–Dime, Suga... ¿Me quieres? – Cuestiona reteniendo el aliento.

En su interior la pregunta ni siquiera tiene sentido ¿Quién era él para preguntarle eso a una persona que no conoce y que paga por escucharlo masturbarse y gemir?

Pero muy dentro de su pecho duele la sensación de no ser aceptado, de ser constantemente rechazado y las miradas de desprecio a su alrededor y quiere sentirse querido, aunque sea un poco, aunque se engañe a sí mismo. Pero es más feliz con una mentira.

– ¿Qué clase preguntas es esa? –

Lo sabía. Él lo sabía.

–Lo sé– ahoga un sollozo para seguir hablando – Lo sient-

–Claro que te quiero– Lo interrumpe– por supuesto que lo hago, pequeño. No lo dudes. Aunque suene loco y sea algo estúpido y puedes reírte de mí si quieres pero yo realmente te quiero–

Jimin no puede detener el océano de lágrimas que fluyen de sus ojos y sonríe aún cuando su alma está tan rota como un frágil cristal que acaba de estrellarse con una pared. ¿Cómo es que un completo desconocido puede llegar a quererlo más que cualquiera a su alrededor? Pero no se conforma y quiere saber más.

– ¿Por qué me quieres? –

Está siendo un total idiota y es posible que luego de esto el chico no vuelva a llamarlo nunca más pero quiere saberlo, aunque sea una mentira, aunque quiera engañarse a sí mismo y su espíritu autodestructivo este al borde de ser detonado en ese húmedo callejón con la oscuridad bañándolo y el frio calándole los huesos, él prefiere escucharlo. Quiere sentir que es importante para alguien y que lo acepta como es.

– ¿Es broma verdad? No sé si sepas las dimensiones de tu existencia para mí, porque yo realmente siento que tú me has salvado, eres mi refugio en la tempestad que es mi vida y constantemente me iluminas.

–Wow – sonríe, porque jamás nadie le dijo algo tan hermoso

–Sí, Wow– repite – y ahora que lo sabes me siento un poco más vulnerable ante ti. Me tienes comiendo de la palma de tu mano sin quererlo–

–Eso es tan lindo, créeme cuando te digo que jamás me sentí tan bien con alguien como lo hago contigo–

– ¿Aunque no me veas?

–Aunque no lo haga –

Hay un silencio profundo después de eso, en el que los dos están sonriendo y el sentimiento es tan nuevo y tan pleno, pero tan frágil también.

Yoongi se deja llevar por la dulce melodía que es la voz detrás del teléfono y se dice a si mismo que no se permitirá perder a una persona del porte de Mochi aunque eso signifique salir de su zona de confort y buscar un trabajo de medio tiempo y ayudar a costear la enorme factura del teléfono que es en un noventa por ciento de sus gastos en el call center.

Jimin, desde su lugar siente burbujear algo en su interior ¿Cómo es que exista alguien que lo quiera de esa manera y aún no se hayan conocido?

El destino es un cruel jugador y él es un peón en el enorme tablero de ajedrez de la vida, pero ahora una gota de esperanza acaba de bañar su corazón y tal vez, solo tal vez, haya alguien allí afuera que pueda hacerle sentir el amor que le falta.

✨

Hoseok mira incrédulo la escena frente a él mismo y todo lo que escuchó da vueltas en su mente, por más increíble que pareciera esos dos pequeños idiotas habían estado tan juntos todo el tiempo sin notarlo, incluso en la misma mesa.

Desde el momento en el que escuchó salir de los preciosos labios de Jimin el nombre de "Suga" no se atrevió a sacar conclusiones. Pero ya no tenía dudas.

Ese "Suga" era su "Suga", su Min Yoongi. No podría equivocarse cuando él mismo le puso ese peculiar apodo hace un tiempo atrás. Y Jimin era ese tal Mochi del que tanto habían hablado este último tiempo, ese chaleco salvavidas que cayó en el estrepitoso océano para salvarle la vida.

– ¡Vaya que el mundo es pequeño! – Se dijo a sí mismo un poco más atrás de donde el pequeño chico secaba sus lágrimas y se ponía de pie

Había algo que le evitaba estar feliz por su reciente hallazgo y es que ninguno de los dos estaba preparado para conocerse todavía. Ambos tenían asuntos pendientes antes de llegar a encontrarse y quizás es por eso que el destino no había hecho sus jugadas.

¿Debería intervenir y ayudarlos?

Yoongi tenía un obvio rechazo por las personas con sobrepeso y eso le impedía ver más allá de las carcasas. Pero por más que tuviera sus razones para hacerlo él debía superarlo o jamás aceptaría a un ser como Jimin por más enamorado que estuviese y por más hermoso y especial que fuera.

Jimin, en cambio, necesitaba urgentemente aprender a verse a sí mismo, a valorarse y respetarse aun cuando nadie parecía hacerlo y en su pecho solo hubiera el dolor constante que produce el repudio y la marginación. Tenía que aprender a pararse frente a la vida y a sobrellevar su carga orgulloso de ser quien es y de lo que puede llegar a ser.

–Hora de actuar –

🍕🍕🍕

Yoongi recuerda por qué es que odia tanto desvelarse y es porque aún no se acostumbra a levantarse temprano.

Tener que salir a buscar un empleo es una tarea tediosa cuando eres un universitario pero igualmente es necesario.

