KITTY había llegado a la vida de Jimin cuando más la necesitaba. La gata calicó era adorable, cariñosa y muy extrovertida; había colmado de dicha su vida.
 
Sin embargo, Jimin había empezado a olvidar cosas un par de años después. Primero fueron las llaves, luego los libros y más tarde fueron las puertas de su casa. A pesar de que su vecina solía cerrarlas por él, un día Kitty desapareció. La buscó por todas partes, pero eventualmente olvidó el nombre de su mascota y salía desorientado a buscarla sin saber qué estaba buscando. Cuando puso su vida en riesgo, sus padres lo llevaron al médico y le diagnosticaron un Alzheimer prematuro.

Resultaba improbable que el Alzheimer se diera en personas jóvenes, pero tampoco era imposible.

Jimin fue olvidando más cosas con el tiempo, pues la enfermedad avanzaba rápido.

El día de su cumpleaños lo festejaron a lo grande con la esperanza de que pudiera reconocer a sus familiares y le regalaron cosas que había deseado durante mucho tiempo, pero que lastimosamente no podía recordar.

Cuando abrió todos los regalos de sus familiares, notó que una caja no había sido abierta. Preguntó a los demás de quién era pero nadie respondió. Su madre lo alentó, aun así, a abrir el regalo.

Lo que halló en la caja fue el cadáver de Kitty mutilado y con una nota ensangrentada que decía:

"Hola, ¿me recuerdas?
Aún sigo viva :) "

Y es que Kitty era la gata que le regaló su exnovia, a la que mató tras un episodio en el que se volvió violento y no la reconoció durante el inicio de su enfermedad, y a la que supuestamente había enterrado en su jardín cuando recuperó sus sentidos.

¡Gracias por leer el vigésimo tercer relato! ¿Qué os ha parecido? ¿Os ha gustado?

El relato de hoy está inspirado en una teoría de mecánica cuántica llamada "El gato de Schrödinger" o "el gato cuántico". Recordé esto mientras pensaba en mis días de escuela en clases de filosofía, no tiene mucha relación con la teoría en sí pero ojalá os haya gustado. 💜

¡Hasta mañana! 💘👻