ES UNA TRADICIÓN DE HALLOWEEN en Estados Unidos dejar una luz en el porche de la casa para que los niños sepan que, en esa casa, podían llamar a la puerta para pedir dulces cuando van de truco o trato. 

Jimin, quien era un joven coreano-americano y vivía con su pareja, estaba preparando la cena para una maratón de películas de terror. Le había pedido a Yoongi que apagara la lámpara de la calabaza antes de que se fuera a bañar,era cuando oyó el timbre, suspiró con fastidio.

— Últimamente se le olvida todo — murmuró.

Cuando abrió la puerta, se encontró con unos niños que extendieron los brazos con las bolsas y exclamaron: — ¡Truco o trato!

Con una sonrisa amable, Jimin les dijo que ya no le quedaban dulces y que ya iba a apagar la lámpara, pero al ver sus expresiones de tristeza y decepción, decidió buscar algún chocolate que tuviera en la casa para darles.

Mientras buscaba, oyó varios gritos, pero no le tomó importancia. A unas dos casa de la suya, habían montado una casa del horror y la gente salía gritando de ella. También, había mucho ruido afuera, pues los vecinos de enfrente habían montado una fiesta.

Cuando volvió con un par de barritas energéticas con chocolate para los niños, no los encontró. Los buscó fuera del porche pero no vio a nadie, sin embargo, al oír nuevamente gritos de auxilio, salió a la calle muy preocupado y vio algo que jamás olvidaría: la gente que salía de la casa de los horrores atacaban a otras personas o se atacaban entre sí como si fueran animales salvajes sedientos de sangre.

Se quedó paralizado del miedo y las chocolatinas se le cayeron al suelo. Aunque quiso correr, sus piernas no le respondieron. A un lado de él, se encontraba el cadáver de uno de los niños que había llamado a su puerta; un adolescente disfrazado de esqueleto se lo estaba comiendo vivo y cuando levantó la mirada al notarle, Jimin se dio cuenta de que tenía la mitad de la cara destrozada.

— ¡¡Yoongi!! — gritó el nombre de su novio, en un desesperado intento de conseguir ayuda, sin embargo, el muerto viviente no le dejó escapar.

Cuando Yoongi salió de la ducha, llamó a Jimin y lo buscó por toda la casa pero no le encontró. Oía los gritos del exterior, pero su único pensamiento fue que en la casa de los horrores estaban haciendo un excelente trabajo.

— ¿Jimin, cariño? ¿Dónde estás? — preguntó al acabar nuevamente en la cocina. Tomó un par de palomitas y cuando se las iba a llevar a la boca, oyó horribles golpes en la puerta que le sobresaltaron — Mierda, he olvidado apagar la lámpara... — murmuró.

Sin sospechar absolutamente nada, Yoongi se aproximó hacia la puerta y la abrió. Lo último que vio, fue a su amado zombificado que se abalanzó sobre él y le mordió en el cuello.

Aquella noche de Halloween, el mundo murió por completo.

Finalmente, este es el último cuento del libro. ¿Qué os han parecido los relatos? ¿Cuál o cuáles han sido vuestros favoritos? Os leo en los comentarios. 💖 Gracias por acompañarme otro año más. ~