"POR FAVOR, mírame... Estoy aquí, delante de ti, donde siempre he estado en un principio... amándote."
 
— ¿Crees que a ella le gustará?

— Sí... le gustará — responde Jimin, después traga saliva sintiendo el dolor del nudo de su garganta.

"Amándote a morir."

— Quiero que ese día sea perfecto para ella. Me ha amado desde que éramos pequeños, es lo menos que puedo hacer... antes de que fallezca.

— Pero tú... ¿La amas? — pregunta con el dolor más terrible que alguien puede sentir en la vida — ¿Te casas con ella porque la amas?

"Mi corazón bombea dolor en vez de sangre. Siento que muero cada segundo que no tengo tu amor; siento que muero dentro de un cuerpo que poco a poco se vuelve vacío. Mi alma se descompone en mi pecho... Y brotan pequeñas flores que se convierten en vestigios de mi más profunda melancolía. Estoy convirtiéndome en la flor mas horrenda, así que por favor, ámame antes de que me olvides..."

— Sí — responde Yoongi mirando el reflejo de Jimin en el espejo. El traje le queda bien, es ceñido a su figura y Jimin comprende que no hay hombre más hermoso que Min Yoongi —. La amo, Jimin... La amo más que a mí mismo.

Pero miente y Jimin, quien también ha estado toda su vida a su lado, se da cuenta porque Yoongi nunca ha sabido mentir delante de él.

"Por favor, mírame... Estoy delante de ti, muriendo por que te des cuenta de que te amo más de lo que he amado jamás a alguien. No hay nada en el mundo que anhele más que tu despertar; de que te des cuenta de lo que sientes por mí..."

Cuando Yoongi decide abandonar la habitación, Jimin lo detiene. Es el día de la boda; la ceremonia se dará en el jardín de su casa, una gran mansión. Jimin es el padrino de bodas porque Miyeon lo considera un gran amigo a pesar de que Yoongi se opuso a que tomara ese papel en su boda... Se opuso hasta que apareciera.

Yoongi siente su mano en su brazo apretando con fuerza su músculo y sabe lo que quiere decirle: "por favor, no te cases con ella".

— Nunca he sabido mentirte, ¿cierto?

— No, porque nunca has querido hacerlo. Si quisieras mentirme... no dejarías que me diera cuenta.

Ambos se miran a los ojos y la mirada de Jimin luce tan brillante debido a sus lágrimas acumuladas. Yoongi ve temblar sus labios y sabe que no ha sido buena idea que estuviese allí.

— Te casarás con ella porque está enferma y morirá... ¿No te parece cruel?

— ¿Y qué quieres que haga? ¿Que la abandone en el altar y huya contigo? — contesta furioso y prepotente, acercándose a él y haciéndolo retroceder — Yo no te amo, Jimin, y aunque lo hiciera y muriera por hacerlo, nunca podremos casarnos. Entre tú y yo no hay futuro.

Jimin se lleva la mano al pecho, sabiendo lo doloroso que le resulta cada latido de su corazón a raíz de esas palabras.

— ¿Y cómo sabes que yo no voy a morir? ¿Cómo sabes que yo... no estoy enfermo? — exclama antes de que Yoongi abriera la puerta y el joven se detiene en seco, con la mirada bien abierta y la expresión de susto tatuada en su rostro.

— ¿Cómo dices? ¿Estás... enfermo?

Jimin presiona sus labios y, tras unos segundos después de meditar su confesión, niega con la cabeza y Yoongi suspira tensando la quijada.

— Eso es cruel, Jimin... — le dice — Eso es retorcido. ¿Sabes? Aún puedes marcharte, no deberías estar aquí. Ahórrate el dolor de lo que viene después y no vuelvas nunca más.

— Lo haré, que no te quede duda de ello. Habré muerto cuando hayas vuelto a esta habitación.

— Deja de decir eso. Si quieres manipularme para que te escoja a ti en vez de a ella, amenazarme con tu vida no servirá. Adiós, Jimin.

El joven sonríe a pesar de que las lágrimas han abandonado sus ojos.

— Yoongi — lo llama por última vez —, lee esto cuando la ceremonia haya concluido. No antes, después. Prométemelo.

Aunque no quiere aceptar el papel, de todas formas lo coje. Yoongi mira el folio doblado en cuatro partes y después vuelve a dirigir su mirada hacia Jimin y asiente con fastidio.

— Adiós, Yoongi — se despide cuando el joven abandona la habitación.

Minutos después, Jimin cae de rodillas y tose. De su boca se escapan pétalos de flores rojos en vez sangre. Siente que se ahoga; que su garganta se rasga cada vez que trata de respirar debido a las espinas que crecen... a medida que su dolor incrementa.

Las lágrimas empapan sus mejillas y sus manos rompen los botones de su camisa del cuello buscando, sin esperanzas, oxígeno. La corbata cae al suelo y su piel se perfora desde el interior; la sangre emana mientras los tallos de espinas brotan de sus heridas. Más tarde, los capullos de rosas rojas salen de su boca y el helecho se escapa por los agujeros de sus oídos y sus ojos.

Se queda sin voz, sin corazón, sin alma y sin amor. La piel se le desprende de las costillas y de los agujeros crecen ramas con hojas y florecillas de cerezo. Por debajo de él se ha creado césped a raíz de sus rodillas y las raíces, que atraviesan su estómago, rompen el suelo para incrustarse con mayor facilidad.

Y mientras Jimin moría por Yoongi, Yoongi no se resistió y abrió la nota mientras esperaba a Miyeon en el altar.

"Te amo pero ya no puedo esperarte más... Te he esperado veinte años y aunque quisiera hacerlo otros veinte más o toda la vida, ya no puedo fingir que puedo vivir sin ti... Tampoco quiero.

Adiós, Yoongi.

— Jimin."

Arruga el papel tras sentir un mal presentimiento que se manifiesta como un incómodo cosquilleo en el estómago. Su mejor amigo, Hoseok, le advierte de que la novia ya está aquí, por lo que Yoongi levanta la vista y ve a Miyeon acompañada de su padre. A pesar de que la leucemia la ha consumido, no luce deteriorada y se ve hermosa... Pero Yoongi no puede reparar en eso ahora.

Miyeon lo observa con una sonrisa esperando que le respondiera de la misma manera como siempre lo ha hecho, pero ve el miedo en su rostro y su semblante permanece serio. Sabe lo que ocurrirá a continuación, así que suelta el ramo.

— Lo siento... — murmura antes de echar a correr.

Hoseok lo quiere detener pero Taehyung le dice con un gesto que no lo haga, pues ha alcanzado a leer la firma de la nota.

Yoongi corre de nuevo hacia el interior de la mansión y sube las escaleras con la esperanza de que Jimin siguiera allí para detener cualquier cosa que estuviera pensando en hacer, pero tras abrir la puerta de la habitación donde se encontraban anteriormente, sus ojos ven su cadáver consumido por una siniestra flora que ha nacido desde su interior.

Grita su nombre negándose a creer que lo ha perdido para siempre, aquellos gritos logran llegar al exterior. Llora desconsoladamente pidiéndole perdón... Pero ya es tarde.

Yoongi se acerca al rostro de Jimin viendo que en los poros de su piel han brotado flores pequeñas y que de su boca caen pétalos de rosas rojas. Las manos le tiemblan, pero aún así besa sus labios tratando de revertir lo que le ha hecho.

"Te amé... hasta el final; hasta el final de mis días. Te amo a pesar de haberme convertido en una flor llena de sangre, porque mi sangre es tuya, al igual que mi cuerpo y mi corazón... A ti te he encomendado mi alma. Pero ahora los tallos de esa amarga flor, en la que me he convertido, han perforado cada rincón de mi cuerpo y no puedo evitar desangrarme y poco a poco me convierto en un hombre sin alma y sin amor... No quiero ser una flor si tú no eres mi suelo, pero sé que eso jamás pasará porque te he amado tanto que he olvidado amarme a mí."

¡Gracias por leer el relato de hoy! De hecho? Es el relato más largo de todo el libro, ¿qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

Este relato está inspirado en un oneshot que escribí para el especial de Halloween de 2020, que a su vez se inspira en un creepypasta llamado "Hanahaki". Me encanta el concepto de esa enfermedad ficticia. 💗

Esta parte está dedicada a mi Kazu 💘 que debía adivinar el título para que se lo dedicara 😹 no lo adivinó pero lo que ella no sabía era que, de todas formas, este cuento iba a ser para ella. Love you, Kazu. 🤭💗

Esto ha sido todo por hoy, ¡nos leemos mañana! 👻