Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

Capítulo 31

Jimin despertó fuertemente abrazado al cuerpo de Yoongi. Su agarre era tan potente que parecían fundirse en una sola persona. Estaban enfrentados, la manera en la que su hyung dormía era tan dulce. ¿Cómo es que terminó durmiendo con él por segunda vez? Estas cosas solo le pasaban en sus sueños. Pero ya que estaba ahí por lo menos guardaría el momento en lo más profundo de su corazón.

Sus ojos se deleitaron en la fina figura de su rostro, la prolija linea de su mandíbula, sus espesas cejas enmarcando su belleza. La pequeña nariz y los labios delgados, la forma en la que sus pestañas reposaban delicadamente sobre su mejilla. Era precioso.

Cerró los ojos e inhaló profundo el aroma en su pecho. Era tan delicioso y reconfortante. Estaba seguro de que lo recordaría donde fuera aunque se quedara ciego. Uso su índice para acariciar suavemente su mejilla y sonrió complacido. ¿A qué sabrían sus labios? ¿Cómo se sentiría su piel tibia sobre la suya? Tenía esos deseos ocultos en la más recóndito de su ser pero estando tan cerca podía sentirlos asomándose vertiginosamente a su exterior.

Erección matutina.

Rápidamente se safó del agarre y aun con todo el movimiento y los tirones el mayor jamás se despertó. Corrió hacia el baño antes de quedar completamente abochornado y trató su pequeño problema mañanero en la soledad de esas cuatro paredes, ayudado por la sensación de cercanía aún latente en su cuerpo.

Eran las siete de la mañana cuando alcanzó su teléfono. Tenía una hora y media para ir al trabajo, quizás lo mejor sería volver a casa y tomar una larga ducha y recién empezar su jornada.

–No creo que note mi ausencia– Se dijo a si mismo mientras cruzaba el pasillo hasta la entrada.

–Yoongi– Escuchó en quejido lastimero de la mujer provenir desde las habitaciones –Hijo...

Su mano tembló mientras sujetaba la perilla. No estaba seguro de que Yoongi la escuchara. ¿Y si era una emergencia? Sintió miedo al pensar en ello y de esa manera no dudó en acercarse hasta la puerta donde provenía la voz. Asentó una oreja en la fría madera y luego tocó despacio.

–Pasa hijo, por favor– Se oía quebrada como quién retiene demasiadas cosas en su garganta esperando estallar.
Jimin abrió y dejó asomar su cabeza solo un poco.

–Buenos días, lo siento... Soy Jimin. ¿Me recuerda? Amigo de Kookie–

–Oh, si hijo. Claro que te recuerdo–

–Estaba a punto de ir a mi casa cuando la escuché. No creo que Yoongi vaya a despertar – Se atrevió a dar un paso más adentro y le sonrió.

Ella no lucía bien, ni sana. Se veía cansada y triste. Pero aún así le sonrió de vuelta y palmeó el espacio junto a ella invitandolo a sentarse. Jimin no dijo nada pero aceptó la invitación.

–¿Cómo esta hoy?–

–Un poco más cerca de la muerte que ayer– Respondió ácidamente pero sin borrar el gesto de sus labios.

–No debería pensar en eso, tiene mucho por qué vivir aún –

–¿Pero no estamos haciendo eso todos, cariño? Vamos acercándonos a la muerte cada día un poco más–

–Es una forma muy cruel de ver la vida ¿No? –

–¿Cómo lo ves tú?–

–Cómo una oportunidad nueva cada mañana–

–Aaah, Jiminie. Eres un existencialista ¿Verdad? Eso está bien. Esta bien cuando eres joven y sano. Sin embargo yo cuento los minutos hasta que esta agonía termine.–

–Usted no esta agonizando– Replicó, un poco molesto por la liviandad con la que hablaba del tema. Ahora entendía un poco más a Yoongi – Usted, perdone mi atrevimiento, pero usted se está suicidando egoístamente con el paso de los dias–

–No puedes saber eso, querido. Esto es lo que me tocó vivir, este es mi destino. Es el precio que pago por la buena vida, por vivir el dia a día a mi manera. Solo se vive una vez y es corto el tiempo para pasarlo negandose a los placeres–

Placeres

–Entiendo, creo que lo hago– Asintió desviando la mirada hasta la puerta, lo mejor seria irse no tenía sentido aquella charla

–Que bueno que lo hagas, hijo– Río y apretó su pequeña mano llamándole la atención

–Por favor, no me llame hijo– Respondió sin querer sonar grosero aunque fue exactamente como se escuchó.– Usted dice que su destino es éste, que son los placeres de la buena vida los que la tienen ahí postrada. Pero no es así, ésta fue una elección que tomó. Eligió esto por encima de cualquier otra cosa. Eso no es el destino... Destino, es que mi madre adquiriera una enfermedad terminal sin razón alguna, es que entre millones de personas fuera ella la que obtuviera esa leucemia y aún así luchó hasta el último aliento por darnos todo a mi y a mis hermanos. Luchó por no dejarse vencer antes de tiempo sólo para que nosotros la recordáramos con fortaleza. Luchó contra el tiempo para ver a mis hermanos mayores graduarse y se aseguró de darme tanto amor como sé que jamás encontraré en otro lugar. Eso, señora Min, eso es el destino. Es lo que no se puede revertir, es el azar. – No pudo evitar soltar lágrimas al recordar a su madre– No me llame hijo si no se comporta como una madre con los suyos. Siendo tan egoísta, pensando en su disfrute aún a costa de su amor propio. –

–No hay algo así como amor propio en mi, querido– Respondió, aturdida y herida

–Seguro que no, y no la juzgo por ello porque no me encuentro en posición de hacerlo. Pero ¿qué hay de sus hijos? ¿Acaso los ama? ¿Se puso a pensar en lo que significa para ellos vivir cada día velando por su salud? ¿O lo que harán si ya no la tuvieran? –

–Es por eso que espero mi muerte, para liberarlos de éste mal que soy yo misma. Para que descansen de mi y ya no sea una carga–

–Mi madre jamás fue una carga para nosotros, hubiéramos dado de nuestro propio tiempo por verla vivir más. Pero ella se fue y ahora estamos solos y no tiene idea de lo que la necesitamos a nuestro lado. Ella cumple aniversario en unos días, sonará muy egoísta de mi parte pero preferiría tenerla enferma a no tenerla, si supiera que así podría verla, oirla... Porque ella no eligió eso...– Suspiró y suavizó su molestia– Y usted, que aún tiene vida. Que puede revertir aunque fuera un poco de todo esto, está allí sin hacer nada. Contando las horas para irse sin pensar en el dolor que sembrara en todo el camino de ida. Y en el dolor que está dejando ahora al desistir de luchar–

La mujer bajó los ojos hasta su mano siendo tomada esta vez por el amigo de su hijo.

–¿Sabe lo que hizo mi madre antes de morir? – Sonrió con tristeza, un dolor demoledor asomó por sus ojos– Ella le pidió a mi hermano mayor que cuidara de mi y que me amara como ella lo hizo hasta el final. Ella murió tranquila sabiendo que había dado lo mejor de ella para sus hijos. Yo realmente sentí su amor y guarde su última imagen en mi memoria, una mujer fuerte y valiente que nos quiso hasta la muerte–

–¿Y lo hace, Jimin? ¿Tu hermano te ama como ella lo hizo?–

–Lo hace, porque nosotros no recibimos otra cosa de ella más que amor ¿Cómo podríamos hacerlo de otra manera?–

NamGi asintió con sorpresa, ella podía entender lo que el chico le decía. ¿Qué le estaba entregando a sus hijos? ¿Qué verían sus hijos de ella al mirar su cajón? ¿Qué les estaba dejando como legado? Todo eso golpeó su mente con fuerza. Vio a Jimin ponerse de pie y acercarse a la puerta.

–Lo siento mucho, yo no quise ser impertinente. Estas fechas me ponen muy sensible ¿Sabe? Porque aunque la recuerdo con cariño el dolor de su ausencia aun quema en mi pecho – Se inclinó en modo de disculpas y le sonrió – Tampoco quise invadir su casa pero le prepararé el desayuno en agradecimiento–

–Esta bien, hiciste muy bien hoy, Jimin. ¿Estas aquí con Jungkook? –

–Umh, no– Bajó su mirada para ocultar el sonrojo– Estoy aquí por Yoongi. –Dijo antes de salir.

¿Yoongi? ¿Él le había pedido venir a acompañarlo? Ella pensó que su hijo mayor lo odiaba, pero al parecer hasta los más fuertes necesitan apoyo. ¿Qué tan mal estaba haciendo las cosas como para que el más fuerte e inflexible de sus hijos necesite buscar ayuda en un niño al que, hasta hace poco, no podía ni ver?

×

Jimin salió aturdido del cuarto, tenia un profundo rojo en sus mejillas y la vergüenza de hablarle así a la madre de su amigo le cayó como una tormenta de verano. Respiró y levantó su mirada para dirigirse a la cocina a prepararle un desayuno rápido, pero no contaba con encontrar los ojos oscuros de Yoongi observándolo con frialdad. Todo indicaba que había escuchado la manera descortés con la que le había hablado a su madre.

–Lo siento. No quise ser grosero con tu mamá – Hizo una reverencia asustado– Lamento haberme tomado tanta confianza –

Yoongi no respondió nada, en silencio acortó la distancia y lo tomó con fuerzas por la cintura para acercarlo a él y besarlo con ganas. Le tomó una fracción de segundos, a Jimin, darse cuenta de lo que estaba pasando y responder al acto.

El beso era hambriento, Yoongi terminó pegandolo contra la pared del pasillo y se empujó sobre él, respirando agitado y con los ojos fuertemente apretados. Sus manos estaban en todos lados, en su cuello, en su cintura y en su mejilla. Y su boca era el maná del cielo sobre la suya, su sedienta lengua lo abordó en el camino y estaba seguro de que podía probar cada rincón así.

Era fuerte, desesperado y mágico. De alguna forma se las arregló para cruzar sus manos por el niveo cuello y así acercarlo más, se presionó en él aún más si eso era posible. Era lo que siempre había soñado. La mezcla perfecta entre suave y salvaje.

No supo exactamente cuanto tiempo se besaron y cuantas veces retomaron la acción cada vez que se quedaban sin aire. Pero al final ambos estaban duros, agitados y con los labios rojos y humedecidos.

–No sé cómo agradecerte, Jiminie–

–Acabas de hacerlo, Yoonie.–

Rieron juntos antes de que el menor se apartara hacia la cocina para cumplir con su palabra. Ni siquiera podía decir que caminaba, él simplemente flotaba de un lado a otro sin detenerse.

×

Estos capítulos me causan sentimientos encontrados (・–・;)ゞ

2/4

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro