El sábado está pasando lenta y dolorosamente, literalmente sentía ese dolor de la llegada de los proveedores uno tras otro al local donde trabajaba. Taehyung ya le había dicho que tomara un descanso, pero Jimin insistía en que quería terminar antes para poder volver a su casa y descansar un poco antes de la cena en casa de su amigo.

Continúa cargando y descargando mercancía, llevando y trayendo cajas y fardos de bebidas y sus brazos son débiles así que después de una hora de llevar ese ritmo ya están temblando como gelatina.

-Toma un descanso Jiminie ¿Ni siquiera comeras? - Se preocupa su compañero de trabajo pero solo lo escucha negar a lo lejos y Taehyung se agota de solo verlo moverse así.

-Cenaré en casa de Kookie hoy así que quiero terminar para poder ir a casa y ayudar a Jinie con la tarta de frutas para su madre-

-¡Tarta de frutas! - Exclama entusiasmado- Te invitaré a casa a cenar solo para que Jin me prepare una de esas. Definitivamente. Él tiene un don para la cocina-

Tae da un mordisco al sándwich de pollo que está almorzando mientras continua su labor y su estomago libera un estruendoso sonido.

Jimin tiene hambre, no quiere decir nada pero empezó una dieta desde que Kookie le hizo la invitación y espera tener algún tipo de resultados para ésta noche. Él realmente quiere que Yoongi lo note de buena manera y si debe morir de hambre para recibir una mirada de su hyung, lo hará.Se motiva a si mismo a dejar de mirar el almuerzo de su amigo y piensa en qué tan lindo sería apreciar la sonrisa sincera de Yoongi. Eso lo estimula a esforzarse más aún. Aunque su estomago arde de hambre y todo queme en su interior.

La falta de comida hace que sus reservas de energía se agoten mas rápidamente y aun no ha llegado ni a la mitad de su jornada de trabajo cuando ya esta jadeando por la fatiga.

Se apoya unos segundos en una pila de cajas de papel sanitario para recomponerse pero cuando esta intentando recuperar el aliento y seca el sudor de su frente con un pañuelo, escucha la voz grave de Yoongi en el negocio.

Está hablando con Taehyung sobre unos examenes que lo tienen estresado, entonces Jimin se atreve a asomar la cabeza hacia el salón, dejando atrás el deposito y busca una excusa para acercarse solo un poco. Solo quiere verlo, mirarlo en silencio y escucharlo hablar.

Ignora a su cuerpo que le esta pidiendo que consuma algo de azúcar y toma un cajón de bebidas para llevarlas al exhibidor y reponer las que ya se acabaron.

Cuando está pasando por allí divisa el cabello despeinado del rubio y se deleita en su perfil y definitivamente adora cuando arruga sus cejas como si estuviera enojado. Él es digno de ser llamado un crush. Podría vivir sólo observándolo.

Escucha la animada conversación que está teniendo con Taehyung y no puede evitar envidiar a su amigo solo un poco.

"Las cosas en mi casa no andan muy bien, estoy tan cansado de tanta mierda"

Esta escuchando quejarse de su familia y le parece tan extraño. Jungkook siempre le dice que la relación con su madre es muy armoniosa, que ella es alguien muy dedicada a sus hijos a pesar de su enfermedad.

-Espiar es malo- susurran en su espalda y da un respingo golpeándose la cabeza con el mueble sobre él.

Se da vuelta rápidamente para encontrarse con una enorme y brillante sonrisa que lo deja absorto.

-Pe- perdón - Susurra y baja la mirada apurando su labor. Él se está disculpando con un desconocido sin saber exactamente por qué

-¿Perdon? ¿Perdon, dices? ¡Ja! - El chico continua a su lado y Jimin sólo quiere que se vaya por donde vino.

Mira de soslayo y lo ve cargando con dos botellas, una de agua y otra de gaseosa y una bolsa de frituras, de las que come el cuando olvida su almuerzo.

-Pequeño espía, escuchar conversaciones ajenas esta mal, muuuuuuy mal- Vuelve a susurrar acercándose a su oído un poco y las manos de Jimin nunca se habían movido mas rápido- ¡Hey! ¡Yoongi! - Grita y Jimin se tensa.

No podría delatarlo. No. Seria lo único que le faltaba, quedar como un chismoso.

