A pesar de que Jimin y Taehyung llevaban tres años de relación, Jimin nunca había conocido a sus suegros.

Taehyung organizó, entonces, una cena con su familia poco antes de su cumpleaños. Jimin era vegano y sus padres un poco anticuados, tanto que les había costado un par de años asimilar que su único hijo era gay. Por eso, debía preparar a su familia para que pudieran ser lo más respetuosos posibles con las ideologías de Jimin.

Aunque llevaban tiempo conviviendo, Jimin no lo sabía todo de Taehyung. Se habían conocido en una protesta por los derechos de los animales, Taehyung aún no era vegano pero sí vegetariano y por ello supieron congeniar; sin embargo, lo que Jimin no sabía de él, era que sus padres eran granjeros que tenían una pequeña empresa de carnes y el matadero estaba en el jardín de atrás.

A Jimin no le pareció normal que le ocultara algo así y se lo soltara cuando ya no había vuelta atrás. Discutieron un poco pero Taehyung le pidió que, por favor, lo respetara porque sus padres eran de otra generación y realmente quería que se llevasen bien.

Jimin le prometió que lo intentaría.

Cuando llegaron, los empleados que vivían en la casa, los recibieron. La señora había visto crecer a Taehyung y Jimin notó que él la quería como si fuera su madre. También conoció al jardinero, que era el esposo de la señora y a sus dos hijos, un joven y una preciosa pero tímida muchacha.

El joven los ayudó con el equipaje y los subió a la habitación de Taehyung. Jimin se quedó con su novio esperando ver a sus suegros que no aparecían, la señora les dijo que habían ido al pueblo pero que volverían para la cena.

— Cariño, acompáñame — Taehyung lo tomó de la mano —. Te enseñaré la casa.

— Está bien, pero no me lleves al matadero — le pidió y el joven aceptó.

Durante toda la mañana, estuvieron recorriendo la casa, que era enorme, casi como una mansión. A Jimin no le gustó demasiado los artilugios de casa ni los animales disecados que encontró a su paso, también le pareció extraño que Taehyung no le pidiera a los empleados que los quitaran, no obstante, para demostrarle que estaba dispuesto a hacer a un lado sus diferencias, no dijo nada.

Cuando Taehyung estaba enseñándole su habitación, Jimin observó, a través de la ventana, a la hija menor de los empleados; estaba llorando desconsoladamente y su hermano junto a ella que, de un momento a otro, la tomó por los hombros y la zarandeó. Parecían discutir y aquello le llamó la atención, Jimin le preguntó a Taehyung si se llevaban mal. Taehyung se asomó y presenció la escena también.

— Los Jeon siempre han sido un poco raros — murmuró sin tomarle demasiada importancia.

Más tarde, bajaron a comer. Ya era mediodía y los señores de la casa no aparecían. Taehyung preguntó por sus padres pero la respuesta de la señora había sido que " volverían para la cena".

A Jimin le sirvieron un plato de carne pero evidentemente no se lo comió. Taehyung se lo quitó, pero de todas formas, como los demás alimentos estaban contaminados con la carne, Jimin se la pasó bebiendo. Bebió, bebió y bebió, hasta que su vista se nubló y perdió el conocimiento.

Al despertar, la habitación en la que se encontraba estaba oscura; era la de Taehyung pero su novio no se encontraba a su lado. Lo llamó un par de veces mientras observaba la oscuridad del exterior, pues ya había anochecido.

— Los señores os esperan abajo — anunció la señora cuando ingresó a la habitación.

Jimin retrocedió un poco sobre la cama.

— ¿Qué me ha pasado? ¿Dónde está Taehyung?

— Se ha desmayado — le respondió —. El señorito Taehyung lo ha traído a la cama y ahora le está esperando con sus padres para cenar.

— ¿Está abajo? — preguntó con cierta desconfianza, pues la mirada de la señora le había provocado repelús.

— Sí, joven. Lo espera para cenar.

— Está bien... — murmuró. Aunque no estaba seguro de seguirla, la siguió. En el pasillo, se encontró con el jardinero y le extrañó que estuviera allí. Caminó detrás de él como si lo estuvieran escoltando.

Cuando bajaron a la planta baja, Jimin se dio cuenta de que las armas y los animales disecados ya no estaban; le habría parecido un alivio de no ser porque ni siquiera estaban las fotografías de Taehyung o de sus padres. Aquella fue una de las tantas alertas que notó, pero se sintió acorralado y no podía echar a correr.

Fue entonces cuando, tras dar un leve vistazo, descubrió dos cuerpos colgados desde el árbol en el exterior. Se sintió abrazado por el miedo y supo que algo terrible había pasado o pasaría.

Cuando llegó al salón, no vio a los hijos del matrimonio ni tampoco a sus suegros ni a Taehyung. El corazón se le hizo un puño y palideció, quiso correr y gritar pero el shock se lo impedía.

La señora lo obligó a sentarse. La mesa estaba puesta y habían dos grandes bandejas cubiertas por campanas.

— ¿D-dónde está Taehyung? — preguntó temblando, las lágrimas se le acumularon en los ojos y suspiró angustiado.

— Está aquí, señor, con nosotros... Frente a usted.

Jimin se mordió los labios y lloró.

— No lo veo... — murmuró.

— Pero si está aquí, señor... — insistió la señora mientras destapaba la bandeja — Justo delante de usted.

Jimin gritó al ver tres cabezas humanas cocidas frente a él y los restos de los cuerpos en las demás bandejas.

¡Ya es el décimo primer relato! Qué emoción, nunca pensé que llegaría tan lejos, jajaja. ¿Os ha gustado? Espero que haya sido así. 💘

El relato de hoy está inspirado en dos fuentes: la primera, en un creepypasta sobre un hombre que visita la familia de su novia en nochebuena y descubre un terrible secreto. La segunda: una película titulada "Noche de bodas" (en España) y se trata de que una novia debe participar en la macabra tradición familiar de su marido.

Eso ha sido todo por hoy, ¡nos leemos mañana! ☺️❤️