eleven. not everyone has a happy ending
O11 | NOT EVERYONE HAS A HAPPY ENDING
El baile de debutantes estaba a punto de empezar, pero Jeremiah no estaba por ningún lado, y eso inquietaba a Belly.
— ¿Alguien ha visto a Jer? —Jonathan preguntó.
— Estaba aquí hace un par de minutos.
— Ire a buscarlo —se ofreció Madelyn.
— Date prisa —pidió el mayor de los Fisher. La rubia asintió.
Madelyn se levantó y antes de salir se
acercó a Belly, para así hacerle saber que iría en busca de su escolta.
No tardó mucho en encontrarlo, ya que estaba sentado en una de las hamacas cerca de la piscina, mientras era iluminado por la luz del móvil.
— ¡Jer, el baile está a punto de empezar! —exclamó a la vez que se acercaba a él. — Todos te están buscando...
Cuando Madelyn se encontró frente a frente con su mejor amigo, se sorprendió al ver lo rojo que estaban sus ojos. Había estado llorando.
— Jere... ¿Qué sucedió?
Al ver que el joven no respondía y qué tenía la mirada fija en el móvil, la chica se lo quitó, mirando la pantalla para así poder saber que era lo que tenía a Jeremiah en tal estado.
"Ensayos contra el cáncer" decía.
— Mads... —sollozó Jeremiah, dejando caer nuevamente las lágrimas.
— Ven aquí —murmuró, sintiendo como su voz comenzaba a flaquear.
Jeremiah no tardó en hacer lo que Madelyn había pedido y rodeó la cintura de la chica con sus brazos, escondiendo su rostro en el estómago de la joven, quien le daba pequeñas caricias, ignorando las lágrimas que caían por sus mejillas.
El chico se había aferrado fuertemente a Madelyn, con miedo de que ella también lo fuera a abandonar.
— No me iré, Jer —murmuró. — Te lo prometo.
🚬☀️🐚
Finalmente después de unos minutos, Jeremiah y Madelyn se habían calmado un poco, y habían dejado de llorar.
Cuando entraron a la sala en donde se estaba llevando a cabo el baile de debutantes, se encontraron a Belly y a Cam bailando juntos, mientras que Conrad estaba sentado junto a los demás.
Ambos se dirigieron hacia la mesa, atrayendo todas las miradas hacia ellos.
— Jeremiah cariño, ¿dónde estabas? —preguntó Susannah, girándose en su silla.
—Comí algo en mal estado... Creo que tal vez fue el camarón —respondió, evitando mirar a su madre a los ojos.
— Oh, cariño, lo siento mucho... Ese camarero me va a oír —espetó la mujer, colocándose de pie.
Y antes de que alguna de sus amigas pudiera detenerla, la mujer ya se había dirigido hacia el hombre.
— ¿Estás bien? —Conrad le preguntó en un susurro a su pareja. Madelyn asintió, sin levantar la vista del suelo.
— Necesito hablar con Conrad —dijo Jeremiah, haciendo que la mirada de Madelyn finalmente se posara en él.
¿De verdad tenían que hacer una escena?
— Jer, ahora no es el momento...
Madelyn había intentado hablar, aún que no sirvió de mucho, ya que Jeremiah se había dirigido hacia Conrad.
— Es importante... Es sobre mamá. He descubierto algo.
— Uhm, si... Hablaremos de esto más tarde, ¿de acuerdo? —el mayor murmuró.
— ¡Es importante!
— Está bien.
Jeremiah contuvo la respiración y Madelyn supo que estaba conteniéndose, que estaba tratando de no llorar. El chico sabia que Conrad ya lo sabía.
—Tú ya lo sabes, ¿no es así?
Lo único que Madelyn quería hacer era alejarse lo máximo posible de aquella situación, pero tenía la necesidad de estar junto a los Fisher en aquel momento.
— ¡Has sabido esto todo el maldito tiempo y no me lo dijiste! —exclamó, completamente furioso.
— Jere... —Conrad murmuró, tratando de explicar la situación. Sin embargo, no pudo completar su acción, ya que el puño de Jeremiah impactó contra su mandíbula.
Todos los presentes soltaron un jadeo de sorpresa, incluso Kiara, Belly y Jonathan, quienes se habían acercado para ver más de cerca la situación y así poder entender que era lo que estaba pasando.
Jeremiah se tiró sobre Conrad, tratando de empujarlo, y él se dejo. La mayoría de los presentes sabían que sí Conrad lo quería, podría tener a Jeremiah debajo de él en un instante. Pero no lo hizo, dejó que su hermano lo golpeara y lo arrastrara por el suelo.
Belly miró a su alrededor en busca de apoyo mientras que Susannah corría hacia sus hijos.
— ¡Los dos, detenganse!
Jeremiah fue el primero en ponerse de pie, mientras que Conrad lo seguía después de unos segundos.
— Mamá...
— Lo sabemos, mamá —dijo el mayor, mientras miraba a su hermano. — Ambos lo sabemos.
— ¿Saben qué? —se atrevió a preguntar Belly, harta de no entender la situación.
Ahora todos sabían lo que iba a ocurrir.
Se sentía como si el mundo terminará y nada sería igual otra vez.
🚬☀️🐚
Madelyn y los demás se habían dirigido a casa de los Fisher después de todo lo sucedido en el baile. Todos estaban completamente destrozados por la confesión.
La familia Danvers no se había separado desde que llegaron, incluso ahora los progenitores se encuentran abrazando a sus hijos en un intento de consolarlos aunque ellos estén igual de afectados con la noticia.
Jonathan llevó una mano a su boca, mientras escuchaba a Madelyn sollozar entre los brazos de sus padres.
— Esto es imposible, no puede morir,
no puede —murmuró la rubia, sintiendo como la garganta le ardía con cada palabra que decía.
— Sabemos que es una mierda, cariño. Pero no no hay nada que podamos hacer —respondió su progenitor.
— Tiene que hacer el tratamiento —insistió Jonathan.
— Eso solamente lo puede decidir ella, Jonathan...
— Laurel y yo hemos tratado de convencerla demasiadas veces, pero Susannah no quiere hacer el tratamiento —murmuró Astrid, mientras algunas lágrimas se le escapaban. Era horrible saber que tu mejor amiga podía morir y que tú no podías hacer nada al respecto.
Lágrimas silenciosas se abrieron paso por los ojos de todos mientras pensaban en Susannah.
La idea de una vida sin Susannah era imposible. Era inconcebible, y Madelyn ni siquiera podía imaginarlo.
🚬☀️🐚
Después de unos minutos, Susannah había llamado a todos para poder comunicarles que había decidido hacer la quimioterapia. Definitivamente esa era una decisión para festejar, así que habían decidido cocinar pizza y comerla todos juntos, tal y como solían hacer en los veranos anteriores.
Susannah entró a la cocina, encontrándose con Madelyn, quien se encontraba sentada sobre la isla de la cocina, mientras observaba como la pizza se horneaba.
— Hola, cariño.
La rubia se giró al escuchar la voz de la mujer, y cuando lo hizo pudo ver como Susannah le sonreía dulcemente. En ese momento las lágrimas habían amenazado con volver a salir.
Entonces, la joven se abalanzó hacia ella para poder abrazarla, escondiendo su rostro en el cuello de la mujer mientras las lágrimas caían por sus mejillas.
— Gracias por aceptar hacer el tratamiento, Sus —murmuró.
— No podía irme de este mundo sin ver a las mini Madelyn corriendo por la casa —respondió, haciendo reír levemente a la rubia.
Era grandioso saber que a pesar de todo lo que estaba pasando en su vida, Susannah nunca había perdido la alegría que la caracterizaba.
— Y los mini Conrad —agregó.
— ¡Oh por dios, Susannah!
🚬☀️🐚
Al terminar la cena, todos se habían dirigido al patio para compartir un poco más de tiempo juntos.
Madelyn se encontraba sentada en el borde de la piscina junto a Conrad.
— Siempre me abandonas en los bailes —murmuró. La rubia sonrió con gracia.
— Lo sé, pero te prometo que en algún momento te obligare a bailar conmigo todas las piezas que nunca bailamos —exclamó. Conrad asintió con una sonrisa.
— Lamento haber sido un idiota todo el verano.
— No seas tonto. Solo estabas abrumado por todo lo que estaba pasando con Susannah... Lo entiendo.
— De todas formas lo siento —repitió. — Te veías realmente guapa en ese vestido.
— Lo sé, me lo has dicho demasiadas veces —recordó, risueña.
— Me gusta recordartelo.
Ambos adolescentes se mantuvieron es silencio después de aquello, no queriendo romper el lindo ambiente que se había formado entre ellos.
— Es increíble que vaya a hacer el tratamiento —dijo Conrad, sonriendo.
— Ha cambiado de opinión por ti, y por Jeremiah.
— Y por ti, por Jonathan, por Belly y por Steven —agregó. — Voy a extrañar nuestras conversaciones cuando te vayas.
— Podemos seguir hablando por llamada.
— No es lo mismo. Extrañare abrazarte... Y besarte también.
Cuando dijo aquello, Madelyn sonrió con ternura y se acercó a él, acariciandole el rostro con admiración. Y cuando estaba a punto de acercarse a sus labios para poder besarlo, escucho a Jeremiah exclamar.
— ¡Dejen de besarse y vengan a darse un chapuzon!
JESS NOTE !
HOLIII <3 dios mio lo mucho que lloré viendo este capitulo no es sano, literalmente me encariñe demasiado con susannah, y ver como todos lloraban al enterarse de que su cáncer había vuelto me dio una pena increíble ☹️ LO PEOR DE TODO ES QUE SUSANNAH SI SE MUERE EN LOS LIBROS ME VOY A MATAR
pero bueno, siempre he dicho que no soy buena escribiendo escenas tristes —y aun digo lo mismo—, pero escribir este capítulo me hizo recordar todo lo que sentí la primera vez que vi tsitp y me dio demasiada nostalgia :c
como sea, aun queda un capitulo más por publicar, así que no se van a deshacer de mi tan fácil.
PD: perdonen la hora en la que publique esto... es que no podía dormir y simplemente decidí publicarlo.
GRACIAS POR LEERME, luv u <3
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