58. Malos sueños.
15 de febrero
Narra (TN)
Paul estaba tomando a Jane de la cintura mientras la besaba apasionadamente. Asher pasaba sus dedos delicadamente por el cabello de McCartney. Ambos parecían estar disfrutándolo, pero a mí me estaba dando asco, era como si ambos quisieran devorarse. Comencé a preguntarme si él y yo nos veríamos así cuando nos besábamos. Por otro lado, no entendía qué le pasaba a mi novio. Nunca le demostraba ese afecto a su "novia falsa", mucho menos frente a mí.
—Vamos, nena —le susurró seductoramente a Jane—. Quiero hacerte mía otra vez, justo aquí, en este preciso momento. ¿Por qué no lo hacemos en la calle?
¿Suya otra vez? No podía creer que Paul McCartney, mi novio y amor de toda la vida, le hubiese dicho eso a la mujer que él "no amaba". Me había engañado. Se había acostado con ella y probablemente con muchísimas más. No sabía si ponerme furiosa o a llorar, sentía una extraña opresión en el pecho que no me dejaba elegir.
— ¿Paul? —cuestioné entre dientes.
Él me miró como nunca me había visto antes: con desprecio. Me sentí muy mal con su mirada, no sabía qué era lo que estaba pasando. Paul no soltaba la mano de Jane Asher.
—Agh... sigues aquí —musitó con molestia, rodando los ojos.
—Ya dile, primor —masculló Jane con tono burlón.
—Yo no te amo —dijo McCartney—, ni siquiera te he querido. Quise jugar a ser el caballero contigo sólo para obtener placer mientras mi chica no estaba conmigo. Tú eres una groupie más, nadie importante. —Miró a Jane con una sonrisa tonta, yo no pude contener más las lágrimas: Paul sólo había jugado conmigo—. Ella es la mujer con la quiero pasar todas las noches porque la amo más que a nada en este mundo, y en el universo. Jane es la única que me comprende, que sabe lo que es lidiar con la fama; y algún día me casaré con ella y tendremos muchos hijos. —Hizo una pausa y me volvió a mirar con desdén—. Así que...aléjate de mí. Ya te di muchas indirectas, pero ahora seré directo y breve: ¡largo de mi vida!
—Él no necesita más de tus servicios —Jane soltó una carcajada, a la que Paul no tardó en unirse.
¿Servicios? Tragué saliva al darme cuenta de que esa zanahoria acababa de insinuar que yo era una...
Narra Paul
— ¡No! —el grito de mi chica me despertó.
Me senté en la cama y la vi: (TN) estaba negando la cabeza y respirando de forma agitada; aunque seguía dormida. Parecía estar teniendo un mal sueño, dudé un poco sobre lo que debía hacer a continuación, pero terminé optando por despertarla.
— ¿Qué ocurre, mi amor? —le pregunté, antes de dar un beso en su mejilla—. Vamos, despierta, todo está bien, ¿sí?
—No... no puedes hacerme esto, Paul.
Fruncí el sueño de inmediato, al mismo tiempo que le dirigí una mirada de completa preocupación. No entendía qué quería decirme con eso, pero seguramente estaba haciéndole algo malo en su sueño.
— ¿De qué hablas, preciosa? —pregunté, besando sus labios varias veces con fuerza—. Sabes que yo no te lastimaría, despierta, por favor, vamos, (TN).
— ¡No! —volvió a gritar.
Debía despertarla cuanto antes, no podía seguir soportando verla en ese estado. La sacudí un poco, sin mucha delicadeza, y despertó. Se sentó en la cama al mismo tiempo que inhalaba con fuerza y me miró.
Aunque la habitación estaba sumida en la oscuridad, yo sabía que tenía los ojos llenos de lágrimas. Y, aunque no sabía qué era lo que había soñado, comencé a imaginarme posibles escenarios al respecto. Besé su brazo, cosa que pareció regresarla a la realidad.
—Estás aquí —susurró, muy aliviada, antes de volver a recostarse.
—Por supuesto —sonreí tímidamente—. Tranquila, jamás me iría.
Le acaricié el brazo con cariño y la cobijé.
—Tuve una pesadilla —me confesó—. Tú...tú estabas con ella y....me dejabas, te ibas con Jane. Me dijiste que Jane era la mujer con la que querías pasar todas las noches, casarte y tener hijos; dijiste que yo sólo era una más de las mujeres que utilizabas para obtener placer y luego me gritaste que me alejara de ti.
Negué con la cabeza mientras veía cómo las lágrimas rodaban por sus rosadas mejillas. Mi mandíbula se tensó, odiaba verla llorar. (TN) había tenido una pesadilla horrible, y en esos momentos sólo deseaba poder dejar a Jane para que mi novia se sintiera más tranquila; pero no podía hacerlo, no quería que le pasara nada malo.
—No te dejaré, cariño —la abracé y deposité un beso en sus labios—. Si hay alguien con quien quisiera pasar todas las noches que me restan de vida, casarme y tener hijos: es contigo. Yo no te quiero lejos de mí, eres la mujer que amo, lo que necesito. Por favor, créeme. Tú tenías que entrar en mi vida.
—Mi pesadilla ya me amargó el resto de la noche, pero... te creo, Paul —suspiró y una sonrisa ladeada se dibujó en su rostro—. Mejor dejemos de hablar de mi terrible sueño y cuéntame las cosas malas que tenías que decirme.
Parecía que mi chica era fuerte y, aunque eso iba contra la imagen perfecta de la mujer en nuestra sociedad, me excitaba que fuera así. Hice una mueca y ladeé la cabeza sin apartar la vista de ella.
No estaba seguro sobre lo que estaba a punto de decirle, porque creía saber cuál iba a ser su respuesta. Su agenda y la mía no coincidían; era bastante improbable que las cosas cambiaran.
—Vamos a tener una gira —susurré.
— ¿Eso es malo? —cuestionó, recostándose se lado para verme.
—Lo es —asentí con tristeza—. Yo, bueno, me tomé la libertad de revisar tu agenda y... pasaremos muchas noches separados. Nuestros días de descanso no coinciden. Sólo un par de días, pero los chicos y yo tendremos que estar en Austria para entonces, así que... no sé qué podemos hacer.
— ¿De verdad? —sonaba desanimada, yo también me sentía así—. Entonces sí es malo.
— ¿No puedes cancelar tu participación en la película? —pregunté, haciendo un mohín—. Serán dos semanas, por favor. Pasaremos mucho tiempo juntos y prometo hacer algo especial para ti todas las noches, después de nuestros conciertos.
— ¿Sólo dos semanas? —alzó una ceja.
—Bueno, la primera parte de la gira, sí —admití, sabiendo que explicarle los detalles haría imposible que cancelara sus eventos—, regresaremos para la premier de nuestra segunda película, la cual grabaremos antes de la gira y volvemos a Estados Unidos en agosto.
—Eso es mucho más que dos semanas, mi amor —negó con la cabeza—. No puedo alejarme por tanto tiempo, no ahora, Paulie. Apenas estoy comenzando a abrirme paso al éxito... —frunció el ceño—. Espera, ¿dijiste segunda película?
—Sí, esa era otra de las cosas que debía contarte —contesté, sintiéndome más alegre por un momento—. Aún no tenemos el título, pero vamos a filmarla en diferentes lugares. Empezamos la filmación el día veintitrés, aunque tenemos que estar en América un poco antes. Queríamos ir a las Bahamas, así que hay algunas escenas ahí; también tenemos escenas en los Alpes Austriacos y algunas las filmaremos aquí, en Londres... pero tú estarás ocupada.
Hice una mueca de molestia y miré a (TN), ella se veía calmada y no supe explicarme cómo hacía eso justo después de enterarse que sabe que estaremos separados por mucho tiempo. La excusé con la idea de que seguía siendo el shock por su pesadilla.
De pronto, me sonrió tímidamente y me besó con dulzura. Me fascinaba cuando hacía eso. Correspondí de inmediato y fui colocándome encima de ella, la situación se estaba tornando más apasionada hasta que nos separamos por quedarnos sin aire.
—Amo tus besos, (TN) —admití, mi voz sonó más ronca de lo habitual—. Juro que aprovecharé el tiempo que nos queda juntos. Y seré muy feliz cuando tu agenda coincida con la mía.
Narra (TN)
Era un verdadero asco que nuestras agendas no coincidieran, pero ya encontraríamos la manera de estar juntos cuando regresaran de su gira y yo terminara de filmar la película. Estaba segura que Paul comprendía que ambos teníamos que seguir nuestros sueños, aunque eso implicara que tuviéramos que separarnos.
——————————
Disfrutamos los últimos días juntos estando en casa. Paul le había dicho a Jane que John y él pasarían los días previos al viaje componiendo, así que ni la zanahoria me había podido alejar de mi príncipe.
No obstante, mis pesadillas continuaron, noche tras noche, Paul se estaba preocupando por mí y me decía cosas muy lindas antes de dormir con la esperanza de que mis malos sueños se fueran. Pero cada noche volvía a soñar con lo mismo: Paul, junto a Jane, diciéndome todas esas cosas horribles.
Le había sugerido a mi novio que durmiéramos en habitaciones separadas porque me daba mucha pena despertarlo a mitad de la noche. Su respuesta había sido clara: no. Conforme habían pasado las noches, la intensidad del mal sueño se había reducido, pero igual me hacía comenzar a gritar cosas mientras dormía.
—Paul... —lo llamé, con la voz entrecortada después de que me volviera a despertar.
— ¿Fue algo diferente esta vez? —preguntó.
—No —negué con la cabeza.
Hizo una mueca de desagrado, me abrazó con cariño y luego me besó. Estábamos tan cerca que podíamos escuchar el corazón del otro, latiendo con fuerza. Era la última noche que pasaríamos juntos por un largo tiempo y mi asquerosa pesadilla la había arruinado por completo, de nuevo.
—He estado pensando en algo...
— ¿En qué cosa? —cuestionó, bostezando.
— ¿No crees que se trate de algo que vaya a pasar?
—Pues...dudo mucho que eso llegue a ocurrir —se encogió de hombros—. Yo soy parte importante de tu sueño y estoy en contra deque se cumpla. Entiéndelo, (TN): mi corazón te pertenece.
Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro