Capítulo 7
Lo que uno esperaría de un chico con tatuajes y una motocicleta es un departamento desorganizado y pequeño.
Pero el lugar en donde Taehyung vivía era básicamente enorme. Aquel departamento contaba con cuatro habitaciones, dos baños, la cocina, la sala de estar y el balcón, el cual no era tan grande.
Aquel lugar tenia una decoración minimalista en tonos crudos. Había cuadros familiares justo arriba de un mueble en donde se guardaba una pequeña colección de botellas de vidrio de los años setenta y ochenta.
En el living había una televisión plasma bastante grande y un mueble en donde se guardaban carpetas con folios y miles de hojas, algunos libros y manuales también, pero Jungkook se dio cuenta que aquellos libros no eran precisamente novelas literarias.
— ¿De qué trabajan tus padres?
Taehyung dejó su chaqueta en el perchero.
—Mi madre es abogada.
— ¿Y tu padre?
Taehyung se alzó de hombros.
—Vete tú a saber donde está ese tipo. Pero el novio de mi madre es fiscal, medico forense, estudió peluquería y ahora está completando sus estudios de bibliotecario.
Jungkook abrió la boca como un plato y Taehyung sonrió.
— ¿Qué? ¿Esperabas una familia de pandilleros o de invocadores demoníacos y brujería negra? ¿O acaso esperabas una madre prostituta y un padre alcohólico con tantas deudas y entradas y salidas a la cárcel que serían incontables? ¿Esperabas dos padres, dos madres o una mezcla de trans y hetero?
Jungkook se quedó de piedra al oír eso.
—Eh... yo...
Taehyung bufo.
—Ahórrate tus tonterías. Ven, vamos al cuarto.
Jungkook lo siguió por el pasillo del apartamento.
—¿Y las otras habitaciones?
—¿Qué, ahora te interesas por mi vida al ver que no soy el hijo de un asesino ni de una prostituta? — Se burló Taehyung.
Jungkook bajó un poco la cabeza.
—Solo... curiosidad.
Taehyung lo dejó pasar a su cuarto y cerró la puerta detrás de él. Volvió a acorralado como en el ascensor.
—Tengo dos hermanos, ¿Y sabes que? Creo que te llevarías muy bien con ambos.
—¿Por qué lo dices? — Preguntó mirándolo con nerviosismo. Jungkook notó que Taehyung se mordía el piercing del labio.
—Bueno... Jin cree en la religión budista, no es muy devoto pero a veces habla del tema. Y Nam habla sobre todo tipo de religión existente. No es devoto a nada, solo un cerebrito al que le fascina aprender cosas nuevas.
Taehyung se acercó más a él y le acarició la mejilla. La piel de Jungkook era suave.
—Lastima que a ti te ha tocado hacer un trabajo con un chico malo.
Jungkook tragó saliva.
—¿Qué me vas a hacer?
Taehyung puso su rodilla entre las piernas de Jungkook.
— Nada. Jamás te haría daño.
Jungkook lo miró de arriba abajo. Taehyung sí que era raro.
—Lo haces sonar aun más sospechoso.
Taehyung suspiró y bajó la mirada y luego la volvió a alzar.
—Te ves muy guapo cuando te pones así.
Taehyung le pellizco la mejilla.
—En serio, eres lindo.
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