capítulo 25 ( El orfanato )🌹
No, no puedo creer lo que Leo me acaba de decir, ¿Yo seré su próxima víctima? ¿Acaso me piensa matar?. En ese momento solo me puedo aferrar más al cuchillo que tengo en mis manos, es lo único que me mantiene alejada de Leo.
— ¡Bravo Leo, bravo!.
Escucho decir a un hombre que aplaude y ríe desde la sala de la casa, desde la distancia donde estoy no puedo ver quién es ese hombres, solo puedo escuchar su voz. Mis nervios llegan al límite al saber que estoy sola con dos asesinos en esa casa ¡Ahora que hago!.
— Leo, déjate de juegos, ya le contaste quien eres, ahora tenemos que matarla.Te lo dije, yo me doy cuenta de todo lo que haces; enserio pensaste que no me iba a enterar que anoche ella estaba escondida en esa maldita habitación con tus horribles rosas. ¡Que idiota eres amigo! — ese hombre reía con tanta maldad que asustaba.
Leo parado frente de mí solo me veia, tenía miedo pero a la vez rabia por creer que yo Amanda Anderson podia cambiar a un hombre como él, que tonta fui, realmente soy una estúpida al pensar que Leo me amaba y podia cambiar por mí.
— Leito, no puedo esperar por ti todo el día, ya trae a esa perra aquí y vámonos — insistía aquel hombre.
Entro en pánico al ver que Leo cierra sus ojos, suspira y se acerca a mí. Mi cuerpo reacciona a la defensiva y trato de cortarlo con el cuchillo, Pero fue inútil, Leo sostiene mi brazo tan fuerte que hace que el cuchillo caiga de mi mano mientras grito del dolor por su agarre.
— Leo, no tienes que hacer esto, detente, déjame ir — suplico mientras él solo hablo en mi oído.
— Lo siento Amanda, perdóname por lo que voy hacer — susurra y me da un beso en la mejilla.
— Leo no, por favor no — un fuerte golpe en mi nuca hace que todo a mi alrededor se vuelva negro y pierda el conocimiento.
🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹🌹
León Smith ( diez años antes )
Despierto en la sala de un hospital, el fuerte dolor que siento por la herida que tengo en el pecho hace que comience a llorar, enseguida llegan a la habitación dos enfermera que me atienden mientras me observan con lastima.
— Pobre niño, perder a su madre y tener que pasar por esa horrible suceso con apenas con once añitos, debe ser muy doloroso para él. Es un milagro que esa puñalada no tocará su corazón, la vida debe tener un propósito con él — las enfermeras conversaban sin importarle que yo las estaba escuchando.
Cierro mis ojos y lo único que viene a mi mente es mi mamá, quiero que venga que este conmigo, tengo miedo de estar en este hospital yo solito.
Después de varios días en el hospital, ya no me dolía tanto la herida Pero mi corazón todavía sentía dolor por no tener a mi mamá, la puerta de la habitación se abre y veo entrar a varias personas.
— Hola León, ¿Cómo te sientes el día de hoy? — pregunta una señora de enormes anteojos — ¿No me vas a responde?. Bueno, te entiendo m si no quieres hablar, León somos de servicios sociales venimos a buscarte para llevarte a la casa dónde vivirás ahora, ahí te van a cuidar, alimentar y a dar estudios.. Espero que mejores pronto pequeño.
Sin poder negarme esas personas me llevan con ellos a un orfanato. Ese lugar daba mucho miedo, las paredes sucias e igual que el piso, era oscuro y olia mucho a humedad, había varios niños que al verme llegar no dejaban de murmurar, todos esos niños se veian mayores que yo por lo que me sentí intimidado por ellos.
— León, este va hacer tu habitación — escucho decir a la señora de grandes anteojos — Espero que te sientas comodo y te lleves bien con tus otros compañeros — la mujer se va y comienzo a explorar lo que va hacer mi nueva habitación.
Desde un rincón observo que hay tres camas, un armario grande y un pequeño baño, siento curiosidad de ver dentro del armario, así que voy a revisarlo.
— ¿Qué haces revisando mis cosas? — escucho decir.
Ese niño que hablo era muy alto y gordo, estaba acompañado de otro niño igual de alto, pero esté si era delgado.
— Lo siento, no sabía dónde colocar mis cosas.
— Tu asquerosa ropa no la vas a colocar en mi armario, busca otro lugar donde colgar esa espantosa ropa — ellos comienzan a reir mientras se me acercan amenazante.
— ¿Tu no eres el niño que su padre casi lo mata?, si eres tú, verdad, escuché que tu madre está muerta por culpa de tu padre, que familia tan loca la tuya — bufa el chico flaco.
Al escuchar como los dos reían me lleno de ira y le doy un golpe en la cara al niño delgado haciendo que el se deje de burlar de mí.
Eso no fue una buena idea, ellos eran más grandes y fuerte que yo, me dieron una paliza apenas llegando a ese orfanato.
Un timbre nos anuncia que ya era hora de ir a cenar, voy con mi bandeja de comida buscando un sitio donde sentarme y ninguno de los niños que habían en el comedor me permitían sentarme en su mesa.
Sin un lugar donde sentarme salgo hacia el pasillo y me siento en el suelo a comer.
— ¡Oye niño! ¿Eres el nuevo? — me pregunta un chico que venia entrando al comedor.
No respondo, ya sabia que si hablaba o no igual todos me odiaban y solo me querían golpear.
— ¡Oye te hablé!, ¿acaso eres mudo? — niego con la cabeza — entonces por qué no hablas, que tonto eres, ¿por qué comes aquí en el pasillo y no en el comedor? — ese niño se agacha frente de mí y se me queda viendo los golpes de mi cara — Ya veo que te dieron la bienvenida a este maldito orfanato — susurra mientras me extiende su mano — Soy Collins, y tú ¿Cómo te llamas?.
— León, León Smith.
— León, pero más bien pareces un gatito asustado, sabes, para vivir aquí tienes que aprender a defenderte ¿Qué edad tienes, León?.
— Tengo once años — susurro con mi mirada al suelo.
— Yo también tengo once años, eso quiere decir que ya no soy el más pequeño aquí, ahora somos dos, eso está bien así los dos nos podemos defender de esos idiotas que se creen superior por tener más edad que nosotros.
Sonrío al saber que ya tengo un amigo que me va a ayudar a sobrevivir aquí, Esa noche no queria entrar a esa habitación, tenia miedo que me dieran otra paliza mis compañeros de dormitorio, así que decido dormir en un rincón cerca de la cocina.
En medio de la noche me despierto por los fuertes truenos que sonaban y me comienzo a sentir extraño, cierro mis ojos y veo un rio de sangre, mi corazon latía fuerte, sudor frío bajaba por mi frente, por mas que trato el olor de sangre llegaba a mi nariz deseándola derramarla en mis manos. Sentía una sed profunda no sabía quien era ni que hacía.
— León ¿Qué tienes? — veo acercase a mi amigo Collins
Al verlo me le abalanzo encima tratando de matarlo.
— ¿Amigo que tienes?, León reacciona.
Collins me da un golpe que me hace volver, estaba muy asustado por como estaba actuando y lo peor era como veía la lluvia.
— Amigo, no me digas que tú también vez la lluvia como yo la veo — me pregunta Collins asombrado — Tu también la vez como sangre — dice sonriendo.
— ¡Sí, la veo así y también huele a sangre, que pasa conmigo, tengo miedo!(.
— No tengas miedo, tu y yo somos especiales para este mundo, León, no te asusté solo tenemos que buscar como utilizar este poder.
Poder, de verdad Collins pensaba que esto se trataba de un poder, yo no lo veía de esa forma, esto era algo que asustaba mucho y no lo quería volver a sentir nunca en mi vida, pero eso no fue así, cada vez que llovía me volvía a suceder. Mi amigo me ayudaba a sobre llevar mi estado cada vez que llovía, pero a él también le pasaba igual que a mí. Collins era más fuerte que yo y lo podia controlar a cambio yo perdia el control.
— Collins, ¿Cómo haces para controlarte cuando llueve?, enséñame a ser como tú — le ruego a mi amigo después de tener una de esas fuertes crisis por la lluvia.
— Al principio me costaba controlarlo, pero aprendí como hacerlo, como calmar esa sed.
— Dime, ¿Cómo lo hiciste? para yo también hacerlo, por favor Collins, dime.
— Lo puedo controlar es matando, es la única manera de calmarme. Tengo que matar.
Niego con mi cabeza, mi madre siempre me decía que matar era malo, yo no puedo hacer eso, no puedo.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro