Capítulo XVI: Final.
Los recuerdos... son esenciales, ¿verdad? Son aquellos momentos en los que la mente humana decide capturar para poder guardarlos en lo más profundo de tu mente. A veces se conservan con odio, ya que la situación te generó una marca tan fuerte y tan profunda que será imposible borrarla, pero muchas otras veces se pueden conservar con cariño, porque amaste el momento, porque fue una de las mejores cosas que te sucedió en la vida. La mayoría de las personas tratan de retener lo bueno y olvidar la malo, pero... ¿nunca te has puesto a pensar por qué siempre lo malo... lo que te hace daño... siempre está allí? Como si nunca pudiese irse de tu cuerpo.
El miedo... el odio... el disgusto... tus demonios internos... son sensaciones que jamás se irán. Son parte de ti. Naciste con ellas y morirás con ellas, por más que intentes ser feliz, por más que hagas lo que hagas, la felicidad no es infinita. La felicidad no es para siempre. ¿Y eso no es bueno? Porque si todos fuéramos felices...
La mente humana también es injusta. Porque también es capaz de borrar todo lo que no quieres olvidar. Ya sea porque sabes que lo necesitarás en algún momento, o porque no te gustaría dejarlo atrás.
"一¿Entonces eres... como mi ángel guardián? 一preguntó la pequeña castaña en un tono dulce e inocente.
Sus grandes, azules ojos reflejaban toda la admiración y respeto que le generaba aquél superhéroe parado frente a ella, con una mirada decidida pero también colmado de nobleza. Las mejillas de la niña estaban teñidas de un color rojizo y su esbelto cuerpo temblaba ligeramente a causa de la emoción. Es decir, tenía una deidad como Mysterion frente a sus ojos, y agachándose a su altura para poder hablarle mejor.
一Así es, Karen. 一respondió el mayor, dándole una suave y alegre sonrisa.
一E-eso es bueno porque... tú no me fallarás, ¿verdad? 一esa sonrisa que se había visto en un principio, fue reemplazada por una expresión triste y con decepción. Se veía decaída, y eso generó un mal sabor de boca en el alfa一. Mamá, papá y Kevin me hicieron mucho daño. No quiero que tú o mi hermano lo hagan...
Nobles lágrimas amenazaban con deslizarse fuera de sus ojos. Ella apretó su muñeca desgastada contra su pecho, desviando la mirada del superhéroe por unos segundos, tratando de ocultar su rostro; Karen no quería que su ángel guardián la viera tan débil.
Mysterion sintió cómo su corazón se estrujaba por las palabras de la menor.
一Jamás te fallaré, cielo. Siempre voy a estar aquí, cuidándote y protegiéndote. 一él envolvió sus fuertes y anchos brazos alrededor del frágil cuerpo de su hermana, aunque ella no supiera quién era la persona que se ocultaba tras su máscara.
一¿Lo prometes? 一cuestionó Karen con la voz quebrada, cerrando los ojos y aferrándose a la ropa de su héroe.
一Lo prometo."
Lamentablemente, hay promesas que se rompen, pero no porque uno quiera, sino porque el universo solo lo deseó así y no se puede hacer nada al respecto.
Hay otros recuerdos que son horribles y agonizantes, donde generan simplemente... dolor.
"一¿Q-que está pasando, Kenny? 一los pequeños brazos de Karen se aferraron a las piernas de su hermano mayor一. ¿P-por qué la policía está aquí? ¿P-por qué se llevan a m-mamá y a papá? Acaso... ¿son malos? ¿hi-hicieron algo malo?
Kenneth intentó responderle a su hermana de la mejor forma posible para que dejara de estar asustada, sin embargo, ninguna palabra salió de su boca. De hecho, ni siquiera había podido quitar la mirada de la escena de la policía arrestando a sus padres por tráfico de marihuana; el único trabajo que los mantenía en aquél basurero.
Él tenía miedo. Aún era un niño.
一No miren. 一habló Kevin, el hermano mayor de ambos, cerrando la cortina de la ventana por donde los tres observaban一. Tranquilos, estoy aquí. Conmigo no les pasará nada.
Y, sintiendo el miedo correr por sus venas, rodeó a sus hermanos en un abrazo. No sabía lo que iba a suceder a partir del día de mañana, pero sí entendía que tendría que darlo todo para proteger a lo único que le quedaba de familia. Y si eso implicaba tener que romper cada uno de sus huesos... lo haría. No los dejaría solos por nada del mundo."
Otra promesa rota... puesto que luego de cuatro largos años dándolo todo por su familia, gastando sudor y lágrimas, Kevin desapareció sin dejar rastro alguno sobre el mundo. Sin dar a entender si se encontraba aún vivo. Para su fortuna, Kenny ya era mayor de edad, por lo tanto, pudo cuidar de Karen...
...Pero no lo suficiente...
"一Entonces... ¿dices que Karen, tu hermanita, desapareció? 一la voz de Butters sonaba suave, calmada. Era como la voz de un ángel que le levantaba cada vez que caía.
Kenny asintió, sintiendo las lágrimas volver.
一Oh, lo siento tanto... De verdad. N-no sabía... Si puedo hacer algo por ti...
Kenny era ciego. Porque veía culpa y pena en los cristales celestes de quién estaba perdidamente enamorado. Cuando en realidad... no era así. Todo era una falsedad.
一Solo... amarme...
一Te amaré tanto como nunca antes lo hizo. 一prometió, abrazándolo con fuerza."
Esa fue una de las tantas promesas que Butters le juró en falso. Y todo iba a terminar ahí... sin poder hacer nada. Dejando que Stotch se salga con la suya. Se sentía enfermo y demente por seguir amando a quién había sido su más grande enemigo.
"¿Por qué...?" Ya no habían palabras, puesto que no existía. Solo... vagos pensamientos que no tenían destino alguno dentro del infinito y oscuro vacío que lo rodeaba.
一No te preocupes. En cualquier momento voy a transportar tu alma al bosque para que selles con un conjuro el portal que separa el infierno con el mundo humano. Será fácil, rápido y simple. 一finalmente, pudo ver la presencia de quién le estuvo hablando todo ese tiempo.
Su rostro era hermoso, con ojos claros y un cabello liso y rubio que le llegaba hasta por encima de los hombros, su ropa era antigua y usaba una boina de color grisáceo. Este le sonrió con falsa dulzura.
"¿Por qué...?" Otra pregunta no aparecía.
一Porque tienes que pagar, McCormick. Tienes que pagar por todo lo que has hecho durante toda tu vida. Tú piensas que dañaste a solo una persona, ¿Tammy, verdad? Pues te equivocas, hay mucha más gente que está esperando a que sufras en las llamas del infierno, por más que no vayas. Pero eso lo sabemos solo tú y yo. Todo el mundo vivirá y morirá con una mala imagen de ti... ya lo sabrás cuando vuelvas al planeta como espíritu. 一respondió, sonriendo ampliamente. Parecía que se divertía diciendo su discurso.
Si Kenneth hubiese tenido cuerpo, estaría llorando desconsoladamente. Pero a ese punto, ni sentimientos tenía.
一Tranquilo, no solo tú arderás por tus pecados. Cartman o 'The Coon', como tú lo conoces, te acompañará hasta el final de los tiempos. Ya que, recuerda, nunca confíes en nadie, ni en tus propios amigos. 一una pequeña risa algo turbia se escapó de los labios de Phillip一. ¿Eso no te recuerda a alguien? Sí, a Kyle. A quién mataron, culpándote a ti.
Silencio.
一Oh, ¿no lo sabes? Alguien se vistió de ti y grabó el momento exacto en el que un fierro atravesaba el pecho de tu mejor amigo. ¿Bonito final, no? Él estará descansando en el infierno, lejos de ti.
Una risa malévola de parte del demonio resonó y... todo se volvió confuso, todo lo que restaba de él, de su alma, comenzó a desvanecerse y su mente no fue capaz de retener nada nunca más.
* * *
Stan Marsh era un alfa muy orgulloso que nunca iba a admitir en voz alta que tenía miedo. Siempre había pensado que se le tenía estrictamente prohibido a un héroe tener miedo y demostrarlo. Y en parte, tenía razón. Porque en el momento en que debes salvar a alguien, debes mantener la calma; ya que si tú no la tienes, puedes alarmar a la persona a quién salvarás: que puede estar igual o peor que tú. Por esa razón, nunca ha admitido alguna vez que tenía miedo.
