Capítulo 20 ( Una triste promesa)🌹
El ruido de personas hablando me hacen despertar, abro mis ojos lentamente y veo como mi visión borrosa va mejorando mientras parpadeo. En la habitación se encontraba mi padre, Andrew y dos oficiales más que me observaban con rostro preocupado.
— ¡Amanda mi bebé! ¿Estás bien? — solloza mi padre besando mi frente al verme despertar.
— Papá ¿Dónde está mi mamá? — pregunto entre llanto — Ella estaba llena de sangre, ¡la mataron papá, la mataron!.
— ¡Hija cálmate!, tienes que recuperar fuerzas — dice mi padre mientras me abraza.
— ¡Papá quiero ver a mi madre, por favor llévame con ella! — le imploro mientras trato de quitarme la vía que tenía en mi mano con un medicamento que pasaba por mis venas.
— ¡Cálmate Amanda, basta! a tu madre todavía no la podemos ver, tienen que investigar si el asesino dejo rastro en su cuerpo, todavía estan buscando evidencias, entiéndelo hija.
— Papá, tenemos que hacer algo, esto no se puede quedar así, ese asesino tiene que pagar por lo que hizo con mi madre.
— Lo sé hija y tienes toda la razón, esto no se puede quedar así, tenemos que buscar el asesino de tu madre y Andrew nos va ayudar, pero mientras tanto preocúpate por recuperarte mi amor.
Levanto mi mirada y veo a Andrew acercarse a mí con una mirada de lastima.
— ¡Lo siento Amanda!, te prometo conseguir al culpable y hacerlo pagar por el daño que te hizo a ti y a tu familia — Asegura Andrew mientras acaricia mi cabello.
Estaba tan confundida, todavía me costaba asimilar lo que había sucedido, porque mi cuerpo estaba tan débil que no tuve la fuerza para ayudar a mi mamá o haber escuchado algo que me despertara.
— Trate de ayudar a mamá, pero mi cuerpo se sentía extraño, nunca me había pasado algo así después de tomar el medicamento para el dolor que siempre tomo — Exclamo extrañada del efecto que tuvo el medicamento en mí.
— Amanda, te drogaron por eso tú cuerpo estaba actuando de esa manera, si Andrew no te fuera conseguido también te fuera perdido a ti hija — mi padre lloraba mientras voltea a ver a Andrew.
— ¡Me drogaron! — abro mis ojos como plato al enterarme — Eso quiere decir que alguien cambio el medicamento por droga ¿Cómo pudo hacer eso el asesino si mi madre y yo siempre estábamos encerrada en casa — mi mente se hizo una maraña de preguntas que en ese momento no tenían respuesta.
— Eso es lo que están investigando los detectives, hija, así que tú descansa y deja que ellos hagan su trabajo — vociferó mi padre.
Aquí había algo que no cuadraba, cambiaron las pastillas del dolor por droga, ¿Eso quiere decir que el asesino había estado antes en la casa y no nos dimos cuenta? ¿Qué hacía Andrew en la madrugada en mi casa y como entro si la puerta estaba cerrada con llaves? me quedo pensativa para después volver a la realidad que como haiga sido el suceso, quién me encontró y como entro, no cambiaba el hecho que mi madre estaba muerta.
En eso entran a la habitación unos detectives que se llevan a papá y a los oficiales, Andrew decide quedarse conmigo para hacerme la interrogación.
— Amanda, ¿pudiste ver o escuchar al asesino? — pregunta Andrew con curiosidad.
— No, no pude distinguir su rostro a pesar de que se paró delante de mí.
— Me lo imagino, estabas fuertemente drogada, no creo que pudieras verle su cara.
— ¿Hay algún sospechoso? — indago mientras me siento en la cama para hablar mejor con Andrew.
— Si lo hay, todos es la estación de policía concordamos que fue el asesino que anda por el pueblo, el muy desgraciado dejo su señal en el cuerpo de tu madre, como hizo con las otras víctimas.
— ¿Una rosa? — pregunto agitada por el llanto — ¿Qué le hizo mi madre a ese hombre para que la matará? ¿Qué le hicimos para que nos dañará así? — mis lágrimas caían y Andrew me abrazaba para consolarme.
— Amanda, tienes que ser fuerte, no sé si te sirva, pero aquí estoy para ayudarte con lo que pueda, siempre estare para ti.
En ese momento escucho la puerta de la habitación abrirse, levanto la mirada por encima de los brazos de Andrew para ver a Leo parado en la puerta de la habitación.
Me separo de su cuerpo enseguida, veo en el rostro de Leo que no le sentó nada bien vernos abrazados.
— ¡Leo! — pronuncio al verlo con una expresión neutra mirándonos.
