Capitulo 29
Luego de dormir dos horas enteras, Taehyung lo despertó a eso de las cinco y media de la tarde, Jungkook había descansado bastante y ahora tocaba la hora de la merienda. Taehyung había preparado café con leche y tostados de jamón y queso.
Obviamente lo primero que Jungkook dijo al despertar fue:
— Ya te he dicho dos veces que no me gusta el café.
Taehyung se dio una face palm en ese mismo momento, pero aun así le dejo la bandeja en la mesa de luz y lo ayudó a incorporarse en la cama.
— Pues te vas a tomar el café con leche que hice para ti. Está bastante suave y tiene mucha azúcar.
Jungkook vio tan adorable el puchero que le hizo Taehyung que decidió probar un sorbo de ese dichoso café con leche.
Y por una mierda, su visión hacia el café cambiaría desde ese mismo momento.
Taehyung arrastró una silla para quedar frente a Jungkook, agarró un tostado y también comió.
— Es como ir a un bar — Le dijo el mayor — pero en casa.
Mientras tanto Jungkook saboreaba el tostado de jamón y queso. Iba a volver a beber de su café con leche pero en eso se dio cuenta que el posa vaso era una calavera sonriente.
Y por la mueca que puso en su rostro Taehyung soltó una carcajada.
— Supongo que no te gusta mi decoración esquelética.
—Mmm... no es por lo que representa sino por las vibras que le trae a tu hogar. No es bueno tener cosas que represente a la muerte.
Taehyung terminó de comer su tostado mie tras oía a Jungkook.
— ¿Si sabes que la muerte es algo natural del ciclo de la vida, no?
Jungkook se puso a pensar un momento.
—Detesto que tengas razón. Vaya Hyung, juegas con todo lo que me han enseñado en la vida.
—Bueno... — El mayor se rascó la cabeza y se alzó de hombros — si quieres 0udo darte otro posa vasos.
—Está bien así — Jungkook se sacudió las migajas y terminó su café — Ya me he deshecho de los Santos, y que no oigan, pero estoy harto de todas estas cosas.
Taehyung notó la tristeza más allá de la queja, así que decidió sentarse a su lado y rodearlo con un brazo por los hombros.
—Ahora estás en mi casa, aquí todos somos muy liberales. — Tae dejó un beso en su sien —Aquí mi madre toca la puerta antes de entrar al cuarto y espera a que le contestamos, y aún así entra observando hacia abajo. Cuando le dije que era gay mi madre no hizo nada, de hecho me dijo que no sabia qué quería que le dijera, que estas cosas no deberían "aceptarse" si no, normalizarse. Mis hermanos dijeron casi lo mismo. Aquí si te quieres vestir como se te dé la gana está permitido, si te quieres tatuar y hacer perforaciones también, la única condición es que encuentres un buen lugar que sea confiable.
Jungkook asintio con la cabeza y se apoyó en el hombro de Taehyung. Le gustaba su aroma y el amor que le transmitía a pesar de tener una calavera tatuada, una serpiente, anillos diabólicos y las uñas pintadas. Taehyung era una bola de algodón por dentro y un tigre por fuera.
Jungkook se sentía seguro y eso era más que suficiente.
— Es muy diferente a mi casa.
—Sí me lo imaginaba.
Taehyung entrelazó sus dedos con los del menor.
— En mi casa no se puede hacer nada. No por el tema de Dios, sino porque a mis padres no les gusta, te sorprendía saber que no tengo ni idea de cómo jugar un juego de play. No he visto películas que todo el mundo sí, ni siquiera las series más populares de Netflix o shows de tv. ¡por una mierda, mis padres ni siquiera me dejan ver las noticias!
Taehyung que se quedó con la boca abierta, no dijo nada asi que Jungkook sigió hablando.
— No les gusta que tenga actividades recreativas, de hecho, quiero ser artista y ellos quieren que sea cura.
—No tienes pinta de cura.
Jungkook asintió.
—Tae...
—¿Qué pasa, amor?
Jungkook se tomó un minuto entero para poder hablar.
— ¿Me creerías si te digo que los curas me asustan?
Tae pestañeó varias veces.
— Bueno... — El mayor suspiro — muchos curas tienen fama de pedofilos y pervertidos machistas. Creeme, amor, tienes buenas razones para tenerles miedo.
— La iglesia no es lo que pintan.
Taehyung se levantó de la cama.
—Tienes toda la razón, amor. Pero no puedes hacer nada para cambiarlo, si pasan cosas turbias no te metas y ya, después de todo mucha gente es corrupta y no se hace nada al respecto.
—He oído cosas horripilantes, Tae...
El mayor le tendió una mano y Jungkook se levantó, lo agarró de la cintura y le acarició la mejilla.
—No te hace bien hablar de esto, amor.
Jungkook bajó la cabeza.
—No quiero saber nada con Dios ni la Iglesia por un largo tiempo. Tae... yo jamas quise ser religioso, yo no quise esto para mi vida. Solo... solo quiero ser libre de esto que me han impuesto.
Taehyung le sonrió con una sonrisa cuadrada.
— Y eres libre, a partir de este mismo momento.
Jungkook fue quien se acercó a sus labios.
—Quiero divertirme mucho a partir de ahora.
El mayor también se acercó.
—Uff, créeme, a mi lado siempre te divertirás.
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