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Capítulo 15


–¡Jimin! ¡Jimin! –

Jimin nunca pensó que escuchar su nombre de los labios de Yoongi le transmitiría tanta adrenalina. Tampoco se imaginó que alguna vez las ganas de desaparecer del mundo superarían cualquier otra que le haya sucedido antes. Pero ahí estaba, arrastrando a sus hermanos por el parque camino a casa aludiendo su velocidad a la humillación publica a la que había sido sometido.

–¿Qué sucede, cariño? ¿Quién es él?–

–No es nadie, hyung. Por favor no te des vuelta–

No tendría que haber arrastrado a su hermano a esas instancias, si SeokJin se enteraba de lo que había hecho terminaría muy decepcionado y él no quería perder la confianza de la única persona que lo cuidaba como lo hacia su madre.

–Pero parece que te conoce. Está gritando tu nombre – Namjoon intentaba zafarse del agarre pero le era imposible, tampoco es como si se estuviera esforzando demasiado– Si es alguien que te estuvo molestando solo tienes que decirlo

–No es nadie, Namjoon hyung. En serio–

Yoongi se detuvo, él no estaba alucinando. Su hombre, su chico de voz de ángel estuvo de pie frente a él cuidando del pequeño regordete. Él estuvo por defender a Jimin antes de que ellos llegaran, en alguna parte de su pecho sintió indignación por la manera en la que ese idiota lo estaba tratando, él se burlaba de su peso en secreto, pero ese extremo de violencia superaba hasta sus propios limites. Pero el tiempo se detuvo cuando sus ojos se posaron en el chico que entraba en escena. Era él. Su Mochi, por el que tanto había esperado. Y era más lindo de lo su mente pudiera haberse figurado.

Y era hermano de Jimin.

¿Tan pequeño era el mundo? Justo de ese niñato... ¿Y por qué no lo había reconocido? Si incluso se habían mirado. Bueno, le atribuyó eso a la consternación. Lo cierto, es que ahora no sabia muy bien lo que debía hacer. Podría presentarse en casa de Jimin y pedir hablar con él o tal vez tendría que llamarlo y concretar una cita. Cualquier posibilidad lo emocionaba hasta los huesos.

Era él. Y podría ser suyo muy pronto. Ya se imaginaba la sensación de sus manos tocando su rostro, oyendolo gemir su nombre mientras se hundía profundamente en su interior y acariciar esas pálidas y largas piernas mientras dejaba mordidas en toda su extensión.

Ese se había transformado simplemente en el mejor día de su vida.

Volvería a casa y lo llamaría esa misma noche.

🍫

Namjoon y Jin observan a Jimin llorar desconsoladamente, no quieren decir nada porque creen que todo se debe al reciente trauma al que fue expuesto. Entonces lo dejan desahogarse.

Pero muy lejos de dejar ir todo, Jimin está callando. Llorar es su manera de no hablar, de no gritar. El no está siendo sensible. Él está dejando que sus lágrimas hablen por todo lo que está siendo silenciado en su interior.

Quiere decirlo, gritarle todo al mundo que odia ser gordo, odia que lo miren demasiado tiempo solo porque su cuerpo no es común, las habladurías, los comentarios malintencionados, la discriminación y la forma en la que su obesidad parece ser problema de todos más que de él mismo. Odia la lástima y odia que su peso determine la cantidad de respeto que recibe. Pero él realmente detesta no poder ser amado. Quiere ser amado. Lo necesita.

Pero no lo merece. Por gordo. Se odia y odia su cuerpo, su ansiedad y la manera en la que su mente no deja de torturarlo en cada bocado, en cada mordisco, diciéndole:

"Tienes que parar"

"Ya es suficiente"

"Ya no tienes hambre"

"Prometimos no hacernos esto"

Y sin embargo su cuerpo no parece responderle. Entonces comer se convierte en un doloroso proceso donde su cabeza quiere explotar.

A veces la gente cree que los gordos como Jimin aman la comida, pero no es cierto. Él la odia. Odia que las ganas de comer se apoderen de sus sentidos, no poder resistirse a algo realmente apetitoso o no saber cuando detenerse. Él no se detiene hasta no ver que se ha acabado hasta la ultima miga, aunque eso signifique sentirse lleno al punto de no poder respirar con normalidad.

Realmente perdió la cuenta de cuántos días decidió firmemente «empezar una dieta» y tener que terminarla en el desayuno, cuando en lugar de tomar una infusión y unas tostadas como lo había previsto en su mente, termina comiendo galletas, dulces, jugo y sandwichs además de los huevos y las salchichas.

Y después no puede detenerse.

Cada vez que está frente a un plato es imposible hacerlo. Tiene que seguir hasta el final. Y si le ofrecen más comida, él con gusto la aceptará.
Porque cuando su mente dice "Basta", su boca ya respondió "Si, por favor".

–Minie, amor... ¿Seguro que estas bien? – Jin  pregunta por tercera vez. Nunca se da por vencido, sabe que su preocupación es genuina pero no soporta no poder decírselo.

¿Que diría su hermano si le contara? Si le dijera "Oye, Jinie... Lo que sucede es que por las noches trabajo en una hot line y me he enamorado del mismo chico que me odia y para no ahuyentarlo le pase una foto tuya fingiendo que soy yo y él acaba de descubrirte"

No existe una forma en la que su hermano no lo culpara por esa imprudencia. Y ahora pensar en Yoongi es terriblemente tenebroso. ¿Qué haría? Jimin vio esos ojos, tenia esa mirada que siempre quiso que alguien le dirigiera a él alguna vez. Los orbes llenos de brillo y esa paz particular que irradia la gente cuando contempla a la persona que ama, la conoce, pero no específicamente porque alguien lo haya mirado así. Sino porque esa es la manera en la que él mira a Min Yoongi.

–¿Qué hay de comer, Jinie? – Pregunta con la firme intención de evadir la pregunta. Entonces abre la heladera y observa la posibilidad de cosas que puede merendar– Oh, hay tarta de chocolate– se relame los labios y la saca, aun cuando sabe que está haciendo eso de nuevo.

Jin lo observa sacar el postre, es la tarta que él mismo preparó para su cumpleaños, pero al parecer ni Jimin ni Namjoon lo tuvieron en cuenta porque ellos no mencionaron el tema y justamente era el menor quien estaba sacando una porción. Pero eso era lo de menos.

Él no era ciego, se preocupaba realmente por Jimin, no quería ser uno más de los que lo describían por su físico, pero desde que su madre murió su hermanito menor ha perdido los limites con la comida. Su cuello prácticamente desapareció y sus piernas están mas amplias de lo que eran unos meses atrás.

–Te estas comiendo la tarta de cumpleaños de SeokJin– Señala Namjoon– entiendo que lo que acabas de sufrir no es algo sencillo, pero ya has pasado por esto demasiadas veces y tu simplemente no pareces querer reaccionar, Jimin –

Jimin se detiene en seco, abre los ojos. Oh, mierda. Él de verdad olvidó el cumpleaños de su hermano y acaba de comerse su pastel. ¿Qué acaso no podía hacer nada bien? No quiere levantar la mirada porque tiene vergüenza. Sabe que cada día se hunde más.

–Lo siento, yo compro otro para reponer este – No quería decir más, su voz temblaba completamente y sentía que estaba siendo sometido a la mirada furiosa del moreno.

–No te preocupes, dulzura. No es necesario – Jin quiere minimizar las cosas pero está lejos de lograrlo, no con Jimin sintiéndose como la peor escoria.

–No evadas el tema, sabes que aquí no se trata de la tarta. Eres tú, Jimin. Estás mal, debes reconocerlo. Admitelo y haz algo, deja de estar dando problemas por tu falta de madurez. ¡Ya no eres un niño! Acepta que mamá ya no está aquí para consentirte y tapar tus caprichos. ¿Estas escuchando? ¡Ya es hora de que dejes de llorar y lo asumas! Mamá no esta aquí, no puedes comerte tus problemas también– Golpea la mesa con un puño haciendo saltar a sus hermanos en su lugar

–¿Crees que no lo sé? ¡La extraño cada maldito segundo! Yo no pedí ser esto, no pedí ser un gordo asqueroso y que la gente me odie por eso–

–La gente no te odia, bebe–

–Me detestan, SeokJin. Al parecer el único que me quiere eres tú y aun así lo único que hago es hacerte sufrir – Llora. Está tan cansado.

–¡Entonces haz algo! ¿Qué ganas con lamentarte? Te daré la solución a todo esto– tira sus cabellos para atrás, la situación lo exaspera y más su falta de entendimiento– ¡Cierra la maldita boca y deja de comer! Con eso solucionaras muchas cosas–

Eso es todo. ¿Qué acaso cree que es tonto? No es tan fácil como eso. Él ya lo intentó y no funciona así. Pero no quiere seguir con una pelea sin rumbo. Así que deja el tenedor y la porción a medio comer y sale a su habitación. No puede más. Necesita irse lejos de todo y que nadie vuelva a saber de Park Jimin. Así no daría problemas.

Toma una mochila y mete unas prendas, coge dinero y sale disparado por la puerta de casa.
Escucha a su hermano llamarlo angustiado pero no hay manera en la que él se detenga. Tiene que estar sólo. Lo necesita.

🍰

Jungkook está sentado en su escritorio, la portátil abierta y varios navegadores convergen en su pantalla. Tiene su teléfono entre las piernas reproduciendo una y otra vez la misma grabación.

¿Cómo es que nunca se había dado cuenta de la asombrosa voz de su amigo?
Ese tono era algo celestial y la letra había sido tan gloriosa como la voz. Él buscó esa canción pero al parecer no tiene un autor registrado. O sea que quizás Jimin también escribía.

Está usando un programa en su pc para editarla y poner un instrumental acorde a ella. Es una pequeña sorpresa, pero de verdad quiere hacerlo, el mundo se merece oír algo como eso. Tiene que borrar las partes de la grabación donde ellos están conversando, así que la reproduce para seleccionar los momentos específicos en las que hablan.

«–¿Desde cuando cantas así?–

-¿Que? Yo te pregunté primero-

-Llegué hace un momento, ahora respóndeme...-
-Si, yo, bueno. No es la gran cosa. Antes cantaba con mamá- »

Sonríe recordando ese momento, es tan raro escucharse a si mismo en una grabación, sin embargo la voz de Jimin suena increíble.

Yoongi lleva una sonrisa inmaculada en su rostro. Observa la imagen de fondo de su teléfono y muy infantilmente la besa. Nunca se hubiera imaginado a si mismo haciendo algo como eso. Ríe por su estupidez y se da un golpe mental. Está yendo a su cuarto cuando pasa por la habitación de su hermano. Piensa. Quizás Kook puede darle algo de informacion extra. Después de todo, él es amigo de Jimin. Toca un par de veces pero al parecer no lo escucha, así que entra.

Pero se detiene al verlo. Eso que escucha, esa conversación... ¡Es Mochi!. Es él, en la computadora de su hermano. Un ataque de celos se apodera de su pecho cuando se imagina que, quizás, Jungkook ya lo conoce e incluso puede que sean amigos.

«-Tu voz... Me dio escalofrío-

-¿Eso que significa? ¿Es un insulto? En primer lugar no deberías estar en mi cuarto y en segund-

-Es hermosa. Nunca escuche algo tan bonito-»

Definitivamente era su voz. Su hermano no percibió su presencia porque está muy concentrado, así que la charla sigue reproduciéndose. Yoongi reconoce la voz de Kook y claramente la otra es la de su amado.

–¿Cuándo grabaste eso?– Jungkook da un respingo por la sorpresa y gira para mirar el semblante molesto de su hermano mayor– Responde, Kook.

–Hace un tiempo ¿por qué?–

«-Eh... Gracias, supongo ¿Podrías girarte para que me cambie?–

-¿Podrias seguir la canción?–

"Ujuga uril wihae umjig-yeoss-eo
Jogeum-ui eogeutnamjocha eobs-eoss-eo
Neowa nae haengbok-eun yejeongdwaettdeongeol
Cause you love me
And I love you" »

Los ojos de Yoongi se abren descomensuradamente cuando escucha aquello. ¿Lo había visto desnudo? ¿Que relación tenia su hermano con su Mochi? No, no, no y no. No podía ser nada de lo que estaba pensado. Cae sentado en la cama, claramente confundido. Suelta el celular y automáticamente la pantalla se ilumina dejando ver la foto de SeokJin en ella que no pasa desapercibido para el menor.

–Hyung... ¿Por que tienes una foto de SeokJin en tu teléfono?– Su voz tiembla inconscientemente cuando ve al chico que le gusta allí. No quiere pensar en lo que eso significa pero algo en su interior duele.

–¿Qué? ¿Lo conoces?– pregunta levantando la mirada

–S-Si... SeokJin, es hermano de Jimin– Sus mejillas de enrojecen y sus dedos empiezan una lucha nerviosos.

El rubor de sus mejillas no le es ajeno a Yoongi. Por lo menos ahora conocía su nombre. Entonces traga con dificultad y se prepara para preguntar lo que podría ser lo peor que escucharía en mucho tiempo.

–Jungkook... ¿Que relación existe entre tú y este chico? –

💫

Este capítulo me dio escalosfrios y ganas de llorar al releerlo. Es tan duro.

¡Aah, estuve leyendo sus edades! 🥺 Son unes bebés! 🤭🐣

Bueno, yo tengo 30 añitos, escribí Gordofobia cuando tenía 26 😁

Todo mi amor 💞

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