tercero - sorprendió a Itsuki por su falta de consideración - Te seré sincero, me cae mal y es una persona  violenta. No me siento seguro dejándoos bajo su tutela. -respondió con sinceridad y mucha frialdad debido a lo sucedido en "Venganza" -

Itsuki: (Qué infantil.) -pensó algo sorprendida - Uesugi-kun no es violento. Jamás nos pondría la mano encima como aquellos chicos malos - defendía al Frutas de la crítica de su padre -

Nino: ¿Es que le has hecho algo a nuestro padre? - preguntó al Frutas en voz baja -

Fuutarou: No. Se puede caer mal a alguien incluso sin conocerlo del todo. - dió una explicación sin argumentos -

Itsuki: Uesugi-kun ya no es ningún tercero para nosotros. - dijo con firmeza a su padre -

Maruo: Bueno, pues hagamos lo siguiente. Le pediré que vuelva a enseñaros - sorprendió al frutas - Pero trabajará junto a otro profesional. Tengo entendido que algunos de sus compañeros de equipo también son alumnos sobresalientes como él -dijo con frialdad -

Itsuki: Así es. Meteor-san, Yuiga-san... Casi todos sus amigos son alumnos brillantes como él. Si hasta algunos le han acompañado a la selección. - defendió al Frutas y a sus panas -

Maruo: Pues responde a esta pregunta con sinceridad. Si Uesugi-kun volviese a ser vuestro tutor, y también recibiese la ayuda de sus amigos... ¿podría Yotsuba aprobar por fin? - preguntó serio, haciendo que la coneja agachase la cabeza -

Itsuki iba a responder. Pero recordó lo que sucedió el año pasado, en los exámenes finales de secundaria en Kurobara. Y en los parciales anteriores lograron aprobar a duras penas.

Maruo: A juzgar por los resultados anteriores, vuestras probabilidades de éxito son poco menos que minúsculas. - dijo con frialdad -

En ese entonces, un molesto Frutas iba a encararlo pero Nino le detuvo.

Nino: No vayas. Lo empeorarás todo si vas. - dijo la tsundere deteniendo al Frutas-

Fuutarou: Pero... - decía indignado hasta que se dió cuenta de que la coneja ya no estaba con ellos -

Yotsuba: Lo haremos - dijo la coneja plantándose con determinación delante de la mesa -

Itsuki: Yotsuba - se sorprendió al verla -

Yotsuba: Uesugi-san y nosotras cinco podemos conseguirlo. Confía en nosotros, no volveremos a fallar - dijo determinada a su padre -

Maruo: ¿Y si fracasan? - se mantuvo frío ante las declaraciones de su hija -

Yotsuba se estremeció por unos segundos.

Maruo: No pretendía deciros nada en esta situación, pero si así resultan las cosas... Tengo contactos con una escuela de élite en Tokio. Si reprueban, las cambiaré de preparatoria y me aseguraré de que nunca volváis a ver a Uesugi-kun. - dijo inexpresivo y con mucha frialdad -

Yotsuba: Eso es demasiado... - se puso muy nerviosa -

Maruo: Si insisten en hacer las cosas a vuestra manera, deberán afrontar las consecuencias. Pero también soy razonable, si Uesugi-kun consigue que todas aprobéis todo, pues volveré a aceptarle como vuestro tutor. ¿Se entiende? - habló razonadamente -

Después de unos segundos, alguien habló.

Itsuki: De acuerdo. - aceptó las condiciones -

Maruo: No esperaba menos de ti, Itsuki-kun. La charla concluyó - dijo antes de retirarse hasta que -

Itsuki: No - detuvo a su padre - Aceptamos cambiar de escuela si fracasamos, pero si conseguimos aprobar, aceptarás a Uesugi-kun nuevamente como nuestro tutor, sin objeciones ni discusión. Siento no ser la hija inteligente y cauta que quieres, pero este es mi deseo, tanto como el de todas nosotras. - dijo firme ante su padre -

Maruo: Muy bien - sonrió - es el deber de un padre es consentir y conceder caprichos a sus hijas, aunque también tenga que regañarlos por ello - dijo dándose la vuelta -

Maruo: Es vuestra última oportunidad. - dijo antes de retirarse finalmente -

Una vez el doctor abandonó el lugar, Fuutarou y Nino se acercaron a las dos quintillizas más jóvenes.

Fuutarou: Se ha ido - sorprendió a Itsuki -

Itsuki: ¿Uesugi-kun? ¿Estabas escuchando? - se sorprendió al verlo allí -

Fuutarou: No es la primera vez que le veo ni que hablo con él. Pero la sensación es la misma. No puedo evitar sentirme intranquilo. - dijo del doctor algo nervioso-

Nino: Pero tal como dijo, es razonable. Tiene argumentos bastante lógicos. - reconoció de su padre -

Fuutarou: No pensé que llegaría tan lejos como para cambiaros de escuela. Vale que lo hace por vuestro bien, pero ya podría tener consideración por vuestra opinión... - dijo con sinceridad -

Yotsuba: No quiero cambiar de escuela. -dijo deprimida -

Itsuki: Lo sentimos mucho, Uesugi-kun. Por meterte en nuestros asuntos familiares. Sabemos que no das abasto con los exámenes, los nacionales... o lo de tu padre... - se disculpó con el Frutas algo avergonzada -

Fuutarou: (Rayos...) (No paro de encontrar un problema tras otro...) (Y para colmo, ahora imponen esa condición...) - pensaba agobiado por la situación -

Fuutarou sentía el peso de todos los asuntos que le rondaban. Pero al ver los rostros tristes de las hermanas, cambió de mentalidad y decidió ser fuerte por ellas. Las quintillizas se habían convertido en su fuerza, ahora sería el turno de él de volverse fuerza para ellas.

Además, el Frutas recordó la promesa que le hizo a Miku al poco de conocerse. Que conseguiría que cada quintilliza consiguiese los 100 puntos por separado. Así que el joven Uesugi estaba decidido.

Fuutarou: (...) (Debo hacerlo.) (Esto debería haberlo hecho desde el principio, pero bueno...) - cambió su expresión por una más decidida -

Fuutarou: No importa - dijo llamando la atención de las tres -

Nino/Yotsuba/Itsuki: ¿Eh? - le miraron las tres algo desconcertadas -

Fuutarou: Ya no importan las circunstancias. Vuestros asuntos familiares... las condiciones que nos imponen... ya nada de eso importa. Escuchadme bien. Yo... os lo prometo... No sólo conseguiré que aprobéis los exámenes finales... - dijo determinado -

Fuutarou: Os prometo a las cinco que conseguiré que os graduéis de la preparatoria con una sonrisa. Y os protegeré de todo lo que pueda haceros daño. No permitiré que os vuelva a pasar algo así nunca más. - prometió el Frutas lleno de una determinación inquebrantable -

Las tres se sorprendieron por las palabras y determinación de Fuutarou, pero no pudieron evitar sonreír.

Itsuki: Gracias, Uesugi-kun - le agradeció sonriente -

Después de aquello, los cuatro se marcharon del restaurant y Fuutarou acompañó a las hermanas a casa.

Mientras las chicas hablaban entre ellas, Fuutarou estaba perdido en sus pensamientos, procesando todo lo que se le venía encima.

Fuutarou: (Sé lo que dije, pero aún no las tengo todas conmigo...) (Vayamos paso por paso...) - sopesaba sus opciones -

Fuutarou: (Todavía queda para los nacionales, así que puedo pensar en cómo mejorar más adelante.) - decidió aparcar temporalmente las ideas de fútbol para ocuparse de sus asuntos más personales -

Fuutarou: (He ganado mucho dinero con el trabajo, al menos, junto con la prestación de papá por incapacidad temporal, nos aseguramos poder llegar a final de mes.) - hacía balance económico -

Fuutarou: (En lo que es ayudarlas a estudiar es sencillo, sólo tengo que hacer que estudien tanto como puedan.) (Si otro sobresaliente como Ard o Takeda me ayudan a enseñarles, probablemente aumentarán las probabilidades de éxito...) -sopesaba sus opciones de estudio -

Fuutarou: (El Festival Tennoh será precisamente el viernes posterior a los exámenes...) (No podían haber elegido peores fechas...) (Espero no tener que hacer nada en el mismo, aunque yo sea el delegado...) - pensaba en la festividad que se avecina -

Fuutarou: (No dejo de preguntarme...) (¿Hice bien rechazando las ofertas de los clubes europeos?) (Aunque hubiese aceptado... no me sentiría satisfecho... ¿pero porqué?) - no paraba de preguntarse -

Mientras se acercaban a casa, Nino se percató de que Fuutarou estaba más pensativo de lo normal, y se dispuso a preguntarle.

Nino: Oye, ¿estás bien? Luces más preocupado de lo normal - le preguntó la tsundere al Frutas -

Fuutarou: ¿Eh? - dejó de pensar y le prestó atención a la chica-

Nino: Llevas desde hace rato con la cabeza en las nubes, ¿te preocupa algo? - preguntó algo dubitativa -

Fuutarou: Ah, no es nada importante. Estoy bien. No te preocupes. - dijo convencido -

Nino no se sintió muy convencida por la respuesta del Frutas, aunque pensó que aquel momento no era el más oportuno para preguntarle, así que esperó a que llegasen a casa. Al rato, llegaron a la vivienda.

Nino/Yotsuba/Itsuki: ¡Estamos en casa! - dijeron al unísono -

Miku: Bienvenidas... Oh, hola, Fuu-san -dijo sorprendida al ver al Frutas -

Fuutarou: Con permiso... Hola, Miku - saludó a la suprema -

Miku: ¿Qué haces hoy aquí? - preguntó intrigada -

Fuutarou: Sólo venía acompañando a Nino del trabajo. Y nos encontramos a Yotsuba e Itsuki por el camino. - explicó sin especificar nada -

Miku: Ah, ya veo - dijo algo extrañada por el hermetismo del Frutas -

Itsuki: ¿Dónde está Ichika? - preguntó por la onee-sama -

Miku: Fue a trabajar, pero pronto debería estar de vuelta - respondió con normalidad -

Itsuki: De acuerdo, pues la esperaremos. Tenemos que hablar - dijo con seriedad -

Miku: ¿Qué ocurre? - preguntó algo confundida -

Fuutarou: Bueno, mejor me voy. Tengo que atender a mi padre antes de volver a casa - dijo llamando la atención de las chicas -

Itsuki: Espera, Uesugi-kun. ¿No vamos a estudiar hoy? - preguntó algo confundida -

Fuutarou: No. Por hoy será mejor que descansen. Ya estudiaremos mañana, después de los entrenamientos - dijo antes de abrir la puerta para irse siendo detenido por la tsundere -

Nino: Espera. Necesito hablar contigo en privado. ¿Tienes un momento? - preguntó algo preocupada -

El Frutas quería negarse por las prisas, pero aceptó ante la mirada de la tsundere.

Fuutarou: Vale. - asintió -

Nino: Ahora vuelvo - le dijo a sus hermanas antes de salir por la puerta -

Fuutarou: Hasta mañana - se despidió de las hermanas -

Miku: En serio, ¿qué pasa? - preguntó algo más nerviosa -

Itsuki: Espera cuando vuelvan Ichika y Nino. Entonces, os explico - dijo tratando de tranquilizar a su hermana -

Fuutarou y Nino salieron de la vivienda y caminaron hasta llegar a un parquecito cercano. Una vez allí, se sentaron juntos en una banca. 

Fuutarou: ¿Qué te pasa? ¿Te preocupa algo? - preguntó a la tsundere con su expresión neutral -

Nino: Eso te pregunto yo. Quiero saber lo que te molesta - le dijo con seriedad -

Fuutarou: ¿De qué hablas? Estoy bien - dijo tratando de sonar convincente -

 Nino: No mientas. Llevas muchos días distraído y con la mirada muerta. Dime que te preocupa, no te hagas el duro conmigo - le insistió con determinación -

Fuutarou se sorprendió por la iniciativa de Nino, ya que vió a través de él. Ante su predisposición, el Frutas decidió abrirse un poco con ella.

Fuutarou: Tengo muchas cosas encima... E intento manejarlas lo mejor que puedo. Eso es todo, no hay más. - dijo con pesar -

Nino: Bueno. Para eso te he traído aquí. Cuéntame. Puede que no pueda quitarte de encima tus problemas, pero tal vez hablar de ellos te ayude a sentirte un poco mejor. Estoy aquí para escucharte, así que no te cortes. - animó al Frutas a hablar -

Fuutarou, gratamente sorprendido por la consideración de la tsundere, se abrió totalmente.

Fuutarou: ¿Es que por dónde empiezo...? Mi padre está en el hospital... Estoy trabajando para llevar comida a casa... Tengo que entrenar a fondo para ganar los nacionales... Y tengo el presentimiento de que tendré que hacer algo para el Festival Tennoh. Y por si no fuera suficiente tengo que estudiar y ayudaros a vosotras a estudiar. Son muchos asuntos que administrar, y por eso estoy muy estresado. - la tsundere lo miraba algo sorprendida - Lo sé, sé que soy un idiota que se preocupa en exceso. Lamento decepcionarte - dijo deprimido -

Nino:  No me decepcionas, es verdad que son muchos asuntos que resultan en una carga muy pesada para ti. Lamento echar más leña al fuego con las condiciones de nuestro padre. Pero deberías habernos dicho lo que te pasaba - dijo disculpándose y poniéndole una mano amiga en su hombro -

Fuutarou: No quería molestaros con mis problemas - dijo algo deprimido -

Nino: Eres un idiota por querer resolverlo todo tú sólo. - le respondió algo molesta por la actitud depresiva del Frutas -

Fuutarou: ¿Eh? - se sintió algo desconcertado -

Nino: Escucha. - agarró su mano - No tienes por qué cargar con todo tú solo. Porque no lo estás. Si necesitas ayuda, nosotras podemos ayudarte. Sabemos que te hemos dado muchos problemas, y tal vez no podamos hacer mucho, pero aún así queremos ayudarte. Y cree en ti mismo, no dudes de ti mismo. Sabemos que puedes con todo lo que te echen encima. Ya nos lo has demostrado en numerosas ocasiones desde el principio - dijo con una mirada determinada -

Nino: Conseguiste formar un equipo de fútbol desde cero y lo convertiste llevarlo hasta las semifinales del Inter-high... Te ganaste la confianza de mis hermanas y la mía propia, pese a todas las molestias que te causé... Salvaste a nuestro hermano Rei de cometer suicidio por un enorme malentendido... Fuiste elegido para representar a Japón y os coronasteis como campeones de Asia... Y... conseguiste una, sino dos cosas que yo creía imposibles: restaurar nuestra relación de hermanas quintillizas... - recopiló todas las hazañas que había conseguido el Frutas hasta ahora -

Nino: Y... conseguiste que yo me enamorara de ti - le dijo con una sonrisa similar a la de Itsuki como Rena aquel día -

El Frutas se sorprendió por el apoyo que le estaba dando Nino. Hizo que el Frutas recuperase los ánimos y la sonrisa.

Fuutarou: Gracias, Nino. Sólo hablándome ya me ayudas bastante - dijo con una sonrisa -

La tsundere se dió cuenta de que le estaba agarrando la mano y se sonrojó por las palabras. A lo que se la soltó y desvió la mirada. 

Nino: No ha sido nada... - dijo sonrojada evitando mirarle -

Fuutarou: Esto me recuerda a cuando hablamos por primera vez después de aquel rifirrafe. En aquel entonces, nunca imaginé que acabaría recibiendo ánimos por tu parte. Si te soy sincero, pensaba que una chica tan hermosa nunca mostraría nada de interés por relacionarse con alguien como yo - se sinceró con la tsundere, haciéndola sonrojar aún más -

Nino: (¡Fuu-kun ya pensaba que soy hermosa desde entonces...!) - pensaba toda emocionada latiéndole como loco el corazón -

Fuutarou: Pero aún no dejo de preguntarme algo. - llamó de nuevo la atención de Nino - Me ha quedado claro que os conocí a las cinco en Kioto, en situaciones de lo más extrañas. Pero me sorprende lo mucho que ha cambiado nuestra relación. ¿Por qué ahora te gusto si antes me odiabas con todas tus fuerzas? - preguntó con curiosidad -

Esa pregunta sorprendió a Nino, a lo que se sonrojó aún más. 

Nino: B-bueno... Pues si te soy sincera... Tú fuiste el primer chico que conocí, exceptuando a mi padre y a mi hermano, claro. Me enamoré de ti a primera vista hace 5 años... Pero debido a la muerte de nuestra madre y a la marcha de Rei, desarrollé un rechazo profundo hacia todos los chicos en general. Tenía que ser fuerte por mis hermanas, así que por eso me volví así. No me importaba ganarme el desprecio de los hombres mientras así estuviéramos a salvo - dijo mientras ponía una expresión algo triste -

Nino: Por eso te trataba tan mal. Pero no fue por nada personal, de verdad. Era un problema mío, nada más. Cuando descubrí que tú fuiste aquel niño del que me enamoré, me llevé la sorpresa de mi vida - dijo un poco risueña -

Fuutarou: Bueno, no te preocupes. Después de pasar por semejantes circunstancias, me extrañaría que no os hubiera afectado de alguna manera. - dijo siendo comprensivo -

Fuutarou: Pero aún no termino de entender por qué te gusto. Del odio al amor no se puede pasar tan fácilmente. - dijo tratando de comprender -

Nino: ¿De verdad aún no lo entiendes? - susurró en voz baja -

Fuutarou: ¿Oh? - oyó lo que dijo la tsundere -

Nino: Mejor será que te lo muestre... - le miró fijamente -

Nino se acercó mucho a Fuutarou y tomó su rostro con la mano izquierda, sorprendiendo al Frutas al unir sus labios con los suyos. Dejándose llevar, el chico hizo lo mismo que la chica, y así ambos compartieron un beso enternecedor.

Ambos se besaron hasta que les faltó el aire. Y entonces, se separaron para respirar de nuevo.

Fuutarou: Nino... tú... - iba a hablar hasta que le interrumpió la chica -

Nino: Esta es mi respuesta, Fuu-kun. Me enamoré de ti. Y saber que tanto aquel niño como tú erais la misma persona... me hizo enamorarme aún más de ti. - confesó sonrojada pero feliz -

Nino: Te lo dije aquel día. Que en el mundo habría alguna chica capaz de enamorarse de alguien como tú, y esa chica soy yo. Pienso demostrarte todos los días lo mucho que me gustas hasta hacer que tu cabeza perfecta lo comprenda al fin. - dijo con gran sonrojo y determinación -

Ante aquella declaración, el Frutas se sonrojó considerablemente. Entonces, ambos decidieron volver a casa. Fuutarou acompañó a Nino hasta la suya. Los dos estaban tan colorados que no dijeron ni media palabra durante el camino. Hasta que...

Nino: Fuu-kun. Una cosa más... - le dijo antes de irse cada uno por su lado -

Fuutarou: ¿Eh? - le prestó atención -

Nino: Puede que yo no sea la única que sienta algo por ti. Así que sé sincero con lo que sientes, ¿vale? Hasta mañana - le dijo antes de entrar nuevamente a su vivienda -

Fuutarou: Ah... - aquello le dió que pensar -

Nino: (Je, je, je.) (Se siente, chicas, pero el primer beso es mío.) - pensó orgullosa de sí misma -

Fuutarou fue a echar un ojo a su padre antes de volver a casa después de una tarde movidita.

Fuutarou: (Es increíble que le guste a Nino...) (Cuando la conocí, nunca imaginé que algo así podría llegar a pasar.) (Me alegra que ahora me vea así, pero...) (Es verdad, es posible que ella no sea la única...) (¿Entonces las demás se sentirán igual?) (Tendré que averiguarlo...) (Sólo cuando conozca sus verdaderos sentimientos, podré afirmar definitivamente los míos...) - pensó lleno de resignación y determinación -

Gracias a la confesión y al rato que pasó con Nino, Fuutarou ganó más confianza en sí mismo. Aquella noche, él y su hermana durmieron a pierna suelta.

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Al día siguiente...

Antes de terminar las clases, Hahari anunció por el intercomunicador para pedir a los delegados de clase reunirse con el consejo estudiantil. Y también solicitó la asistencia a la misma de siete alumnos determinados: Fuutarou, Rentarou, Naoya, Shido, Nariyuki, Aqua y Ruby.

Aunque al ser el delegado de su clase el Frutas tenía que asistir a la reunión. Junto a sus compañeros, se dirigió a la sala de reuniones del Consejo, donde se encontraban la directora Hahari junto con todos los profesores de la escuela, así como el Consejo Estudiantil reunido al completo. Se sentaron como si fuera la Mesa Redonda y se dispusieron a hablar.

Hahari: Gracias a todos por venir. Hoy os he pedido reuniros para discutir un tema en cuestión: el Festival Tennoh - 

Hahari: Como ya deberíais saber, este año la junta Escolar ha decidido celebrarlo en esta escuela, en la Preparatoria Asahi, el viernes posterior a los exámenes finales - dijo sorprendiendo un poco a los chavales -

Hahari: Al igual que en los Festivales Escolares, cada clase preparará alguna actividad en particular a elección. Pero para este festival, tenemos preparada una actividad muy especial los alumnos aquí presentes - dijo causando mucha intriga -

- ¿Eh? - estaban en ascuas por saber que se cocía -

Hahari: ¿Conocéis la academia de baile Sakuranomai? - preguntó a los alumnos -

Ruby: ¡¿Sakuranomai?! ¡Es la mejor academia de baile de todo el país! ¡Ganaron los regionales y los nacionales el año pasado, y participarán en el Campeonato Internacional Absoluto de Baile la próxima primavera! - dijo la rubia pelimiel muy emocionada -

Hahari: Me alegra que la conozcas, Ruby-chan. Entonces, lo que os vamos a contar os encantará - dijo encantada de la vida -

Aqua: ¿De qué se trata? - preguntó inexpresivo -

Hahari: ¡Cinco bailarines de Sakuranomai vendrán a la Preparatoria Asahi! ¡Realizarán varias actuaciones de baile en el Festival Tennoh! Y... - quiso enfatizar más para aumentar la expectación para pasarle la palabra a Reine -

Reine: Hoshino Ruby, Hoshino Aqua, Uesugi Fuutarou, Aijou Rentarou, Itsuka Shido, Mukai Naoya y Yuiga Nariyuki. Vosotros siete también bailaréis con ellos en el Festival - anunció sin poner ninguna expresión en su rostro -

- ¡¿EEEEEEEEEEEEH?! - los siete se sorprendieron hasta la médula -

Reine: Y antes de que digáis nada, no podéis negaros. Es una actividad obligatoria. - dijo negando cualquier pega posible -

Fuutarou: ¡Venga ya! ¡Entre estudios y entrenamientos, no damos abasto! - se quejó el Frutas tanto que se levantó de su silla -

Hayato: Uesugi. Considera el baile como parte del entrenamiento. Y ahora, siéntate - dijo al capitán, quien se sentó de nuevo algo molesto -

Fuutarou: De acuerdo... ¿Cuándo tenemos que ensayar? - dijo algo compungido -

Reine: Todas las tardes de lunes a jueves a partir de la semana que viene. Serán dos horas después de clase - dijo a los alumnos -

Hahari: Los de Sakuranomai vendrán durante estos días para conocer el lugar y acostumbrarse al mismo. Así que sed educados, ¿vale? - pidió a sus alumnos -

Nariyuki: Pero la mayoría de nosotros no sabemos bailar. ¿Por qué nos han elegido precisamente a nosotros? - preguntó algo deteriorado -

Kotori: No tenéis que preocuparos por eso. Ellos os enseñarán a bailar. Estamos convencidos de que esta experiencia os ayudará considerablemente. - dijo con mucha confianza -

Aún no teniéndolas todas consigo, los alumnos aceptaron la actividad. De este modo, se librarían de tener que participar en las actividades de sus clases.

Al terminar las clases y la hora de almorzar, Fuutarou y las quintillizas se dispusieron a volver a casa para reiniciar las sesiones de estudio. Pero antes de que se fueran, escucharon una música peculiar sonar en el gimnasio y fueron a echar un vistazo.

https://youtu.be/vN96gkXOWZc

Allí, sobre el escenario del gimnasio, vieron a una chica. Estaba bailando sobre el mismo al ritmo de la música. Pero lo más impresionante fue que estaba bailando con dos abanicos. Sus movimientos eran preciosos y elegantes, poseía una técnica asombrosa para una joven de su edad, y también era una belleza de mujer joven. El Frutas intentó no mirarla demasiado para no quedarse cautivado por su baile. Hacía además una acrobacias increíbles, en su coreografía incluía también movimientos de ballet y también conocía la danza del vientre. Claramente tenía el nivel de una bailarina profesional.

Aunque de los seis que la estaban observando, sólo Miku la conocía.

Una vez terminó su coreografía, la joven se dirigió a los seis.

Luzmila: ¡Vaya! No esperaba tener público hoy. - dijo alegremente -

Miku: ¿Luzmila-san?  - se sorprendió al ver a aquella cantante que conoció -

Luzmila: ¡Hola, Mii-chan! No sabía que estudiabas aquí - saludó alegre a la suprema -

Nino: ¿Conoces a esta chica, Miku? - preguntó intrigada -

Miku: Sí. Estudia en la Preparatoria Zero, y es compañera de clase de Rei. - dijo a sus hermanas sorprendiéndolas -

Luzmila: Así que vosotras sois las hermanitas menores de Rei-kun, las quintillizas... Nunca antes había visto a tantas chicas tan guapas y tan parecidas entre sí. ¡Qué curioso! - dijo sin perder la sonrisa haciendo sonrojar a las hermanas -

Yotsuba: ¿Conoces a nuestro hermano? - se sorprendió al saberlo -

Luzmila: Sí. Conozco a los once jugadores del equipo de fútbol con los que os enfrentasteis el verano pasado. De hecho, uno de ellos es mi novio - dijo con algo de vergüenza -

Ichika: Ya me hubiera parecido extraño que una belleza como tú no tuviera novio. ¿Quién es? ¿Glaolo? ¿Berceo? - preguntó algo picaresca -

Itsuki: Ichika... es de mala educación preguntarle eso a alguien a quien acabamos de conocer - dijo reprendiendo un poco a su onee-sama -

Luzmila: Casi... Glaolo es mi hermano adoptivo. Y mi novio... es Flareleon - dijo acabando con la intriga -

Nino: ¡¿QUÉEEEEEEEEEEEE?! ¡¿Flareleon?! ¡¿Ese salvaje?! ¿Qué es lo que has visto en él? - pregunto sorprendida hasta la médula -

Luzmila: Ja, ja, ja... Si me pagaran por cada vez que me preguntan eso... - dijo riéndose un poco -

Luzmila: Es cierto que Flareleon puede ser muy hiperactivo y violento. Y que en los partidos, puede que se pase de la raya en ocasiones... - dijo hablando alegremente de su novio -

Luzmila: Pero se pone así porque se preocupa por sus amigos y compañeros más que nadie en el mundo. Él nunca dudaría en levantar el puño contra cualquiera que se meta con alguien importante para él. Tiene un corazón de oro y un espíritu indomable, como si fuera un león. Y ante sus oponentes, él es como un dragón...  Feroz y despiadado, y si te clava las garras o te enseña los colmillos... estás acabado. Cuando salimos juntos, siempre me presta atención y procura que nunca me pase nada. ¡Para mí, es el novio ideal! - solo hablaba maravillas de su poderoso novio -

Las quintillizas, al oír hablar a Luzmila de su novio, se imaginaron al Frutas siendo el novio ideal de cada una, a lo que éstas se sonrojaron.

Miku: Por cierto, Luzmila-san... ¿Qué haces aquí? ¿Y porqué llevas esa ropa tan rara? - preguntó por segunda vez a la bailarina -

Luzmila: Vine para conocer este lugar antes del Festival Tennoh. Para un bailarín, es importante conocer el escenario donde va a bailar - explicó a los seis -

Fuutarou: ¿Eh? Oye, por casualidad... ¿eres de la Academia de Baile Sakuranomai? - preguntó a la senpai de los seis -

Luzmila: Pues sí. Me han pedido a mí a algunos amigos que enseñemos a un grupo de estudiantes a bailar para unas actuaciones del festival - explicó sorprendiendo al Frutas -

Fuutarou: Ah, pues yo soy uno de esos alumnos. Será un placer aprender de vosotros, Luzmila-san - dijo haciendo una reverencia a la bailarina, sorprendiendo a las quintillizas -

Luzmila: El placer es nuestro, Uesugi Fuutarou-kun - dijo satisfecha a su kouhai -

Fuutarou: ¿Sabes quien soy? - se sorprendió -

Luzmila: Claro. No sabré mucho de fútbol pero recordaría a los buenos jugadores cuando los veo. Y además, Glaolo y Flare-kun me han hablado de ti, de que en la Preparatoria Asahi se encuentra la próxima supernova del fútbol japonés. - dijo haciendo sonrojar al Frutas, ante lo que las quintillizas hicieron un pequeño puchero -

Luzmila: (Mmm...) (Es verdad...) (Je, je... qué chico y chicas tan interesantes...) - pensó de los seis jóvenes -

Fuutarou: Bueno, tenemos que irnos a estudiar, que tendremos los exámenes antes del festival. Ya nos veremos, Luzmila-san - dijo a la bailarina despidiéndose junto con las quintis -

Luzmila: Nos vemos pronto - se despidió con una sonrisa -

Terminadas las clases, Fuutarou fue con las quintillizas a su casa para una sesión de estudio. Con los exámenes a la vuelta de la esquina, Hayato decidió parar los entrenamientos hasta que hubiesen terminado todos.

Pero en esas horas de estudio, había algo diferente. Nino se sentó al lado de Fuutarou, y de vez en cuando aprovechaba para pegar sus pechos a su hombro y brazo, haciéndolo sentir algo incómodo.

Naturalmente, ese gesto no pasó desapercibido por las hermanas.

Nino: (Puedo aceptar que Fuu-kun se sonroje con mis hermanas aparte de mí...) (¡...pero no voy a dejar que una desconocida nos lo robe, tenga novio o no!) - pensó molesta y determinada mientras apretaba sus pechos con el brazo del chico -

Miku: Nino, ¿qué haces? - preguntó mostrando celos en su mirada -

Nino: ¿Eh? ¿De qué hablas? - dijo inocentemente ignorante -

Ichika: Estás demasiado pegada a Fuutarou-kun - dijo con celos en su mirada -

Nino: Pues yo parece que a él le moleste, ¿verdad, Fuu-kun? - dijo con una expresión coqueta -

Itsuki: Nino, tú... - iba a recriminarle su conducta poco educativa hasta que interrumpió el Frutas-

Fuutarou: Suficiente. Tenemos que seguir estudiando, y no tenemos tiempo que perder - dijo mirándolas serio - Y Nino, no me molesta pero quiero que te concentres, ¿podrías guardar algo de distancia? - le pidió algo avergonzado por sentir los pechos de la chica -

Nino: No quiero. Me concentraré si me dejas estar cerca de ti - respondió pegándose más a él -

Fuutarou: Vale... - asintió algo resignado -

Fuutarou: Por cierto, le he pedido a Ard y compañía que vinieran para ayudarme a enseñaros. Así cumplimos con la condición de vuestro padre - dijo a sus alumnas, a lo que éstas asintieron -

Pasada una hora, Ard, Ireena, Ginny y Sylphy llegaron y asistieron al Frutas para enseñar a todas. Consiguieron que entendieran las materias con mayor facilidad.

