Capítulo 1 ( La terrible noticia)🌹
Era viernes por la noche y estaba en mi habitación lista para dormir, en mi interior sentía la felicidad de que ya era fin de semana y no iría a la universidad al amanecer, así que podría dormir hasta tarde. Estoy apunto de cerrar mis ojos cuando escucho un fuerte estruendo de platos cayendo al suelo, me levanto de la cama y voy corriendo hacia donde provino el ruido, abro mis ojos como luna llena al conseguir a mamá desmayada en el suelo de la cocina.
— ¡Mamá! ¡Despierta mamá! — ella no responde. Estaba tan asustada que no sabía qué hacer, así que comienzo a llamar a mi papá — ¡Papá! Ven a la cocina, a mamá le pasó algo. ¡papá, apresúrate!.
Mi padre al escuchar mis gritos baja a la cocina y nos consigue a las dos en el suelo, mi madre desmayada y yo llorando mientras le sostenía la cabeza.
— ¡Hija! ¿Qué le pasó a tu madre?.
— ¡No lo sé, papá, estaba en mi habitación y escuché el ruido de platos caerse, salí y la conseguí desmayada! — mi padre trataba de despertarla, la mueve pronunciando su nombre y no funciona, ella no despertaba — Papá, vamos al hospital — dije entre lágrimas.
Llevamos a mi madre a emergencia, mientras la examinaban y le hacían miles de estudios, mi padre y yo nos encontrábamos en la sala de espera muy preocupados esperando información. Pensé que dormiría hasta tarde y ahora estoy en medio de la noche despierta y muy preocupada.
Al amanecer, una enfermera se nos acercó y nos dice que el médico pide hablar con nosotros, al parecer encontraron algo muy malo en los estudios de mi madre.
— Buenos días, soy el doctor Brown, ¿ustedes son familiares de la señora Clara Alves?
— Sí, yo soy su esposo y ella es su hija. Díganos doctor, ¿Cómo está mi esposa? —pregunta mi padre muy preocupado.
— No les traigo muy buenas noticias. — el doctor hace una pequeña pausa para tomar aire y mirarnos entristecido — Es muy lamentable decirles que su esposa tiene cáncer — sentí un miedo horrible invadiendo mi cuerpo al escuchar la palabra cáncer, mis ojos se nublaron con lágrimas que comenzaron a caer — El cáncer está avanzado, lamentablemente no puede ser tratado — el doctor hablaba mientras nosotros habíamos quedado en shock, no era fácil habernos enterado de tan terrible noticia — Lo siento mucho, lo único que les puedo decir es que traten de hacerla lo más feliz que puedan, a la señora Alves no le queda mucho tiempo en este mundo, así que muéstrenle mucho cariño estos últimos meses que le quedan de vida.
— ¿Cuántos meses le queda? — indaga mi padre con lágrimas en sus ojos, mientras que yo solo lloro sin poder decir ni una palabra.
— Le quedan unos seis meses, aunque podría durar hasta un año con la ayuda de un tratamiento.
El doctor nos indicó lo que tendríamos que hacer de ahora en adelante con mi madre y se va dejándonos una profunda tristeza clavada en el pecho. Veo a mi padre y estaba devastado con esa noticia tan lamentable.
Entramos en la habitación donde estaba ella, la vemos sentadita en esa cama con un montón de cables que tenía por casi todo su cuerpo.
— ¡Oh, Peter! ¿Qué fue lo que me pasó anoche? ¿Qué dijo el médico? — Mi padre me voltea a mirar sin saber que responderle — ¡Pit, me estás asustando!, dime ¿Qué te dijo el doctor?.
Sentí que no era el momento adecuado para que mamá supiera de su enfermedad, tal vez era mejor esperar que saliera del hospital, así que trato de mentirle.
— Mamá, el doctor dijo que estás muy agotada, que necesitas descansar y dejar de preocuparte por todo en… — Mi padre me interrumpe mientras me miraba con unos ojos profundamente tristes.
— Clara, mi amor, no te podemos mentir, te tenemos que decir la verdad por más dolorosa que sea — lo miro y le hago un gesto con mi rostro diciéndole que no lo haga.
— ¡Hablen ya, por Dios, me tienen nerviosa!. Peter dime ¿Qué tengo y dime la verdad?.
— Clara, tienes cáncer — mi madre, al escuchar que tenía cáncer tapó su rostro con sus manos y comenzó a llorar mientras papá y yo la abrazábamos.
— ¡No puede ser! Yo no puedo tener esa enfermedad — gritaba rompiendo mi corazón — ¿Qué va a ser ahora de mi vida? Yo no me puedo ir sin ver a Amanda toda una profesional y casada. ¡No puedo!.
Esa escena era desgarradora, yo no podía ni siquiera hablar, el llanto no me lo permitía.
El doctor Brown entra y le explica a mi madre su caso y el tiempo que le queda. Mi padre tenía razón, Por más difícil que fuera, ella tenía que saberlo, así podría hacer lo que más quería en sus meses de vida.
No fue fácil para ella enterarse de que iba a morir por culpa del cáncer, la verdad, para ninguna persona sería fácil saber que poco a poco una enfermedad está acortando su vida.
Después de dos días en el hospital, luchando con lo deprimida que se encontraba mi madre, no quería comer, no quería hablar, hasta pidió que no le dijéramos nada a la familia para que no le tuvieran lástima. Verla así era algo que me hacía doler hasta el alma. El doctor al observar su estado de depresión la da de alta médica.
La llevamos a casa, sus ojos hinchados de tanto llorar no dejaban ver bien esos ojos preciosos de mi madre. Ella sube a su habitación y nos pide que la dejemos sola, yo niego con la cabeza y mi padre me hace señas de que está bien, que le demos un tiempo a solas.
— Amanda, no sé qué vamos hacer ahora con la enfermedad de Clara. No sé como lidiar con esto — solloza mi padre mientras se sienta en su sofá.
— Tranquilo, papá, vamos a tratar de salir adelante con todo esto. Tenemos que hacer que mamá sea lo más feliz posible en estos meses como nos dijo el doctor.
— Hija, sabes que la empresa no va muy bien en estos últimos meses y no tenemos suficiente dinero, tampoco creo que podamos pagar a una enfermera para que cuide de ella mientras no estamos en casa.
— No te preocupes, yo me quedaré con mamá, quiero pasar lo más que pueda con ella.
— No puedes hacer eso, Amanda. No puedes dejar tus estudios tirados así no más.
— Papá, puedo comenzar a estudiar después. Apenas tengo diecinueve años, todavía tengo tiempo para los estudios, por ahora solo quiero estar con mamá.
Mi padre suspira y termina aceptando, quedamos en que yo la cuidaría mientras él trabajaba. Apenas estaba empezando en la universidad, así que hablé con el director que fue muy comprensivo y entendió el motivo por el que me ausentaría por un año de clases.
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Al día siguiente, mi padre se va temprano a su trabajo y yo me quedo sola en la casa atendiendo a mi madre, ya le di sus medicamentos, le preparé su comida y la ayudé para que se duchara.
— Gracias, hija, pero no quiero que faltes a clase por mi culpa.
— Eso no importa ahora, solo quiero pasar más tiempo contigo — gruño mientras me acuesto a su lado.
— Amanda, ya para mí no hay oportunidad, pero tú eres joven y linda, no deberías perder tus estudios por mí, que ya no tengo esperanzas.
— ¡No digas eso señora Clara! Ya mi padre y yo lo hablamos y esto es lo más correcto que hay que hacer — ella se me queda mirando y no vuelve hablar del tema — ¿Qué te gustaría hacer en este tiempo que la vamos a pasar juntas? — le propongo al ver que se había quedado en silencio y muy pensativa.
— ¡Sabes, hija! Siempre quise regresar a Merrickville, al pueblo donde nací y viví con mis padres y mi hermano. Por andar siempre atareada con todos mis deberes, nunca regresé a esa casita que extraño tanto — Mi madre tenía una expresión de nostalgia al hablarme de el pueblo donde había nacido. Ella siempre me contaba que fue muy feliz viviendo en ese lugar.
— ¿Te gustaría volver a ese pueblo?
— ¡Por supuesto que me gustaría! Extraño mucho el olor a campo por las mañanas y el olor a flores cuando los campos florecían, el ruido de los animales cuando tenían hambre y yo iba con papá a alimentarlos. Extraño todo eso, hija — era increíble ver cómo sus ojos se iluminaban al hablar de ese sitio.
Su carita iluminada al nombrar al pueblo de Merrickville me hizo dar una idea que seguro a ella le encantaría, pero era algo que tendría que consultar con papá.
En la noche, cuando llegó mi padre a la casa y después de que él descansara sentado en su sofá, le conté la idea que tuve.
— Esta mañana, cuándo atendía a mi mamá, ella recordó el pueblo donde nació, me dijo que quería volver a ese lugar. Papá deberíamos llevarla, ella siente nostalgia por Merrickville, creo que lo extraña mucho.
— Hija, ese pueblo queda muy lejos de aquí, ¿cómo haríamos para ir y venir? Y el trabajo, Sabes que no puedo faltar.
— Ya lo tengo resuelto, yo me iré con mamá un tiempo a la casa que le dejaron mis abuelos, mientras tú te quedas a trabajar.
— ¡Se nota que pasaste toda la tarde planeando ese viaje! — Me le quedo mirando con una pequeña sonrisa y frunzo mi nariz.
Después de convencer a papá de que nos íbamos al pueblo de Merrickville, voy a la habitación de mi madre y le cuento que pasaremos ella y yo unos meses en su pueblo natal. Primero no quiso ir para no dejar a su amado esposo solo, él trabaja mucho para nosotras dos y eso le preocupaba, pero después de tanto insistirle aceptó.
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Al día siguiente me levanté muy temprano preparé las maletas y lo que íbamos a necesitar para el viaje, nos despedimos de papá que abraza muy fuerte a su querida esposa y le dice que estará muy al pendiente de las dos.
Emprendemos nuestro viaje hacia ese pueblo. Nos vamos en el auto de papá. Yo manejo mientras mi madre observaba por la ventana con la mirada perdida en quién sabe que pensamientos.
“Ojalá que este viaje ayude a mi madre, aunque sea un poco a superar el dolor, aunque una noticia como esa no pasa desapercibida, estoy completamente segura que en este viaje la vamos a pasar súper bien, de seguro nos divertiremos mucho juntas en Merrickville”.
Nota de la autora : 🌹
Hola mis queridos lectores les traigo otra historia, que espero les guste, dejen sus comentarios que para mí son muy importantes ☺️💖🌹 comenten si le gusto el comienzo 🌹
Gracias a la Editorial Salem y @claimclams por ayudarme con las correcciones de este capítulo
Un besote con cariño yiliGarcia💖
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