Él ya ha buscado en cada aviso clasificado del periódico y ha visitado cada local del centro pero en todos le dicen lo mismo:

"Necesitamos gente con más experiencia" 

¿Y como demonios se suponía que iba a tener experiencia si nadie le daba un trabajo?

Tenia dos opciones después de ser rechazado en el ultimo lugar al que asistió.

Uno: Volver a casa y renunciar a su pequeño lujo telefónico y con eso perder al chico angel. O...

Dos: Rebajarse a aceptar el puesto que le ofreció Taehyung.

No es que él fuera demasiado selectivo pero luego de la cena en su casa él de verdad no quiere estar ni cerca del rechoncho amigo de su hermano menor. Suficiente había tenido con el sermón impartido por su madre sobre el respeto y la tolerancia y bla bla bla. Pero es que él no había podido evitarlo, no se siente culpable y no cree que deba pedir disculpas.

Desde lejos puede divisar al presunto chico, está barriendo el frente con una sonrisa y lo único que Yoongi nota es que sus mejillas son demasiado regordetas y hace un esfuerzo por ignorar como el mandil le marca el estomago. No se detiene ni a mirarlo y entra buscando a su amigo.

Jimin pierde el aliento cuando nota que Yoongi está entrando al negocio y su corazón empieza una carrera desesperada en su pecho, está tratando de no moverse para pasar desapercibido y parece que funciona cuando el mayor ni lo mira. Pero por las dudas termina rápidamente de asear y rodea el lugar para entrar por la puerta trasera.

Él esta realmente alegre desde el día de esa cena en casa de Jungkook. No porque todo haya salido bien sino porque después de que aquella llamada todo fluyo diferente con Suga. Incluso ahora se enviaban algunos mensajes de vez en cuando, cada día tenía alguno deseandole que "tenga buenos días" o "suerte en sus estudios".

Entra y se dirige al cuarto de limpieza para guardar todo lo que acaba de usar. Aún es temprano y debe reponer la mercadería que escasea en las gondolas mientras Tae hace el inventario para los proveedores. Antes de que termine de organizarse escucha el llamado del menor desde el salón.

Jimin sabe bien que es posible encontrarse allí con Yoongi y está nervioso, seca sus manos con su delantal una y otra vez para sacar el sudor de ellas y ni aún así la ansiedad disminuye. Y todo es como lo intuyó, porque su amigo y su sueño/pesadilla estan de pie en el mismo espacio. Duele ver la postura a la defensiva del mayor, esquivando su mirada con los brazos cruzados en el pecho, tan cerca y tan lejano.

—Jiminie es mi mejor... bueno... En realidad es mi unico empleado — Es el unico que rie por su mal chiste y la tensión es palpable en el aire — Jimin, Yoongi es un viejo amigo, de seguro lo conoces porque es hermano de Jungkook—

Jimin tiene la cabeza gacha, no puede siquiera alzar la mirada a Taehyung solo se limita a escucharlo atentamente aunque sigue sin entender que caso tiene todo aquella presentacion. Hasta que lo dice.

-Yoongi ¡Bienvenido a la familia! - Exclama y palmea la espalda de ambos chicos haciendolos quedar un poco más juntos entre los tres.
Los ojos del rubio se abren desmesuradamente y Yoongi rechista con evidente mal humor.

—Yoongi trabajara contigo desde ahora Minie, por favor enseñale todo lo que tiene que saber—  Ordena un poco más serio y Jimin esta sufriendo una severa taquicardia

¿Trabajar junto a Yoongi? ¿Con el chico de sus sueños cuando este siente un evidente desagrado por él? De pronto se estaba preguntando qué tanto necesita el dinero para poder renunciar y lamentablemente lo necesita mucho.

—No se emocionen, solo será temporal — Lo dice seriamente y Jimin asiente automaticamente esperando que sea completamente cierto y ese "Temporal" solo signifique un par de horas y nada más.

—Como sea, vayan al deposito y repongan la mercaderia —

Jimin es el primero en girar sobre sus talones para dirigirse al lugar sabiendo que está siendo seguido por el otro. Está nervioso ¿Que debe decirle? ni siquiera sabe si puede hablarle.

—Escucha — Yoongi le roba la atención a penas pasan la puerta, el menor no se gira, solo se detiene y aprieta sus puños anticipando sus palabras — ¿Jimin? Si bueno, como sea. No necesito instructor para hacer esto, asi que para evitarnos pasar momentos incomodos te recomiendo que te mantengas a una distancia prudente de mi, no quiero ser grosero pero no me agradas y estoy seguro de que yo a ti tampoco asi que colaboremos—

¿Es posible estar mas roto de lo que estaba? sus palabras eran dagas inscrustandose en su pecho ¿Que habia hecho él para merecer ser tratado con tal repudio? ¿Era por el hecho de ser él? todo duele y quema como la mierda pero prefiere hacerle caso, era mejor asi, era mejor si sus ilusiones morian desde el primer momento asi como su alma habia muerto en su interior despues de escucharlo.

Asiente y se pierde entre las pilas de cajas tratando de ignorar las lágrimas que nublan sus ojos. No debe llorar, él sabía desde un principio que sería así. De pronto la mano le tiembla cuando agarra el carrito que ya había preparado. Necesita comer algo urgentemente.

🥺