Sin embargo, la situación en la que se encontraba comenzaba a ponerlo extremadamente nervioso. Sus venas recorrían solo adrenalina y apenas podía pensar en algo en concreto. Lo único que podía pensar era en aquellos ojos celestes que demostraban dolor puro.
一B-butters... 一balbuceó.
Esas joyas celestes estaban cristalizadas y llenas de lágrimas. Las cuales se derramaban de una forma rápida sobre su rostro. Podía sentir su torpe y errática respiración contra la suya.
一Tú sabes algo... Suéltalo. 一dijo, frunciendo el ceño.
Tragó saliva. No le quedaba otra que responder.
一Cartman siempre fue de ese tipo de persona que creía que podía tener el mundo sobre la palma de su mano y... él estaba decidido a cumplir ese deseo. Él estaba dispuesto a todo. E-eso... lo llevó a invocar a Damien, n-no sé si has oído de él... 一hizo una pequeña pausa, su cuerpo temblaba un poco, pero por más que sus nervios estuviesen a flote no se permitía a sí mismo tartamudear. No quería demostrar debilidad ante su enemigo一. Y... por lo que oí, él vendió el cuerpo y alma de McCormick a cambio de una parte de poder de Damien.
El silencio reinó abruptamente en el calabozo. Butters mantenía la mirada en un punto ajeno a los demás. Su mente se encontraba en blanco, reproduciendo cada una de las palabras del alfa.
一¿Crees que le funcionará? 一cuestionó Craig.
Stan negó.
一P-por supuesto que no. Por más que Damien haya aceptado el trato, no creo que sea tan fácil de darle una parte de su poder. Los demonios no son como todos creen; ellos son tramposos, hábiles, listos... No le dará poder a cualquiera, menos a alguien como Cartman. 一respondió, relamiéndose los labios一. No sé que habrá pasado, pero estoy seguro que Coon será el menos beneficiado.
一Eso quiere decir que... ¿Kenny está muerto?
La pregunta de Leopold asombró a todos, sobretodo a Marsh, quién podía ver sus ojos pagados y llenos de furia. Apretó sus labios, desviando la mirada.
一No lo sé. Pero... probablemente sí. 一un amargo sabor se aplicó en su boca.
El ambiente de repente se sintió pesado. Todos clavaron su mirada en el villano principal de la manada, quién simplemente temblaba de la rabia. Ike le dio una mirada a Tweek y a Craig, esperando que hagan algo al respecto. Tucker entendió que debía calmarlo, ya que era el más cercano a él. Con un poco de nervios, se acercó al omega y posó una mano en su hombro.
一¿Chaos?
一Craig. 一su voz sonaba fría y distante, la cual rebotó en las paredes de piedra del calabozo, creando eco. El mencionado miró su nuca一. Libera a Marsh. Tweek, Ike, vengan conmigo.
一¿Qué?
一Sí, lo que has oído, Tucker. 一su mirada finalmente se fijó en la de su mano derecha一. Libéralo. No me hagas volver a repetirlo.
Y con el otro rubio y adolescente siguiéndolo a sus espaldas, Butters caminó nuevamente a la sala principal donde generalmente trabajaba y estaba la mayoría del tiempo. Allí, tomó unos cuantos archivos y se los entregó a Ike, quién le observó confundido esperando alguna explicación por parte del mayor.
一Ahora con Coon y Mysterion fuera de nuestro camino, te ordeno a ti y a todos tus compañeros que terminen de aniquilar los integrantes que quedan de la manada de superhéroes. No necesito que los traigan, solamente háganlos desaparecer del mapa. Les autorizo para que puedan utilizar sus cuerpos y almas como deseen. 一dijo, manteniendo su mirada fría en el menor. Este quedó rígido en su sitio, pero después asintió y se retiró del lugar.
一¿Y yo?
一Crees... ¿Crees que puedan invocar a un demonio como Damien? 一preguntó Professor Chaos, aflojando su mirada.
Tweak lo pensó por unos segundos.
一N-no. No podemos. T-token... ¡GHA! Tuvo p-pequeños problemas con él y s-si lo ve una vez más s-se volverá loco y n-nos matará a todos.
Butters bajó los ojos, haciendo una mueca.
一Si es por lo de McCormick, yo te aconsejo que lo dejes como está. Teniendo en cuenta lo que dijo Marsh y lo que pasó con su cuerpo que desapareció, seguramente Damien se lo habrá llevado a quién sabe donde. 一el consejo de Tweek hizo que Stotch lo volviera a mirar, sorprendido一. De-déjalo como está... ¡GHA! E-estoy seguro que le hiciste el d-daño q-que se merecía.
El jefe de la liga de villanos observó por unos segundos más al contrario y supo que tenía razón.
一Sí, tienes razón. 一una pequeña sonrisa triste se asomó por sus labios一. Una vez que Ike me avise sobre el asesinato de los demás héroes... Destruiré este lugar. A ustedes les pagaré, a mis demás súbditos les daré todo lo que les prometí desde un principio y serán libres finalmente.
El rubio menor abrió los ojos de golpe. Su boca se entreabrió levemente, sin poder creer lo que escuchaba salir de la boca de Butters.
一¿V-vas a a-abandonarlo todo? ¿E-estás seguro?
一Esta liga la creé con un solo propósito: hacerles entender a la gente que este no es un cuento de hadas, que esto es la vida real. Donde los superhéroes no pueden vencer el mal y el villano es el que termina ganando en el final. Y eso logré. Pude conseguir que la manada de superhéroes más famosas y que brindaban el 90% de seguridad en la ciudad (porque la policía normal es corrupta) se destruya en tan solo cinco segundos. 一Butters sonrió y se oyó un poco más seguro de si mismo y de sus palabras一. Ahora la gente vive y camina con miedo cada mañana. Temiendo que un villano o un delincuente se presente ante él y le termine quitando la vida, ya que no hay nadie quien les brinde protección. ¿No es increíble?
Tweek se quedó callado.
一P-pero... ¿Y C-cartman? ¡GHA! ¡É-él es un peligro p-para nosotros!
Leopold negó ligeramente.
一The Coon nos hizo las cosas más fáciles. Creo en las palabras de Stan, Damien no es tan idiota como para concederle o cumplir los deseos de esa bola de grasa. Y conociendo a este, lo único que conseguirá es una burla por parte de esos dos demonios. 一contestó, sacándose los guantes一. Con suerte, Ike lo matará antes de que intente hacer otra jugada más.
Todo se estaba terminando.
* * *
La espesa y escurridiza sangre se desplazaba por todo el piso alfombrado, dejando un gran rastro que sería difícil de quitar. El castaño frunció el ceño y, con las últimas fuerzas que le quedaban, observó a la espectro que tenía en frente de su cuerpo. Sintiendo la ira recorrer todo su sistema.
一Hijo... de... puta.
一¿Qué sucede, Cartman? ¿Acaso no es lo que esperaba? ¿Acaso creías que tener tales poderes te serían fáciles de utilizar? 一el azabache de ojos inyectados de sangre se acercó a la figura del contrario, que yacía en el suelo. Puso un pie sobre su estómago, donde se encontraba la herida一. Lamento no avisarte, cariño, pero los poderes que te concedí tal y como querías, eran autodestructivos. Sea cual sea las formas en la que los usaras, te matarías a ti mismo. ¿O acaso crees que una raza tan patética como lo es el ser humano está mental y físicamente capacitado para manejar un poder tan grande como el de un demonio?
Los ojos de Damien se volvieron más rojos y pateó con una fuerza descomunal las costillas de The Coon, quién gritó desgarradamente de dolor, vomitando su propia sangre y casi ahogándose en ella.
一Buena suerte tratando de no morir. 一una sonrisa algo macabra apareció en el pálido rostro del demonio一. Nos vemos en el infierno, Eric Theodore Cartman. El lugar donde siempre has pertenecido.
Y a la mañana del día siguiente, se reportó el asesinato de The Coon. Un asesinato al que todos olvidarán con el paso del tiempo.
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