Capítulo 36
–Yo no debía renunciar, Jungkook. Debí permanecer firme y conservar el trabajo ¿De dónde diablos conseguiremos esa suma? – Jin sollozo, había permanecido con esa preocupación en su mente todo el día, incluso intentó disculpase y recuperar su trabajo de la mañana pero ya tenían un reemplazo para él. Si, era totalmente reemplazable.
Jungkook había permanecido fiel a su lado, comprendiendo su situación y brindando apoyo. Solo había dejado la casa para ir a avisarle a su madre de aquel grave problema. No
–Tranquilo sabes que esto está fuera de tu alcance, no puedes controlar todo, Jinie. –Acarició sus hombros que permanecían bajo su abrazo
–No es cierto Kookie, fui descuidado. Yo debía cuidar de mis hermanos y mira ahora. Estamos a punto de perderlo todo. No tengo nada bajo control, ni siquiera esto que tenemos – Señalo entre ellos aludiendo a su relación
–No. No te lo permitiré. No digas idioteces, SeokJin. Nosotros estamos bien –
–Lo estamos, es cierto Kookie ¿Pero cuánto durará? Ni siquiera puedo darte algo de estabilidad y soy el mayor. Esta es mi vida, mi vida es así y tú mereces algo mejor –
Jungkook se separó de él, Jin sintió el frio abandono sobre su cuerpo y se esforzó por ignorar el malestar, él no podía hacerle eso a Jungkook. Él merecía más mucho más. Pero al parecer Kook no opinaba lo mismo, no cuando tomo sus mejillas y lo asomo para darle un desesperado beso que le borró cualquier maldita idea sobre alejarlo.
–No me iré, puedes llorar o intentar quitarme del camino. Pero te aseguro que permaneceré aquí. Te lo dije una vez y te lo repito ahora. ¿Cuantas veces tendremos esta misma discusión? –
Jin permanecía con los ojos cerrados, estaba bien. Si por lo menos algo estaba bien en su vida se aferraría a esa porción de esperanza que era Jungkook. Se acurrucó contra su pecho antes de hablar nuevamente.
–Lo siento, por favor entiende que estoy demasiado consumido ahora. Pero en realidad no quiero perderte. Eres, por mucho, una luz para mí –
–Lo sé, tampoco pretendía irme. – Beso sus sienes mientras lo aprisionaba más a su cuerpo
Había oscurecido y no había recibido señales de sus hermanos en todo el día, estaba muy preocupado por Jimin, esto no era lo que quería para él, estaba seguro de que su madre lo mantendría al margen mientras ella buscaba una solución. Mientras pensaba en su pequeño hermano, la puerta se abrió dando paso al dueño de sus pensamientos. Ellos se separaron al instante mientras Jimin caminaba hasta ellos.
–Minie... – Tomó su mano, el menor lucia cansado
–Conseguí el dinero – Aseguró dejando sin palabras y con los ojos muy abiertos a los presentes. –Lo tengo aquí conmigo, puedes ir a pagar mañana mismo –
– ¿Qué? Pero ¿Cómo? – Jin formuló con dificultad esas palabras mientras Jimin le extendía un sobre, lo tomó con las manos temblorosas y certificó, todo estaba allí. La suma que ellos necesitaban – Jimin, ¿De dónde sacaste esto? No hay manera de que lo reunieras tan pronto –
–Tranquilo, es... solo es un préstamo – Dudó – Debo pagarlo pero nos da algo más de tiempo –
– ¿Quién es su sano juicio le daría un préstamo a un chico de instituto? Jimin, dime la verdad ¿De dónde sacaste tanto dinero? – de pronto Jin estaba de pie caminando hacia el como un padre escandalizado
Jimin sabía que tendría que enfrentarse a algo así, estaba demasiado cansado e inquieto como para responder a los interrogantes del mayor.
– ¿Puedes confiar en mi esta vez? No lo robé si es lo que piensas, es un préstamo. Por favor tómalo – No le permitió decir nada más porque ya estaba en camino a su habitación, necesitaba un largo baño y dormir – Descansa tranquilo hyung, mañana será otro día –
Jin y Jungkook se miraron ¿Por qué de repente el menor lucia tan abatido? Bueno, había muchos interrogantes pero por lo menos tenían un problema menos.
–Vuelve a casa esta noche Kookie, descansa y comparte un tiempo de calidad con tu madre. Mañana puedes venir si gustas – Le indico el mayor
–Está bien – Lo besó – Descansa también. Lo mereces. –
××
Jimin entró a su habitación, sin quitarse la ropa se tiró sobre su cama y cerró los ojos. Él envidiaba a esos chicos que tenían vidas convencionales, una familia amorosa que cuidaba de ellos, con un buen trabajo y amigos que los quisieran, hermanos cariñosos y cuerpos normativos. Sin problemas de los cuales preocuparse ni valiéndose por sí mismos.
Muchas veces habría pensado que la vida era como un juego de ruleta, una maldita ruleta rusa, jalabas el gatillo y a veces la bala salía, otras veces no. Pues a ellos la bala les había atravesado el cráneo de punta a punta.
Veía a todos esos famosos o gente popular con vidas prácticamente perfectas y sin complicaciones, alcanzando el éxito o la fama, naciendo talentosos y con diferentes dones que él, ni practicando toda una vida, lograría alcanzar. Ellos, los demás, se veían con las puertas abriéndose de par en par y teniendo oportunidades, con gente que los ama a su alrededor... y luego estaban las personas como él, simples, tristes rellenos de fondo de una película donde los protagonistas se llevaban toda la gloria y ellos estaban ahí haciendo lucir mejor todo lo demás, llenando los espacios vacíos.
No era muy optimista en cuanto a su destino.
Él tenía apenas dieciocho años y ya había tomados suficientes malas decisiones como para complicarse el resto de sus días. Tampoco tenía muchas esperanzas en cuanto a encontrar el amor o lograr una familia con alguien que lo amase, quizás no era demasiado tarde para tomar lo que podía y aferrarse a ello antes de que el tiempo expirara. No tenía que pensar mucho. Había idealizado demasiado el amor, su mente vivía en ese utópico mundo en el que, un día cualquiera y de repente, la persona dueña de sus suspiros descubriera su buen corazón y decidiera amarlo sin límites, llevárselo lejos y hacerlo endemoniadamente feliz.
Él no era tan afortunado.
El amor tampoco era así.
¿No se trataba de eso verdad? Tal vez la única persona capaz de amarlo no era otra más que el mismo Jimin. ¿Quién más podía darle lo que se merecía? Por ahora, no confiaba en que otra persona lo hiciese bien, el merecía un poco más que migajas y sobras.
Y hasta que apareciera ese 'alguien' que pudiera hacerlo mejor que el mismo, iba a encargarse de hacerlo por su cuenta. ¿Y si no llegaba? ¿Qué si esa persona nunca aparecía? Bien, por lo menos habría vivido su vida con tal pasión que en lugar de dejar huesos, dejaría huellas.
Poco a poco fue dejando la cama, se quitó la ropa y caminó una vez más frente al espejo. Había un poco de carne allí, si levantaba levemente sus brazos podía ver caer un poco también, además tenía sus piernas demasiado pegadas entre ellas y algunos caminos de estrías por aquí y por allá, pero... ¿Y qué? Recordó el tibio abrazo de Hoseok rodeando su cuerpo, pero el chico ya no estaba allí para abrazarlo. ¿Y si ahora se abrazaba él mismo? ¿O se quedaría a esperar a que alguien por fin quisiera hacerlo?
No, no quería esperar. El tiempo era cruel y él quería sentirse amado ahora.
Puso su pijama sobre su piel y volvió a la cama, hoy no atendería llamadas, por el momento solo quería dormir. Las palabras de Chanyeol llegaron a su mente.
'Jimin, yo puedo darte todo lo que necesitas si me lo permitieras. ¿Tienes problemas económicos? Puedo con eso también, solo... solo dame la oportunidad de conquistarte. No te pido nada más que eso'
Él debería estar saltando de felicidad, no había manera de que un hombre cómo Chanyeol se fijara en él, pero sin embargo estaba pasando. El tipo era un prospecto de hombre: simpático, decente, amable y guapo. Entonces ¿Por qué no se sentía bien con aquello? ¿Qué estaba mal? No podía evitar sentir que se había vendido, le había vendido su alma de alguna manera y ahora tenía una corta cadena en su cuello hasta que la deuda estuviera cancelada.
××
Jungkook entró a su casa en medio de la oscuridad de la noche, por supuesto que su madre no estaría despierta a esas horas y mucho menos su hermano. Pero eso estaba bien para él, prefería estar solo con su remolino de sentimientos. Seguía meditando sobre cómo había hecho Jimin para conseguir ese dinero, esperaba que no se hubiera metido en demasiados problemas.
Caminó hasta el refrigerador en medio del profundo negro y dejó que la luz del interior del electrodoméstico iluminara a su alrededor, sacó una botella de agua y antes de cerrar la puerta pegó un respingo.
– ¿Qué dem... ¡Jungkook! Casi parto la lámpara en tu cabeza – Yoongi bajó el objeto y encendió la luz del lugar
–Creo que si un ladrón entrara a la casa no iría directamente al refrigerador, hyung – Se burló luego de que el susto hubiera pasado
–Puede ser, nunca se sabe. Pero bueno, no te esperaba aquí esta noche –
–Esta es mi casa también, hyung – Quitó la tapa de la botella que traía en la mano mientras daba un largo trago
–Nunca dije lo contrario, pero hace varias noches que no duermes aquí... mira que tomarte esas atribuciones siendo solo un niñato – Refunfuño abriendo igualmente el artefacto y buscó algo que no encontró antes de volver a cerrarlo y enfrentar a su hermano – A tu edad jamás me habría atrevido a escabullirme a casa de mi novio –
–Jamás nos enteramos que tuvieras... novio, hyung –
–Es porque nunca tuve uno, pero tampoco hubiera hecho lo que haces tú, de ser así – Encogió sus hombros ¿No era esta la charla más larga que había tenido con su hermano? – Lo que sea, la cosa es que estas aquí ahora, cierra bien la puerta antes de ir a la cama –
Yoongi empezó a escabullirse hacia su habitación cuando un repentino deseo lo detuvo.
–Oye, Kook... Lo de tu novio y la foto en mi teléfono... fue un error ¿Si? Yo ni siquiera sabía que se trataba de él – Suspiró – No sé en qué estaba pensando. Pero se ve que es un buen chico –
–Claro, sí. Está bien por mi ¿Sabes? Él es mucho mejor que un 'buen chico', todos ellos son personas excepcionales – Jugó con la botella entre sus manos pensando en todo lo que los Park debían pasar y como se sobreponían a ello manteniéndose unidos
–Sí, supongo que creeré eso de SeokJin – Respondió con desagrado – pero no debemos generalizarlos. Cada uno es un caso particular –
–Oh, no... ellos son las mejores personas que he conocido. Ahora mismo están pasando por un momento terrible para ellos y aun así permanecen fuertes y unidos. Eso no es algo que se vea en cualquiera ¿Sabes? –
–Un momento difícil, si... –
– ¿Qué sucede, Yoongi? ¿Por qué menospreciar los problemas ajenos? – Abordó un poco molesto por la actitud de su hermano mayor
–No lo estoy haciendo Jungkook, simplemente no concuerdo con lo que dices sobre ser buenas personas. Hay muchos aspectos que considerar antes de darle ese merito a alguien ¿No crees? – No le permitió seguir hablando porque se introdujo al interior de su cuarto. No quería tener aquella discusión moral con su hermano, después de todo él no entendería su punto.
Pero había dicho que pasaban por momentos difíciles ¿Seria esa una justificación para lo que había visto esa misma tarde? Mierda, lo único que podía imaginarse es a Jimin vendiendo sexo. Era tan repugnante, pero era lo que podía juzgar a primera vista.
Tenía dos imágenes fuertes en su mente subidas a una balanza.
La primera era de un Jimin altamente sexual, tan sexy y erótico como la condenada mierda, hablando bajito al teléfono... tocándose y murmurando palabras sucias para hombres degenerados y precoces que pagaban por escucharlo gemir con su jodidamente sensual voz y cumplir sus más morbosas fantasias. Un Jimin que les daba exactamente lo que necesitaban y que, con dieciocho años, era parte del sueño húmedo de tantos tipos.
Y por otro lado estaba su Jimin, el chico inseguro y endiabladamente dulce, lleno de carisma y buenos sentimientos. El gordito que se hacia querer con cualquiera que se diera la oportunidad de conocerlo. Siendo tan buen amigo, buen hermano y buena persona. Ese que reía con los niños y escuchaba los problemas de los mayores. El que trabajaba y estudiaba para ayudar a sus hermanos, el que sonreía y hacía al sol envidiarlo.
¿Cuál de esos dos era el verdadero Park Jimin?
¿Importaba? ¿No se había enamorado acaso de Mochi en primer lugar? Y luego había sucumbido ante la radiante luz del cachetoncito... ¡Demonios! Había demasiado en su cabeza. Lo único que tenia por seguro, era que quería a Jimin, siendo el chico porno o el chico luz. Él lo quería.
××
¿Qué tal pasaron su domingo, corazones?
Yo con un poquito mucho de ansiedad... Ustedes son bebés aún pero no descuiden su salud mental, ¿si?
Intenten ser felices por si mismes ❤️
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