- ¡Señorita despierte, señorita! - escucho una voz a lo lejos mientras trato de abrir mis ojos - ¿Señorita se encuentra bien? - de inmediato trato de levantarme al escuchar esa voz - ¡Tranquila, tranquila no te levantes!.

- ¡Donde está el asesino... y.. la. La chica, donde están - me levanto desorientada, veo hacia todos lados y por ningún lado estaba el cuerpo de esa chica que había sido asesinada.

- No pareces que estés bien, ven vamos te llevaré al hospital - ese hombre me ayuda a levantarme amablemente mientras yo en mi mente me preguntaba: ¿Quién rayos es este tipo?.

- ¡Estoy bien, no es necesario que me lleves al hospital, de verdad estoy bien! - aunque tenía un fuerte dolor en la cabeza no vi necesario ir a emergencia, solo quería ir a casa.

- ¿Te puedo llevar a tú casa?, no deberías andar sola a esta hora, de seguro el ladrón que te atacó ya anda lejos, pero siempre quedan más en el camino.

Miro a mi alrededor y él tenía razón, no era buena idea que me quedara hay sola en medio de la oscuridad de la noche, después de pensarlo un momento terminé aceptando que me llevara a casa en su moto.

Estaba muy confundida y asustada, pero estaba totalmente segura que ese hombre que me atacó no era un ladrón, sino el asesino, lo más extraño era lo de la chica que había asesinado frente de mí, ¿Dónde estaba su cuerpo?, por un momento recordé como se acercaba a mí para golpearme, esos ojos de maldad que tenía se me habían quedado en mi mente grabado, miles de pensamientos rondaban en mi cabeza haciendo que me doliera más.

- ¡Tranquila!, deberías descansar y mañana ir con la policía - dice el chico mientras conducía - Por cierto me llamo Andrew.

- Soy Amanda, gracias por ayudarme, Andrew - lo volteo a ver y se veía que no era una mala persona, fue muy amable en prestarme su ayuda a pesar que yo era una total desconocida.

Llegamos a la casa y veo la camioneta de Leo estacionada frente de mi casa, me bajo y Andrew también lo hace.

- Gracias por traerme eres muy amable.

- Fue un placer traerte, ya estás segura en tu casa, así que relájate un poco.

Después que ya me encontraba más tranquila pude notar lo lindo que era Andrew, sus ojos café claro y su tez blanca junto con su cabello negro muy bien arreglado, que lo hacía lucir muy elegante, todo combinaba para dejarme ver un chico lindo.

- Amanda, ¿Qué haces con ese hombre? - escucho hablar a Leo que salía del jardín que separa su casa de la mía.

- ¡Me asustaste Leo! - le reclamo mientras se acerca a nosotros - Él es Andrew, me trajo después que fui atacado por un ladrón saliendo del hospital.

- ¡Fuiste atacada por un ladrón! - Leo entre cierra sus ojos con duda mientras ve a Andrew - Amanda, ¿Cómo estás segura que este hombre no es el mismo que te atacó? - indaga Leo mientras miraba a Andrew con desprecio.

Las palabras de Leo me hicieron dudar sobre Andrew, lo volteo a ver y él sonríe al ver mi cara desconcertada por la acusación.

- ¡Un momento! ¿Estás tratando de decir que yo fui quién atacó a Amanda, eso es lo que quieres decir?.

- Ya sabe hasta tu nombre, eso es interesante - bufa Leo mientras se me queda mirando.

- ¿Qué te sucede Leo?, no seas grosero, lo siento Andrew, mi vecino está algo "alterado" - le digo haciendo énfasis en alterado.

- No te preocupes ya me voy, que estés bien Amanda, fue un placer conocerte - se despide Andrew mostrándome una pequeña sonrisa en sus finos labios.

Leo se le acerca con intenciones de golpearlo y lo detengo sujetándolo del brazo. Andrew se va y en mi cae esa mirada azul que me descontrola.

- ¿Qué demonio pasa contigo, ¿Por qué trataste a Andrew de esa manera - reclamo mientras Leo me miraba muy serio - Además, quiero que me expliques ¿Por qué cuando llueve siempre desapareces?.

- Deberías alejarte de ese hombre, créeme deberías hacerlo - musitó Leo muy molesto, parecía celoso.

- No me cambies el tema, responde lo que te acabo de preguntar.

- No tengo por que responder a tus preguntas, ya te advertí sobre ese tipo, ahora tú has lo que quieras.

Leo se va dejándome furiosa, ni siquiera le había importado que me atacara el asesino, de verdad que este hombre es un despreciable ser y lo peor es que él me gusta.

Entro a mi casa y cierro la puerta con pasador, caigo en el suelo a llorar, ¿Qué demonio le estaba pasando a mi vida?, desde que llegamos a este pueblo han sucedido cosas malas, ya no quiero estar ni un minuto más aquí.

Me voy al baño y me ducho, mientras el agua cae por mi rostro recuerdo como ese hombre lamía mi cara y me da una horrible sensación por todo mi cuerpo. Al salir del baño me acuesto y trato de dormir pero esa imagen de la chica siendo asesinada daba vuelta en mi cabeza si dejarme en paz ni un minuto.

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Ya había amanecido, me levanto y me arreglo para ir al hospital, bajo y agarro las llaves del auto, recuerdo que mi auto está dañado, suspiro frustrada y salgo de la casa para buscar un taxi.

Al salir consigo a Leo afuera de su casa regando el césped de su jardín, lo ignoro y sigo caminando, no quería hablar con él ni con nadie, solo quería llegar al hospital y ver a mi madre. Un fuerte jalón en el brazo me hace voltear para ver a Leo molesto.

- ¡Suéltame! ¿Qué sucede contigo?, me estás lastimando - el chico me suelta enseguida retrocediendo unos pasos atrás, no entendí por qué había hecho eso, y al parecer él tampoco lo entendía ya que después me miró apenado mientras despeinaba su cabello con sus manos.

"Acaso Leo sufre de bipolaridad". pensé al verlo como me miraba.

- ¡Amanda, yo nunca te lastimaría, no pienses eso de mí por favor, yo sé que no soy una persona... - él no termina la frase, solo hace un pequeño suspiro para seguir hablando - Amanda, lo que te dije anoche fue enserio, tienes que alejarte de ese hombre.

- ¿Pero por qué me tengo que alejar de él? Ya deja el misterio y hablaba sin rodeos - gruño alterada, me molestaba que Leo no fuera sincero conmigo.

- Tú solo has caso y aléjate de él, me preocupa que estés cerca de ese hombre.

- ¿Tú preocupándote por mí? Después que me corres de tu casa, me dejas sola en medio de la noche, por favor Leo, no seas tan idiota.

- Yo no te corrí, lo que pasa es que... - Leo volvió hacer silencio sin terminar la frase, eso me molestaba mucho, nunca terminaba de decirme lo que pasaba.

- Otra vez lo haces, te quedas callado sin terminar de decirme que es lo que pasa - ya estaba muy alterada, Leo me saca de mis casillas, odiaba que dejara las frases a medio terminar.

Al ver que él no me iba a decir lo que le sucedía decido seguir mi camino dejándolo ahí parado, otra vez vuelvo a sentir su mano sujetar mi brazo.

- ¿Qué rayos quieres, Leo?

- Déjame llevarte, déjame que te cuide.

- ¿Cuidarme de qué? No te entiendo Leo, por qué no puedes ser sincero conmigo, acaso no confías en mí.

- Yo no confío en nadie, no tengo por que hacerlo, solo déjame que te lleve.

Él insistía a pesar de ver lo molesta que estaba, no tenía ni idea de qué o de quién me iba a cuidar, pero le hago caso y termino subiendo con él a su camioneta para ir al hospital, este hombre de verdad que me altera mis nervios.

Apenas tenía algunas semanas conociendo a este chico, todavía no lograba entender su manera de ser , pero de algo estoy segura y es que él me gusta. Leo nota mi silencio y se me queda mirando.

- ¿Puedo preguntar en que piensas?.

- No, no puedes preguntar - respondo con arrogancia haciendo que Leo sonría y ahí voy yo otra vez, hipnotizada en esos hoyuelos.

Como me gustaría que él me dijera que yo le gustó, pero ya veo que eso no pasará, Leo se ve que no es de esos hombres románticos que me gustan y menos se ve que se enamoran de una chica tan fácilmente, así que mejor me quito la idea de mi mente de que esta celoso de Andrew porque yo le gustó.

La realidad es otra, lo único que se puede notar a leguas es que Leo esconde algo y lo voy a descubrir como sea.