Capitulo 4
Yoongi detiene la motocicleta fuera del instituto de su hermano, aun no es hora de salida pero cree que es un buen horario para comenzar su búsqueda del tesoro, sigue con la mirada a cada chico que pasa frente a él pero ninguno tiene el impacto que él espera, de verdad está convencido de que su Mochi es alguien que le robará el aliento con la primera mirada, seguramente algún portal místico se abrirá entre ellos y los abducira a un mundo donde solo existan los dos, sí, estaba seguro que de esa forma, más o menos, sería.
Está aburrido y se recuesta debajo de un árbol, pronto finalizará la jornada y debe tener los sentidos completamente afinados tal vez podría hablar con Jungkook y pedirle que le presente a sus amigos, nunca se había interesado por las amistades de su hermano menor pero esto podría ser de gran ayuda.
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Jimin entra al baño, necesitaba descargar el litro de coca cola que había tomado en el receso, él no suele ir a baños públicos pero la vejiga le explotará si no la vacía. Hay un grupo de chicos de primer año parados en los pasillos, los reconoce porque tienen cara de niños recién salidos de primaria, no tiene nada que ver con ellos por lo que entra al sanitario pero al pasar junto a los chicos estos empiezan a hacer ruidos con sus bocas y a reír por lo bajo: flatulencias.
Ellos literalmente se tiraban gases con la boca cuando lo vieron pasar.
A Jimin se le eriza la piel y una punzada se aloja en su pecho, termina por encerrarse en un cubículo pero por su piel está corriendo la vergüenza y la humillación. Él no los conocia, nunca los había visto y no les había hecho nada ¿Por que se burlaban de él entonces? Dolía como la mierda ¿Por que asociaban los gases a los gordos? Eso ni siquiera tenia sentido en su mente, todos eran humanos y tenían necesidades, no entendía cuál era el chiste entonces.
Hizo lo que tenia que hacer pero no salió de ese lugar hasta que se aseguró de que no hubiera nadie afuera. Una mezcla de emociones entre rabia, dolor y desprecio por si mismo se arremolinaban en su interior, sin importar donde estuviera siempre se topaba con personas así, de todas las edades y condiciones ¿A caso por tener sobrepeso no merecía recibir respeto de los demás?
Salió con la cabeza baja y caminó a toda velocidad para refugiarse nuevamente en su pupitre, quería ir a casa, intentó calmar su respiración acelerada y moderar sus palpitaciones pero era tan difícil cuando lo que acababa de pasarle giraba en su cabeza, tomó de su bolso un paquete de galletas y las comió casi sin saborearlas, sólo al sacar la última del paquete se dio cuenta de que las había acabado todas en tiempo récord.
- Jimin- susurra su compañero detrás de él- ¿Estás bien? Tienes la cara roja...-
-S- si Kookie- le sonríe falsamente y vuelve a mirar a la pizarra, finge copiar lo que está escrito allí solo para no ser abordado por su amigo con una serie de preguntas que no podía responder-
-Bien ¿Te parece si vamos por unas donas después de clases?- Lo invita, no muy convencido de su estado- Hay un local nuevo camino a mi casa
-Si, suena genial- Asiente y vuelve a lo suyo, por dentro se reprocha por no poder decir que no, si él no tenia hambre ¿Que es lo que le hacia decir que si? Pero por unos momentos se imagina ese dulce, cubierto de glaseado y rebozante de chispas de colores, quizás relleno de chocolate o dulce y se le hace agua la boca. Nunca rechaza una invitación.
La campana que da anuncio al fin de las actividades suena en la escuela y Jimin se mueve demasiado lento para guardar sus cosas, Jungkook, que ya tiene todo listo y lo espera para irse juntos, lo mira moverse en una especie de slow motion y se pregunta por qué es tan lento, pero en realidad Jimin lo hace a propósito, él no quiere encontrarse con esos chicos de nuevo en algún lugar y mucho menos recibir un trato degradante frente a su amigo, eso sería muy vergonzoso, así que exagera en el ritmo que usa para organizar sus cosas y solo cuando nota que casi todos sus compañeros se han retirado a sus casa, termina de cerrar el cierre de su bolso.
-Vaya- suspira- tú sí que eres como una tortuga ¿No es así? Creo que me hice más viejo de solo mirarte moviéndote en cámara lenta- Bromea y recibe un empujón de parte de su amigo
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Yoongi se pone de pie cuando ve la masa de estudiantes alborotarse hacia la salida, él presta atención y trata de diferenciar a los de primero y segundo de los más grandes. No encuentra nada interesante al principio pero después de un buen rato puede divisar a un chico con las características de su amante telefónico, es de estatura media, piel clara, ojos grandes y labios gruesos.
-El debe ser- sonríe con emoción y esquivando algunos estudiantes, llega hasta donde el chico esta parado enviando mensajes
- Hola ¿Mochi?- pregunta con duda, está casi seguro que él puede ser sobretodo cuando gira y sus ojos cafés lo miran con duda pero todo se desvanece cuando lo escucha hablar
-¿Hola? Perdón creo que estás algo perdido- Responde el chico rubio con la voz más gruesa que el haya escuchado jamás, definitivamente él no era su chico de voz dulce- Mi nombre es Jackson, no "Mochi"-
-Oh, si, lo siento... Creo que te confundí- se disculpa avergonzado- Ustedes son muy parecidos en realidad
-Claro, no conozco a alguien parecido a mi en todo el instituto ¿Sabes? Pero buena suerte con eso- Sonríe antes de despedirse-
-Si, gracias-Él no va a mentir y decir que no está decepcionado pero aún tiene esperanzas, solo debía ir descartando las posibilidades y eso era precisamente lo que estaba haciendo. Ya casi no hay nadie pero tampoco ha visto salir a su hermano, quizás aún hay chicos adentro y se permite alojar esperanzas en su interior.
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Jimin sale y lo primero que ve es al chico de la tienda, Yoongi, seguramente sus mejillas ya están ardiendo y, en él, no se ve nada bonito así que quiere girar rápidamente para entrar de nuevo al instituto pero choca con el pecho de Jungkook.
-Hey, la salida es para allá- señala sosteniéndolo por los hombros notando su nerviosismo- ¿Estas bien?
-No... Es decir, sí- Tartamudea y es muy evidente que nada esta bien ¿Que hacia ese chico ahí? ¿Estaria esperando a alguien? Si, eso era lo más seguro, tal vez a alguna chica, además se veía tan bien con el cabello revuelto y el sol pegándole en el rostro obligándolo a arrugar su frente...
- Es que, ese chico de allí...- Lo señala con disimulo-¿Chico? ¿Cuál...?- Jungkook busca a alguien en el lugar donde apunta Jimin disimuladamente y no puede ver nada... Nada más que a su hermano
- ¿Yoongi?
-Si, Yoongi- afirma- Espera... ¿Lo conoces?
Jungkook no responde nada porque está confundido, no es común ver a su hermano buscandolo, quizás algo le había pasado a su mamá, sino no encontraría otro motivo para que estuviera frente a su escuela.
Camina hacia él para preguntarle qué hace allí y luego recuerda a Jimin (que se quedó atónito mirando la familiaridad del trato de Jungkook con el chico). Se da vuelta para llamar a su amigo que sigue parado en el portón de entrada con la mirada perdida y de paso podría presentarle a su hermano mayor pero antes de decir algo, un grupo de cuatro chicos aparecen de la nada riendo exageradamente y se detienen frente a Jimin.
Jimin parpadea cuando su atención fue capturada por esos chicos, los mismos que estaban afuera de los baños.
Oh, no...Casi no hay nadie en la calle, solo Yoongi apoyado de costado en la motocicleta negra, Jungkook a media vereda mirándolo y él de pie en la puerta sin poder reaccionar.
-Hola gordinflón- Exclama con burla uno de ellos- ¿Que miras, eh? ¿Acaso es un sándwich gigante?
Sus voces tienen tonos ridículos y sus miradas son de burla. Jimin siente su estomago revolverse y nota que en ese instante se está yendo la poca dignidad que le quedaba, está siendo humillado públicamente y no frente a cualquiera, es justo frente a su mejor amigo y al chico que lo tiene flechado.
-¿No dirás nada, gordo?- Se mofa otro cuando Jimin los mira, sus ojos de a poco cristalizandose y sus puños apretados junto a su cuerpo quiere decir algo, quiere correr pero no puede moverse- No me veas así, no soy una galleta- Se rien- ¡Ay no! ¡El gordo va a comerme!
El bullicio de esos mocosos es ensordecedor, son risas a costa de él y chistes sobre qué tan gordo esta o qué tanto puede comer.
Mira hacia adelante y Yoongi lo está mirando, como esperando a que haga algo, sus ojos tienen un sentimiento extraño que no sabe leer ¿Él lo esta disfrutando? ¿Es lastima? No, Jimin ya no puede seguir ahí así que junta sus pedazos del poco orgullo que le queda y sin responder nada mueve un pie dispuesto a correr cuando escucha un grito.
-¡Maldita sea! ¡¿No tienen nada mejor que hacer?!- De pronto el cuerpo de Jungkook parece haber aumentado tres veces su tamaño y hasta parece que sus ojos estuvieran rojos de ira- Vayanse ahora antes de que los golpee uno por uno, tanto que sus padres no los reconoceran-
Sus risas cesan y lo miran un poco asustados, después de todo el mayor tenía musculatura debido a sus entrenamientos y sí, daba un algo de miedo. Así que ellos carraspean y se van en silencio.
Se quiere acercar a Jimin, su amigo luce tan mal y él comprende el sentimiento pero recuerda a Yoongi que no se inmuta ante la escena, claro, después de todo su hermano es uno de ellos también. Pero Jimin se ve tan frágil que comienza a acercarse hasta que escucha la voz del mayor llamándolo desde atrás.
-Jungkook- Suena llano, sin emociones ¿Cómo podía alguien presenciar ese tipo de abuso y mantener esa serenidad? - Deja de meterte donde no te corresponde- lo regaña pero él no contesta, termina por llegar a su amigo
-¿Estas bien, Minie?- le susurra con cariño restregando su hombro en consuelo
Jimin muerde sus labios con fuerza y asiente con la cabeza sin mirarlo a los ojos porque sabe que si lo hace le será inevitable llorar.- Ven, te presentaré a mi hermano-
Mi hermano
No lo pude creer ¿Hermanos? ¿De verdad? Que jodidamente pequeño es el mundo. Sus ojos se abren al limite y de repente logra desviar sus pensamientos de lo que acababa de suceder hasta el punto en el que su mente procesa que su mejor amigo y el chico que lo vuelve loco son hermanos.
-Jungkook, no tengo tiempo para tus juegos- Yoongi ya se está subiendo al vehículo antes de ponerse el casco- Ve a casa, tu madre está sola. Tengo cosas que hacer-
-Pero nosotros íbamos a ir a la tienda de donas- reniega por la autoridad que impone el chico pero es inútil.
-No es el momento, además...- Mueve su cabeza hacia un lado buscando la figura impactada del chico agredido- No creo que vaya a morir de hambre.
-Dice esto y arranca haciendo un ruido estruendoso y dejando una estela de humo gris a su paso.
El menor estaba por maldecir los malos modales de su hermano pero siente una mano posarse en su espalda.
-Esta bien Kookie, ve a casa- Jimin esta sonriendo ¿Como puede estar sonriendo después de ser tratado de esa manera tan denigrante sin merecerlo?
- Podremos ir otro día, además no me estoy sintiendo bien...
Antes de que pudiera reaccionar, el mayor ya esta -casi- corriendo a la parada del autobús dejándolo solo y frustrado.
¡Cuánto detestaba esas situaciones! Realmente odiaba a la gente prejuciosa que se dejaba llevar por lo externo y catalogaba a las personas por su condición física, Jimin era un niño estupendo pero eso nadie veía, no cuando se trataba de un gordo.
🍔🍟
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