— ¿Amanda, estás bien? — Leo se me acerca y me rodea con sus brazos y yo con los míos a él, asiento con la cabeza para responder a su pregunta ya que el llanto no me dejaba hablar — Amanda siento mucho lo de la señora Clara, ella era una buena persona, no mereció morir de esa forma.
Mientras Leo y yo nos abrazamos, Andrew se nos acerca y se para delante de nosotros.
— ¡Que extraño!, la señora Claras tuvo una discusión contigo anoche y hoy está muerta, asesinada brutalmente, eso es como muy extraño — Andrew mira a Leo con intriga.
— ¿Qué quieres decir con eso? — pregunta Leo tras la acusación de Andrew.
— Solo digo que es extraño, en este momento tú, Leo, eres el principal sospechoso de la muerte de la señora Clara.
Mis ojos se abren como lunas al escuchar a Andrew acusar a Leo de la muerte de mi madre, no puedo creer, pero Andrew tenía razón, Leo siempre me ha dado mala espina y todo lo que he visto en él me lleva a pensar lo peor.
Leo me voltea a mirar asombrado mientras Andrew cruza sus brazos , enseguida en mi mente empiezan a reproducirse todas esas imágenes de Leo actuando extraño cuando llueve, no quería pensar mal de él, no podia ni imaginar que tuviera la culpa de la muerte de mamá, no puedo pensar así, no puedo o no quiero hacerlo.
— Amanda, no creas nada de lo que te dice este tipo — se defiende Leo, pero ya la duda estaba sembrada en mi mente.
— León Smith, será arrestado para investigar el caso de la señora Clara Alves — habla Andrew acercándose para esposarlo.
— Suéltame Andrew, yo no tengo nada que ver con la muerte de la señora Clara, jamás lastimaría a Amanda ni a su familia, jamás.
Me sorprendió ver la sonrisa tan irónica en la cara de Andrew, a veces me daba la impresión que ellos se conocían y por algún motivo se odian de esa manera.
— Leo, a quien quieres engañar, tu sabes muy bien la clase de persona que eres — susurra Andrew como evitando que yo escuchara.
— Yo también se la clase de persona que eres tú Andrew — dice Leo también en un susurro.
Esto era una locura, las miradas de odio de esos dos solo me dejaba ver que aquí estaba sucediendo algo, Andrew trata de esposar a Leo y este lo empuja haciendo que él diera varios pasos atrás.
— ¡Basta!, respeten mi dolor, que les pasa — mi voz sono fuerte, este par me habían hecho perder la paciencia — Andrew te agradezco que me quieras ayudar a conseguir el asesino de mi madre, pero no puedes acusar de esa manera a Leo, no tienes prueba que digan que fue él.
— ¡Amanda, cálmate! — dice Leo tocando mi rostro con su mano.
Los dos se quedaron quieto después de ver lo alterada que estaba, ya se habían pasado de la raya peleando en el hospital y frente de mí sin respetar mi duelo.
— Está vez te salvas de ser arrestado, conste que lo hago por Amanda y no por ti, Leo — Andrew se dirige a Leo con tono amenazador — Voy a seguir averiguando la muerte de tu madre, espero que pronto te recuperes, nos vemos, Amanda — Andrew sale de la habitacion y el ambiente deja de estar tan pesado.
°°°°°°°°°
Por la tarde ya me habían dado de alta en el hospital, todavía me sentía algo aturdida y mareada, pero no podía dejar solo a papá con los preparativos del funeral.
Pasamos toda la noche en la funeraria acompañando el cuerpo de mi madre que estaba en esa caja de madera, no me quería separar ni un momento de ella, mi llanto no cesaba, el dolor que sentia al verla ahi como si estaba dormida y saber que en realidad no dormia, sino que estaba muerta era horrible, me sentía culpable, tenia rabia conmigo misma por no haberle hecho caso cuando ella me pidio que nos fuéramos del pueblo.
— ¡Mamá, perdóname por no haberte escuchado, por no irnos cuando me dijiste, lo siento mamá, te prometo conseguir a ese maldito que te hizo daño, lo voy hacer que pague, que sufra como estoy sufriendo yo, te lo aseguro mamá, te lo prometo! — sollozo encima de la caja de madera tratando de abrazar a mamá con todas mis fuerzas y sin poder hacerlo porque esa caja no me lo permitía.
Leo se me acerca y trata de separarme de mi madre, no lo dejo, pero después siento que mis pies ya no resisten por todo el tiempo que he estado parada y termino entre sus brazos.
Siento su cuerpo, su perfume y entro en una tranquilidad que me gusta mucho, lo abrazo también y me quedo escuchando su corazón sin pensar en más nada solo sintiéndome segura entre sus fuertes brazos.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro