Capítulo 21
Jimin despierta acobijado en su cama, cómodamente abrazado a su almohada y se siente tan descansado que no puede evitar sonreír por la liviandad que siente, no precisamente en el cuerpo, sino mucho mas adentro. Incluso no le molesta el hecho de que Hoseok no este allí porque entiende que no puede estar todo el día a su lado como lo hace, pero está tan agradecido con él que no puede evitar echarlo de menos.
Se estira sobre el reguero que son sus mantas y se deja bañar por la luz que se cuela por la ventana y entibia el aire a su alrededor. Hay un ambiente enteramente positivo a su allí que lo renueva y lo obliga a sonreír.
Cuando se levanta nota que aún está en ropa interior de la misma manera en la que quedó luego de la situación con el espejo.
Ahora que está solo, se pregunta, ¿Será capaz de enfrentarse a su reflejo? Se siente casi borracho de alegría cuando no lo piensa dos veces y se pone de pie frente al mueble de cuerpo entero que quedó al descubierto y al cual había mantenido tapado un largo, larguísimo tiempo.
Se mira fijamente. Ahora, con la luz del día puede ver mas claramente sus cientos de imperfecciones.
El tiene algunas partes mas bronceadas que otras debido a que nunca se quita la remera o usa ropas reveladoras, también puede ver algunas lineas blanquecinas casi imperceptibles de estrías al rededor de sus caderas y bajo los brazos. Hay flacidez en cierto lugares, como piernas y abdomen y uno que otro pocito de celulitis en sus muslos.
Bien, eso usualmente lo deprimiría y correría a cubrirse con ropa hasta sentirse seguro una vez mas.
Pero ahora quería ver lo que Hoseok veía. Así que se acercó mucho mas hasta perderse en el color almendrado de sus ojos y estudió los detalles de ellos. Se veían bien, lindos. Era la primera vez que se observaba de aquella manera.
También notó algunos lunares que no recordaba que tenía y las arruguitas que se formaban en el extremo de sus ojos al sonreír. Se permitió a si mismo tocarse, se acarició lentamente los brazos y el cuello, delineó con la yema de sus dedos los bordes de sus labios y apretó los sobrantes de su barriga.
Luego pensó ¿Hace cuánto renegaba de estar gordo? Él prácticamente es así desde que era un niño ¿No era eso mucho tiempo? Y estuvo luchando contra si mismo por años en todo tipos de batallas: se castigó con días de hambre en dietas que no le funcionaron, se internó en el gimnasio días enteros para luego desistir por su falta de constancia para finalmente torturarse psicológicamente a causa de su peso y de su falta de voluntad.
Pero todo eso sólo le sirvió para enojarse aún más. Él está luchando contra sí mismo desde siempre y flagelándose por no poder llevar un estilo de vida al que no está acostumbrado.
El problema de Jimin es que espera ver resultados inmediatos, cuando empieza una dieta, ejercicios o algún regimen, suele terminar en la nada antes de llegar a concretar al menos una semana y eso es porque su motivación es débil.
¿Qué es lo que le hace querer perder peso?
Él quiere ser aceptado, poder disfrutar de tantas cosas que habitualmente no puede, como ir de compras o al parque, subir a un transporte publico o asistir a fiestas y todo eso sin tener que enfrentarse a la crítica. La realidad es que si el mismo se rechaza y se odia ¿Cómo podrían aceptarlo los demás?
La respuesta es sencilla: No pueden.
Porque después de todo, si tiene que vivir para complacer a los demás en todo eso seria terriblemente tedioso y es por lo que su vida gira en torno a la auto- compasión.
Da un nuevo suspiro pero no con pesadez y va en busca de su ropa al armario. Si bien su guardaropas estaba lleno de prendas siempre se veía a si mismo usando los mismos deportivos o camisas sueltas y eso era porque mas de la mitad de lo que tenia eran prendas para cuando "estuviera más flaco" pero lo cierto es que ese día nunca llegaba y todo eso que alguna vez se había comprado iba quedando acumulado allí.
Pero hoy no, hoy se pondría algo lindo y diferente. Así que buscó algo que no haya usado antes y que le gustara mucho, aunque le remarcara la barriga solo un poco, y unos jeans. Recuerda a Namjoon diciéndole que la ropa negra se le veía mejor por lo hacia lucir delgado. Pero Jimin adora el amarillo ¿Por qué tiene que usar negro si es así? El negro es para los velorios y él ya no quiere lucir el luto. Es por eso que toma el tejido de su color preferido y lo combina con unos vaqueros.
Se siente bien.
Cuando baja lo hace con los auriculares puestos. Se demoró un poco mas de lo esperado arreglandose así que debe desayunar rápido. Jin está leyendo el periódico y Namjoon licuando alguna cosa verde. La mesa está llena de panes, masas y dulces untables pero el no siente apetito por eso como otras veces. Así que se sirve café y una tostada con mermelada. Coge una manzana de la frutera para el camino y rodea la mesa solo para acercarse a su hermano mayor y besar su mejilla y despedirse luego de beber.
No escucha lo que le dice porque el volumen de la música está alto mientras él baila al ritmo de Shape of you pero recibe una vianda y entiende cuando Jin modula un "Compartelo con Jungkook" y luego se va.
×
Yoongi está molesto, ésta madrugada su madre sufrió una crisis y ellos tuvieron que lidiar con las ambulancias y los paramedicos durante toda la noche hasta que lograron estabilizarla. Él escucho nuevamente las advertencias del médico diciendo que, si mejorara su alimentación, ella podría tener una mejor calidad de vida pero de no ser así estos momentos de crisis irían en aumento con el tiempo hasta que su corazón dejara de trabajar y se detuviera.
Él había sido cortés y aceptado todas y cada una de las ordenes del doctor. Anotó todo sobre medicación y horarios, también estuvo llamando a los especialistas para solicitar turnos de consulta e hizo una lista de lo que faltaba para buscarlo esa mañana por la farmacia.
Cuando todos se habían retirado y solo ellos quedaron en casa se asomó con cautela al cuarto de la mujer, siempre que pasaba algo así era Jungkook el que terminaba durmiendo a su lado como un niño pequeño y así lo hizo. Los vio dormir juntos, más relajados y volvió a su habitación para dormir aunque fuera por un par de horas antes del trabajo. Pero no lo hizo. En cambio, se tendió sobre la cama y lloró en silencio. A veces se cubría el rostro con la almohada para no provocar ruidos pero otras simplemente dejó todo fluir.
Era frustrante vivir una vida en la que todo el tiempo estaba pendiente de que la muerte no se llevara a su madre, en algunas oportunidades el veía a mujeres pasear del brazo de sus hijos por el centro comercial, oía a sus compañeros hablar de sus vacaciones con sus padres o sonreía al ver alguna mujer renegando en el negocio de Taehyung porque sus hijos eran quisquillosos al comer. El envidiaba eso.
Le gustaría poder llevar a su madre de paseo, al cine o simplemente al súpermercado, pero NamGi estaba recluida en su casa desde que su cuerpo empezó a fallar, entonces no había oportunidad para sacarla por miedo a que no resisita un simple paseo.
Finalmente no logra dormirse y termina levantandose para comer alguna fruta y salir al trabajo. Es muy temprano aún pero estar encerrado lo está volviendo loco.
En el camino se acuerda de Hoseok, ellos son compañeros desde la secundaria, conocen demasiado el uno del otro y han compartido muchas experiencias juntos. Podían considerarse mejores amigos, o por lo menos eso era hasta hace un tiempo, cuando el menor empezó sus andadas detrás de Jimin. Se había preguntado muchas veces cuál era ese interés por el chico.
No es que Jimin fuese alguien poco interesante, de hecho él se sorprendió a sí mismo extrañando hablar con Mochi por las noches y aún sabiendo que él y Jimin son la misma personas se vió tentado más de una vez a marcarle para luego cortar. Recuerda que ese chico más de una vez fue su ancla a tierra y no puede evitar extrañar sus charlas mucho más que los juegos eróticos. Pero también sabe cuanto lo ha dañado y no se siente capaz de hacerlo.
Termina llegando mucho antes de su hora de entrada y se queda sentado a un lado de la puerta esperando la llegada de Taehyung, trata de no pensar en lo cansado que se encuentra porque aún tiene un largo día por delante. Cierra los ojos unos minutos y no se percata del momento exacto en el que se duerme.
Jimin está llegando y a lo lejos puede ver a Yoongi dormido en el suelo, su cabeza se apoya ligeramente hacia atrás y su respiración sale calmada. Por un momento se preocupa por encontrarlo ahí y duda entre acercarse o llamar a Jungkook. Entonces hace lo primero que le pasa por la cabeza.
–¿Yo- Yoongi?– Pregunta, pero no es escuchado porque usa un tono de voz demasiado bajo y es que no puede evitar el temor de ser rechazado – Yoongi – Insiste y toca suavemente su hombro
–¿Eh? – Sus ojos se abren lentamente y divisan los ojos claros del menor –¿Jimin?
–Emm, si... Yo. ¿Estas bien? Luces algo... Cansado– Su voz tiembla porque no puede creer que estén hablando tan tranquilamente
–Oh, no dormí anoche... Mamá tuvo una crisis, es la tercera este mes – Respondió mientras frotaba sus ojos para espabilarse
–Uhm ¿Ella está bien ahora? ¿Ustedes están bien?– Se preocupa imaginandose lo terrible que debe ser sufrir esas situaciones
–Si, Kook se quedó con ella y simplemente no pude dormir –
–Claro, si... Entiendo. Recuerdo los días cuando mi mamá estaba en terapia. Mis hermanos y yo nos turnabamos para cuidar de ella mientras los otros descansaban un poco o volvían al trabajo – Comenta, él siente que puede empatizar totalmente con Yoongi y Jungkook
El mayor se pone de pie mientras asiente, también nota que Jimin tiene un brillo diferente al de otras veces, esta vez el puede sostener la mirada al hablar y su tono es más alto. No puede evitar disfrutar de su dulce voz, parece que es la primera vez que la oye y suena como una suave melodía por su ternura e inocencia. Algo muy lindo de escuchar, sobretodo si recién se despierta. No es como despertar con los gritos insufribles de su madre pidiendo que bajen a desayunar o la risa estruendosa de Jungkook. Esto es mucho mejor.
–Tu madre... ella falleció por el cáncer ¿no es así?–
Jimin se sorprende de que supiera eso, pero luego recuerda que Kook lo sabía así que seguro debe conocerlo por él.
–Si, mamá tenia leucemia–
–Claro... Yo... Lo siento–
Es increíble que estén manteniendo esta charla sin inconvenientes. Jimin no puede evitar sonrojarse por el hecho de que ellos estén tan cerca y Yoongi este siendo amable por primera vez. Aunque sus facciones y gestos luzcan fríos hay cierta calidez en su voz. Continuan intercambiando anécdotas de hospital como si fuera lo único que tuvieran en común, el dialogo es algo tímido pero está ahí, existe y eso es lindo.
Hoseok había tenido que volver a su casa por la mañana temprano, había visto a Jimin dormir tan pacificamente que no quiso despertarlo pero sabía que tenía que trabajar así que decidió pasar a visitarlo un rato y de paso ver como se encontraba después de su charla de la noche anterior.
Sus pies se detuvieron unos momentos cuando lo vio fuera de la tienda, el parecía muy a gusto conversando con Yoongi y por alguna razón eso le provocó escalofríos. Impulsivamente empezó a caminar más rápido hasta situarse unos metros detrás de ellos dos.
Yoongi ya lo había visto por el rabillo del ojo pero decidió ignorarlo, al final de cuentas era la primera vez que disfrutaba la compañía del menor. No entendía muy bien si era porque Jimin demostraba cierta seguridad o porque él se sentía muy solo y, aunque le costara admitirlo, extrañaba sus conversaciones. Pero por increíble que pareciera, hablar con Jimin en ese momento fue mucho mas cómodo que hacerlo con Mochi por teléfono y sí, era una locura considerando que eran la misma persona.
–Jiminie~ – Canturreo Hoseok llamando en tono juguetón al menor
Jimin sonrió instintivamente y a Yoongi no le paso por desapercibido ese gesto
–¡Hobie!–
–¿Cómo dormiste? Tuve que irme temprano esta mañana...–
"Tuve que irme"
Lo hacia a propósito, lo sabía.
–Oh, si... No te preocupes. Yo desperté muy feliz hoy– Aunque la frase no tuviera un doble sentido era fácil de malinterpretar eso.
Yoongi se movió alejándose y fingió jugar con su teléfono mientras era dejado de lado por la conversación que estaban teniendo los otros. Tampoco podía obviar la alegría en la voz su compañero de trabajo al dirigirse a su amigo, eso sólo causaba que el estomago se le revolviera. Afortunadamente Taehyung apareció cortando cualquier clase de intercambio.
–Lo siento, mi despertador no sonó – Se disculpó agitado, lucía recién levantado con los mechones de cabellos desparramados.
–Buen día, TaeTae – Le sonrió Jimin y fue correspondido con el mismo gesto.
Taehyung no pudo evitar mirar a Hoseok ahí, pero quiso ignorar su presencia. Era demasiado frecuente su insistencia en permanecer junto a su pequeño amigo y no sabia qué tan bueno era aquello.
Abrió la persiana metálica y les permitió el paso. El primero en entrar fue Yoongi, lo hizo sin mirar a los demás y en silencio. Mientras Tae empezaba a sacar los carteles hacia afuera observo la manera en la que los otros dos se despedían. Hoseok abrazaba a Jimin y pellizcaba sus cachetes casi con ternura. Pero por alguna razón eso no le caía bien.
Jimin lloriqueo para que soltara sus mofletes y entre risas terminó ingresando a ayudar con el deposito. El mayor se quedó mirandolo desaparecer tras las cortinas y empezó a irse lentamente.
–Jung – Lo llamó Tae antes de que se fuera. Hoseok se detuvo y giró a mirarlo mientras su sonrisa se desvanecía – ¿Qué se supone que haces con Jimin? –
–¿Eso te importa?–
–¿Tengo que preocuparme?–
–Puedes hacer lo que quieras, Taehyung–
–No es con él con quien debes redimirte– Comentó
Hoseok no respondió nada, solo le dirigió una mirada ácida para luego retirarse del lugar.
Taehyung mira su espalda alejarse y suspira, seria mejor hablar con Jimin un par de cosas luego.
😬
Buenas noches bebés ✨
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