O2: ¿Está bien cambiar?
Era un nuevo día, Jungkook despertó, él no necesitaba alarma para despertarse para ir a estudiar, la costumbre estaba en él, siempre despertaba a la hora adecuada.
Tanteó su teléfono bajo su almohada, al encontrarlo lo tomó entre sus manos con la esperanza de encontrar un mensaje de buenos días.
Pero se desilusióno al ver su inicio con mensajes únicamente de la compañía la cual le brindaba sus servicios, ofreciéndole paquetes, promociones entre otras cosas.
Dejó su celular de lado y fué al baño de su cuarto a hacer sus necesidades y a darse una ducha.
Momentos después había salido con una toalla en su cintura, volvió a tomar su teléfono y nada, aún más tristeza de la que siempre lo acompañaba lo invadió.
Volvió a lo suyo y comenzó a ponerse ropa.
Más tarde salió de su cuarto ya listo con su mochila en su hombro.— Nina— Habló tranquilo — ¿Nina?— Volvió a repetir al no recibir respuesta.
—¡Estoy en la cocina! — Escuchó un grito de parte de su hermana de quince años.
—Ya voy —Dijo el chico rubio caminado hasta la cocina y ahí estaba su hermanita ya lista también con su uniforme de su respectiva escuela que era diferente a la de Jungkook— Buenos días — Saludó Jungkook mientras se sentaba en una silla.
—Aquí está el desayuno y buenos días—La chica había puesto un plato con el desayuno para su hermano. Jungkook observó su comida por un momento.
— No tengo hambre —Jungkook alejó un poco su desayuno.
La chica que había comenzado a comer al otro extremo de la mesa termino de masticar su bocado antes de hablar— No te pregunté si tienes hambre Jungkook, no creas que el desayuno se hizo solo, lo hice con esfuerzo y no para que tú me digas que no tienes hambre—Y Jungkook odiaba ver tristeza en los ojos de su hermanita —No comiste anoche, me preocupa que no comas, si no comes, cuando mamá hable voy a decirle— amenazó la menor.
—Sabes que mamá no tiene tiempo para nosotros —Recordó Jungkook por no recordarle que su madre los había abandonado y mandaba dinero por obligación, que su madre tenía otro esposo otros hijos, otra familia y ellos bueno tenían la casa que su tía -la cual los crío- les dejó al morir era todo.
—Por favor, kook—Pidió la pequeña, no le gustaba que su hermano mayor saliera sin comer.
—Nena, voy a comer algo en la Universidad justo ahora no tengo hambre en verdad, no te preocupes— Trató de tranquilizar el mayor sonriendo, se levantó de su lugar y fue a darle un beso en la mejilla a su hermana.— Debo irme, cuídate y cierra bien cuando te vayas — Dijo Jungkook antes de salir de la cocina y luego de la casa.
•••
12:07.
El rubio se encontraba en su descanso la hora de almuerzo, él tenía hecha su tarea para su próxima clase así que estaba tranquilo.
Su día era aburrido como estos últimos tres meses habían sido más que insoportables y las burlas hacia él habían sido un doble y quizá de triple ración.
Tras decidir que no almorzaria solo sacó su bolsita donde andaba sus dulce y chocolates favoritos.
Y parecía que estaban contándole el bocado, estaba apunto de comer su segundo chocolate, cuando aquella molesta voz retumbó en el oído de Jungkook— Jeon gordo Jungkook,¿Cuando dejaras de darle mecha a tu obesidad? Eso es un problema ¿Sabes?—Está vez era Kim SeokJin que llegó junto a su amigo Jackson, de todas las personas que lo humillaban o lo burlaban ellos y su grupito eran los peores.
— Yo...
—¿Qué tenemos aquí? —Wang había tomado sin permiso las golosinas de Jungkook y las regó en la mesa, el chico rubio bajó su mirada y apretó sus puños. —Veamos, Snickers, galleta chokis, botoneta—Hablaba el chico pelinegro mientras miraba los diversos dulces, chocolates y galletas—Cremino, chocolate amargo, dulce candy, bombón—seguia mencionando el chico.
—Jungkook, ¿Has pensado en hacer dieta?— Preguntó Jin con burla.
—No...— Susurró muy bajo el rubio.
—Deberías, no creo que no te moleste tu peso, nadie quiere a un chico ya sabes, con libritas de más, con el peso ideal y algunas cirugías estarías bien — Que tóxico consejo había dado seokJin lo de la dieta podría tomarlo si fuera algo sin burla o sin malicia pero él no lo aconsejaba de forma amistosa—Así cómo estás ni un extraterrestre se fijaria en tí...—esto le daño un poco más—ni por lastima— Habia susurrado Jin antes de dar unas palmaditas en la espalda de Jungkook.
—Te ayudaré con la dieta Jungkook— Dijo Wang llevándose algunos de los dulces de Jungkook.— Y también deberías buscar tu mochila para la próxima clase—Anticipando que le quitarían su mochila, el rubio la tomó firme en su mano.
Y Jackson se esforzó por quitársela pero no pudo—No van a echar mi bolsón a la basura otra vez — Advirtió Jungkook levantandose de su sitio.
—Tranquilo, Jackson déjalo —Pidió Jin al ver molesto a Jungkook— Jackson basta, ¿No sabes que es cinturón negro en Taekwondo? — Mencionó Jin.
—¡Diablos!—Jackson soltó la mochila de Jungkook—Supongo que a sus oponentes los noquea a rebotes —Dijo Jackson entre carcajada, Jungkook bajó su mirada, ya no aguantaría más, no los golpearía pero ya no resistía las ganas de llorar una vez más, recogió sus dulces de la mesa y los guardó en su bolsa para después irse corriendo de ahí.
—No corras Jeon, si te caes provocarias un terremoto mundial— Una cobarde burla más de parte de Jin.
Las lágrimas de Jungkook esta vez no esperaron más y salieron mientras él se iba lejos de las personas que lo dañaban.
Llegó hasta un sitio que era poco visitado en la universidad, ahí se sentó en el tronco de un árbol, limpió sus lágrimas bruscamente, él trataba de ser fuerte pero siempre su fortaleza se iba.
Sacó su bolsa con dulces, la miró por un momento y la tiró muy lejos de él, podría ser que todos tuvieran razón, debía adelgazar, hacer dieta, cambiar totalmente para encajar, para poder gustarle a alguien y eso era tan jodido.
¿Está bien cambiar para encajar?
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