Capítulo XIV
Eric Theodore Cartman...
Muchos lo recordarán como el héroe que creó la manada de superhéroes más grande y poderosa de todo Estados Unidos. Es admirado por muchos pero también es muy envidiado por otros.
Era alguien a quién se le debía tener mucho respeto por ser conocido como un hombre fuerte, adinerado y poderoso en muchos ámbitos.
Sin embargo... él no era más que un pobre cordero disfrazado de un hambriento lobo. Era un perro con el rabo entre las patas que siempre trataba de salirse con la suya.
Aunque claro, luego estaba yo, Damien. Listo para ponerlo en su lugar. Y demostrarle que no debió haberse metido conmigo, en primer lugar.
Cuando él dio el alma de Kenneth McCormick (uno de los Alfas más poderosos de todas las manadas) a cambio de mi poder, creyó inútilmente que un apretón de manos y una sonrisa maliciosa bastarían.
¡HA! ILUSO.
¿Acaso no creyó que podría tener mis dedos cruzados tras mi espalda?
一Entoces... ¿Es un trato? 一habló aquella estúpida bola de grasa, juntando sus dedos y observándome con esos ojos brillantes, llenas de malicia.
Por más que las ganas de desgarrarle el cuello me estuvieran agonizando, debía mantener mi postura. No sabía qué planes tenía detrás de todo esto; se me hacía demasiado sospechoso que estuviera tan tranquilo.
一¿Y a mi de qué me serviría la patética alma de esa mierda inmunda? No me sería de mucha utilidad. 一contraataqué, cruzándome de brazos y manifestándome delante de él en mi forma humana.
Cartman soltó una risa y negó lentamente, cerrando los ojos en el proceso.
一Oh, créeme... Te servirá, más de lo que tú puedes creer. 一respondió, aún con esa sonrisa que comenzaba a molestarme.
Alcé una ceja, intentando descifrar qué era lo que ocultaba. Tenía algo en la lengua, y yo se lo haría escupir.
一Investigué absolutamente todo de él. Lucifer, te juro que一...
一Vuelve a llamarme por mi nombre y yo me aseguraré de que tus órganos sean comidos por un perro. Para ti soy Damien, maldita rata asquerosa. 一avisé, amenazante.
Él apretó los labios, pero no vi ni una pizca de miedo en sus ojos, ni siquiera sus gestos o expresiones me demostraban que estaba nervioso. Maldita sea, sería difícil intimidarlo.
一Lo que sea. 一lo que más me enferma de él es que crea que tiene derecho de hablarme de esa manera一. Kenneth McCormick es una alma en pena, una desgracia. Es un miserable que ladra y no muerde. Un enfermo. Es todo lo que tú quieras imaginar. Digo, se acostó con una menor de edad, fuma cocaína siendo que es ilegal y mató a su mejor amigo, además de que tiene celos enfermos por otro miserable, quién no es más que su patético enemigo.
Esta vez, alcé ambas cejas por unos cortos segundos. No sabía qué era lo que más me sorprendía, si la envidia desbordándose por cada una de sus palabras o la forma en la que también el odio se mezclaba.
一¿Y eso que mierda tiene que ver con todo esto? Ve al grano, Cartman. 一él ya empezaba a hartarme.
一Que es el alma perfecta para pagar todos sus pecados, tomando el lugar de Phillip Pirrup, Damien. 一finalizó, haciendo énfasis en mi nombre.
Mis ojos se abrieron impresionados ante la propuesta inesperada de la bola de grasa. No obstante, con rapidez arrugué la frente de nuevo para mantener mi postura de seriedad, queriendo parecer desinteresado, pero si lo pensaba, el imbécil tenía mucha razón. Había encerrado a Pip hace siglos en el bosque 'Deep Woods' de esta condenada ciudad porque sabía que si yo lo liberaba en el infierno, su alma ya no me pertenecería. Pero ahora que hicimos un pacto y nuestras almas estaban unidas por medio del poder de mi padre, seguiría siendo mío hasta el fin del universo.
一Sé que eres un ser malvado, Damien. Un demonio que se alimenta del sufrimiento y horror ajeno, pero... ¿de verdad quieres quitar a la única alma que tiene el poder de separar nuestro mundo con el de ustedes? Se puede armar el maldito caos en este mundo si las almas llegan a pisar este territorio, y en consecuencia, el infierno también caerá con nosotros. ¿De verdad quieres eso? Acepta mi oferta y todo se solucionará. 一el gordo tenía un buen punto. Aún no podía creer lo inteligente y astuto que era.
Pero no demasiado.
Mis ojos se deslizaron hacia arriba para encontrarse con los suyos, los cuales desprendían emoción y malicia. Sonreí.
一Por el poder que se me ha concedido, no puedo ofrecerte absolutamente todo mi poder. Solo te daré una parte de ellos. 一a Cartman no pareció importarle, simplemente estrechó mi mano con tanta fuerzas que si hubiese estado vivo me dolería.
一Más te vale que no me estés estafando. Asesinar al idiota del doctor Timothy para que me diese uno de los elementos que necesito para invocarte, no fue nada fácil. 一confesó, rodando los ojos.
Sonreí de manera irónica.
一Dudo que con esos kilos encima se te haya hecho fácil. 一hablé, soltando una risa asquerosa, antes de desaparecer a través de la oscuridad.
一¡Hijo de puta!
* * *
Miedo. Vacío. Oscuridad. Susurros. Cada vez más fuertes.
Kenneth McCormick se encontraba otra vez en aquél abismo. Donde sus músculos no se podían mover de donde estaban y sus párpados no correspondía a las ordenes de su cerebro. No estaba respirando, pero aún así, seguía viviendo. Su cuerpo no estaba tenso, estaba tranquilo. No podía sentir, pero podía oír. Podía escuchar con perfecta claridad aquellos susurros que gritaban, lloraban, reían... Pero no podía entenderlos. Era como si se tratase de Francés mezclado con Inglés británico. ¿Qué rayos estaba sucediendo? No podía pensar en otra cosa.
一Perfecto. Eso es lo que eres. 一esa era la misma voz que antes le había hablado. Por alguna razón, la conocía a la perfección, como si fuera imposible de olvidar一. ¿No estás orgulloso de todo lo que has logrado? Todos te adoran, te aman, te admiran... eres el héroe que ha salvado a la humanidad. ¿No crees que eso recompensa todo lo que has hecho por ti mismo, por Karen y por Kevin? O incluso... ¿por tus padres?
Su cuerpo respondía lento. Apenas pudo formular palabras coherentes para que se desplazaran fuera de su boca.
一Donde... ¿Donde...? ¿Donde estoy...? 一murmuró, parecía estar sin aire, pero no sentía la necesidad de respirar.
Susurros... paren...
一Mmm... Creo que ustedes, las creaciones de Dios, lo llaman el 'Limbo'. 一habló, lejos pero a la vez cerca.
Los murmullos se detuvieron de golpe.
一¿Limbo? Pero...
一Sí, Kenneth. Tu cuerpo está muerto, pero tu alma sigue viva. Aunque claro, no debería llamarte Kenneth, porque ya no lo eres. Solo eres el espíritu que vivió en el cuerpo de Kenny McCormick. 一se explicó, acercándose por unos segundos a su oído izquierdo y alejándose repentinamente一. Es por eso que no puedes ver. No tienes cuerpo, no tienes mente, eres solo una energía que se comunica con otra.
Aquello ocasionó una extraña y pesada sensación en la mente del rubio. Quién de repente empezó a sentirse desesperado.
一¿Qué...? ¿Que quieres de mi? Como... ¿Como termino con esto?
Sentía una fuerte presión en su pecho. La desesperación aumentaba con cada segundo que pasaba y su mente daba vueltas.
一Vas a estar aquí sufriendo para toda la eternidad, cariño. 一dijo sin más, la otra energía.
Una descarga llena de adrenalina recorrió todo su cuerpo, quiso moverse de los nervios y de la ansiedad, pero no pudo.
一No, no, no, no. Por favor, no. No quiero. No, no, no, no, no... 一a medida que iba enloqueciendo de pavor, los susurros se hacían más constantes y fuertes. Ya no podía oírse ni siquiera a él mismo.
一No te preocupes, cariño. No vas a sentirte así para siempre, vas a quedar encerrado en la tierra hasta el fin del mismo. Vagarás por el mundo y cuando este se acabe, vagarás por el espacio infinito. 一dijo, y aunque no estuviese viendo absolutamente nada, parecía que ese espíritu sonreía con burla一. Solo tomarás mi lugar para que mi alma pueda descansar en paz en el infierno. Y que tú... pagues por todos los pecados pasados que tratas de esconder detrás de buenas acciones.
El Karma existe, Kenneth.
* * *
El Omega que llevaba a cabo una gigante organización de villanos se movía de un lado a otro, tratando de buscar alguna explicación lógica y posible ante lo que uno de sus compañeros le estaba contando.
一No puede ser posible, Tweak. Concéntrate y deja de pensar en cómo te folló Tucker anoche. Debe haber una explicación. 一habló con furia, frunciendo el ceño y observando al menor.
Este suspiró pesadamente.
一¡Ya te dije que no lo sé, m-maldita sea! El cuerpo de M-mCormick desapareció de un momento a o-otro. N-ni siquiera me di cuenta. P-pero estoy seguro de que nadie ha entrado ni salido de aquí. Gha... 一volvió a explicar, frunciendo también las cejas y cruzándose de brazos.
Professor Chaos posó dos de sus dedos en el puente de la nariz, tratando de mantener la calma. Lo único bueno en ese momento de la mañana (4:45 AM, para ser exactos) era que Craig volvería en un par de minutos con un par de cosas que le había pedido hace ya una hora.
一¿Y entonces como puede ser que no lo encuentren? ¡Tú mismo lo viste con tus propios ojos! Él estaba en el maldito calabozo que tenemos aquí. Debe estar en alguna parte.
Tweek estaba por abrir la boca para soltar un comentario respecto a aquello, sin embargo, se vio interrumpido por la puerta de la habitación que se abrió con rudeza, golpeando la pared de la sala. Leopold giró la vista hacia la entrada al igual que su acompañante: allí se podían ver a Token y a Henrietta sosteniendo a... Marsh. Mientras que Craig se encontraba detrás de ellos, con una expresión de asombro.
一Encontramos a esta pulga explorando y husmeando por la zona. ¿Que hacemos con él? 一habló Henrietta, tirando al suelo el cuerpo del Alfa en frente de Stotch, que cayó inconsciente一. Tal vez podríamos ofrecérselo a一...
一Es un Alfa, no nos serviría de nada. 一contestó el de piel oscura, mirando con desdén el cuerpo.
Absolutamente todas las miradas se centraron en Chaos, esperando alguna orden de su parte. Pero este presionó sus labios y negó.
一No es una amenaza. Déjenlo en el calabozo, luego iré a hablar con él, pueden retirarse. 一la pandilla de Black se retiró sin decir nada más, incluso Tweek decidió retirarse, dejando solos a Craig y a Butters.
Tucker se acercó a su amo para tenderle la caja de chocolates que este mismo le pidió. Butters rápidamente tomó el objeto con gusto.
一Entonces... ¿tendrás al bebé? 一preguntó el azabache, manteniendo una expresión seria, una vez que el silencio reinó entre ambos. Estaba tratando de entender los pensamientos de Leopold.
El mencionado tragó su primer trozo de chocolate antes de responder la pregunta de su súbdito.
一Así es. Me será útil. 一respondió, dándole la espalda.
一Pero... lo tendrás solo porque estás seguro de que servirá de algo para tu beneficio o... ¿todavía hay algo de amor en ese tosco corazón? 一Craig no pudo evitar sonreír un poco ante su pregunta.
El Alfa creía que su señor, por más que quiera negarlo, aún tenía esos profundos deseos de Omega: ser madre y tener una familia. Ese pensamiento lo confirmó en el momento en que las mejillas de Butters se tiñeron de un leve color rosado. Craig ensanchó su sonrisa.
一Solo cállate y traéme una bebida. 一dijo, esquivando su mirada y acercándose a una mesa para poner la caja de chocolates y centrarse en unos informes que le habían dejado.
一Enseguida, señor. 一contestó el de ojos verdes, aguantándose una risa y yéndose del cuarto.
Una vez que Butters quedó absolutamente solo, suspiró con pesadez. Preocupándose por el cuerpo de Kenny.
No obstante, poco pudo pensar en él, puesto que cuando el Alfa se cruzó por su mente, sintió una punzada en el estómago. Rápidamente se sostuvo la panza, aquella pequeña criatura parecía estar moviéndose. Una amarga sensación se posó en su boca.
Era su hijo.
Y el hijo de McCormick Kenneth.
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Hice un OS (también de Bunny), que está en mi perfil. Me gustaría que se pasaran y vean qué tal uwu.
También me gustaría agradecerles por seguir aquí, los amo de verdad ♡ :(
PD: prepárense porque quedan solo tres o cuatro capítulos para el final y el epílogo... 👀💕
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