26. "Hasta que tu corazón deje de latir".
AQUEL día había iniciado como siempre; Jimin tenía turno de cuarenta y ocho horas. Se topó con su compañero, de quien estaba enamorado y tonteó con él durante todo el día. En un momento dado, él lo invitó a salir cuando finalizara su turno al día siguiente.
Jimin era enfermero de quirófano, mientras que el otro era enfermero de urgencias. Habían hecho las prácticas juntos y se conocían como si hubieran estado apoyándose toda la vida; el joven conocía a Jimin bastante como para darse cuenta de que estaba enamorado de él.
Por eso lo había invitado a cenar, para pedirle que fuera su pareja, pues los sentimientos eran mutuos.
Sin embargo, ocurrió algo inesperado. Más que eso... Fue como si la ficción hubiera cobrado vida y ambos fueron víctimas de tan cruento destino:
— La infección... dura ocho minutos en concluir — le dijo su compañero mientras estaban escondidos en la habitación de limpieza.
— No, no, no... Si te hago un torniquete la infección no avanzará tan rápido, ¡es enfermería básica, Jungkook!
El muchacho detuvo su mano cuando estaba realizando el torniquete en su pierna derecha, la cual sangraba demasiado debido a la mordida que aquel paciente le había dado. La sangre se escapaba por debajo de la puerta.
— No es como una mordedura de serpiente, Jimin... déjalo estar, no hay nada que puedas hacer. Tienes que correr, sálvate antes de que ya no te reconozca.
— No hay manera de que tú acabes como él... No es posible, tú no... No puedes ser tú.
Jungkook acarició su rostro, su cuerpo estaba lívido y él a punto de perder la conciencia.
— Esto no es el quirófano, Jimin... Si me haces el torniquete, se me gangrenará la pierna tarde o temprano a no ser que me la cortes y... no tenemos los instrumentos ni tú tienes la capacidad para hacerlo.
— Pero he visto hacerlo antes, puedo hacerlo. Sé que puedo si se trata de ti. Si yo no puedo hacerlo, alguien lo hará, ¡esto es un hospital, joder!
Jungkook negó nuevamente.
— Si muero en la mesa, te culparás aún más. No quiero que cargues con la culpa por algo que ha sucedido de imprevisto.
— No me hagas esto...
— No me lo hagas tú a mí — respondió —. No quiero matarte ni convertirte en un monstruo, por favor, vete.
El semblante de Jimin cambió drásticamente, pues las palabras de su compañero le habían arrancado las esperanzas. Sus ojos acumularon tantas lágrimas como nunca lo habían hecho a lo largo de su vida, y sus trémulos labios lucharon por formular las siguientes frases.
— No voy a abandonarte — le dijo antes de besar sus labios. Y ese acto rompió a Jungkook en miles de pedazos, pues sollozó cuando el auténtico miedo de morir lo abrazó con fuerza —. No puedo hacerlo... Te amo.
— No más que yo... — respondió con una sonrisa — ¿Crees que quiero morir aquí solo? ¿Crees que no quiero vivir contigo? Mis deseos de no hacerte daño y que sobrevivan son más grandes. Si en verdad me amas, huirás... Venga... Vete.
Jimin apoyó la frente por sus dedos y lloró amargamente. Luego lo besó de nuevo.
— Jamás te olvidaré, te lo prometo... Moriré pensando en ti; moriré amándote solo a ti... — prometió.
— Me alegro de que seas... lo último que vaya a ver, cariño... — le dijo.
Jimin le dio un beso en la frente y lo soltó. Entonces, Jungkook cerró los ojos y se sumió ante la inminente muerte que le esperaba; perdió el conocimiento.
Cuando Jimin trató de abrir la puerta, una horda de infectados se estamparon contra ella. Se sobresaltó ante el sonido y retrocedió unos pasos dándose cuenta de que habían sido atraídos por la sangre de Jungkook, la cual, debido a la hemorragia, había formado un gran charco en el suelo.
No había escapatoria, no podía huir.
Jungkook comenzó con las convulsiones; sus ojos se pusieron en blanco y de su boca salió espuma. Jimin rápidamente cogió una escoba y la rompió por la parte del cepillo. Pensó en clavarle la punta en la cabeza porque había visto que eso funcionó cuando en el quirófano, el cirujano se convirtió y un residente lo mató. No quería que Jungkook se convirtiera en... un monstruo. Pero solo se quedó en eso, en un pensamiento, pues aunque alzó el arma con la intención de acabar con él, rápidamente la soltó y el ruido alteró a los infectados que estaban por derribar la puerta.
Jimin se arrodilló de nuevo ante Jungkook, rendido. Se apoyó por su pecho y cerró los ojos cogiendo con fuerza su ropa. Era verdad que quería vivir, pero no había forma de que lo hiciera y eran incapaz de matar a quien amaba aun si dejase de ser quien había sido.
Prefirió morir a manos del hombre que amaba que a manos de una horda de monstruos caníbales, pues su fidelidad a su gran amor era más grande.
Con la última gota de conciencia que le quedaba a Jungkook, le preguntó que por qué no se había ido.
Y Jimin respondió:
— Me quedaré un poco más... hasta que tu corazón deje de latir... Luego me marcharé, te lo prometo.
Y un minuto después, el corazón del joven se paró. Jimin contó los segundos que tardaba la transformación mientras lloraba.
Medio minuto después, pronunció su última frase: — Te amo.
Y Jungkook despertó convertido en un sanguinario monstruo que lo atacó mordiendo su cuello y arrancando su carne de cuajo.
Soy fan de los zombis y de los apocalipsis, si no existiera CSI, TWD sería mi serie favorita (solo hasta la temporada 8, el resto no existe, para mí se canceló, ¿ok?), así que no podía faltar un relato de esta temática (y sobre todo de este shipp, ya que es parte de mi big 3 jsjdjks). Dedicada a mi alma gemela, cómo no, Spring__Breeze 💗 (perdón, I did it again... Pero si llego a escribir una historia más larga sobre este relato, te prometo que haré todo lo posible para dejarlos vivos jsjsjssj).
¿Qué os ha parecido este relato? Son pocos los que tocan el tema del amor aquí, pero bueno, el amor también puede ser aterrador 🐒 ¿Os ha gustado? Jsjsjs.
¡Nos leemos mañana, hasta luego! 💗👻
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