Capítulo 37
–Un lomo al champiñón con papas noicette y un cabernet sauvignon, por favor –
–Muy bien ¿Y para usted caballero? –
–Umh, si... yo... – Meditó unos segundos mientras pasaba sus dedos a través de la carta – Creo que pediré el salmón marinado y las alcaparras. Y una botella de agua por favor –
El mesero terminó de tomar el pedido y con una leve sonrisa se retiró del lugar.
Era la flamante cita luego del préstamo, la primera de, quizás, muchas más.
– ¿Agua? ¿Es en serio, bebé? Hubiera sido mejor acompañar el salmón con un Pinot ¿No crees? –
–Soy malo para la bebida, Chanyeol. No quiero hacer ridiculeces aquí, este lugar es muy... elegante – Rió, aun desacostumbrado al refinado restaurante al que había sido invitado
La noche transcurrió tranquilamente, Jin ya había realizado el pago y una ilusoria paz volvía a cubrir sus días. Ahora estaba frente a ese espécimen de hombre en todo su esplendor que le invitaba a cenas costosas y lo visitaba luego del instituto para llevarlo a casa donde permanecería a salvo hasta entrada la medianoche, donde tendrían ardiente sexo telefónico como si de dos desconocidos sin nada en común se tratase. ¿Por qué se sentía como que todo aquello no estaba bien?
–Pediremos postre – Le avisó al mozo que retiraba sus platos del lugar cuando terminaron la cena –
–Oh, no... por favor. No creo poder soportar más – Jimin sonrió apenado – La cena estuvo deliciosa – Agradeció
–Pediremos postre, bebé... ¿Estas despreciando mi invitación? –
– ¿Qué? No, no... lo siento. Es solo que estoy satisfecho – se encogió un poco en su lugar
–Tonterías, siempre hay lugar para el postre, cariño – Sonrió desestimando su negativa – Dos copas de mousse con baño de chocolate blanco – Indicó al mozo que los miraba con confusión pero sin más anotó el pedido y se retiró
Minutos después, Jimin miraba la copa frente a él. Realmente se veía delicioso pero él creía que si daba un solo bocado más, el botón de su pantalón saldría volando por los aires y le pegaría en el ojo al cajero.
–Come Jimin, no desprecies mi invitación – Susurró él otro mientras miraba sus labios arrugarse en indecisión sobre consumir o no – Come – Y eso definitivamente sonó como una orden
Chanyeol estaba pletórico en el movimiento de sus labios saboreando el chocolate se imaginaba el estallido de lo dulce en una mezcla perfecta con el amargo del cacao y era simplemente majestuoso.
–Eres tan lindo – susurró casi sin voz
Jimin sonrió, porque todo lo que podía hacer era sonreír ante quien se había presentado como su salvador cuando no habían más esperanzas que perderlo todo.
×
–Buen día, busco al señor Park Jimin –
– ¿Eh? ¿A Jimin? Umh, si... un momento por favor – Taehyung levantó una mano en señal de que esperara y se introdujo al interior de los depósitos donde su amigo se encontraba desempacando un nuevo pedido de arroz que había llegado esa mañana –Hey, Minie – Lo llamó – Te buscan ahí afuera –
Jimin levanto la mirada algo confundido ¿Buscarlo a él? Lo único que se le podía ocurrir era que alguno de sus hermanos hubiera ido por él por alguna emergencia y realmente esperaba que no fuera así.
–En un minuto voy, Tae. Solo dejaré estas cajas en orden – Avisó y volvió a levantar el enorme bulto entre sus brazos
Yoongi había estado prestando atención al intercambio de palabras, ya había pasado una semana desde el fatídico día en el que asumió sus sentimientos por el otro, pero eso no significaba algún cambio en su relación. No era fácil tener que interpretar las personalidades ambiguas del chico, él quería a Jimin, pero él no parecía registrar eso en su radar.
Jimin salió confundido al no ver a nadie conocido al frente del local, había algunas personas mirando hacia un mismo lugar cuando él dirigió su mirada hacia allí. Su cuerpo se paralizó y aunque Taehyung estaba junto al chico con el enorme ramo de rosas y lo llamaba, él no podía dar un paso.
– ¡Jimin! Ven aquí, hombre – Lo llamó su amigo y al escuchar su nombre su cuerpo actuó automáticamente
– ¿Señor, Park Jimin? – Cercioró el muchacho, el menor asintió antes de recibir el enorme ramo y además tres grandes paquetes de regalos – Necesito su firma aquí
–Oh, sí. Gracias – Se inclinó dejando la firma al final del talonario de entregas
Taehyung miró el ramo que había tomado entre sus manos, buscando la dichosa tarjeta que debía estar por algún lugar, Jimin tenía un permanente color rojo en sus mejillas por la atención que estaba recibiendo, era demasiado para su gusto. Los clientes del lugar tenían los ojos fijos en él mientras fingían buscar productos en las góndolas.
– ¡Hey, Jimin! Esa parece ser una persona realmente enamorada. No la dejes ir – Gritó el viejo Soo, un anciano que gustaba de verlo avergonzado con sus comentarios.
Jimin sonrió al hombre y luego a Taehyung que exigía una explicación con la mirada
–Cuando termines aquí ve al depósito y te explicaré – dijo Jimin sin llevar ninguno de los presentes con él, solo la tarjeta que había logrado tomar antes de que Tae se diera cuenta.
Luego de que todos los clientes se fueron Taehyung entró al lugar tan conmocionado y ansioso que no pudo evitar llevarse por delante las escobas que había dejado Yoongi para hacer el aseo.
–Lo siento – Se disculpó rápidamente con el mayor – ¿Dónde está Jimin? –
Yoongi levanto los hombros molesto por tener que recoger el desastre que dejaba Tae a su paso.
–¡Jimin! deja de jugar a las escondidas y abre la boca de una vez – Reprendió apenas vio que el chico le esquivaba la mirada. Un enorme suspiro salió tembloroso entre los labios del otro, de pronto su rostro parecía algo más atormentado que feliz por el obsequio.
Jimin no respondió inmediatamente, en su lugar, extendió el pequeño papel a su amigo esperando a que pudiera leerlo.
'Buen día, bebé. Espero que te agrade este regalo. Por favor recíbelo con gusto y disfrútalo. El fin de semana saldremos a cenar. Te quiere. Chanie'
Le tomó alrededor de un minuto, a Taehyung, reaccionar. Sus ojos brillaron en expectativas y una enorme sonrisa se dibujó en su rostro... pero se deshizo poco a poco al ver la mirada abatida del otro.
– ¿Tienes un novio? – Inquirió mientras le devolvía aquella elegante tarjeta
–No es mi novio, es... un ¿Pretendiente? No sé, Tae... Él está siendo tan lindo conmigo... pero también es algo sombrío, es decir ¿Viste lo que eran sus regalos? Estoy seguro que no pudiste resistir a revisarlos– Taehyung rió al sentirse atrapado
–Bueno, solo miré un poco. Eran bombones ingleses, galletas artesanales de esa tienda que nos encanta pero que es imposible de pagar y un pastel de chocolate amargo – Jimin lo miró esperando a que su amigo encuentre el factor común entre ellos, pero no parecía hacerlo
–Es comida Taehyung, todo el tiempo me regala comida... y cuando salimos también me lleva a comer. Me envía desayunos por la mañana y se encarga de pagar mi merienda en el instituto –
–Wow, quiero un novio así – Bromeo imaginándose a sí mismo con todas esas raciones de comida para sí mismo – No veo lo malo Jimin, parece ser alguien atento –
–Exacto, eso parece. Pero él se molesta si yo no consumo lo que me regala, si no como cuando estoy con él o si yo no quiero comer postre o algo así. No me gusta, sabes las dificultades que tengo con mi alimentación, de hecho, eso lo tengo bajo control, pero esto, con él, no. Él llega a ser escalofriante a veces–
– ¿Y por qué estas con él entonces? – Preguntó un poco más preocupado por la situación de su amigo, no era nada lindo tener a alguien que controle de esa manera lo que haces, dices e incluso lo que comes, o no.
–Le debo dinero, el trato era que me prestaba el dinero si yo aceptaba dejarme conquistar por él –
–Eso suena lindo de un modo retorcido. ¿Intentaste hablar sobre esto? –
–Yo, lo hice... él dice que disfruta verme bien y que sabe que me gusta comer ¿Por ser gordo debe gustarme comer? Eso no tiene lógica alguna ¿Por qué la gente asume que todos estamos gordos porque nos atascamos a comida? –Refunfuño – Lo siento, no me iré del tema, la cosa es que no me siento capaz de rechazarlo, él permitió que conserváramos la casa de mi madre y no podría estar más agradecido. Es este fetiche con los gordos lo que me preocupa –
– ¿Fetiche con gordos? –
–Sí, le gustan los chicos con mucha masa corporal –
–Esto da miedo, suena a la bruja que quiere engordarte para comerte – Bromeó antes de recuperar la seriedad del asunto – Bien, Jiminie, lo que creo que debes hacer es hablar con él, decirle que no te gusta el lugar hacia donde están yendo las cosas y que debe detenerse ahora –
–No creo que las cosas funcionen así, Tae – Se lamentó – Yo estoy luchando contra esto ¿sabes? Estoy teniendo esta batalla sobre todo lo que siempre creí que estaba bien. No es fácil deshacer años de discursos sobre lo que es normal y lo que no, pero lo estoy intentado. Quiero quererme, aceptarme... amarme. Pero así no puedo, no si nunca soy suficiente como soy –
–Pero eres suficiente para ti ¿no es así?–
–Quiero serlo, estoy luchando para serlo–
Taehyung se adelantó hasta él y lo abrazo tan fuerte como sus brazos se lo permitieron, él conocía la sensación de no sentirse seguro con quien era y luchar una batalla para hacerte entender que estas bien, que todo en ti está bien, que ser diferente no es malo. Así que sabía lo que era no encajar en ningún parámetro porque eras demasiado o muy poco para todos allí afuera.
–Minie, parte de amarte a ti mismo es poder alzar tu voz cuando algo no va contigo. – Argumentó – Está bien, le debes dinero ¿Pero eso justifica que controle lo que haces o comes? No, cariño. Si algo no te gusta debes decirlo, habla. No te quedes callado, tienes todo el derecho de expresar tu inconformidad con algo que te afecta directamente. Eso también es amor propio, Jimin –
Terminaron el abrazo y Jimin sintió una carga menos en su hombro. Ahora quizás podría decirle a Chanyeol que no estaba cómodo con algunas cosas y tal vez él entendería todo. Tal vez.
Taehyung salió dejándolo solo, luego volvió y dejó los presentes sobre una mesa en el deposito.
–¿Sabes? Yo podría darle un buen uso a esto – Sonrió señalando los paquetes con comida haciendo reir a Jimin una vez más
Jimin miró una vez más hacia donde Yoongi se encontraba. Si tan solo fuera el mayor quien tuviera ese interés en él todo sería mejor, aun recordaba esos besos aquel día y la manera casi obstinada en la que le pedía uno más y otro... Y otro.
¿Dónde había quedado aquel chico? Si bien antes estaba acostumbrado a ser ignorado por aquel a quien su corazón amaba, éste Yoongi parecía haber borrado completamente su existencia de su radar, ni siquiera lo miraba o si quiera pronunciaba palabra al verlo cerca.
Ah, el dolor del amor es algo único, puedes sentir como te quema los órganos y aún así puede hacerte sentir frío como un iceberg.
Pero Yoongi lo observaba más de lo que él se imaginaba... y lo escuchaba también. Sus manos vibraban en deseo por tomarlo, besarlo, por poder abrazarlo y probar nuevamente el sabor de su boca frutal que lo hechizaba y embriagaba sus sentidos. Oh, maldita sea Jimin ¿Cuánto más iba a pasar para poder tenerlo para él?
×
– ¿Podrías no insistir con respecto a la comida, Chanyeol? No me siento cómodo si siempre me estas pidiendo comer más de lo que deseo –
–Pero bebé, no quiero que te inhibas por mí. Quiero que comas, me gusta verte comer y disfrutarlo. –
–Pero no lo disfruto. Cuando digo que estoy satisfecho es porque de verdad lo estoy. No es que quiera aparentar cuando estoy contigo ¿Sabes? Pero tienes esa cosa de obligarme a comer más y es algo tenebroso –
–Desde el principio te dije que me gustaban los chicos con un poco de peso –
–Pero no estas conforme conmigo, mira Chanyeol. No tienes que hacer esto si no estás a gusto conmigo. Voy a pagarte, es más, ya tengo una buena parte del dinero que te debo–
–No se trata del dinero, Jimin. Me gustas tú, solo creo que te verías mejor con algo más de cuerpo, además tu manera de comer es preciosa y tú mismo eres maravilloso – Pero no era suficiente ¿No? Nunca era suficiente – Vamos, cariño ¿Dónde encontraras a alguien que te quiera como yo lo hago? Disfrútalo, Jimin. No lo pienses tanto –
Jimin bajó su rostro hasta el balde de palomitas entre sus piernas, la película estaba por comenzar y Chanyeol se acomodó en su hombro. Quizás era cierto, él no iba a tener una oportunidad como esa otra vez, no iba a poder tener a un hombre así a su lado... y quizás eso era lo mejor. Debía apresurarse a reunir ese dinero, tenía que devolverlo cuanto antes.
×
Jungkook entró a su casa, aún era temprano. Yoongi le había pedido que no se comprometiera esa noche. Seguramente quería salir, era un trato implícito entre ellos donde se organizaban para vigilar a su madre mientras el otro estaba fuera y estos últimos días era Kook quien pasaba las noche entre las piernas de SeokJin. Bien, era hora de darle un respiro al mayor.
–Jungkook, necesito saber algo – Pidió cuando lo vio pasar por la puerta de su habitación – Entra y cierra la puerta– El menor obedeció y tomo asiento sobre la cama frente a él – Sé que el otro día me dijiste que los Park estaba teniendo dificultades ¿Podrías contarme cuáles son? –
–¿Eh? No entiendo de donde viene ese interés repentino – Se excusó con dudas
–Necesito saberlo, tal vez yo... malinterprete alguna situación, o tal vez no. Pero no lo sabré hasta que me lo cuentes –
–Ok, supongamos que estoy entiendo. Te lo diré, Namjoon apostó los títulos de propiedad de la casa en una partida y él perdió –
–Oh – Su corazón se detuvo de repente ¿Podía ser más imbécil?
–Bueno, esa casa es todo lo que les queda de su madre y ellos no estaban pasando por un buen momento –
–Estaban – repitió
–Sí, de alguna manera Jimin logró conseguir un préstamo y bueno... pudieron salvarla de un remate inminente–
– ¿Sabes cómo hizo Jimin para conseguir el dinero? –
–No lo sabemos, solo dijo que fue un préstamo y que tiene que pagarlo. Él no se ve bien estos días, hyung y estoy preocupado –
Yoongi meditó un poco su situación, no tenía muchas respuestas con eso, solo sabía que había juzgado mal algunas cosas. Pero ¿no es mejor recurrir a la fuente en casos como estos? Él no podía seguir suponiendo, tenía que hablar con Jimin.
××
Hoy estoy un poquito mejor, ví que muches de ustedes, bebés, estan teniendo malos días.
Les envío muchas fuerzas, con eso nos fortalecemos entre todes, no es así?
Trabajemos duro en ser felices ❤️
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