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Lágrimas escarlatas en el Cielo y el Infierno

El equipo masculino de Asahi ha viajado hasta la Isla Zero, el campo de entrenamientos secreto de la Preparatoria Zero, con el objetivo de entrenarse y hacerse más fuertes de cara al senshuken.

Tanto Glaolo Senju como Flareleon Uchiha son los que se encargan de supervisar el entrenamiento de sus kouhais, además de asegurarse de que no sufran daño.

A ellos se suma también Rei Nakano, recién llegado desde Inglaterra después de recibir vacaciones por parte de su club.

El pelirrojo ha decidido contarle a Fuutarou su historia. Tanto ambos como el peliblanco toman un atajo bajo tierra y llegan a unas laderas del cráter, no se ve el fondo...

Glaolo: Fuutarou... Bienvenido al quinto sector de la Isla Zero - dijo al Frutas -

https://youtu.be/a748RRKapi0

Fuutarou: ¡Hala...! - se asombró ante el paisaje -

Rei: Sí... Cuando lo vimos por primera vez, nos llevamos la misma impresión - dijo sonriendo ligeramente -

Rei: Pero no te dejes engañar... Esta es la zona más peligrosa de toda la isla, la verdadera razón por la que mantenemos la existencia de la misma en secreto... Por ende, a este quinto sector de la Isla Zero lo hemos nombrado como "Tártaro". -dijo en tono de voz serio -

Fuutarou: ¿Tártaro...? ¿Por qué habéis puesto un nombre tan terrorífico a semejante paisaje tan asombroso para la vista? - preguntó intrigado y con un pequeño nudo en la garganta -

Glaolo: Porque aunque parezca un pedacito de cielo en medio del mar y la tierra... este lugar es un auténtico infierno. - respondió muy serio -

Rei: Un infierno terrenal, nunca mejor dicho... Al descender, uno se siente como si estuviera adentrándose en las profundidades del averno... - añadió igual de serio -

Glaolo: En el Tártaro fluye una inmensa cantidad de poder mágico. Pero es tan grande que hace que los animales salvajes que habitan esta zona se vuelvan tremendamente agresivos y territoriales. De hecho, cuando llegamos a este lugar por primera vez, nos atacaron sin previo aviso. - comentó a un impactado y alterado Frutas -

Fuutarou: B-bueno... ¿Y qué es lo que se nos ha perdido en este infierno? - preguntó algo nervioso -

Glaolo: En las profundidades del cráter, se halla una enorme caverna. En lo más profundo de la misma, hay un laboratorio. Ese es nuestro destino. - indicó señalando al pozo sin fondo -

Fuutarou: ¿Un laboratorio? - preguntó intrigado -

Rei: Es uno de los primeros laboratorios que el grupo Zero utilizaba para investigar. También lo usábamos para recargarnos después de entrenar. - comentó el pelirrojo -

Fuutarou: "¿Recargaros?" - se extrañó por aquel concepto -

Rei: Lo comprenderás cuando lleguemos. En marcha. - siguió caminando -

Fuutarou: Esperad. ¿Qué pasa con los animales salvajes? ¡Nos van a destripar como nos vean allá abajo! - avisó muy nervioso -

Glaolo: No te preocupes. Los efectos del Espíritu Miximax aún siguen activos. Los podrás dejar KO si te atacan, pero de todas maneras, nuestra presencia los aterrorizará, así que no te preocupes demasiado. - dijo al Frutas tranquilizándolo -

Rei: Ven. No te separes de nosotros, por si acaso. - aconsejó al Frutas para que les siguiera el paso -

Mientras descendían por la caverna hacia las profundidades del averno, Fuutarou escuchó atentamente la historia de Rei.

Fuutarou: Rei-san, ¿vas a contarnos al final lo que decías antes? ¿Cuál es la verdad de la que estabas hablando? - preguntó un poco serio -

Rei: Si te soy sincero, preferiría no hablar de ello. Son casi todo recuerdos dolorosos. - dijo algo apesadumbrado -

Fuutarou: No tienes por qué contarlo si no quieres... - dijo comprensivo -

Rei: No. Te lo contaré. Si no te lo cuento, entonces no podré seguir adelante. Además, hablarlo contigo tal vez me haga sentirme mejor. - insistió -

Fuutarou: Si tú lo dices... - le tomó la palabra -

Rei: ¿Por donde empiezo...? Ah, recuerdas lo que hablamos en el hospital después del Inter-High, ¿no? - preguntó -

Fuutarou: Sí... Que te diagnosticaron una enfermedad que te producía degeneración celular. ¿Acaso...? - iba a suponer pero el pelirrojo -

Rei: No. Aquello de que mi enfermedad me producía degeneración celular era verdad. Lo que es mentira, es que mi sangre tuviera propiedades purificadoras. Mi madre... no tuvo a mis hermanas exitosamente porque yo naciera antes...

Rei: Fuutarou... También... la verdadera razón por la que te conté aquello a ti y no a mis hermanas fue... por que no quería que ellas supieran que la enfermedad que yo padecía...

Rei: ...fue la misma que se cobró la vida de nuestra madre. - confesó alterando al Frutas -

Fuutarou: (!!!) - miró al pelirrojo alterado e impactado -

Rei: Y mis hermanas no heredaron la enfermedad de nuestra madre porque yo hubiese nacido primero, esa leyenda carece de fundamento, y no es nada realista. - argumentó -

Rei: La realidad es... que mis hermanas no heredaron la enfermedad... porque la contraje yo en su lugar. - dijo otra confesión que alteró más al Frutas -

Fuutarou: ¡¿Qué?! - no podía creer lo que estaba escuchando -

Rei: En mis primeros días... Sacrifiqué mi propia vida nada más nacer... para que mis cinco hermanas pudieran vivir una plena. - dijo empezando a recordar -

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Flashback

Hace aproximadamente 20 años...

Pov. Rei

Nuestra madre, Rena, vivió una vida muy tormentosa. Pude verlo leyendo su corazón...

Nuestro padre biológico se llamaba Mudou. Según parece, era un criminal muy buscado... Pero encontraba refugio en Japón adoptando otra identidad y desempeñando un trabajo como profesor en una escuela. Y por aquel entonces, mi madre era una de sus alumnas.

Éste vió algo especial en mi madre. La apoyó en todo momento, incluso después de su graduación de la preparatoria, y durante su formación como profesora inclusive...

Se casaron bajo unas circunstancias especiales... pero claro, Mudou sólo estaba pretendiendo ser quien no es, consiguiendo cautivar a mi por entonces ingenua madre...

2 años después...

Ambos parecían felices cuando supieron que iban a tener un hijo... hasta que todo se derrumbó. Rena descubrió quién era realmente Mudou. Quería abandonarlo y llevarlo ante la justicia, pero éste no se lo permitió. Si ella cometía alguna imprudencia o lo delataba, entonces, se lo haría pagar a su propio hijo... así se lo dijo mientras apuntaba con un machete al creciente vientre de la mujer pelirroja...

Meses después, Rena vivió posiblemente el día más feliz de su vida. Aquel 6 de junio... nací yo. Como era su primer hijo, el número 0, decidió llamarme Rei (玲), con el kanji de "cero".

Recuerdo con mucha alegría aquel día... cuando abrí los ojos por primera vez... lo primero que vi fue el rostro feliz de mi madre...

Su sonrisa era tan cálida... ni yo mismo pude evitar ponerme a sonreír de felicidad.

Maruo: Ha nacido un niño sano y fuerte. Felicidades, Rena. - felicitó el doctor -

Maruo: Recuerda que ahora tienes que darle pecho para que absorba nutrientes - le recordó -

Rena: Sí. - respondió -

Rena: Bienvenido al mundo... Y gracias por haber nacido... Rei... - dijo llorosa a su hijo recién nacido -

Maruo: Rei, ¿eh? El hijo número cero. - sintió curiosidad -

Rena: Ojalá sea el primero de muchos... - dijo desiderativa -

En aquellos momentos, me sentía muy feliz y alegre... hasta que tuve un sueño bastante extraño y aterrador.

En aquella visión estábamos mi madre y yo. Yo notaba que mi madre no se encontraba bien, se sentía débil y pachucha, podía sentirla, una gran oscuridad en su interior que la estaba devorando de manera proporcional...

Y eso no era todo. Yo emitía una pequeña luz que iba creciendo. Y en el vientre de mi madre habían otras cinco luces pequeñas, que también iban creciendo poco a poco. Apenas acababa de nacer, pero ya sentía que tarde o temprano seríamos más en la familia...

Eso normalmente me haría feliz, pero entonces vi algo terrible. Vi como la oscuridad del interior de mi madre devoraba a las otras cinco luces... envolviéndolas en una perpetua capa de tinieblas... Pero entonces, yo devoraba la oscuridad de mi madre con mi propia luz, devoraba toda la posible para evitar que contaminasen a las de mis hermanas... Gradualmente, mi luz se iba apagando, pero las de mi madre y hermanas cada vez brillaban más... Entonces, devoré toda la oscuridad hasta que mi luz se volvió completamente negra... aunque me sentía débil tras tanta lucha, mi madre y mis futuras hermanas estaban a salvo, así que acababa feliz.

Cuando terminé de ver la visión, me asusté. Mi madre estaba feliz, pero sudaba más de lo normal. Tal vez fuese lo normal después de un parto, pero yo no lo sentí así. Era una sensación extraña... como si fuera una especie de sexto sentido, como el que tiene una madre que desea proteger a sus hijos a toda costa. Obviamente, yo no quería ver sufrir a mi mami, así que... cuando sentí aquella oscuridad que estaba brotando por su pecho, le pedí una y otra vez que me amamantase. Al igual que cualquier bebé recién nacido, absorbí muchos nutrientes.

Rei: (...) - tomaba pecho sin parar -

Rena: Je, je, je... Qué cosquillas. ¿Tanta hambre tienes, mi niño? - decía alegremente -

Rei: (...) (Mami...) (Mami...) (¡Mami...!) - tomaba el pecho con mucha ansiedad, como si no quisiera soltar a su madre -

Cuando me hacían parar, me echaba a llorar para que me dejasen seguir un poco más. Aún podía sentir la oscuridad brotando de mi madre, así que absorbí cuantos nutrientes pude hasta que ya no la sentía.

Durante mis primeros meses de vida, la oscuridad volvía a aparecer en los momentos en los que mi madre tenía que darme de comer, así que eran buenos momentos para absorber toda la oscuridad que había.

En aquellos momentos yo no sabía nada, pero... aquella oscuridad que tanto me aterrorizaba... se tradujo en algo que era verdaderamente preocupante... En los pechos de mi madre se habían concentrado todas las células que estaban contaminadas debido a su enfermedad degenerativa. Y yo, lo que hacía, era absorber aquellas células para evitar que regresaran a su vientre.

Para el momento en que yo ya dejé de ser amamantado, ya no sentía nada de oscuridad en mi mamá. Supe que lo había conseguido. Mi mamá y mis futuras hermanas estaban a salvo.

Entonces, gracias también a la gran cantidad de nutrientes que tomé, me desarrollé como un niño sano y fuerte.

Pero los problemas de nuestra familia aún estaban lejos de acabar...

Otros 2 años después...

Una noche, cuando tenía dos años, me sentía algo agobiado por el calor, así que fui a la cocina a tomarme un vasito de agua...

Oí a mis padres alzando mucho la voz. Estaban teniendo relaciones sexuales, así que hice lo que pude por no mirar. Pero oía a mi madre agonizando de dolor ante el placer de Mudou...

Me volví a mi habitación sintiéndome muy incómodo. Pero al día siguiente... me desperté como todos los días, Mudou había salido y encontré a mi madre en la cocina de rodillas, muy dolorida. Tenía varios moratones por todo el cuerpo... tantos que me aterré... incluso sangraba un poco.

Rei: ¡¡Mami!! ¡¡Mami!! - se acercó a ella muy alterado -

Rena: Agh... Rei... Ja, ja... Buenos días... - saludó fingiendo una sonrisa para ocultar su dolor -

Rei: ¡Mami! ¡¿Qué te ha pasado?! ¡¿Quién te ha hecho esto?! - preguntó muy alterado -

Rena: Ah... ¿lo dices por esto? No es nada... sólo algunos juegos de adultos con tu padre... ¡Agh! - decía aunque claramente le dolía -

Rei: ¡Voy a llamar a una ambulancia! - dijo tomando el teléfono fijo -

Llamé inmediatamente al hospital más cercano. Mi madre me había enseñado cómo hacerlo en caso de emergencia. Llegó una ambulancia lo antes posible y nos llevaron al hospital.

Durante toda la mañana, no dejé de pensar en lo que dijo mamá.

Claramente mi papá era una mala persona. No me creí eso de los juegos adultos lo más mínimo. Puede que sólo tuviera 2 años, pero ya tenía la capacidad de razonamiento y discernimiento de un adulto. Claramente, había algo que no cuadraba.

Pero no podía enfrentar a mi padre siendo como soy ahora, así que decidí hacerme más fuerte.

Usando unas herramientas y unos palos de bambú, me hice mi propia espada, y empecé a aprender a luchar por mi cuenta.

Durante los siguientes meses, estuve practicando mientras jugaba. Mi mamá trabajaba como profesora en una escuela, y yo me quedaba en casa haciendo los quehaceres y entrenando.

Pero un día, aquel día, supe que ya no podía aguantar más. Ese fue el comienzo para mí.

Mudou estaba golpeando violentamente mi madre, a saber lo que le picaba ahora. Pero cuando vi a mi progenitora protegerse el vientre ante el cuchillo de carnicero del viejo, lo supe y actué como siempre he debido actuar.

Mudou: ¡Maldita! ¡Te dije que te tomaras anti-conceptivos! - le recriminó -

Rena: Ya no me importa. He decidido tenerlas y criarlas. ¡Si no te gusta la idea, pues márchate! - le respondió tajantemente -

Mudou: Desgraciada... ¿Crees que mantener todo esto me sale gratis? ¡Ya gastamos de más teniendo a un único niño! ¡Me mato trabajando, tratando de expiar mis pecados, para poder alimentarnos a los tres! ¿Y ahora pretendes que alimente a varias bocas más? - reprochaba el viejo -

Rei: (Pap... no, el viejo está aquí...) (¡¿Qué se cree que hace?!) - pensaba mientras miraba la escena -

Rena: ¡Eres un monstruo sin corazón! ¡Si pudiera, me divorciaría de ti y te denunciaría ante la policía! ¡Antes pensaba me querías, pero ahora he comprendido que tú solo me quieres como objeto de puro placer! ¡Me tratas como si fuera una muñeca, y yo no soy así! - respondió con su característico carácter estricto y poco sociable -

Mudou: Oh, ya lo creo que no eres así... Una muñeca... ¡tiene más rasguños! - dijo blandiendo su cuchillo en vertical -

Rena: ¡Ah...! - se protegió el vientre con todo su ser, cerrando los ojos -

Rei: ¡¡¡Mamiiiiiiiiiii!!! - corrió a socorrer a su madre -

En un intento de detener a Mudou, Rei le arrojó su espada golpeándole en la cabeza. Se pone delante de su madre para protegerla, y el viejo, furioso, propinó una cuchillada en diagonal que dejó un corte... en la espalda del niño.

Rei: ¡¡Aaaay...!! - le dolió el corte -

Rena: ¡¿Ah...?! - abrió los ojos, encontrándose a su hijo herido y al viejo con su cuchillo ensangrentado -

Rena: ¡¡¡REI!!! - gritó agarrando a su hijo con sus manos -

Rei: Ay... ¡Oye, eso ha dolido! - se quejó al viejo -

Mudou: ¡Maldito mocoso! ¡¿Cómo te atreves a atacar a tu propio padre?! - gritó molesto -

Rei: ¡Jamás volveré a llamar padre a un miserable como tú! ¡Considera esto una amenaza! - dijo levantándose del suelo con determinación y tomando su espada de bambú -

El pequeño pelirrojo apuntó al viejo con su espada de bambú. Ante su desconcertada madre, hizo una pose desafiante y exclamó:

Rei: ¡Aléjate de mi mamá! ¡Como vuelva a verte cerca de ella, te arrancaré ese cuchillo de la mano y te lo clavaré en la cabeza! - dijo más valiente que nunca -

Rei: Yo... ¡Protegeré a mi mamá! - dijo algo tembloroso pero repleto de determinación -

Los dos adultos miraron al niño con una expresión demasiado incierta.

Rena: Hijo mío... - lloraba mientras estaba muy conmovida -

Mudou: Mocoso... ¡Dejarla embarazada de ti fue la peor decisión que tomé en mi vida...! - dijo algo quejumbroso -

Rei: No... La peor decisión que tomaste en tu vida... - blandió su espada y saltó - ¡Fue atacar a mi mamá con ese cuchillo! - Le atacó desde arriba -

Rei: ¡Porque si no te hubieras acercado a ella, yo nunca hubiese nacido! - decía mientras lo mantenía a raya a espadazos -

Mudou: ¡Soy tu padre, tú llevas mi sangre, somos familia! - replicaba mientras se alejaba del niño -

Rei: ¿Familia? Te equivocas. Una familia es más que sólo sangre. - dijo serio -

Rei: ¡Una familia no se trata de personas con las que compartes la misma sangre! ¡Una auténtica familia son personas que amas tanto tanto tanto tanto tanto... y por las que uno siempre está dispuesto a sangrar! - dijo atacándole muy decidido -

Mudou: ¡Mald...! -se dispuso a apuñalar al niño, pero éste golpea su brazo con la empuñadura, dejando caer su cuchillo -

Rei: ¡Mamá ha sufrido mucho por tu culpa! ¡Ahora...! - tomó el cuchillo del suelo - ¡Pagarás por ello! - dijo dispuesto a apuñalar al viejo con el arma -

Pero entonces, Rena agarró del brazo al niño, y le confiscó el cuchillo.

Rena: No. - fue tajante -

Rena: No tienes porqué ensuciar tus dulces manitas con su asquerosa sangre... - dijo inmovilizando al viejo -

Mudou: ¡Maldit...! - fue noqueado -

Cuando parecía que Rena iba a matar a Mudou, ésta le propinó un golpe en el cráneo con la empuñadura del cuchillo, dejándolo inconsciente.

Rei: P-pero... - no comprendía porqué su madre no lo mató -

Rena: Si lo hubieras matado, eso te habría convertido en un asesino. Y matar gente está mal. ¿Pero sabes una cosa, Rei? - le decía cabizbaja -

Rei: ¿Eh? - miró a su mamá -

La mujer pelirroja abrazó con fuerza y mucho cariño a su retoño.

Rena: Luchar por la justicia, tal como has hecho justo ahora, eso no está mal. Al contrario, es una buena obra. Una obra maravillosa que me ha hecho sentir tan orgullosa y tan feliz... - decía mientras abrazaba a su hijo entre lágrimas -

Rena: Mi niño... Te han herido por mi culpa... -decía sintiéndose muy culpable -

Rei: ¿Qué herido...? Si no me duele... Me... habría dolido... mucho más... ¡ver como te hacía dañooooo...! - decía el pequeño pelirrojo estallando en llanto -

Rena: Tranquilo, tranquilo. Ya ha pasado todo... - decía mientras acariciaba la cabeza de su hijo para calmarlo -

Rei: Seré más fuerte... ¡No permitiré que este hombre malo se te vuelva a acercar! ¡Quiero ser más fuerte para ser capaz de protegerte! - decía muy determinado el pequeño pelirrojo -

Rena: (...) Gracias, Rei. - dijo muy feliz y agradecida a su hijo -

Rena: (Cometí un grave error confiando en Mudou...) (Pero al menos... no... de este gran error, ha nacido lo mejor que me ha pasado nunca en la vida...) - pensaba agradecida -

Rena: Bien. Pues si quieres hacerte más fuerte, tendrás que darlo todo. Porque pronto habrán más personitas a las que deberás proteger. - dijo cariñosa y coquetamente a su retoño -

Rei: ¿Eh? ¿Qué quieres decir? - no comprendía -

Rena: Rei, hijo mío... estoy embarazada. Pronto vas a ser el hermano mayor... de cinco preciosas niñas. - dijo por sorpresa al niño -

Rei se sintió conmocionado por la noticia, hasta que se volvió loco de la alegría y abrazó fuertemente a su mamá.

Pov. Rei

Después de aquello, llamamos a la policía y se llevaron a Mudou. Mi madre estaría de baja por maternidad después de dar a luz, así que comencé a trabajar a sus espaldas. Sólo tenía 2 años, nadie en su sano juicio ofrecería trabajo a un niño enano. Pero a pesar de ello, trabajé voluntariamente y me pagaron por consideración.

Varios trabajos me ayudaban a fortalecerme, así que los hacía todos de buena gana. Así me terminé de ganar el cariño y el apoyo del vecindario.

¿Cómo era posible que un niño de 2 años trabajase con la misma energía que un joven de 16? Muchos se lo preguntaban.

Aunque reconozco que mi desarrollo no ha sido normal... Con 2 años, mi cuerpo parecía el de un niño de 6-8 años...

De cualquier manera, trabajé duro durante varios meses. Y entonces...

Varios meses después...

Volvía a casa un día más después de trabajar. Mi madre no estaba, lo cual me resultaba extraño. Pero antes de que me temiera lo peor, llamaron al teléfono. Entonces, lo cogí...

Rei: ¿Diga? Sí, soy yo. - respondió a la llamada -

Rei: ¡¿Eh?! ¡Enseguida estoy allí! - dijo antes de colgar con prisa -

Me habían llamado del hospital. Mi mamá... se había puesto de parto. Corrí al hospital lo más rápido que pude, cuando llegué, aún estaban trabajando. Y entonces, mientras esperaba con nervios como si fuera el padre... Los oí.

Cinco hermosos llantos de bebé sacudieron mis oídos, haciéndome caer de rodillas mientras se me escapaban algunas pequeñas lagrimitas...

La enfermera salió para darme la noticia antes de permitirme ver a mi madre.

Enfermera: Tú eres Rei, ¿eh? ¡Enhorabuena, cielo! ¡Ya eres el hermano mayor de cinco hermosas quintillizas! - felicitó al niño -

Rei: ¡Quintillizas...! - sonrió el pelirrojo -

Enfermera: Adelante, ve a conocerlas. - le cedió paso -

Rei: Gracias - entró en la habitación -

Rei: Mamá. - habló a su madre -

Rena: Rei... Mirad, niñas, es vuestro hermano. - dijo a las cinco recién nacidas -

Así, aquel día... Conocí a mis amadas hermanas. En los brazos de mi madre yacían cinco bebés exactamente iguales.

Rei: Aaah... ¡Qué lindas! - se enterneció mientras se acercaba lentamente a ellas -

Rena: Venga, no seas tímido. Saluda a tus hermanitas. - animó a su hijo a saludar a sus recién nacidas hijas -

Rei se subió a la cama y miró cara a cara a las cinco bebés.

Rei: Hola. Me llamo Rei, soy vuestro hermano mayor. ¡Y os quiero con todo mi corazón! - dijo muy ilusionado a sus hermanitas, quienes le sonríen en respuesta -

Rei: Mamá - llamó la atención de su madre - Pienso ser más fuerte para poder protegeros. ¡Os sacaré hacia delante con todas mis fuerzas! - dijo el pequeño pelirrojo lleno de determinación -

Rena: Gracias, hijo... - dijo derramando unas pocas lagrimitas -

Rena: (De verdad...) (¿Qué he hecho yo...?) (¿...para merecer a un hijo tan bueno...?) (¿Y para tener... a estos cinco ángeles como hijas...?) - se preguntaba la mujer pelirroja algo lacrimosa -

Rei: Mis queridas hermanitas... Yo os protegeré. - dijo determinado -

Rena: Rei, ¿quieres ponerles nombre a tus hermanas? - ofreció a su hijo -

Rei: ¿Eh? ¿Yo? Pues... - decía dubitativo -

Rei: ¿En qué orden nacieron? - preguntó a si madre -

Rena: Empezando por la izquierda - indicó con la mirada -

Rei: Vale. Ya sé, como yo me llamo Rei, que significa "cero"... ellas se llamarán... - decía-

Rei: La primera, Ichika; la segunda, Nino; la tercera, Miku; la cuarta, Yotsuba; y la quinta, Itsuki. - nombró a sus hermanas de mayor a menor -

Rena: ¡Qué nombres tan bonitos! (Se nota que es mi hijo, tenemos casi los mismos gustos y peculiaridades.) - expresó su alegría -

Rei: Son mis hermanas. Quería que tuvieran nombres bonitos. - dijo feliz -

Rei: Ichika... Nino... Miku... Yotsuba... Itsuki... ¡Os quiero, hermanitas mías! - dijo a las recién nacidas, quienes le sonreían alegremente -

Seis años después...

Pov. Rei

Aquel día fue uno de los más felices de la vida de mamá... pero también lo fue de la mía.

A partir de aquel día, mi madre comenzó a trabajar más duro como profesora, y yo me quedaba en casa cuidando de mis hermanas. No perdía el tiempo, pues después de hacer todas las tareas de casa, continuaba entrenando. Mis únicos entretenimientos eran la espada de bambú que me hice, y un balón de fútbol que me regaló mamá por mi tercer cumpleaños.

Claro que, también hacíamos cosas juntos.

Yo las cuidaba y las enseñaba a cuidarse. Jugábamos juntos, comíamos juntos, dormíamos juntos... Me sentía un poco como un padre.

Fuimos creciendo, finalmente empecé a pegar estirones poco a poco, y mis hermanas se volvieron unas niñas verdaderamente hermosas. Cada día que pasábamos juntos era mucha felicidad, realmente era como estar en el cielo, más libres que nunca.

Sin embargo, yo era el único que sabía que la salud de mamá era débil. Y a menudo podía notar mucho cansancio en ella al regresar a casa. Me esforcé en aprender a cocinar y hacer la colada, para que no tuviera que preocuparse por las tareas domésticas.

Un día, cuando yo tenía 8 años y mis hermanas 6, ella recayó de su enfermedad. Y yo comencé a trabajar duro para suplirla, pero mientras estaba levantando cajas, un hombre trajeado me detuvo. Yo a aquel hombre lo recordaba, era uno de los médicos que estuvo presente en el parto de mi madre el día en que nací.

...: Muchacho. No deberías trabajar, sino jugar como todos los niños de tu edad. - me dijo inexpresivo -

Rei: Disculpe, pero tengo mis razones para hacer lo que hago. Le pido por favor que no me detenga. Si me disculpa... - dije antes de volver a levantar las cajas pero el hombre me interrumpió -

...: No deberías preocupar así a Rena, Rei-kun - dijo impávido -

Rei: ¿De qué nos conoce a mi madre y a mí? Un momento... ¿Nos conocemos de algo? Me resulta familiar... -trataba de recordar-

Rei: ¡Eureka! ¡Ya me recuerdo! Usted es doctor, ¿verdad? ¡Y estuvo con mi madre el día que nací! - recordó al doctor -

...: Me sorprende que recuerdes un momento del día que naciste. - dijo un poco sorprendido -

Rei: Tengo una muy buena memoria - dijo aún sin confiar en él -

Rei: Ahora... ¿quién es usted y qué quiere de mí? - preguntó -

...: Sólo he venido a conocerte. - dijo con tono calmado -

...: Me llamo Maruo Nakano. Un placer, Rei-kun - dijo con educación -

Rena: ¡Rei! - gritó llegando al lugar -

¿Ah? ¿No lo había dicho? Nunca le dije a mi madre que yo también trabajaba. Aunque ese día fui a trabajar de imprevisto... y dejé solas a mis hermanas en casa.

Rei: ¿Mamá? ¡Deberías estar descansando! ¡Ay! - replicó pero le dió una toba en la cabeza -

Rena: ¡Y tú deberías estar en casa! ¡Las niñas me llamaron desde el hospital para decirme que no estabas! ¿Y por qué no me has dicho que estabas trabajando? ¡Los niños lo tienen prohibido! - reprendía algo molesta a su hijo -

Rei: ¡No podía dejarte cargar con tantas cosas! ¡Y llevo haciendo estos trabajos desde hace ya seis años, no es problema par mí! - dijo sorprendiendo mucho a su madre -

Rei: Voy a terminar esto. - dijo tomando las cajas y continuando con su trabajo -

Mi madre aún trataba de asimilarlo mientras me veía trabajar. Realmente... yo era un elemento. Algo nunca antes visto en un niño en esta sociedad. Algo único, quizás.

Maruo: Tienes un buen hijo, Rena. - dijo sonriendo ligeramente -

Rena: Te equivocas, Maruo-kun... - dijo sorprendiendo al hombre -

Rena: ¡Tengo al mejor hijo del mundo! - dijo muy feliz mientras miraba a su hijo -

Mi madre no se enfadó conmigo por mi trabajo al final. Al contrario, me dijo que estaba orgullosa de mí. Pero me pidió que parase, porque un niño de mi edad no debería estar trabajando como un esclavo. Aunque yo ya le dije que lo estaba haciendo por voluntad propia, me insistió tanto que acabé cediendo a su petición.

Conforme fueron pasando los meses, fuimos viviendo con mayor normalidad. Ahora que yo ya no trabajaba, pasaba todos los días en casa con mis hermanas.

Solía ver varios programas de TV con Ichika...

Solía maquillar y acicalar a Nino...

Salía a hacer las compras, de vez en cuando con Miku o con Itsuki...

Y también empecé a jugar al fútbol con Yotsuba.

Me sentía bien, porque mi madre cada día parecía más contenta. Creo que era gracias a que Maruo le hacía compañía casi todos los días después de trabajar. En fin, a todos los hijos nos agrada que a nuestros padres les vaya bien, ¿no?

Entonces, un día, ambos me pidieron reunirme con ellos en privado, lo cual me extrañó.

Maruo: Rei-kun, hay algo que queremos decirte. - dijo captando la atención del pelirrojo -

Rena: Aún no sabía si contárselo también a las niñas, así que pensamos que sería mejor decírtelo a ti primero, Rei. - dijo tranquilamente a su hijo -

Rei: ¿Decirme el qué? - preguntó extrañado -

Maruo: Rei-kun. Pronto podrás llamarme papá. - dijo sorprendiendo al pequeño pelirrojo -

Rei: ¿Ah? - no comprendía a santo de qué venía eso -

Rena: Rei. Maruo-kun y yo vamos a casarnos. - dijo alegremente sorprendiendo hasta la médula a su pequeño hijo -

Rei: Oh... Vaya... - no supo como reaccionar -

Rei: Felicidades. - dijo aún sorprendido -

Maruo: Comprendo que esta noticia te pille en fuera de juego. Pero no tienes de qué preocuparte. A partir de ahora, cuidaré de la salud de tu madre. Ya va siendo hora de que empieces a vivir como un niño normal. -dijo con una pequeña sonrisa -

Rei: Gracias. - dijo el pelirrojo antes de ponerse de rodillas ante el hombre - Por favor, cuide de mi mamá. -le rogó -

Maruo: Vamos, no te arrodilles... hijo... - dijo algo avergonzado -

Rena: Te lo hemos contado a ti primero porque estamos por experimentar varios cambios. - dijo la mujer pelirroja a su hijo -

Rei: ¿De qué tipo de cambios estamos hablando? - preguntó algo intrigado -

Rena: De... varios en general. - dijo algo entrañada -

Maruo: Me han trasladado de vuelta al hospital donde solía trabajar originalmente, que se encuentra en una ciudad situada entre Saitama y Aichi. Hemos decidido mudarnos todos allí para el año que viene. - anunció -

Rei: Ah, ese tipo de cambios. - captó lo que pretendía -

Maruo: Rei-kun, también te apuntaremos a ti y a las niñas en una escuela. Me ocuparé personalmente de vuestros gastos académicos. - dijo el doctor -

Rei: Está bien. Nada me ata a este lugar... y en una escuela aprenderemos mucho, ¿no? Pues entonces, que así sea, no tengo nada que objetar. - dijo predispuesto -

Rena: Gracias, Rei. - agradeció la predisposición de su hijo -

Rei: Sólo díganme si hay algo que pueda hacer y lo haré. - dijo mostrando su predisposición una vez más -

Maruo: Gracias. Contamos contigo, Rei-kun - aceptó su predisposición -

Y así fue como ocurrió todo. Durante este último año, ayudé a mamá y a Maruo en todo lo que pudiese hasta el día de nuestra mudanza.

Mis hermanas también estaban preocupadas por mamá. Pero tanto yo como ella conseguíamos hacer que no se preocuparan. Y nuestra madre siempre nos decía lo mismo, que mientras nosotros, sus seis hijos, fuésemos felices, ella también lo sería.

Entonces, al año siguiente, nos mudamos y nos fuimos a vivir a una pequeña ciudad fronteriza entre Aichi y Saitama. Empezamos a asistir a la escuela local, donde jugaba siempre al fútbol en los recreos. Pero los primeros días no eran fáciles, éramos los nuevos y los niños del colegio se metían con nosotros. A mí me resbalaba lo que hacían, pero la historia era diferente cuando se metían con mis hermanas. Me enfrentaba a ellos rechazándoles a balonazo limpio, ¡con mis hermanitas no se mete nadie!

Mi nuevo padre, Maruo, vió que yo tenía potencial para el fútbol, así que me ofreció hacer una prueba en el Meiwa FC, el mejor equipo sub-12 de la ciudad. Al principio sólo jugaba al fútbol para entretenerme, pero animado por mis dos padres y mis cinco hermanas, acepté hacer la prueba y la pasé con éxito.

Tres años después...

Estaba en mi último año de primaria. Con el Meiwa FC llegamos a la final nacional el año pasado, pero perdimos contra el representante de Shizuoka, el Nankatsu SC. Y lamentablemente, al año siguiente se repetiría la historia...

Llevaba el balón con mucha confianza, regateaba fácilmente a los contrarios y marcaba muchos goles. El capitán de nuestro equipo, Takeshi Sawada, me nutría de muchos balones que convertía en goles. Pero el Nankatsu SC, aunque yo aún no le conocía, le tenían a él...

Rei: ¡Ah...! - perdió el balón ante un niño peliblanco -

...: ¡Hah! - el peliblanco chuta desde 30 metros y anota un golazo -

El gol del capitán del Nankatsu SC , Glaolo Shadeon, puso la rúbrica al partido por el título.

Sonaron los tres pitidos finales y perdimos... Pero al menos me quedé con el sabor de boca de haber sido vencido por un gran jugador. Oí en una entrevista que le hicieron que seguiría jugando al fútbol en la Secundaria, así que me puse feliz porque tendría otra oportunidad de jugar contra él en el futuro.

Al año siguiente...

Empecé mi vida como estudiante de secundaria, y me apunté en la Secundaria Meiwa Higashi.

Caí con buen pie. Me hice con un puesto de titular en el club de fútbol, y mamá y mis hermanas venían a apoyarme a mis partidos regionales. Pero en mi primer año, fue uno de los más fructíferos de mi vida. Gané el torneo regional de Saitama conmigo como máximo goleador y fuimos al Torneo Nacional de Secundarias. Lo mejor de aquel año fue contar con el apoyo de mi familia durante aquella semana. Mamá, Papá, mis hermanas... no se perdieron ni un partido. Contábamos con que el torneo nacional se celebraba en el Estadio Internacional de Saitama, que quedaba cerca de nuestra casa.

Con el equipo Meiwa Higashi llegamos a las semifinales nacionales, pudimos pasar de la ronda de cuartos de final gracias a un golazo mío de falta.

Rei: ¡Hah! - chutó la falta con limpieza y se coló por la escuadra derecha, como el gol de Forlán ante Ghana en el Mundial de 2010 -

Comentarista: ¡Gooooooool! ¡Golazo de Rei Nakano!

Rei: ¡Ja, ja, ja...! - celebró el gol delante de la tribuna -

Quintillizas: ¡Vivaaaaaaaa! - celebraban mi gol como si fuera de ellas -

Maruo: Muy bien. - dijo sonriendo -

Rena: (...) - no decía nada, sólo sonreía al verme sonreír sobre el césped -

Jugamos la semifinal contra la Secundaria Toho de Tokio, pero aunque yo conseguí meterle un gol al mismísimo Ken Wakashimazu, perdimos 2 a 1... Aunque yo me quedé con buen sabor de boca sabiendo que lo había dado todo.

Pero mi buen sabor de boca pronto se iría amargando... Mi madre cada vez recaía más de su enfermedad, y yo me preocupaba mucho. Le pregunté a Maruo si existe algún tratamiento para la enfermedad de mi madre, pero me dijo que no, que no existía. Que era una enfermedad degenerativa, y la medicación que se tomaba sólo ralentizaba el progreso de la misma.

Fue entonces cuando tomé una decisión. Me dedicaría al fútbol, que sería futbolista profesional y entonces... Cuando fuera lo bastante rico, compraría a mi madre toda la medicación posible para ralentizar el progreso de su enfermedad hasta el punto de detenerla.

Naturalmente, mi mamá me decía que no me preocupara por ella. Que a ella le bastaba con verte jugar y disfrutar mientras perseguía el balón para hacerla sentir viva y feliz. Aunque, la verdad, aquello sólo hacía más fuerte mi determinación.

Pasé mis años de secundaria destacándome en el fútbol y en los estudios. En aquel tiempo, mientras yo estaba en segundo, mis hermanas ya estaban terminando en primaria y habían viajado a Kioto. Imagino que fue entonces cuando conocieron a Fuutarou, lo que me hizo desear conocerlo y enfrentarme a él algún día después de oírlas hablar sobre él.

También fueron años muy extraños, ya que no había vuelto a ver a Glaolo sobre un terreno de juego en secundaria. Pero me enteré de que se había lesionado gravemente la pierna y estuvo todo su segundo año sin jugar. Supe más tarde que jugó en su primer año de secundaria en la Secundaria Nankatsu pero teniendo un rol secundario a la sombra de Tsubasa Ozora. Y también que en su tercer año fue elegido para representar a Japón en el Mundial Sub-17.

El tercer año... disputé mi último torneo nacional de Secundarias con el Meiwa Higashi. Pero no pudimos ganar al Toho... De igual manera, me puse muy feliz por un motivo. Una escuela se interesó por mí, le gustaban como jugaba al fútbol y se impresionaron por mi sobresaliente expediente académico y me ofrecieron una beca de estudios para estudiar con ellos. Y así fue como, por recomendación, decidí ir a la Preparatoria Zero. Volví a casa todo contento deseando contarles la noticia a mi familia...

Pero en aquel 14 de agosto... sucedió una tragedia que me marcó de por vida. Fue el inicio de nuestro tormento familiar... y el comienzo de mi infierno.

Tenía muchas ganas de contarle la noticia a mi madre y a mis hermanas. Pero cuando llegué a nuestra casa, mis hermanas me esperaban con unas expresiones de preocupación y dolor extremas en sus rostros. Les había llegado una llamada...

Rei: ¡Me han reclutado para la preparatoria Zero! ¡Pronto podré jugar al máximo nivel! - dijo muy ilusionado -

Rei: ¡Ya he vuelto! - dijo abriendo la puerta -

Itsuki: ¡¡Onii-chan, onii-chan!! ¡¡Es terrible!! - lee recibió una de sus hermanas, tenía horquillas de estrella en su cabello -

Rei: ¿Eh...? ¿Qué pasa, Itsuki? - pregunté desconcertado -

Itsuki: ¡Tenemos una llamada del hospital, mamá...! - al oírla, cogió rápidamente el teléfono de la mano de otra de sus hermanas, que llevaba una cinta verde en la cabeza -

Rei: ¿Sí? Sí, soy yo... ¿Qué ha pasado...? ¡¿Cómo?! - dejó escapar cuando me enteré de lo sucedido -

Al oír la noticia, fui con mis hermanas al hospital donde nuestra madre estaba ingresada. Al parecer, su salud se había deteriorado mucho y ya no le quedaba mucho tiempo de vida... Durante los últimos meses, había escuchado rumores muy preocupantes. Decían que las mujeres con embarazo múltiple tenían una salud más débil y una esperanza de vida más corta, lo que provocaba fallecimientos tempranos. Y el estado de mi madre hizo que me preocupase muchísimo más.

Quintillizas: ¡¡Mamá!! - corrieron hacia su madre, quien yacía débil en una cama del hospital, acompañada por su esposo -

Rei: ¡Mamá...! - se acercó él también -

Rena: Rei... Niñas... - sonrió ligeramente al ver a sus hijos -

Maruo: Rei-kun, tengo que hablar contigo en privado. Vuestra madre... - trató de decir las noticias sólo a él, pero el pelirrojo no quería rodeos -

Rei: Maruo-san, sea claro... ¿Se va a poner bien nuestra madre? - le preguntó muy serio -

Nuestro padrastro me puso la mano en el hombro y me susurró al oído.

Maruo: Ahora tus hermanas te van a necesitar más que nunca. Ahora, ve y escucha a tu madre... por última vez - le dijo con una expresión rota y vacía -

Me quebré. Me acaban de decir que mi madre va a morir. No sabía cómo reaccionar... Sólo fui con ella y la escuché.

Rena: Rei... - miraba a su hijo -

Rei: Mamá... - miraba a su mamá -

Rena: Perdóname... Nunca pude darte... todo lo que te merecías... A pesar de lo mucho que trabajé para que fuerais felices... Al final, tú también tuviste que trabajar... - aquellas palabras hicieron brotar lágrimas en los ojos del pelirrojo -

Rei: ¿Qué estás diciendo...? No nunca... he merecido nada... Sólo quería lo mejor para vosotras... Trabajé duró para que nunca... nos faltase de comer... Para que pudieras estar más tranquila... Quería ser profesional para que... nunca tuvieras... que preocuparte más por... trabajar... Para haceros la vida más fácil... - dijo lacrimoso a su madre-

Rena: Gracias, Rei... Haberte tenido... fue la mayor bendición que me dió la vida. Cuida de tus hermanas por mí... Y no te preocupes más... por el dinero o por trabajar... Aún eres un niño... Persigue tus sueños... - animó a su hijo con sus últimas fuerzas -

Rei: ¿Qué niño...? Tengo 15 años... ya no soy ningún niño - dijo el joven pelirrojo mientras se secaba las lágrimas -

Quintillizas: Mamá... - decían llenas de tristeza y lágrimas... -

Rena: Estoy muy orgullosa de vosotras, hijas mías... Nunca olvidéis lo que os decía... Si una tiene un problema, solucionadlo las cinco juntas... Si una encuentra la felicidad, compartidla las cinco... Las cinco sois cinco quintos que forman un todo... Sed felices... - recordaba por última vez a sus cinco niñas -

Rena: Rei... Muchas gracias... por venir al mundo... por ser mi hijo... y por ser su hermano... Nunca te olvides de ser feliz... - decía mientras le tomaba de la mano a su hijo -

Rena: Rei... Ichika... Nino... Miku... Yotsuba... Itsuki... Os quiero... - decía débilmente mientras el monitor de pulsaciones llegaba a cero y su mano se resbalaba de la del pelirrojo... -

Rei: (¡...!) - se quedó en shock, acababa de ver morir a su madre, y ya sólo miraba su cuerpo sin vida, con las lágrimas cubriendo sus ojos, mientras la expresión de su cara seguía fragmentada -

Quintillizas: ¡¡¡MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAA!!! ¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAH!!! - las cinco hermanas, rotas de dolor, lloraban desconsoladas sobre su cama -

Maruo: Lo siento - le dijo muy remordido mientras empujaba a su hijo para que abrazase a sus hermanas -

En aquel momento, la cabeza del pelirrojo estaba siendo invadida por un torrente de emociones negativas. Los rumores que había oído y las noticias que había escuchado acabaron siendo ciertas... En aquel instante, la ira se apoderó de él, y cuando Nino, Yotsuba e Itsuki le abrazaron... las apartó y empujó violentamente con sus brazos, chocando también con Ichika y Miku.

Maruo: ¡¿Eh..?! - se impactó por mi acción -

Quintillizas: ¡Ay...! - sintieron algo de dolor - ¿Onii...-chan...? - le miraron a la cara, y vieron una expresión quebrada, llena de ira, dolor y lágrimas en su rostro -

Rei: Malnacidas... Vosotras... - tartamudeaba furioso - Con lo que me he esforzado para que nuestra madre... y al final resulta que...

Maruo: Rei-kun, contrólate. - dijo tratando de calmar al pelirrojo -

Kai: ¡Usted, cállese, no se meta! - le mandó a callar, sintió algo de temor y retrocedió un paso -

Kai: ¡¡¡Esto es culpa vuestra!!! ¡¡¡Si no hubierais nacido, mamá seguiría viva!!! - gritaba como loco, había perdido la razón -

Descargué mi ira sobre mis inocentes hermanas, quienes sólo podían llorar temblorosas. Entonces, me di media vuelta y antes de irme de la habitación, dije lo peor que pude decir en ese momento... Qué digo, lo peor que jamás he dicho en mi vida...

Kai: No quiero volver a veros nunca más... - se giró por última vez hacia ellas con lágrimas en los ojos y tan furioso que se le hinchó una vena - ¡¡¡OS ODIO, MATRICIDAS!!!

Maruo: ¡¡Rei-kun!! ¡¡Espera!! - dijo pero no podía hacer nada más que ver a su hijo salir corriendo del hospital fuera de sus cabales -

Salí corriendo del hospital, dejando impactado a mi padrastro. Y mis hermanas estaban más rotas de dolor que nunca... Acababa de fallecer su madre... y su estúpido hermano mayor las acababa de repudiar... Volví corriendo a casa, recogí mis cosas y me marché, lleno de tristeza, rabia y muchos remordimientos.

Corrí a un lugar apartado... lejos de la civilización e la costa... Para asumir lo que había hecho...

Rei: Mamá... Mamá... - extrañaba ya a su fallecida madre -

Rei: ¿Por qué...? ¡¿Por quéeeeeeeeeeeeee?! - gritaba de rodillas -

Rei: (...) Y... herma..nitas... yo... - no se podía creer lo que había hecho -

Rei: ¡¿QUÉ DIABLOS HE HECHO?! - se preguntaba más perdido que nunca -

Rei: ¡¡¡AAAAAAAAAAAAAAAAAAARGH!!! - gritó de manera desgarradora delante de un acantilado -

...: Te doy mi más sincero pésame, Rei-kun. - dijo un hombre que parecía un farmacéutico -

Rei: (...) ¿Quién es usted? ¿Qué quiere? - preguntó claramente sin tener ganas de hablar -

Dr. Takamiya: Soy Shosuke Takamiya, trabajo en la Preparatoria Zero. Nakano Rei-kun, he venido a buscarte. ¿Quieres venir a la Preparatoria Zero? - ofreció -

Así fue como llegué a la Preparatoria Zero. Pasé lo que restaba de mi tiempo en secundaria en la división de la misma de allí. Llegué completamente roto, gracias al Dr, Takamiya, me permitieron estar algún tiempo de luto.

Naturalmente, no fui al funeral de mi madre. Yo no quería ver a mis hermanas. E Imaginaba que ellas tampoco querrían verme en ese momento. Me pasé todo el día llorando en mi habitación de la residencia de alumnos, sin comer ni dormir.

El Dr. Takamiya me hizo grandes favores en aquellos seis meses. Me permitió superar los exámenes finales sin tener que acudir a ninguna clase. Me ayudó, por petición mía, a adoptar otra identidad para tratar de olvidar mi pasado. Adopté la nacionalidad brasileña y me puse de nombre Kai Thornblade, estuve el resto del año entrenándome en kendo y artes marciales.

Y un día, antes de comenzar en la preparatoria, mi padrastro me visitó.

Ahora os contaré lo que de verdad hablamos aquel día.

Maruo: Rei-kun. - saludó con la mirada vacía pero algo preocupado -

Rei: ¿Qué quieres de mí y cómo me has encontrado? - preguntó contrariado y algo sorprendido -

Maruo: Hay algo importante de tus hermanas que debes saber - dijo tratando de socializar -

Rei: No quiero saber nada de esas matricidas - respondió enfadado para ocultar su amargura -

Maruo: Estás muy equivocado. Tus hermanas no tienen ninguna culpa de la muerte de Rena. Y lo mismo pasa contigo, ninguno de vosotros tiene la culpa de nada. - explicó -

Rei: (...) - en el fondo él lo sabía, pero su alma y su corazón aún estaban quebrados -

Rei: ¿Por qué...? - preguntaba entre lágrimas -

Maruo: ¿Eh? - se sorprendió un poco al ver a su hijo de rodillas -

Rei: ¡Mamá era una mujer maravillosa! ¡¿Por qué tuvo que morir?! ¡¿Por queeé?! -preguntaba mientras estallaba en llanto-

Maruo: (...) - su padre comprendía perfectamente como se sentía su hijo -

El hombre pelinegro también se puso de rodillas y abrazó con fuerza a su hijo. Éste quería negarse, pero sólo lo aceptó mientras se desahogaba.

Rei: ¡¡¡BUAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAARGH!!! ¡¡¡MAMÁAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAAA!!! - el pelirrojo se desahogó en un mar de lágrimas -

Maruo: Rei-kun. Vuelve a casa, estamos preocupados por ti. - pidió a su hijo -

Rei: (..) No puedo - dijo haciendo un puchero como sus hermanas -

Rei: No puedo volver así como así... Lo he perdido todo...

Maruo: vuelves y les pides perdón... -decía hasta que fue interrumpido por el pelirrojo-

Rei: Precisamente por eso no puedo. Después de lo que ha pasado... ellas nunca me perdonarán. Si vuelvo... no sólo estarán enfadadas conmigo... también les recordaré a mamá, y eso las pondría aún más tristes... - decía lo que pensaba -

Rei: Yo no... ¡¡¡ARGH!!! - sintió un pinchazo en el corazón y se desmayó -

Maruo: ¡¿Rei-kun?! ¡¡Rei-kun!! - mostró mucha preocupación por su hijo -

Después de aquello, mi padre me llevó al hospital y me trató junto a unos compañeros. Me detectaron una enfermedad que mi padre ya conocía... una que me producía degeneración celular.

Maruo: No puede ser... Es la misma enfermedad que padecía Rena... ¿Por qué la tie...? ¡Ah! - se preguntaba hasta que recordó algo -

Mi padre recordó el día que nací y los posteriores. Recordaba lo mucho que tomaba pecho de mi madre al nacer. Al principio, pensó que yo solo estaba absorbiendo nutrientes, pero ahora había descubierto que también absorbí algo más...

Maruo: Rei-kun... No me digas que ya sabías lo de Rena al nacer... E hiciste eso conscientemente para evitar que tus hermanas... también padecieran la misma enfermedad... - supuso bastante desconcertado -

Dr. Takamiya: Parece que el diagnóstico era correcto - decía entrando en la sala mientras miraba un informe -

Maruo: ¿Takamiya-sensei? ¿Qué hace aquí? - se sorprendió al verlo entrar -

Mi padre ya conocía al doctor Takamiya. Fue profesor suyo en la Facultad de Medicina.

Dr. Takamiya: Este joven absorbió células contaminadas mientras fue amamantado por su madre. Éstas se concentraron en su pecho después de dar a luz. Cuando una mujer se pone de parto, sus órganos internos tienden a funcionar más rápido o de manera más dispar. Por ello, la sangre circula más rápido y es el momento en el que sus senos sufren un ligero aumento, que es cuando se concentra la energía. - explicó el veterano doctor -

Maruo: ¿Pero cómo se explica que él contrajese la enfermedad y sus hermanas no? - preguntó -

Dr. Takamiya: Porque él se amamantó con todas las células contaminadas de su madre, impidiendo que éstas regresaran al vientre. Por lo que en el momento en que fue fecundada por segunda vez, la mujer estaba sana y limpia, logrando que sus hijas posteriores nacieron sanas y fuertes. - explicó -

Maruo: No puede ser... Rei-kun... - miraba a su hijo con desconcierto -

Dr. Takamiya: No puedo confirmar si él lo sabía o no... Pero este joven alargó un poco más la vida de su madre... y salvó las de sus hermanas - dijo impactando a su padre -

Dr. Takamiya: Nakano-kun. Me gustaría pedirte un favor, permíteme ocuparme de la salud de tu hijo. - pidió a su exalumno -

Maruo: Sensei... No lo sé. Le prometí a Rena antes de morir que no permitiría que nada malo les pasase a sus hijos. - dijo dubitativo -

Dr. Takamiya: La verdad es que tengo algo que contarte. Llevo un tiempo trabajando en curar algunas enfermedades, y he encontrado un remedio que estoy desarrollando. Y puede que ésto no pueda devolverle la vida a tu mujer, pero tal vez sí podría salvar la de su hijo. - dijo impactando de nuevo a si exalumno -

Maruo: (...) Sensei. Si es verdad lo que dice, por favor... Este chico y sus hermanas son lo único que me queda de Rena... Sálvelo, por favor. - suplicó a su antiguo sensei -

Dr. Takamiya: Déjelo en mis manos. Lo trataré durante su etapa en la preparatoria, mientras estudia con nosotros en Zero. Te doy mi palabra, para cuando se gradúe, ya su enfermedad estará curada del todo. - hizo una promesa -

Prometiendo a mi padre que curaría mi enfermedad, el Dr. Takamiya me llevó a la enfermería de la Preparatoria Zero. Bueno, a su laboratorio. Cuando me desperté, me dijo lo de mi enfermedad.

Rei: Agh... ¿Eh? ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy...? - preguntó algo confundido -

Dr. Takamiya: ¿Has dormido bien, Rei-kun? - preguntó el doctor veterano-

Rei: ¿Doctor? ¿Dónde estamos? - preguntó-

Dr. Takamiya: En mi laboratorio. También lo empleo como enfermería para la Zero. - respondió -

Dr. Takamiya: Rei-kun. Debes saber que padeces una enfermedad. Es la misma que padecía tu difunta madre - dijo algo serio impactando al pelirrojo -

Aunque tras recibir aquella noticia, me mantuve impávido.

Rei: ¿Cuánto tiempo me queda, Doctor? - preguntó con la mirada vacía -

Dr. Takamiya: Con el ritmo al que va, diría que te quedan al menos 5 años de vida. - dijo ante un pelirrojo inexpresivo -

Rei: Vale... Mañana empiezan las clases y tengo que preparar el material. Nos vemos mañana, Doctor - dijo antes de retirarse sin más -

Dr. Takamiya: (...) Supongo que necesita tiempo para asimilarlo. Bueno, se lo diré una vez lo termine. - dijo antes de seguir trabajando -

No estaba de humor para escuchar nada. Me daba igual si mi enfermedad tenía cura o no. Me daba igual cumplir mis sueños o no. Ya no tenía razones para vivir. Nunca volvería a ver a mi madre, ni a mis hermanas, sonreír de nuevo.

Lo único que pensaba en aquel momento era en morir. ¿Debería dejar que la naturaleza siga su curso y pasen mis 5 años de vida restantes? ¿O debería acabar con todo suicidándome y decir adiós a este mundo tan cruel?

Ya no me importaba nada. Mi vida no tenía sentido. Estaba en el infierno, y solo quería dejar de existir de una vez. Desaparecer, y que conmigo desapareciera todo lo que hice...

Vivía un verdadero infierno. Pero se congelaba de vez en cuando desde aquel día, en el que nuestros caminos se unirían para siempre... En él, encontré una nueva luz, y junto a él, encontré otras nuevas luces refulgentes.

Comenzó todo el primer día de preparatoria...

Dr. Hamazaki: Nakano... que diga, Thornblade-kun. ¿Te unirás al equipo de fútbol al final? - le preguntó curioso por la decisión del pelirrojo -

Rei: Ah. He estado tan perdido que últimamente he dejado de jugar. No creo que ayude demasiado que me una... - decía pesimista -

...: No importa que seas bueno o no. ¡Lo importante es que te diviertas! - le dijo un chico peliblanco -

Rei: ¿Tú eras...? Shadeon-kun, ¿no? - trataba de recordar el nombre de su compañero de clase -

Glaolo: Sí. Me llamo Glaolo Shadeon. ¿Cómo te llamas? - le preguntó su nombre -

Rei: Kai. Kai Thornblade. - le dijo su nombre falso -

Glaolo: Encantado de conocerte, Kai. Mis hermanos y yo hemos reunido a algunos compañeros de clase en el campo de fútbol para jugar un poco. ¿Te apuntas? - le invitó a jugar -

Rei: Mmm... Vale, pero sólo si me dejáis ser portero - dijo su condición -

Glaolo: ¡Sin problema! ¡Vamos! - tomó al pelirrojo de la mano y corrieron hacia el campo -

Al principio, Glaolo me parecía un chico raro que simplemente le gustaba mucho el fútbol. Pero según iba jugando con él, empezaba a sentir un calor que llevaba años sin sentir. Fue entonces cuando me acordé que jugué contra él en Primaria. Es increíble como el fútbol une los caminos de la gente, ¿verdad?

Aquel calor se hizo mayor mientras conocía a mis compañeros. A Brawl, a Jaspe, a Flareleon, a Berceo, a Drake... Hice nuevos amigos que minimizaron ligeramente las heridas de mi corazón.

Nos convertimos en un equipo asombroso. Glaolo, Berceo y Tsukasa creaban magníficas jugadas. Flareleon, Drake y Jaspe metían goles escandalosos. Brawl mantenía a flote una defensa inexpugnable. Y yo me volví un cancerbero imbatible. Pudimos ganar a las Preparatorias Nankatsu y Toho en el Intercolegial, y nos coronamos campeones del torneo de verano, un logro sin precedentes para un equipo recién formado.

La noche del día de la final, la escuela celebró una fiesta en nuestro honor. Habían acudido alumnos, profesores y algunos familiares. Pero yo no estaba de humor para celebraciones...

Estaba orgulloso de haber ganado un torneo nacional por primera vez en mi vida. Pero... me sentía vacío por no poder celebrarlo con mi familia. Además, mientras caminaba, veía la luna... Ya había aceptado la muerte de mi madre... pero mi corazón seguía roto, al igual que el vínculo que tenía con mis hermanas.

Rei: (...) - caminaba en silencio por el sendero montañoso hacia el cedro-

Rei: (...) Hoy la luna también luce muy hermosa... - decía mientras observaba el satélite en su fase de luna llena-

Rei: (...) La luna... Itsuki... - observar la luna le hizo recordar a su hermanita más pequeña, a lo que se le saltaron las lágrimas -

Rei: Jamás pensé... que no tener a la familia en estos momentos... pudiera ser tan doloroso... - decía mientras se secaba las lágrimas -

Rei: ¿Cómo pude... ser tan... inmaduro...? Esas palabras... jamás debieron salir de mi boca... -decía con mucho arrepentimiento -

Rei: Por mucho que gane aquí... Por más títulos y reputación que gane... Nada cambiará el hecho de que soy un cobarde... Maldita sea mi estampa... -se maldecía a sí mismo -

Después de caminar por un rato entre lágrimas, llegué al cedro en la cima de la montaña de detrás del instituto, donde me encontré con mi mejor amigo.

Glaolo: ¿Oh? - se sorprendió por su llegada -

Rei: ¡Ah...! - se secó las lágrimas que le quedaban antes de nada -

Rei: ¿Cómo es que no estás en la fiesta? ¿No te van los festejos, capitán? - preguntó intentando desviar la atención-

Glaolo: Necesitaba venir aquí en este momento. ¿Y qué hay de ti? - devolvió la pregunta-

Rei: ¿Eh?... - se sintió pillado-

Glaolo: Para haber ganado el Intercolegial y ser el mejor portero de la competición, no se te ve nada contento. ¿Te ha pasado algo? -preguntó con curiosidad-

Rei: N-no es nada. Lamento la interrupción, ya me voy - intentó irse -

Glaolo: Espera. Puedes quedarte. Así también le haces compañía -dijo sonriendo y ofreciendo gentilmente-

Rei: ¿Compañía a quien? Si aquí estamos solos, ¿no? - decía no viendo a nadie alrededor de ambos -

Glaolo: Solos no. Allí arriba, hay alguien más -señaló al cielo, más concretamente, a la luna, en su fase llena -

Rei: ¿Eh? ¿La luna? - la miraba algo incrédulo-

Glaolo: Hay noches en las que no hay estrellas alrededor de la luna llena. A mí me gusta situarme en lugares altos como este y hacer compañía a la luna, así no se siente sola. - decía plácidamente-

Rei: ¿Haces compañía a la luna creyendo que se siente sola? Je, je, suena raro, pero no es un mal plan. - le gustó la visión del peliblanco -

Los dos jóvenes se quedaron absortos mirando a la luna durante unos segundos. Hasta que Glaolo se animó a hablar.

Glaolo: ¿Qué te ocurre? ¿Porqué lloras? Nunca te había visto así de triste - preguntó al pelirrojo-

Rei: No es nada, en serio... Es sólo que... mientras veía a los demás celebrando con sus familias... sentí algo de morriña - confesó no del todo -

Glaolo: ¿Y porqué no invitaste a tus padres a venir? - preguntó-

Rei: (...) Mi padre tiene demasiado trabajo como para prestarme atención... - dijo una obviedad sobre Maruo -

Rei: Y... mi madre... murió el año pasado. Pronto hará un año desde su deceso. - dijo muy compungido -

Glaolo: (...) Lo siento mucho. - le dió sus condolencias-

Glaolo: ¿Y no tienes hermanos? Ya sabes que Flareleon, Berceo y Drake son mis hermanos, ¿no? - le recordó -

Rei: Sí. Me acuerdo. - respondió-

Rei: (...) Y bueno... Tengo cinco hermanas pequeñas. Son quintillizas. - confesó-

Glaolo: ¿Cinco hermanas quintillizas? Eso sí que es cantidad. ¿Y porqué no las has invitado? Estoy seguro de que a todos nos habrían caído bien. - aseguró sabiendo el buen rollo del equipo-

Rei: Y no lo dudo... Pero no es que no las invitara porque no quisiera... Es que no podía. -dijo deprimido-

Glaolo: ¿Por qué no? ¿Estás en malos términos con ellas? - no comprendía-

Rei: (...) Es... complicado... - dijo intentando no deprimirse más -

Glaolo: Kai. Cuando te sientas mal o tengas algún problema, no dudes en contármelo. Somos amigos, ¿no? - le dijo con empatía -

Rei: (...) - no pudo decir nada, se le volvieron a saltar las lágrimas, lo que hizo que el peliblanco le pusiera la mano en el hombro -

Rei: Es una larga historia... - dijo secándose de nuevo las lágrimas -

Glaolo: Estoy contigo. Tómate tu tiempo, no tengas prisa, que no me voy a ir de aquí - le alentaba -

Rei: Para empezar... Yo no me llamo Kai Thornblade. Mi verdadero nombre es Rei Nakano. - confesó en primer lugar -

Glaolo: ¿Nakano? Por casualidad... ¿Tienes algún pariente que sea doctor? - preguntó curioso -

Rei: Sí. Mi padre es doctor. ¿Por qué? - sintió curiosidad -

Glaolo: Porque creo que lo conozco. ¿Su nombre completo es Nakano Maruo? - preguntó para estar seguro -

Rei: ¿Sí? - respondió algo dubitativo -

Glaolo: Sí. Conozco a tu padre. También es el doctor privado de mi familia. Él siempre me ha tratado cuando me lesioné. Le debo mi carrera. - dijo sonriendo -

Rei: Vaya, no lo sabía... - dijo algo sorprendido-

Glaolo: Y ahora que recuerdo, creo que también conozco a una de tus hermanas. - se acordó -

Rei: ¿Ah, sí? ¿Cuál? - captó la atención del pelirrojo -

Glaolo: No sé quién sería... pero llevaba un lazo verde, y nunca paraba de sonreír. - dijo intentando acordarse de ella -

Rei: Ah, te refieres a Yotsuba. Ella es la cuarta quintilliza. Está casi todos los días sonriendo... - dijo sonriendo levemente mientras recordaba a su hermana -

Glaolo: Quieres mucho a tus hermanas, ¿verdad? - preguntó cándidamente -

Rei: (...) Sí. - respondió aún algo depre -

Le conté a Glaolo todo lo que me preocupaba. Mi pasado, mi difícil infancia, la muerte de mi madre... así como mi última conversación con mis hermanas... Básicamente, le conté toda mi vida. Pero fue un buen amigo y me escuchó hasta el final.

Glaolo: (...) No has tenido una infancia nada fácil, ¿eh? - dijo comprensivo -

Rei: (...) Soy un cobarde... Me marché de casa... Ya no tengo cara para volver a mirar a mis hermanas... - estaba claramente deprimido -

Glaolo: Vamos... Todos cometemos errores. Lo importante es lo que aprendemos de ellos. Además, siempre puedes ir y pedirles perdón. - reconfortaba al pelirrojo -

Rei: ¿Cómo voy a pedirles perdón si ya no quieren saber nada de mí...? - dijo desconsolado -

Glaolo: ¿Has vuelto a hablar con ellas desde entonces? - preguntó -

Rei: No... Probablemente me odian, por eso no quieren verme. De todas formas, tomé una decisión sobre aquello - dijo algo más calmado -

Glaolo: ¿Decisión? - se intrigó -

Rei: Quiero ganar los campeonatos escolares tres veces consecutivas. Si lo consigo, iré a ver a mis hermanas y les suplicaré perdón. Antes debo haberme vuelto lo bastante fuerte y maduro como para soportarlo todo - dijo determinado -

Glaolo: Es un buen objetivo. Por supuesto, ganaremos los campeonatos, tanto el Intercolegial como el Senshuken. Ya hemos ganado el primero una vez, coronaremos nuestro primer año alzándonos con el torneo más prestigioso a nivel escolar. - dijo al final del año -

Glaolo: Al final del año, nos harán escoger nuestra vocación. Mis hermanos y yo ya tenemos claro cuál escogeremos. ¿Y tú? - preguntó cambiando de tema -

Rei: Sí, lo tengo claro. Me convertiré... en un Caballero. - dijo decidido -

Glaolo: Caballero, ¿eh? - sonrió ante la voluntad del pelirrojo -

Rei: Sí. Derrotaré a nuestros enemigos y protegeré a mis amigos. Como mi maestra Erza Scarlet... - dijo pensando en cierta mujer pelirroja vestida con armadura -

Dije lo primero que se me ocurría. En los siguientes días, de cara al senshuken, seguimos entrenando. Pero yo estaba pasando unos días muy malos.

Me sentía tan culpable por haber herido a mis hermanas que empecé a tener pesadillas. No recuerdo ni una sola noche en la que no me despertase sudando y llorando... Cada día era deprimente para mí. Después de todo... ¿qué sentido tuviera lo que estaba haciendo? Si sólo me quedan 5 años de vida... iba a vivir menos que un perro... ¿Era ese mi castigo por haber lastimado a mis hermanas? ¿Tiene algún sentido mi vida...?

Estuve así durante casi todo el segundo trimestre, pensando en cómo me quería morir.

Entonces, usando mi poder de leer las mentes y corazones, me enteré de algo que me desconcertó. Un día, Glaolo fue a visitar a mi padre al hospital al que trabajaba, ambos estaban muy preocupados por mí. Aunque lo que más me sorprendía era que Glaolo ya conocía a mi padre Maruo, al parecer él también es el doctor privado de su familia adoptiva, que es multimillonaria. Aunque eso explicaría muchas cosas...

Glaolo: Buenas tardes, Doctor Nakano. Gracias por recibirme - dijo un poco serio -

Maruo: Buenas tardes, Glaolo-kun. ¿Cuál es tu dolencia? - preguntó -

Glaolo: Le pido disculpas. Esta cita era un pretexto para reunirme con usted. Necesito hablarle de algo muy importante. Es sobre su hijo, Rei - dijo llamando la atención del doctor -

Maruo: ¿Conoces a mi hijo? Ah, claro... No me acordaba que tú también estudias en la Preparatoria Zero y estás en el equipo de fútbol. - se acordó -

Glaolo: Así es. Soy amigo, además de compañero de clase y de equipo de su hijo, Rei. Sé que tal vez estoy metiéndome donde no me llaman, pero él me ha contado la situación que está viviendo con sus hermanas. - dijo preocupado -

Maruo: (...) ¿Cómo está? - preguntó por su hijo -

Glaolo: (...) Fatal. La culpa lo está matando por dentro. Y en los últimos meses ha estado sufriendo pesadillas. Siempre se despierta todos los días llorando, sudoroso y con fuertes dolores de cabeza. Pero él se hace el fuerte y nunca nos dice nada- contaba al doctor, mientras este se mantenía serio -

Maruo: (...) Gracias por contármelo. Parece que el asunto es más grave de lo que pensaba... Y esa terquedad... está claro que ha salido a su madre... - dijo más preocupado de lo normal -

Maruo: Lo siento, Glaolo-kun, por involucrarte en nuestros asuntos familiares. Me desagrada mucho meter a terceros, pero temo por la vida de mi hijo como no hagamos algo... - dijo preocupado -

Glaolo: No se preocupe. Rei es mi amigo. No puedo darle la espalda sabiendo que lo está pasando tan mal. Pero no sé qué podría hacer por él. A este paso, temo que acabe por suicidarse... - dijo preocupado -

Glaolo: Sus hermanas y su madre...¿tan importantes son para él? Por favor, doctor, si quiero ayudarle, necesito saber con pelos y señas qué es lo que le ocurre. - pidió al doctor que le contase todo -

Maruo: (...) Rena... Su madre era la luz de su vida. La verdad... yo no soy el verdadero padre de Rei-kun y sus hermanas. Los seis amaban a su madre con locura. Pero el vínculo que Rei-kun tenía con su madre era muy especial. Era... el perfecto vínculo entre madre-hijo. Ya puedes imaginarte... perderla fue, sin duda, lo peor que le ha pasado jamás en su vida. Desde que ella ya no está... es como si una parte de él hubiese muerto con ella. La quería muchísimo. Sabía que ella estaba enferma y que lo había pasado muy mal. Y por eso, él quería protegerla a cualquier precio - habló del vínculo entre Rena y Rei -

Glaolo: (...) - escuchaba con pesar -

Glaolo: (...) ¿Y sus hermanas? - preguntó por el vínculo entre los hermanos -

Maruo: El nacimiento de sus hermanas hizo aún más fuerte la determinación de Rei por querer hacerse más fuerte. Sobra decir que también las quiere mucho, y más ahora que son su único vínculo con su madre. - dijo razonadamente -

Glaolo: ¿Entonces...? - no comprendía la rotura de la relación -

Maruo: No fue con mala fe, desde luego... Pero el día en que Rena murió... él había oído un rumor que le hizo creer que fueron sus hermanas las que provocaron su muerte. Y la última conversación que han tenido actualmente los seis... fueron unos gritos de desprecio y odio de Rei-kun hacia sus hermanas. Y ahora que se ha dado cuenta del daño que ha causado... - decía y el peliblanco continuó -

Glaolo: ...se culpa continuamente por lo que hizo. En un mismo día, pierde a su madre y rompe su vínculo con sus hermanas por un arrebato sin mala fe... No me extraña que esté tan deprimido. - comprendía ahora la situación -

Glaolo: (...) Ha perdido a su madre, eso ya no tiene remedio... Pero... - le vino algo a la mente -

Glaolo: Gracias, doctor. Creo que ya sé como ayudar a Rei. Déjelo en mis manos. No permitiré que se quite la vida, al menos, no hasta que se vuelva a reunir con sus hermanas. - prometió al doctor -

Maruo: (...) Gracias, Glaolo-kun. Por favor, cuento contigo. -pidió al amigo de su hijo -

Glaolo: Sí. - dijo antes de despedirse -

Cada día estaba peor... Y entonces, decidí acabar con todo.

De noche fui hacia el mirador de la montaña de detrás de la escuela. Mi intención era tirarme del barranco y matarme. Estaba preparado para decir "Adiós, mundo cruel"...

Pero entonces, Glaolo me detuvo.

Rei: No tiene sentido... No tengo sentido... - decía el pelirrojo deprimido -

Glaolo: ¡Rei! - le detuvo antes de acercarse al risco -

Rei: ¿Glaolo...? - se sorprendió mientras mantenía su mirada muerta -

Glaolo: No puedes morir. - dijo muy serio -

Rei: ¿Por qué no? ¿Por qué no puedo ni eso...? - lloró- Estoy harto... Tengo pesadillas todos los días... No tengo hogar... No tengo familia... Ya no me queda nada... ¡Ya no tengo ninguna razón para vivir! - dijo totalmente quebrado mental y emocionalmente -

Glaolo: Rei... Te equivocas... Aún tienes amigos. Me tienes a mí, a mis hermanos, a Jaspe, a Brawl... ¡A tus compañeros de clase y de equipo! ¡Todos somos tus amigos! ¡No puedes decir que no te queda nada! - le replicó -

Rei: ¿Que no me queda nada...? ¡Ya hace un año que perdí todas mis razones para vivir! ¡Todo lo que le daba sentido a mi vida se derrumbó! ¡Y todo porque fui una puta escoria como ser humano! - sollozaba entre lágrimas de culpabilidad -

Rei: Alguien como yo... ¿Tiene derecho a vivir? ¡¿Tiene algún sentido mi vida?! - preguntó lleno de desesperación mientras agarraba a su amigo -

Pero la respuesta que recibí me emocionó sobremanera. Llegaron Flareleon, Berceo, Drake, Brawl, Jaspe, Tsukasa... todos mis compañeros y amigos estaban allí.

Flareleon: Por supuesto que la tiene. - respondió determinado el salvaje -

Rei: ¿Flareleon? Chicos... - se sorprendió muchísimo al verlos a todos -

Flareleon: Rei. Tu vida tiene tanto sentido como le des tú mismo. - respondió con razón -

Flareleon: Sé sincero contigo mismo. ¿De verdad crees que tu vida no tiene sentido? Porque pensamos que te equivocas. - respondió con sinceridad -

Rei: Flareleon... - le dió que pensar el pelinaranja -

Berceo: Rei. La diosa siempre tiene un destino pensado para todas sus ovejas, incluso para las que se encuentran descarriadas. Y me ha hablado... tú tienes uno muy especial, aún no puedes sucumbir. ¿De verdad piensas que lo has perdido todo? - preguntó con benevolencia -

Rei: Berceo... - puso pensar un poco mejor -

Drake: Rei. Lo siento, pero Glaolo nos ha contado tu problema. ¡Y no pasa nada! ¡No hay nada de malo! ¡Cometer errores demuestra que eres humano! No sé si podremos hacer mucho, pero... ¡si podemos ayudarte de alguna manera a reconciliarte con tus hermanas, sólo dínoslo! - ofreció su ayuda el peliverde -

Rei: Drake... - se conmovió un poco por la predisposición de su amigo -

Jaspe: Mira... Sé por experiencia lo duro que es no tener a tu familia en momentos como este. Pero... estamos aquí, Rei. Y somos más que un simple grupo de clase, y más que un equipo de fútbol de preparatoria... Somos una familia. Y en una familia, siempre estamos para apoyarnos los unos a los otros cuando nos va mal. - dijo conmoviendo a todos, no sólo al pelirrojo -

Rei: Jaspe... - se conmovió por las palabras del demonio rubio -

Brawl: Tío... No sé muy bien que decir en momentos como este... Pero... Somos tus amigos. No te guardes tus penas y compártelas con nosotros. Estamos aquí para ti. - dijo el gigante mostrando un gran corazón -

Rei: Brawl... - se conmovió más por las palabras del gigante -

Tsukasa: Estas situaciones se me dan un poco mal... Así que lo dicho, estamos para ti, por si nos necesitas. Deja de hacerte el fuerte y cuéntanos todo lo que te preocupa. A ver si así, al menos, te sientes un poco mejor. - expresó el pequeño fantasista -

Rei: Tsukasa... - se sorprendió por la empatía del pequeño mago -

Luzmila: Rei-kun, yo también perdí a mis padres. Tal vez no me sentía tan unida a ellos como te sentías tú a tu madre, pero sé como te sientes... Ahora tienes que ser fuerte. ¿Crees que a tu madre le gustaría verte así? Quedarte como estás sería como si ya no te quedase nada de ella... ¡Rei-kun, tienes que vivir! - dijo la bella bailarina -

Miyuri: Yo opino lo mismo que Jaspe-kun y Brawl-kun. Somos más que compañeros, somos amigos, una familia. Y nos apoyamos cuando lo pasamos mal. Así que cuenta con nosotros. Nunca te dejaremos en la estacada - expresó la capitana de baile de Sakuranomai -

Taluya: Apóyate en nosotros, Rei-kun. ¡Estamos todos contigo! - animó la bailarina pelimorada -

Kizuna: ¡Todos sabemos lo fuerte que eres! ¡Pero Rei-kun, déjanos ayudarte cuando lo necesites! ¡Por supuesto que tienes razones para vivir! - dijo alegremente -

Rei: Chicas... - se conmovió un poco por las palabras de sus amigas -

Entonces, Glaolo me recordó lo que más necesitaba recordar. Que no lo había perdido todo... al menos, no del todo.

Glaolo: Está bien. Ha fallecido tu madre, eso es lo peor que te ha pasado nunca. Pero no has perdido a tu familia... ¿quiénes te quedan? - preguntó cálidamente -

Rei: (...) - volví a llorar tras recordarlas -

Rei: M... Mis hermanas... - decía sollozando el pelirrojo -

"Quintillizas: Onii-chan!" - recordaba las voces de sus hermanas -

Rei: Ichika... Nino... Miku... Yotsuba... Itsuki... - las recordaba lacrimoso -

Luzmila: Quieres mucho a tus hermanas, ¿verdad? - preguntó con una sonrisa -

Rei: ¡¡Pues claro que las quiero!! ¡¡Las amo con todo mi corazón!! El día que nacieron... ¡fue el más feliz de mi vida! ¡¡Jamás me perdonaré haberles dicho que les odio!! ¡¡Me odio a mí mismo con toda mi alma!! - se repudiaba a sí mismo por su error -

Glaolo: Tranquilo... - le ponía la mano en un hombro -

Flareleon: ¿Pero de veras pretendes acabar con todo dejando las cosas así? - le puso la mano en el otro hombro - Todavía hay algo que puedes hacer... Luchar por ellas. Por su perdón. - dijo captando completamente la atención del pelirrojo -

Rei: ¡Oh! - captó lo que quería decir su amigo -

Rei: Claro... La razón por la que quería ser fuerte desde el principio... Era por que quería proteger tanto a mi madre... como a mis hermanas. - recordó la razón por la que quería ser más fuerte -

Glaolo: Ahora es cuando tienes una gran oportunidad. ¿No crees? - dijo con más convencimiento -

Rei: Sí... - su cara cambió poco a poco, se secó las lágrimas -

Flareleon: Todos sabemos que eres fuerte de cojones... ¡Ahora es cuando tienes que demostrarlo en estos tres años! - motivó el pelinaranja al pelirrojo -

Rei: ¡¡Sí!! - se volvió a animar -

Rei: ¡¡Muy bien!! ¡¡Seguiré viviendo!! ¡¡Me haré mucho más fuerte!! ¡¡Lucharé por el perdón de mis hermanas!! ¡¡Vamos a ganarlo todo durante los próximos tres años...!! ¡¡Y cuando lo hayamos logrado... iré a ver a mis hermanas y les pediré perdón!! ¡¡Para entonces, me habré convertido en un hombre capaz de soportarlo todo!! - gritó determinado el caballero escarlata -

Glaolo/Flareleon: ¡Así se habla! - dijeron los gemelos, como si fuera telepatía -

Todos mis compañeros me miraron con buenas expresiones, motivación, júbilo, alivio... Realmente los había preocupado a todos... pero se acabó. ¡¡Ahora era cuando debía ser fuerte de verdad!! ¡Tú me habrías dicho algo parecido! ¿Verdad, mamá?

Gracias al apoyo de Glaolo y mis compañeros, encontré la fuerza para salir hacia delante. Afronté mis adversidades con vigor y valentía, me volví cada vez más disciplinado y estricto conmigo mismo, y también desarrollé una fortaleza que ningún otro alumno de preparatoria podría mostrar. Terminamos ganando el senshuken, derrotando al Toho en la final.

Al día siguiente, casi en el clímax de mi primer año de preparatoria, fui citado por el Dr. Takamiya en su laboratorio.

Rei: ¿Me ha hecho llamar, Takamiya-sensei? - preguntó al entrar en la enfermería -

Dr. Takamiya: Adelante, Rei-kun. - le invitó a entrar - Te he citado aquí para darte buenas noticias - dijo sonriendo -

Rei: ¿Buenas noticias? - se intrigó -

Dr. Takamiya: He desarrollado una cura para tu enfermedad - le soltó la bomba -

Rei: ¡¿Ah...?! ¡¿De verdad?! - se puso ansioso -

Dr. Takamiya: Así es. Es un tratamiento algo largo, pero si mis cálculos no me fallan, tu enfermedad debería estar completamente curada dentro de dos veranos - especuló con sus cálculos -

Rei: Dentro de dos veranos... - pensó -

Dr. Takamiya: Después de un análisis de sangre y celular, hemos detectado cuál es el efecto principal de tu enfermedad. Tus células se oxidan muy rápido, lo que te hace más vulnerable ante los efectos del cansancio. . - analizaba -

Dr. Takamiya: Pero curiosamente, he detectado un gen en ti que contiene propiedades curativas. Si pudiéramos hacer que ese gen se propagase por tu cuerpo, entonces la degeneración celular se detendría - concluyó -

Rei: Si ese tratamiento puede hacerme eliminar esa debilidad, pues me someteré a lo que sea - dijo decidido -

Dr. Takamiya: Me gusta ese espíritu. Bien, te explicaré en qué consiste. - se dispuso a explicar -

Dr. Takamiya: En primer lugar, dentro de unos días, te someterás a una operación. te implantaremos un núcleo. - indicó mientras señalaba a mi corazón -

Rei: ¿Un núcleo? ¿Qué clase de núcleo? - se intrigó -

Dr. Takamiya: Tus células se oxidan muy rápido. Por ello, necesitas células sanas. El núcleo que te implantaremos contendrá tus células sanas creadas por el gen curativo, que te inyectaremos en períodos mensuales. Las células crecerán y se esparcirán por tu cuerpo, haciendo que poco a poco, tus células se oxiden más despacio. El objetivo el lograr que el proceso de oxidación se ralentice a la manera normal.

Dr. Takamiya: Tu cuerpo servirá de incubadora celular. - se lo resumió -

Rei: Mi cuerpo... Una incubadora... - empezó a sentir escalofríos -

Dr. Takamiya: Se hará más fuerte según te entrenes. La fase de incubación durará un año empezando desde el momento en que termine tu operación - explicó -

Rei: ¿Fase? - no comprendía -

Dr. Takamiya: El tratamiento de tu enfermedad pasa por tres fases: la incubación, la crisálida y la espiritualización.

Rei: Suena como una transformación de oruga a mariposa... No me convertiré en una mariposa de verdad, ¿no? - preguntó escéptico -

Dr. Takamiya: ¡Ja, ja, ja! Claro que no. Aunque sí que te sentirás como si te estuvieras transformando. Es un proceso de cambios en el que te convertirás en tu yo más fuerte. Este proceso eliminará tus debilidades y te permitirá despertar tu verdadero potencial - le convenció al chico -

Rei: Mi verdadero potencial... - sintió ese deseo de volverse más poderoso -

Dr. Takamiya: Aunque para crear esas células sanas, tendré que mezclar tus células nacidas del gen con otros componentes naturales que he reunido. Es posible que pierdas parte de tu humanidad... - expresó -

Rei: No me importa - respondió decidido -

Dr. Takamiya: ¿Oh? - se sorprendió -

Rei: Quiero ser más fuerte... Lo bastante fuerte para hacer realidad mis sueños... y para destruirme a mí mismo. - respondió decidido -

Rei: No me importa dejar de ser humano. Sólo quiero más poder. - respondió algo ansioso -

Rei: El poder... para decidir mi propio destino.

Rei: ¡Yo decidiré cuando poner fin a mi vida!

Rei: ¡Sólo así podré demostrar mi valor como caballero! - terminó su speech -


Dr. Takamiya: Je. Que así sea, pues. - respondió decidido -

Ese día, recibí otra visita de mi padre.

Maruo: Hola, Rei-kun - saludó algo inexpresivo -

Rei: Hola, papá. - respondí algo animado -

Maruo: Tienes buen aspecto - dijo sonriendo un poco -

Rei: Digamos que mi suerte ha cambiado. Y hemos ganado el senshuken. Puedo decir que nos va muy bien. - dijo de buen humor -

Maruo: Me alegro mucho. Toma, un regalo por tu victoria y por aprobar los exámenes finales. - dijo dándole una cajita a su hijo -

Rei: ¿Oh? Gracias. No me esperaba esto de tu parte - se sorprendió al recibir un regalo suyo -

Maruo: No es sólo de mi parte. - captó su atención - Es de mi parte... y de parte de tus hermanas.

Rei: ¡¿Eh?! ¿De ellas...? - se sorprendió mucho -

Abrí la cajita. Y contenía un objeto muy preciado para mí: un camafeo. En su interior, habían dos fotos. Una de mi madre, y otra de mis hermanas. También contenía una nota.

Maruo: Las cinco han puesto un poco para hacerte este regalo. (Aunque Nino aceptó a regañadientes...) - dijo omitiendo esto último -

Rei: Viene con una nota... - dijo abriendo la nota -

"Sé por lo que estás pasando. ¡Échale muchas ganas y nunca te rindas!" "Ven a visitarnos cuando quieras, te echamos mucho de menos. Te queremos, onii-chan."

"Tu cuarta hermana que siempre te querrá, Yotsuba"

La carta de Yotsuba y el regalo que me hizo mi familia me hizo bastante feliz. Desde aquel día, llevo siempre conmigo el camafeo. Así puedo sentir a las mujeres de mi vida siempre junto a mí.

Durante mi segundo año de preparatoria, seguí entrenándome y haciéndome más fuerte. Siguiendo las indicaciones del Doctor Takamiya y mis maestros, apoyándome en mis amigos, logré convertirme en el caballero más fuerte de mi generación.

Entonces, aprovechando que tenía la nacionalidad brasileña gracias a mi identidad falsa, debuté con la Sub-17 de Brasil en un amistoso. Aquel año me concentré en seguir ganando y mejorando, pero lo que aumentó aún más mi determinación fue cuando presencié la final del Mundial Juvenil entre Brasil y Japón. La actuación de Glaolo, al igual que a todos los que la presenciaron, me dejó boquiabierto. Él me inspiró a luchar por proteger el mundo. Así, aunque nunca consiguiese el perdón de mis hermanas, estaría motivado a proteger el mundo en el que todos vivimos.

En mi tercer año, el proceso de incubación terminó. Y entonces, comenzó la fase de la crisálida. El proceso de descompresión celular comenzó. El preludio de la espiritualización, la cura completa de mi enfermedad... todo terminaría en aquel partido.

Pero antes, volvemos un momento al presente...

Fin del Flashback

Después de un rato descendiendo por el averno, los tres llegaron a su destino.

Glaolo: Hemos llegado. - dijo deteniéndose en frente de la puerta de un laboratorio -

Glaolo: Éste es el Laboratorio Cero. - dijo acercándose a la puerta -

Fuutarou: ¿Hay algo ahí adentro? - preguntó intrigado -

Rei: Ahora lo verás. Entremos. - dijo entrando en el Laboratorio -

Isla Zero - Tártaro, Laboratorio Cero

Glaolo, Rei y Fuutarou se adentraron en el interior del Laboratorio Cero. Y allí, el Frutas se quedó con una imagen desconcertante. Habían once cápsulas que parecían probetas, parecía un lugar donde se habían llevado a cabo importantes experimentos científicos.

Fuutarou: ¿Qué es todo esto...? - preguntaba desconcertado -

Rei: En este lugar solíamos recargarnos después de cada entrenamiento intenso. De hecho, dormimos aquí la noche antes de jugar contra vosotros en el Inter-High. - respondió sorprendiendo al Frutas -

Glaolo: Ahora no parece muy gran cosa, pero... Permíteme darte un pequeño tour por el pasado... ¡Sharingan! - dijo activando su técnica visual -

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Flashback

Hace seis meses...

Fuutarou vuelve a ver las cápsulas seis meses antes... Y su desconcierto se volvió más impactante al ver a los once jugadores de la Preparatoria Zero en el interior de las probetas.

Rei: ¿Sorprendido? En esta isla, en este laboratorio, el Doctor Takamiya terminó de curar mi enfermedad degenerativa. - empezó a explicar -

Fuutarou: ¿Doctor Takamiya? - no lo conocía -

Glaolo: El Doctor Takamiya es una eminencia en todo el mundo de la ciencia. También es un doctor de fama mundial. A él le encomendaron la labor de mantenernos en óptimas condiciones para disputar cada encuentro. - explicó el peliblanco -

Rei: También era docente y decano en la Facultad de Medicina de la Universidad de Tokio. De hecho, fue profesor de mi padre cuando estudiaba allí. A él le debe ser el doctor que es actualmente. - explicó el pelirrojo -

Fuutarou: Como eminencia científica, ¿qué hizo? - preguntó -

Glaolo: El Dr. Takamiya también es un experto en el campo de la Biología. Gracias a sus conocimientos sobre el cuerpo humano, ha sabido tratar lesiones y enfermedades que algunos consideraban incurables. Sin duda, es un auténtico genio. - continuó explicando -

Rei: Pero Fuutarou... También te trajimos aquí para contarte otro secreto sobre él. - dijo poniéndose serio -

Fuutarou: ¿Cuántos más secretos tenéis en esta isla? - preguntó escéptico -

Glaolo: Más de los que puedes contar con los dedos de las manos, claro está. Pero este secreto es especial, porque aunque a nosotros nos salvó, esto puede ser una revolución en la historia de la humanidad. - dijo algo serio -

Fuutarou: ¿Pero eso no sería algo bueno? No entiendo... - no comprendía-

Rei: El Dr. Takamiya también es un experto en Arqueología e Historia. Estuvo un tiempo de baja en las actividades sanitarias porque se encontraba viajando por el mundo, investigando la biología de los seres vivos. No sólo estudia a los seres humanos, también a los animales, así como a las distintas razas que habitaban el planeta en los albores de la misma. Eso incluye a las hadas, a los gigantes... incluso a los dinosaurios. - explicó al Frutas -

Fuutarou: ¿También le gusta la historia? - se sorprendió -

Rei: Más bien le interesa la historia de la biología. Mediante sus viajes, ha encontrado múltiples restos de ADN fosilizado. Él mismo nos confirmó que aquellos ADNs pertenecían a las razas antiguas. - respondió serio -

Fuutarou: Fascinante... - dijo intrigado -

Fuutarou: ¿Pero qué tienen que ver esos restos del pasado con la revolución de la que habláis? - preguntó aún más intrigado -

Glaolo: Fuutarou, ¿tú sabes lo que son las armas biológicas? - preguntó de repente -

Fuutarou: ¿Te refieres a los microorganismos como lo son los agentes biológicos como bacterias, virus o las toxinas? - preguntó -

Glaolo: Más o menos... El último descubrimiento del doctor fue... un método para evolucionar los genes de los humanos para otorgarles superpoderes.

Fuutarou: ¡¿Superpoderes?! ¡Pero eso...! - se impactó mucho -

Rei: Gracias a su poder de ver a través del alma, y a sus investigaciones, ha podido encontrar la manera de despertar o potenciar las habilidades de los humanos, así como curar enfermedades.

Fin del Flashback

Fuutarou: Rei-san... No me digas que tú... - preguntó al pelirrojo -

Rei: Sí. - respondió-

Rei: Para curar mi enfermedad, me sometí a un tratamiento poco ortodoxo por cortesía del doctor. O dicho de otra manera, me ofrecí como conejillo de indias para sus experimentos biológicos - confesó impactando aún más al Frutas-

Rei: Como ya te he explicado, mi tratamiento pasó por tres fases. En la incubación, me inyectaron un núcleo donde cultivar células sanas. El doctor hizo una mezcla con una muestra de mi ADN y el ADN antiguo de un hada. Y me lo inyectó. - explicó serio -

Rei: Una vez esa mezcla se extendió por todo mi cuerpo, comenzó la fase de crisálida, en la que mis células nuevas empezaron a descomprimirse para asentarse. Y en la espiritualización, terminó el proceso.

Rei: Y lo creas o no, aquel experimento salió a las mil maravillas. Los resultados fueron mejores de lo que imaginaba. Notaba como mi cuerpo era algo más fuerte, y cuanto más fuerte me sentía, más fuerte me volvía. ¡Fue como si pudiera extraer poder en cualquier momento! - contaba maravillado -

Fuutarou: (...) - el Frutas no respondía, recordaba su primer enfrentamiento con el pelirrojo -

Pov. Fuutarou

Recuerdo demasiado bien aquel partido. No se trataba de ganar o perder. Le prometí a Itsuki que en aquel partido... le salvaría fuese como fuese.

Rei-san había decidido poner fin a su vida en aquel partido. Destruirse a sí mismo junto con el odio que sus hermanas supuestamente sentían por él. En su espiritualización, lucía exactamente como una mariposa recién salida del capullo.

Me enfrenté a Rei-san en un duelo con todo lo que tenía, con todas las fuerzas que me quedaban. Tenía que hacerle entrar en razón, sea como sea.

Fuutarou: ¡Dime por qué! ¡¿Qué es lo que te llevó a querer quitarte la vida?! ¡¿Sólo por unas palabras crueles?!

Rei: ¡Tú no lo entiendes! ¡Cuidé de mi madre todos los días de mi vida con el fin de hacerla feliz! ¡Sabía que su enfermedad era muy seria y decidí ser profesional para poder curarla! ¡No me importaba nada el dinero o lo demás! ¡Tenía que agradecerle como sea los regalos maravillosos que me dió!

Fuutarou: ¿Regalos?

Rei: ¡Haberme dado la vida a mí...! ¡Y haberme dado a cinco ángeles de hermanas!

Rei: ¡Después de su nacimiento, sentí de corazón que todo iría a mejor, pero no podía estar más equivocado! ¡Después de aquello, la enfermedad de mi madre no hizo más que empeorar gradualmente! ¡¿Tienes idea de la frustración que sentía por no poder hacer nada por ayudar a que se cure?! ¡Jamás en mi vida me había sentido más inútil!

Fuutarou: (Rei-san...)

Quintillizas: (Onii-chan...)

Itsuki: (Onii-chan, se nota lo mucho que querías a mamá...) - pensaba conmovida -

Rei: ¡Al descubrir el fútbol, descubrí todo un mundo de posibilidades! ¡Encontré lo que más me gustaba hacer en la vida y lo que llevaba mucho tiempo buscando: una oportunidad de darle a mi madre una vida mejor!

Rei: ¡Después de trabajar muy duro para mantener el hogar y a mis hermanas, también conocimos a nuestro padre! ¡Me sentí muy aliviado!

Rei: ¡Por que ahora podía perseguir mi sueño de ser profesional y ganar dinero para el tratamiento que podría haber curado la enfermedad de mi madre!

Fuutarou: ¡Ah...! (No puedo creerlo... él... ¡es igual que yo!) - se sorprendió al descubrirlo -

Rei: ¡Pero toda mi fe y mis esperanzas murieron aquel día, junto con mi madre! Y por culpa de mi ingenuidad... ¡maté el vínculo que me unía a mis hermanas! ¡¡Aquel día perdí todo lo que me importaba!! ¡¿Puedes comprender lo que se siente cuando lo pierdes todo en un mismo día?! - el pelirrojo estaba desquiciado, se desahogaba como podía -

Fuutarou: ¡Sé perfectamente cómo te sientes! - le respondió con determinación -

Rei: ¡¿Eh?! - estaba incrédulo -

Fuutarou: ¡Yo también perdí a mi madre! ¡El día que murió, también murieron con ella mis sueños y esperanzas de poder curar su enfermedad! ¡Sentí como si todo lo que había hecho hasta entonces hubiera sido para nada!

Rei: ¡¿Tú también...?!

Fuutarou: ¡Y puedo comprender el porqué te pusiste así! ¡Cada persona es diferente y encaja las noticias de diferente manera! ¡Nadie te culpará por ello! ¡Ni siquiera tus hermanas!

Rei: Yo... ¡Decidí que sería más fuerte desde aquel día! ¡Endurecí mi carácter y no paré de entrenar hasta volverme como soy ahora!

Rei: ¡No me importaba superar mis límites si así conseguía ser más poderoso! ¡¿Qué importa que haya tenido que transformarme en una especie de mariposa rara?! ¡Sólo intento ser lo más fuerte posible para no ser derrotado por nadie! ¡Y utilizo sólo los medios que me permiten liberar mi potencial latente! - decía explicando los medios por los que se hizo fuerte -

Fuutarou: ¡¿Por qué te has obsesionado con el poder?! ¡Pensar así es peligroso!

Rei: ¡¿Que por qué?! ¡¿Y por qué no?! ¡Todos queremos ser más fuertes en algún momento! ¡Y todos tenemos un potencial que aprovechar! ¡¿Para qué quieres poder si luego tienes miedo de utilizarlo?! ¡Tal vez vosotros temáis al poder, pero nosotros no!

Rei: ¡Decidí acabar con todo en este partido... mostrar toda mi fuerza...! ¡Porque ya no me queda nada por perder! ¡No tiene sentido vivir sin ninguna razón! - comenzó a chocar con el Frutas -

Fuutarou: ¡Eres un idiota! - se enzarzó en un choque con el pelirrojo -

Fuutarou: ¡Eres tan idiota como tus hermanas! - replicaba -

Rei: ¡¡No me compares con...!!

Fuutarou: ¡Lo eres! ¡Finges tan bien como Ichika! ¡Eres tan testarudo como Nino! ¡Tienes tanta valentía como Miku! ¡Eres tan fuerte como Yotsuba! ¡Y eres tercamente serio como Itsuki!

Fuutarou: ¡Y te has hecho muy fuerte y has soportado todo esto...! ¡Precisamente porque tú las quieres! ¡¿Verdad?!

Rei: ¡Pues claro que las quiero! ¡Pero me dejaron bien claro lo mucho que me odian!

Nino: (...) - se inquietó y sintió culpable cuando sus hermanas la miraron mal -

Fuutarou: ¿Ah, sí? Y si ellas te odian tanto... ¿por qué te están mirando tan preocupadas? - advirtió al pelirrojo -

Rei: ¿Eh? - mientras bregaba con el Frutas, miró a sus hermanas, estaban observando preocupadas por el resultado del duelo -

Ichika: (¡Onii-chan!)

Nino: (Onii-chan...!)

Miku: (¡Onii-chan...!)

Yotsuba: (¡¡Onii-chan!!)

Itsuki: (¡Onii-chan!)

Rei: ¡Gaaargh! ¡¿Y qué pasa contigo?! - preguntó al Frutas enzarzándose en otro choque -

Fuutarou: ¿Eh?

Rei: ¡¿Por qué te obstinas en ponerte en mi camino?! ¡Tú y yo no nos conocemos de nada! ¡¿Por qué luchas tanto por ayudar a alguien a quien ni siquiera conoces?!

Fuutarou: ¡Te ayudo... por dos razones! ¡Una...! - seguía bregando -

Fuutarou: ¡...por que eres un jugador increíble! ¡Tienes un talento y unos dones que todo jugador... no, que toda persona en el mundo mataría por tener! ¡Tu determinación es asombrosa, tengo que reconocerlo! ¡En ese aspecto, desearía ser como tú!

Rei: ¿Y la segunda...? - seguía forcejeando -

Fuutarou: ¡Dos...! ¡¡... porque no quiero ver a tus hermanas llorar por tu muerte!!

Quintillizas: ¡Oh! - las cinco se pusieron se sonrojaron un poco al oírlo -

Fuutarou: ¡Les prometí que te salvaría y pienso hacerlo! ¡Aunque tú insistas en querer morir, yo no te permitiré dejar este mundo! ¡No hasta que cumplas todos tus sueños y metas! ¡Y no hasta que...! ¡Pueda ver a vuestra familia unida de nuevo!!

Rei: ¡Ah...! ¡Uesugi... Fuutarou...!

Ichika: Fuutarou-kun...!

Nino: Uesugi-kun...!

Miku: Fuutarou...!

Yotsuba: Uesugi-san...!

Itsuki: Uesugi-kun...!

Finalmente, nuestro duelo acabó en tablas y el partido se resolvió a penaltis. Zero nos venció...

Y Rei-san parecía haber muerto... Pero al final, todo acabó en final feliz.

Rei se despertó tendido sobre el césped, y lo primero que vió son los rostros llorosos de sus cinco hermanas. Tendió sus dos manos sobre los rostros de Nino e Itsuki, secandoles las lágrimas como debió hacer cuando falleció Rena.

Rei: Ah... - seca las lágrimas de Nino e Itsuki -

Quintillizas: ¡Oh...! - vieron a su hermano despierto -

Fuutarou/Glaolo: ¡Ah!

Itsuki: Onii-chan...! - sonrió lacrimosa a su hermano -

Rei: Itsuki... Yotsuba... Ichika... Miku... Nino... - se reincorpora -

Flareleon: ¡¡Está vivo!!

Jugadores de Asahi/Zero: ¡BIEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEEN! - celebraban -

Rei: Lo siento... - seguía cabizbajo -

Quintillizas: ¿Eh?

Rei: Lo siento tanto... - empezó a llorar -

Rei: ¡Jamás debí deciros aquello...! ¡¿Cómo pude ser tan tonto?! - se lamentaba por su pasado -

Rei: ¡Nunca podría odiaros y jamás lo haré! ¡No me importa que no me perdonéis o que cambiéis tantas veces como queráis!

Rei: ¡¡Lo siento mucho!! ¡¡JAMÁS DEBÍ DECIR AQUELLO!! ¡¡SOIS MIS HERMANAS PEQUEÑAS Y OS QUIERO CON TODO MI CORAZÓN!! - lloraba desconsolado por perdón -

Itsuki lo abofetea antes de abrazar a su hermano con fuerza.

Itsuki: Nunca vuelvas a intentar suicidarte. te perdono. Somos quintillizas... pero tú eres nuestro único hermano... ¡No vuelvas a decir que quieres morirte o desparecer! - le pidió mientras aceptaba su redención -

Yotsuba: ¡¡Jamás podría odiarte, onii-chan!! ¡¡Nunca lo he hecho y nunca lo haré!! ¡¡Te quiero un montón, al infinito!! - se une al abrazo de su hermano -

Miku: Tonto. Sólo quería recuperar a mi hermano mayor. Por fin lo he recuperado... - se une tiernamente al abrazo -

Ichika: Siempre pensé que había algo. Sólo eras un niño, ¿cómo iba a culparte? - se unió la onee-sama al abrazo de su onii-chan -

Nino: (...) - como tsundere, por vergüenza tras lo que le dijo mientras estaba moribundo, le da una palmadita en la cabeza a su hermano -

Nino: No puedo enfadarme sabiendo que eras así - dijo algo culpable -

Nino: Lo siento... Nunca debí decirte aquellas cosas - pidió perdón arrepentida a su hermano -

Rei: Entonces... ¿puedo seguir siendo vuestro hermano mayor...? - preguntó a sus hermanas -

Nino: Tonto. Nunca has dejado ni dejarás de serlo. Bienvenido de vuelta... - sonrió junto a sus hermanas -

Quintillizas: ¡Onii-chan!

Rei: (...) - se le saltaron las lágrimas -

Rei recuerdó la primera vez que sus hermanas le dijeron onii-chan, la primera palabra de las cinco. Rompió a llorar abrazado por sus cinco hermanas quintillizas ante la mirada tierna y orgullosa de compañeros y rivales.

Pov. Rei

Le estoy demasiado agradecido a mis amigos. Glaolo y mis amigos estuvieron siempre a mi lado cuando me sentía mal. Y Fuutarou consiguió unirme de nuevo a mis hermanas, y pudimos restaurar nuestro vínculo fraternal.

Si Glaolo fue la luz que me iluminó en el buen camino... Pues Fuutarou es la llama que volvió a encender mi vida.

A partir de entonces, todo cambió a mejor. Glaolo y yo fichamos por el Manchester United y debutamos como profesionales. En Inglaterra también conocí a Minako, con quien compartimos secretos, y con la que inicié un noviazgo.

Estaba siendo el mejor año de mi vida... Y antes de venir hoy aquí, sucedió algo que recordaría para siempre...

Flashback

El sábado posterior al Festival Tennoh...

Minako me pidió ayuda para investigar y detener a unos terroristas. Estaban planeando cometer un atentado en un concierto de Bad Bunny.

Intervenimos a tiempo y detuvimos a la mayoría, pero... Los jefazos tenían una bomba preparada. Yo me la llevé tan lejos como pude pero al final solo pude sacarla del escenario explotándome encima... Pero fue entonces cuando mi verdadero poder despertó. La otra alma de mi interior... me habló por primera vez.

...: Has reaccionado muy bien. - dijo una voz cándida -

Rei: ¿Eh? ¿Quién eres? - preguntó -

...: ¿Yo? He estado contigo desde que naciste... ¿No lo has notado usando mi poder? - preguntó-

En un plano astral, Rei se encontró con el dueño de la segunda alma que yacía en su interior.

Rei: ¡Oh! Recuerdo... ¡Te vi en los libros de historia! Nunca imaginé que... estarías tan cerca de mí. - dijo el pelirrojo sorprendido -

Rei: Gloxinia... - conocía su nombre-

Gloxinia: Tienes un alma muy noble y bondadosa, Rei. Cuentas con la sabiduría de un rey, y con la bravura de un caballero. - elogiaba al pelirrojo -

Gloxinia: Y denoto en tu interior una gran voluntad... Está en tu anhelo llegar a ser más fuerte, ¿verdad? Lo bastante fuerte para proteger a aquellos que amas... - denotaba su deseo -

Rei: Así es. He perdido a alguien muy importante para mí. Pero quiero ser lo bastante fuerte para proteger a los demás. Lo bastante fuerte... ¡para proteger el mundo entero! - decía con determinación -

Rei: ¡Por favor, Gloxinia! ¡Préstame tu poder! ¡Ayúdame a proteger el mundo y a los que amo! - pidió al rey hada -

Gloxinia: Qué así sea, pues. - chasqueó su dedo -

Gloxinia: Rei Nakano. Tú que posees mi alma... tú que posees mi sangre... Te concederé tu deseo. ¡Apóyate en mí y supera tus límites! - dijo el rey hada emitiendo una luz en el pelirrojo -

Entonces, tras la explosión de la bomba, surgió una luz verde.

Y de dicha luz, volvió el pelirrojo, revelando unas alas luminosas de hada y blandiendo una majestuosa lanza.

Rei: ¡¡Lanza espiritual Basquias!! ¡¡Cuarta forma: Aumento!! - de su lanza, emergieron varias espadas de luz que atravesaron a los terroristas sin matarlos -

Rei: ¡¡Tercera forma: Fosilización!! - utilizó otro poder para convertir en estatuas de piedra a los terroristas -

Minako: Rekkun...! - se sorprendió -

Rei: Las cámaras están grabando. - dijo al percatarse -

Rei: ¡Escuchadme bien, delincuentes! ¡Si os atrevéis a cometer fechorías, vuestro castigo será lento y doloroso! ¡No permitiremos que amenacéis al mundo! ¡Protegeremos nuestro planeta cueste lo que cueste! ¡Si tenéis la osadía de acometer contra las vidas de inocentes, acabaréis como ellos! - dijo señalando a los terroristas petrificados -

Rei: ¡¿Qué es lo que conseguiréis sumergiendo el mundo en el caos?! ¡¿Qué conseguiréis tomando vidas inocentes?! ¿Acaso os quedará algo de todo esto? - preguntó delante de las cámaras -

Rei: ¡No! - dijo golpeando el suelo con su lanza - ¡No quedará nada! ¡Ni para vosotros ni para nadie! ¡Pensáoslo mejor antes de atacar a diestro y siniestro por doquier! - dijo terminando su speech -

El mensaje que yo transmití... Dejó perplejos a varios grupos terroristas. Entonces, usé mis poderes para leerles las mentes y les conté a las autoridades y fuerzas especiales la información que descubrí. De este modo, lograron descubrir y detener a varios terroristas.

Tres días después...

Fui llamado al Palacio de Buckingham, la residencia de la familia real. Estaba muy nervioso, pero antes de que me escoltasen ante la reina me vistieron de manera muy elegante...

Y entonces, me reporté ante la familia real inglesa...

Reina Isabel II (que en paz descanse...)

Reina Isabel: Rei Nakano. Raise your head. - ordenó, a lo que el pelirrojo alzó la cabeza ante la anciana reina -

Reina Isabel: We have summoned you here today... to honor you for your actions. - dijo sorprendiendo al pelirrojo-

Reina Isabel: There's no need you wear and armor... or a helmet... to be acknowledged as a true knight! - dijo alegremente con algarabía-

Reina Isabel: Your actions have saved our country. And for this reason, we have decided to grant you an honor that only you will possess. Come and kneel, please... - pidió -

Me arrodillé ante la Reina, quien tomó una espada y me tocó los dos hombros con ella. Me estaba nombrando caballero, pero no uno cualquiera...

Reina Isabel: I name you the most sacred honor, Holy Knight. Sir Rei Nakano!

La Reina me condecoró con una medalla ante los aplausos y vítores de la familia y la guardia real, así como el gobierno inglés y su ciudadanía.

Rei: Thanks, your majesty. It's an honour for me, the biggest honour. - dijo agradecido -

Rei: But if I may, I would like to emphasize that this achievement is not mine alone. - dijo intrigando a todos los presentes -

Rei: I want to share this achievement with the people who have made me who I am today. My little sisters... my stepfather... and even more so, my late, beloved mother. - dijo acordándose de toda su familia -

Rei: She is the real heroine in this story. I would never have gotten to where I am now if she hadn't given me birth or if she hadn't raised me as well as she did. My mother was a beautiful, strong and gentle woman. The simple fact of remembering her smile puts one on my face. - dijo recordando a su madre -

Rei: I want to take advantage of this ceremony to pay tribute to her and to all mothers in the world. We all have a woman in our lives we call mother! Whether they are still with us or not, we must always remember them! - dijo un discurso sobre las madres -

Rei: Ladies and gentleman! Please attend to my request! Raise your hands, raise your spears! My mother is no more between us, but I swear as a Holy Knight, that I will always love her, respect her and remember her! Her name was Rena Nakano! She is my heroine too! Long live the mothers! - pidió el pelirrojo con algarabía -

- LONG LIVE THE MOTHERS!! LONG LIVE RENA NAKANO!!

- LONG LIVE SIR REI NAKANO!!

Las palabras de Rei...

Llegaron a los corazones de medio mundo.

Su novia se sentía muy orgullosa de él...

Sus hermanas, cuando le vieron, lloraron de felicidad...

Sus amigos no podían sentirse más orgullosos y felices por él...

Pero en el Más Allá... Hay una mujer que vigilaba todo que también lloraba de alegría y de orgullo por la maravilla de hombre en el que se ha convertido su amado hijo.

Rena: (Dios... de verdad...) (¿Qué he hecho yo...?) (¿...para merecer tener a un hijo tan maravilloso...?) - se preguntaba mientras sollozaba de alegría -

Rena: Mi niño... ¡estoy orgullosísima de ti! - dijo más feliz que nunca -

Fin del Flashback

Después de terminar de escarbar entre sus recuerdos, Rei entró con Glaolo y con Fuutarou a la sala más profunda del Laboratorio Cero.

Fuutarou: (Rei-san, tú sí que eres un verdadero héroe.) (Lo fuiste para tu madre, lo eres para tus hermanas...) (Y reconozco que yo también te veo y te reconozco como a uno.) - pensó orgulloso del pelirrojo -

Rei: ¡Bien! ¡Ya hemos llegado! ¡Aquí llevamos a cabo el entrenamiento final! - dijo el pelirrojo animado -

Una puerta se abrió... y reveló un estadio cubierto por una cámara de cristal...

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Bueno mis bbs, hasta aquí el capitulazo de hoy, espero que les haya gustado, dejen su voto y comenten todo lo que quieran.

Aquí hemos podido conocer el quinto sector de la Isla Zero, el Tártaro.

Hemos conocido de la A a la Z la historia completa de Rei Nakano.

Hemos podido también conocer muchos aspectos del pasado.

También hemos confirmado la existencia del Estadio Teracristal, en lo más hondo del Laboratorio Cero.

Ahora lo importante...

Les gustó?

Alguna queja?

Idea?

Sugerencia?

Que les pareció la historia de Rei?

Es un verdadero héroe y caballero sagrado el pelirrojo?

Les gustaron las referencias al Área Cero?

Qué sucederá en el Estadio Teracristal?

Le contará Fuutarou a Rei su noviazgo con sus hermanas?

Sin más que decir, nos vemos.

Quiero mencionar a varias personas como he hecho anteriormente, ya que recibir sus votos y comentarios me anima a seguir escribiendo

JCMON1234 me quedo corto con mi mejor amigo y bestie partner

9hollow6 mi fan e ídolo número 1

SpiralAnserFoxpirox unas historias muy originales las suyas

fanficstuamigo un gran ideólogo

RodrigoGonzalez497 bastante original también.

Ka_Urbi apoyo incondicional el que le doy tanto como el que me sa

Market30 gracias por los votos y por ser un hombre de cultura

Yoshi_Takeda_24 gracias a ti también.

xXJOELXx321 me encantan tus historias de las quintillizas

Megaforxpro mi sensei en Wattpad

TherionLord un hombre de cultura

CATLOS830 su historia de las quintillizas es otra de mis favoritas

magekeu mi otro sensei y uno de los mejores escritores. Con sus grandes historias Matrimonio arreglado y Decidimos enamorarnos de ti.

CuervoNocturno666 gran historia por cierto la de Padres Jóvenes

CreepyBoy_07Oficial gracias a ti también.

JavierRamirez042 grandes historias las suyas también .

Felpex me encanta Date a LIVE tanto como él

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