-¿Que rayos quieres Hoseok?- Sabe que está mirando en su dirección y cierra los ojos con fuerzas esperando el impacto

-¿En serio quieres agua? ¡Hay gaseosas de uva! ¡Y son violetas! Tienen pequeñas uvas dibujadas aqui ¿O serán moras? No, definitivamente es uva- Señala la botella, su voz es tan estruendosa al igual que su risa

-¿Que mierda? Trae lo que te pedí y deja de ser tan escandaloso. No quieras llenarme de azucar-

El chico extraño ríe entre dientes y suspira.-Eso estuvo cerca ¿No?- Se burla y espera haberle dado una lección al fisgón sobre privacidad

-S-si y-yo lo- lo siento- Hace una pronunciada venia de disculpas, tan exagerada que el mayor cree que podría besar sus pies y se retira rápidamente de allí

Hoseok se queda de pie, de todas las reacciones que pudieron haberle cruzado por la cabeza, lo último que esperaba era recibir una disculpa tan sentida.

-Chico raro- Murmura antes de volver junto a su gruñón amigo para pagar por sus compras. Lo hacen y salen del local.

-¿Qué demonios hacías allí con el amigo de mi hermano?-

-¿Es amigo de Kook?

-Si, es extraño-

-Yo diria... Interesante- Murmura mirando a la puerta trasera donde había desaparecido el chico

No lo está mirando pero Yoongi rueda los ojos con fastidio. Últimamente está más irritable que otras veces. En su mente no hay espacio para nada más que para su chico de voz de angel y todos los problemas que está teniendo no ayudan a que se relaje.

-Vamos a casa, solo quiero tirarme y dormir por todo el fin de semana-

-Tan aburrido como siempre. ¿Pretendes tenerme durmiendo contigo el sábado? Vaya amigo-

-Primero: Yo no te invite a quedarte. Segundo: No quiero que te quedes. Tercero: Vete-

Hoseok ríe con fuerzas haciendo al otro encogerse de disgusto pero termina negando con la cabeza.

Su amigo era una cosa tan positiva y deslumbrante que no puede creer que permanezca a su lado. Él debería irse como todo lo que ama. Pero agradece que aún esté a su lado. Aunque claro está que nunca se lo diría.

🍛

La tarta está lista, su ropa planchada y sus zapatillas brillando de limpias, coloca un poco de perfume en su cuello, detrás de sus orejas y en el interior de sus codos. Esos eran pequeños secretos que le había enseñado mamá para conservar el aroma por mas tiempo. Se da una ultima mirada en el espejo. La ropa que eligió le sienta bien y él no haber comido hace que su estómago se vea plano o por lo menos no está hinchado. Lo demás lo cubre su amplia camisa. Guarda el teléfono en el bolsillo antes de salir de su casa, ya son las seis y prometió ser puntual para ayudar a la madre de su amigo con la comida.

Lleva un pequeño papel con la dirección anotada, revisa la numeración de las casas hasta que da con la indicada. Camina al timbre y presiona una vez. La puerta no tarda en abrirse y el sonríe esperando a ser recibido por Kookie o en su defecto por su madre, pero el jamas esperaba que él abriera la puerta...

-Hey, hola-

-Ho- Hola- Tartamudea y baja la mirada huyendo de los ojos inquisitivos del sujeto-

-¿Vienes a escuchar conversaciones privadas hasta aquí?- Juega- Oh, ya sé... Eres un agente encubierto y estas en un caso especial-.

-¿Q- qué? N-no no, no es asi. Creo que mejor me- me voy-

Jimin no quiere irse pero sabe que no soportará el ambiente si ese extraño chico está cerca. El es molestado en la escuela, en la calle y hasta en el trabajo, no lo puede evitar. Pero no se arriesgará a ser el centro de burlas allí también.

Está tratando de huir cuando siente unas manos apoyándose en sus hombros.

-Tranquilo, estoy jugando- Exclama y su voz ya no parece una burla. Aunque el cuerpo de Jimin esta rígido por el contacto inesperado percibe sinceridad- Pasa, te están esperando

Ambos caminan hacia adentro y pronto Jungkook se une a ellos.

-¡Hyung! ¡Llegaste! Prometiste enviarme un mensaje cuando estuvieras cerca- Se queja mientras se lanza para abrazarlo aunque la tarta que lleva en las manos le impide acercarse mucho

Hoseok sigue los movimientos de ambos menores desde un poco mas atrás, observa curiosamente cada actitud de ellos, pero sobre todo del niño que acaba de llegar. ¿En serio iba a irse por una broma? Era lo mas insólito que había visto como respuesta a una broma, normalmente la gente se unía a sus chistes pero el chico casi sale corriendo.

- Lo siento Kookie, pero tenia las manos ocupadas- Sonríe y aunque dura muy poco, el mayor cree que acaba de presenciar un fenómeno cósmico único e irrepetible.

Ambos jóvenes se pierden en la cocina donde está la madre de Yoongi y él vuelve al cuarto de su amigo donde se encontraba antes de bajar por una colación.

×

-Mamá, este es Jimin...- Anuncia el menor presentando a su recién llegado amigo que está haciendo una reverencia y ofreciendo la tarta

-Mucho gusto señora Min, soy Park Jimin, amigo y compañero de Jungkook-

-¡Oh dios, es una preciosura! Mira no más esos modales- Se deleita la mujer recibiendo el presente- El gusto es mio, Jimin. Hace mucho que quería concerte-

Jimin se endereza y le regala una sonrisa, la madre de su amigo es cálida y alegre. Le recuerda a la suya y su pecho se contrae.

Ella está cocinando, de pie frente a la estufa pero sólo a un par de pasos hay una silla esperando por ella, puede observar que se mueve con dificultad mientras recorre la cocina, se ayuda con una especie de andador para ancianos aunque claramente aún es bastante joven.

Jungkook le alcanza los ingredientes para que no tenga que estar yendo y viniendo y de vez en cuando toma asiento y se la ve fatigada por el esfuerzo.

Ahora puede entender porqué constantemente su compañero está preocupado por su salud y los viajes a los hospitales y a las farmacias cada dos semanas. La señora Min tiene obesidad morbida y eso genera que su salud se deteriore cada vez más.

-¿Necesita ayuda, señora Min?- Se ofrece cuando ve que intenta ponerse de pie y fracasa en el intento

-Jimin, por tercera vez: dime NamGi. Y si cariño, disculpa. Por favor gira el pollo y vierte la crema ¿Si?-

Jimin acata la orden, Kookie está picando algunos vegetales y él se enfoca en la cacerola mientras la señora habla de cuáles son las especias que mejor realzan el sabor de la carne blanca.

-Esto huele muy bien, señ... NamGi- Dice olfateando el vapor que despide el lugar

-Mamá es muy buena en la cocina, mucho mejor que yo-

-Eso no es cierto cariño, tu tienes las manos de un chef- Lo mira irradiando ternura y hace sonrojar al menor- Con el tiempo desarrollarás tus propios secretos y trucos-

Todo es risas y Jimin nunca se sintió tan en casa.

×

-¡Deja de chillar!-

-Pero Yoongi~-

-Que te calles, si tanto quieres estar con ellos, baja y quedate ahi-

-No puedo solo bajar, es el amigo de tu hermano y yo el tuyo. Debes bajar conmigo. Apresurate que la comida huele muy bien- Ruega tirándole de un brazo, esperando que su falso berrinche se vea real y conmueva a su amigo.

Yoongi está fastidiado, estuvo enviándole mensajes al chico de la hotline porque necesitaba desestrezarse y conversar sólo un poco pero éste ni siquiera los leyó. Quiere llamarlo pero aún no empezó su turno por lo que debe esperar.

Hoy era uno de esos días en los que sólo escuchar su voz puede hacerlo calmarse.

-No seas asi~- lloriquea- Me mataras de hambre-

-Por toda la mierda, Hoseok. No quiero verlos ¿no entiendes?- Está siendo insensible y cruel pero el puchero en los labios de su amigo lo ablanda- Maldita sea. Vamos, comes y desapareces de mi vida por un mes-

-Wahoooo- Festeja ignorando todo lo que dijo menos la parte de bajar a comer - No puedo creer que salgas de tu cueva.

Yoongi no dice nada pero tampoco puede creerlo, ya ni recuerda cuándo fue la última vez que comió con su familia y menos con un desconocido. Antes de salir teclea un ultimo mensaje esperando recibir aunque sea una palabra por respuesta.

"Dime que estas ahí, te necesito. Suga"

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¡Hola mis peques! 🥰 Estuve desaparecida mucho tiempo pero como dicen, uno siempre vuelve a los sitios donde amó la vida 💕

Así que estoy haciendo esto lo más rapido y mejor que puedo.