Una vez terminaron de estudiar, Fuutarou y Nino se fueron a trabajar hasta que terminó el día.

Al salir, el Frutas volvió a acompañar a Nino a su casa. El chico aún pensaba en la oferta que rechazó para ingresar en la Liga Neo Egoísta. La tsundere se percató de que estaba distraído.

Nino: ¿Te preocupa algo? Pareces distraído - preguntó algo preocupada -

Fuutarou: Pues... sí. La verdad... ¿Te acuerdas de Jinpachi Ego, el loco ese del Blue Lock? - le dijo queriendo explicarle su dilema -

Nino: Sí, ¿por? - sintió curiosidad -

Fuutarou: Pues... Los cinco equipos europeos de la Liga Neo Egoísta me han ofrecido un salario de 100 millones a cambio de fichar por uno de ellos. - dijo algo depre -

Nino: ¡¿Eh?! ¡Eso es fantástico, Fuu-kun! - dijo agarrándole con mucha emoción - ¿Y por qué pones esa cara tan mustia? Ser profesional es uno de tus sueños, ¿no? - preguntó muy intrigada -

Fuutarou: Sí... Pero no puedo abandonar ahora al equipo. Les he pedido que esperen hasta que termine el senshuken, y que así tengan la oportunidad de revalorarme. Con esto... quiero volver a probarme a mí mismo. Será mi prueba final antes de enfrentarme al mundo. - explicó con una gran determinación -

Fuutarou: Y además... quiero terminar de afirmar mis propios sentimientos. Sé que es egoísta y estúpido por mi parte, pero quiero ser capaz de superar estos sucesos, o no podré hacer frente a nada en la vida - dijo compungido por la presión a la que se sometía a sí mismo -

Nino: Oh... - se sorprendió por el egoísmo, pero también  sonrió por la consideración del Frutas por los sentimientos que presumiblemente sentía por ella o sus hermanas - 

Nino: Sí que eres idiota... Mira que rechazar una oferta que puede haber resuelto toda tu vida y la de tu familia... - dijo sin dejar de sonreír sonrojada -

Fuutarou: El dinero no da la felicidad. Ya deberías saberlo por experiencia. - dijo un dato cierto -

Nino: Je, je, je... Es verdad. - se sintió identificada con lo que dijo -

Fuutarou: He tomado una decisión. - dijo de repente, captando la atención de la chica -

Nino: ¿Oh? - le prestó atención enseguida -

Fuutarou: Voy a ayudaros a aprobar los exámenes finales... pienso aprender a bailar y dar un gran espectáculo en el Festival Tennoh... y voy a esforzarme para comprender y captar los sentimientos de las demás, como he hecho contigo. De esta manera, conseguiré afirmar mis propios sentimientos. Y entonces, en el festival será mi turno de corresponder - dijo determinado, haciendo que la tsundere se emocionase -

Nino: Je, je. Pues da lo mejor, Fuu-kun. Somos duras de roer. - dijo confiada -

Fuutarou: Eso lo tengo claro desde el día en que tuve la desgracia de poneros los ojos encima. - dijo con su típico carácter -

Nino: Grosero - le dió unos golpecitos molesta -

Fuutarou: Je, je. Era broma, era broma. - dijo tratando de tranquilizarla -

Fuutarou: ¿Volvemos? - le ofreció su brazo para que le tomase de él -

Nino: Hmph. Vamos - le tomó del brazo y le apretó sus pechos con él con ganas -

En ese entonces, la waifu suprema también salía de trabajar y les interrumpió.

Miku: ¿Qué tal, "tortolitos"? - preguntó con celos en su mirada -

Nino: ¡M-Miku! ¿De dónde sales? - se sorprendió al verla ante ellos -

Fuutarou: ¿También ya terminaste de trabajar? - preguntó a la suprema -

Miku: Sí. ¿Nos acompañas a casa, Fuu-san? - le pidió con timidez mientras tomaba el otro brazo del Frutas y lo apretaba con sus pechos -

Nino: ¿Qué crees que haces, Miku? Lo molestas - dijo algo seria -

Miku: No es verdad. No te molesta, ¿verdad, Fuu-san? . preguntó tímidamente al Frutas -

Fuutarou: No me molesta. Sólo no lo hagan mientras estudiamos. - pidió algo avergonzando a lo que las dos hermanas asintieron -

Miku: (No perderé contra Nino.) - pensó decidida mientras se apegaba con fuerza al Frutas -

Con las dos chicas pegadas como lapas al Frutas, los tres llegaron a casa.

Miku: Fuu-san. Antes de irte, ¿te importa si hablamos un molesto a solas? - le pidió algo seria -

Nino: Me adelanto para hacer la cena. Hasta mañana, Fuu-kun - se despidió del Frutas mientras ingresaba a la vivienda -

Fuutarou: ¿Qué sucede, Miku? - preguntó ante la mirada preocupada de la suprema -

Miku: Fuutarou... Sinceramente aún no las tengo todas conmigo. ¿Tú crees que podremos aprobar al ritmo que vamos? - preguntó poco convencida -

Fuutarou: No lo creo, lo sé. - dijo sorprendiendo a la suprema haciendo que se le acelerara con fuerza el corazón -

Miku: ¿De verdad? - quiso asegurarse -

Fuutarou: Por supuesto. Yo sé que sois capaces. Ya me lo habéis demostrado y lo volveréis a hacer. Y os lo he prometido, ¿no? ¿Recuerdas la promesa que te hice al principio de curso? - preguntó recordando aquella conversación que tuvieron, el día en que Fuutarou se ganó la confianza de Miku -

Miku: Oh... Sí... - la waifu también la recordaba -

Fuutarou: Yo creo en vosotras. Sé que conseguiréis superar los 100 puntos por separado. Prometí que conseguiría que os graduéis con una sonrisa, y cumpliré esa promesa sin importar el cómo ni el qué - le dijo determinado -

Miku: Fuu-san... ¿Recuerdas entonces lo que yo te dije en respuesta? - preguntó mientras se acercaba más a él -

Fuutarou: Sí. Oh... - sintió cómo la waifu le tomaba de los brazos y se dejó llevar -

Como si supiera lo que iba a pasar, Fuutarou se dejó llevar y dejó que Miku lo besara en los labios. Separándose después de un rato para tomar aire.

Terminado el beso, la hermosa waifu suprema volvió a mirar al Frutas con una sonrisa llena de confianza insondable y le habló antes de despedirse.

Miku: Asume la responsabilidad y cumple con tu promesa. Yo también creo en ti, Fuu-san. Siempre lo haré - le dijo felizmente -

Fuutarou: Por supuesto. Bien - se estiró - Mañana volveremos a estudiar. Buenas noches, Miku - se despidió contento de la chica -

Miku: Hasta mañana - se despidió con una sonrisa - querido...

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Pasados unos minutos, Fuutarou se marchaba de vuelta a su casa y se encontró con Ichika, quien también volvía de trabajar.

Ichika: ¡Oh, Fuutarou-kun! - saludó amistosamente al Frutas -

Fuutarou: ¿Qué tal, Ichika? ¿Vuelves de trabajar? - preguntó curioso -

Ichika: Sí. He estado muy ocupada con este nuevo trabajo. Por cierto, ¿mañana estás ocupado? - preguntó de repente -

Fuutarou: Aparte de estudiar, no tengo nada pendiente. ¿Por qué? - preguntó intrigado -

Ichika: Mañana necesito ir a un sitio. ¿Podrías acompañarme? - le pidió -

Fuutarou: No me importa. ¿Adónde tienes que ir? - preguntó aún más intrigado -

Ichika: A una librería a buscar un libro. Pero no sé exactamente cuál es, y pensé que me vendría bien tu ayuda. - argumentó -

Fuutarou: Bueno, vale. Me vendrá bien estirar las piernas. - aceptó la petición de la onee-sama -

Ichika: ¡Estupendo! Nos vemos mañana, a las 11.00, en el Starbucks de camino al insti. - estableció el punto de encuentro - Hasta mañana, Fuutarou-kun - se despidió alegremente del Frutas -

Fuutarou: Hasta mañana. - se despidió de ella- 

Fuutarou: (Bueno, ya conozco de los sentimientos de Nino y Miku.) (A ver cómo se siente ahora Ichika...) - sintió intriga -

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Bueno mis panchitos, hasta aquí el capítulo de hoy, espero que les guste. Y dejen su voto, comentario y demás que es me anima y me ayuda a seguir escribiendo.

Podemos ver que el Frutas volvió a dar tutorías a las quintillizas y la condición que les han puesto Maruo para poder seguir siendo su tutor.

También vimos como Nino y Miku reafirmaban sus sentimientos por el Frutas y se lo confirmaron con unos tórridos besos en los morros.

También especulamos que las otras quintillizas también podrían sentir lo mismo, lo que despertó la curiosidad del Frutas.

También supimos que el Frutas, el Asahi Quartet, Aqua y Ruby han sido elegidos para interpretar unas actuaciones de baile con la Academia de baile Sakuranomai en el Festival Tennoh, y descubrimos que Luzmila es parte de dicha compañía.

El Festival Tennoh será el viernes posterior a los exámenes finales.

Ahora, a lo importante.

Les gustó?

queja?

idea?

sugerencia?

serán los sentimientos de Nino o Miku correspondidos?

aprenderá a bailar el Frutas?

estarán celosas las quintillizas de Luzmila?

hizo bien o mal el Frutas rechazando la oferta de Ego?

cuáles serán los sentimientos de los demás?

Sin más que decir, nos vemos.

@magekeu quiero hacerte una mención especial, pues me inspiré mucho en su historia de "Decidimos enamorarnos de ti" para escribir este capítulo y algunos siguientes. Ojalá leas y te guste este cap que te dedico. 

Ahora, sí, panardos, nos vemos!



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