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three. be a debutant again?

OO3 | BE A DEBUTANT AGAIN?

Al día siguiente, Madelyn se había despertado con un insoportable dolor de cabeza, lo cual era extraño considerando que no había tomado tanto el día anterior. Sin embargo, lo ignoró y se cambió de ropa para bajar junto a los demás.

— ¡Buenos días! —exclamó la rubia con felicidad, mientras entraba a la cocina, en donde Jeremiah, Steven y Laurel se encontraban.

— ¡Ya era hora de que te levantaras! —habló Steven, ganándose un golpe de Jeremiah.

— Dejala en paz —murmuró, haciendo que el contrario rodará los ojos con diversion. — Estoy haciendo mi super batido contra la resaca —explicó el chico al notar la mirada curiosa que su amiga estaba dándole.

— Quiero un poco —pidió, para luego sentarse junto a Laurel en la isla.

— ¡Piensa rápido! —Steven exclamó, arrojandole un muffin a Madelyn, el cual cayó directamente en su cara.

— ¡Steven! —se quejo esta.

— ¡Te lo advertí! —se defendió. Madelyn solo negó con una sonrisa en su rostro.

— ¿Debemos estar sentados para los retratos? ¿No puede usar una foto del teléfono? —preguntó Jeremiah, recordando que su madre quería hacerles un retrato a todos.

— Ella tiene que verlos en vivo para capturar su esencia. Mientras aún sean jóvenes y llenos de esperanza —los chicos la miraron con una mueca y soltaron una carcajada. — Fueron sus palabras, no mías.

— Bueno. En el caso de Conrad, la esperanza murió —se burló Jeremiah. — Pero mi batido para la resaca lo cura todo.

— ¿Podrías solo darte prisa? —pidió Conrad desde la sala.

— Solo vuelve a la cama, ¿está bien? —habló el menor de los Fisher. — Está bien, en serio, largate de aquí, Steven —ordenó, cuando el aludido comenzó a meter sus dedos en la mezcla.

— ¡Oh, vamos!

— Esto es delicado. Tu respiración arruinara la yema.

— Está bien, está bien —se rindió.

— Eran niños cuando ella los pinto. Sería lindo tender retratos de ustedes más grandes.

— Cuando sea más grande, seguro que habrá hologramas o algo en que verme —dijo Steven.

— Solo posen para los retratos. Conrad y Jonathan no se están quejando.

— Oh creeme, se quejaran cuando estén conscientes —se burlo Madelyn, mientras Jeremiah le llevaba su batido a ella, a Conrad, y a Jonathan.

— ¡Dense prisa! No puedo llegar tarde al primer día —exclamó Steven. Jonathan se puso de pie de mala gana y se dirigió a su habitación para poder cambiarse.

— Relajate. Estamos bien —aseguró Jeremiah.

— Los boomers del club me darán tanta propina que no sabrán que les paso —dijo haciendo un extraño movimiento de caderas, el cual logró que Madelyn soltara una gran carcajada.

— ¡Eres asqueroso!

— Steven —advirtió su madre.

— Vamos, Laurel. Tiene que ganarse el pan —lo apoyo Jeremiah.

— Gracias.

— Buenos días —saludo el menor de los Fisher a Belly cuando esta ingresó en la cocina.

— Belly, ¿donde estabas? —preguntó Laurel, preocupada.

— Estaba en la playa —respondió con desinterés.

— ¿Cereal? —preguntó Jeremiah.

— Si, dame.

— Claro —asintió, mientras le servía cereales en un plato.

— ¡Oh santo cielo! —Susannah exclamó desde la sala de estar. — Belly será debutante.

— No es para tanto.

— Disculpa, ¿Belly? —preguntó Steven, incrédulo. — ¿Mi hermana? ¿Esa cosa de ahí?

— Callate, cretino.

— Esto será muy divertido. Ya verán —habló, entusiasmada. — Tenemos el té, la subasta, el baile, el ensayo... Tengo que escribir todo —Susannah se detuvo por un momento y dirigió su mirada a Madelyn. — Cariño, ¿que hay de ti?

La rubia miró a Conrad, y luego miró a Belly, quien hacía movimientos con su cabeza como si le estuviera pidiendo que aceptara.

— Creo que puedo intentarlo otra vez —murmuró, haciendo que Susannah le diera un fuerte abrazo lleno de emoción.

— ¡Tenemos que ir de compras!

— Eso suena costoso —opinó Laurel.

— No te preocupes, Laurel. Yo pago. Fue mi idea después de todo —dijo mientras se sentaba junto a ella. — Además aún tenemos que prepararte para la fiesta del libro.

— Chicas, ¿están seguras de que quieren hacer esto? —preguntó Laurel.

— Si... Tengo que terminar lo que empecé el año pasado —explicó Madelyn. Laurel asintió.

— ¿Y tu, Belly? Esto no es tu estilo —preguntó su madre.

Mientras las madres le ponían toda su atención a Belly por unos minutos, Madelyn se dirigió hacia la sala, sentándose junto a Conrad, el cual no espero ni cinco segundos y recostó su cabeza sobre las piernas de la chica.

— ¿Quién será el acompañante de Belly en el baile? —preguntó. — Supongo que Conrad irá con Madelyn.

— No lo creo —murmuró la rubia, mientras llevaba una de sus manos al cabello del castaño, acariciandolo.

— Fui el año pasado —dijo Conrad. Madelyn no lo miró, sin embargo, sintió la fuerte mirada del chico en ella.

— Connie, tú sabes que a mi me encantaría que fueras el acompañante de Madelyn esta vez —exclamó. — Se que querías ir con ella el año anterior —mencionó, haciendo que los dos aludidos la miraran rápidamente, avergonzados.

« ¿Conrad de verdad quería ir conmigo? wow. » pensó la rubia, mientras trataba de evitar que una sonrisa apareciera en su cara.

— Uhm... Lo pensaré —murmuró.

— Yo prometi no meterme en eso —dijo Jeremiah.

— ¡Wow, chicos! No se peleen por mi —exclamó Belly, sarcástica. — No iré con ninguno de ustedes. Buscaré pareja.

— Según Wikipedia, el baile requiere aprender conducta moral y etiqueta.

— Iré a nadar —avisó Conrad, para luego inclinarse un poco sobre el odio de la rubia y murmurar: — Eres bienvenida a unirte si quieres.

— Estoy segura de que Susannah no va a esperar hasta mañana para ir de compras, así que ¿nos vemos más tarde?

— Claro —el castaño cogio un mechón de pelo de Madelyn y lo colocó detrás de su oreja. — Más tarde.































🚬☀️🐚































Después de una gran tarde de compras —excesivas—, Madelyn y Belly se encontraban en el club, dirigiéndose hacia la sala del té.

— Mira, es Jeremiah —indicó Belly. Madelyn sonrió.

— Jeremiah —exclamó Madelyn, llamando la atención del chico.

— ¡Wow, chicas! No las reconocí.

— Dime la verdad, ¿parezco una tonta? —preguntó Belly. Jeremiah rió.

— No. Te ves bien —respondió torpemente. — Se ven bien —corrigió. — Las acompañaré —comentó, haciendo que ambas chicas se mirarán con una mueca. — ¿Qué?

— Nada —respondió Belly. Madelyn la miró con las cejas alzadas.

— Estas sin camiseta —mencionó con obviedad.

— ¿A quién le importa? Paige me ama —ironizó, para luego ofrecerle ambos brazos a sus amigas y comenzar a caminar.

— ¿Aún hay galletas de frambuesa? —preguntó Madelyn, recordando lo mucho que le habían gustado en su visita anterior.

— Si, aún las hay. Son deliciosas —respondió. La rubia asintió con emoción.

— ¿Saben? Jamás creí verlas usando un tocado —comentó riendo, para luego hacer silencio cuando ingresaron en la habitación.

— Jeremiah —Paige se acercó a él.

— Paige.

— ¿Y tu camiseta?

— Siempre es un placer verte —dijo, mientras se acercaba a besar su mano. Madelyn tuvo que llevar su mano hacia su boca para ocultar una sonrisa burlona. — Ella es Belly. Digo, Isabel Conklin —mencionó, mientras apuntaba a la recién nombrada. — La joven que mencionó mi mamá. Mi futura esposa —sonrió, ganándose un golpe por parte de Belly. — Y...

— Madelyn —Paige interrumpió a Jeremiah. — Siempre es bueno volver a verte.

— Lo mismo digo, Paige —dijo la rubia con una pequeña sonrisa.

— Sin embargo, llegan tarde.

— Lo siento —se disculpo la castaña.

— Si... No volverá a pasar —aseguró Madelyn. La mujer les sonrió.

— Están en la mesa dos —indicó.

— ¿Esos son sandwiches de queso brie, higo y jamón? —preguntó, curioso.

— No te atrevas —advirtió.

— De acuerdo...

— Jeremiah, ¡son para las chicas! —exclamó la mujer cuando notó como el chico se acercaba a sacar uno.

— ¡Solo uno!

Madelyn, quien se encontraba viendo la escena, no pudo evitar reír.

— Demuestrenles quién manda —murmuró en dirección a sus amigas.

— Lo haremos —le murmuró la rubia. — ¡Y ponte protector solar! —exclamó antes de que el chico saliera corriendo de la habitación.

— Dios, ¿esa es la chica que Conrad estaba besando en la fogata? —Belly preguntó, haciendo que una mueca se formará en la cara de Madelyn.

— Si... Se llama Nicole, no es una mala chica.

— ¿Y esa es la chica con la que Steven andaba? —volvió a preguntar, haciendo que Madelyn riera.

— Se llama Shayla, es una de mis mejores amigas... ¡Vamos, no será tan malo! —la rubia comenzó a caminar hacia su mesa designada, siendo seguida por Belly.

— Hola, chicas —saludó Madelyn una vez que se sentó junto a las demás.

— ¡Madelyn! —exclamó Kiara, acercándose a su amiga para poder darle un corto abrazó, y luego volver a sus asientos. — ¿Cómo sigues por lo de ayer?

— Bien —respondió. — La verdad es que fue genial ver como Conrad lo golpeaba.

— Tu golpe estuvo bastante genial también. Pensé que le habías roto la nariz —comentó, haciendo reír a la rubia.

— No fue para tanto... Aunque me hubiese gustado hacerlo.

— Le dije a mi mamá que solo vendría si podía traer a mi novia —Marisa hablo, haciendo que la atención de las chicas se desviara hacia ella. — Pensé que no lo permitirían, pero al club no le molestó. La verdad me sorprendió.

— Si.

— Esperaba que me enviaran a un campamento de conversión... ¡No! Las lesbianas y las debutantes son ideas yuxtapuestas.

— Si, es ridículo.

— En Cousins finger ser progresistas —opinó Nicole. — Créanme. Mi familia lo ve constantemente.

— Lo que hacemos por la universidad.

— Una locura.

— Descuida, Marisa. Ingresaras a todas.

— ¿A cuál quieres ingresar? —preguntó Belly.

— Las de siempre. Todas las de prestigio menos Cornell.

— Ithaca es desolador.

Madelyn tuvo que contener sus ganas de rodar los ojos ante la estúpida conversación que estaban teniendo y como se reían de aquello.

— ¿Qué tiene todo esto de gracioso? —le murmuró Kiara a su amiga.

— No lo sé, solo finge que te parece gracioso —respondió Madelyn de la misma forma.

— Lo sé, ¿que hay de ti?

— Oh Be... —Madelyn se vio interrumpida cuando Nicole habló.

— Belly esta en segundo año, ¿no? —preguntó la morena. — Eso es lo que me dijo Conrad.

— Si —asintió Belly. — Paso a tercero en otoño.

— ¿Es tu primer verano en Cousins?

— No, vengo desde que naci.

— Si, son amigos de la familia de los Fisher y los Danvers.

Cuando la conversación se desvío hacia las dos familias nombradas, principalmente hacia los chicos, Madelyn se desconectó, la verdad no le interesaba escuchar como hablaban de los abdominales de su hermano y Jeremiah. Era asqueroso.





























🚬☀️🐚

































Cuando el evento por fin terminó, Kiara había dejado a Madelyn en su casa. Si no fuera por el hecho de que la rubia tenía que asistir a la fiesta de Laurel, muy probablemente hubiera estado todo el día con su amiga.

Una vez que estuvo lista, bajó las escaleras rápidamente, viendo cómo los chicos se encontraban jugando videojuegos.

— ¿Les importa si me uno? —preguntó, llamando la atención de los chicos.

— Claro no, pero tendrás que esperar a que terminemos esta partida —respondió Jonathan, dándole una rápida mirada a su hermana.

— Nos vemos luego —la voz de Belly llamó la atención de los presentes.

— ¡Diablos! —exclamó Jeremiah, para luego ponerse de pie y dirigirse rápidamente hacia Belly. — Te ves bien.

— ¿Es broma? —preguntó Steven, incrédulo. — Si, abandona el juego, Jer.

— Ven aquí, Mads —pidió su hermano, mientras le daba pequeños golpes al espacio que había en el sillón entre él y Steven.

— ¡Oye! —exclamó Jeremiah cuando notó como la chica ocupaba su lugar.

— Tú te fuiste, Jer —se defendió la rubia.

— Por cierto, te ves increíble —Steven alago a la chica junto a él. Conrad le dio una rápida mirada, maldiciendolo en su mente.

— Gracias —agradeció tímidamente.

— No coquetees con mi hermana —le advirtió Jonathan.

— ¿Pueden sólo concéntrese en el juego? —preguntó la chica.

— Si, concéntrese en el juego —repitió Jeremiah, mientras se apoyaba en la cabeza de Madelyn. — Tu cabeza es bastante cómoda.

— ¿Por qué eres tan raro? —preguntó, mientras que se daba vuelta para verlo.

— No lo sé, creo que naci así.

— ¡Mads a tu derecha! —exclamó Jonathan, viendo como le disparaban a su hermana. — ¡Made...! —el chico se vio interrumpido cuando un texto apareció en la gran pantalla, indicando que habían perdido.

— Oh —se limitó a decir.

— Bueno, es una lástima —habló Jeremiah, mientras soltaba un suspiro. — Me toca —el menor de los Fisher saltó rápidamente sobre el sillón, cayendo fuertemente sobre las piernas de la chica Danvers.

— ¡Jeremiah! 

— Te quiero, Maddie.






























🚬☀️🐚






























Habían pasado alrededor de dos horas desde que los adolescentes llegaron a la fiesta de Laurel, y para ser sinceros, estaban realmente aburridos.

— Esto está muy aburrido, ¿vamos a
otro lado? —preguntó Conrad.

— Si, ¿a dónde?

— Podríamos ir a la ciudad —sugirió Jeremiah. — A comprarle marihuana al chico del tatuaje de rainbow dash.

— Lo arrestaron el verano pasado.

— Mierda, ¿en serio?

— Si.

— Oigan, podríamos ir al autocine —sugirió Steven.

— Que asco. No —negó Madelyn con una sonrisa. — No quiero ver a Belly besando a Cam Cameron en la parte de atrás de su auto.

— Si, no creo que sea una buena idea —dijo Conrad, estando de acuerdo con la rubia.

— ¿Por qué no? —sonrió Jeremiah. — Vayamos al autocine.

— ¿Qué? ¿De verdad? —exclamó Steven.

— Si, ¿por qué no?

— Porque estaríamos arruinando la cita de Belly —respondió Madelyn.

— ¡Ese es el punto!

— No, yo me quedaré. Vayan ustedes —habló la rubia. Los chicos suspiraron y comenzaron a caminar hacia la puerta, sin embargo, cuando Madelyn pensó que se iban a ir sin ella, Conrad comenzó a correr en su dirección, tomándola por la cintura.

— ¡Conrad, bajame! —exclamó.

— Iremos los cuatro —comentó Steven, mientras agarraba las piernas de la chica. — Quieras o no.

— ¡Belly se va a molestar con nosotros!

— Nos ama. No podrá odiarnos por mucho tiempo.































🚬☀️🐚































Después de unos minutos de estar conduciendo, los adolescentes finalmente llegaron al autocine y aparcaron el auto justo a un lado del de Cam.

Cuándo Belly estaba a punto de besarse con Cam los chicos comenzaron a imitar sonidos de besos, a excepción de Conrad y Madelyn, quienes estaban hablando entre ellos.

Madelyn comenzó a prestarle atención a los demás cuando Belly bajo del auto completamente furiosa.

— ¿Qué carajo creen que están haciendo? —preguntó Belly.

— Vemos el final de nuestra película
favorita.

— ¡No es justo! ¡Váyanse! —exclamó la morena.

— Bell, relájate. Solo estamos bromeando —dijo Jeremiah.

— Steven, si no se van juro por Dios
que le enviaré a todos aquí tu fanfic
de Dranmione.

— No lo harías.

— Le dedicó un capítulo entero a la varita de Draco.

— Mierda... —murmuró Jeremiah mientras reía.

— Mejor vuelve con Cam, Belly —sugirió Madelyn. La morena sólo la miró con un semblante serio.

— Larguémonos de aquí —dijo Conrad. Steven no lo pensó mucho y dio marcha atrás para poder irse del autocine.

— No quiero decir que se los dije... Pero se los dije.





















































JES'S NOTE !

HOLAAA <3 les tengo una pregunta, ¿cómo les gustaría que fuera el primer beso de Conrad y Madelyn? ya tengo un par de ideas escritas pero no sé qué es lo que más le gustaría a ustedes :)

en esta cuenta somos fans número uno de steven y shayla 🫶🏻

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