Gordita Im (11)
Ya había pasado una semana de lo sucedido, tanto Nayeon como Tzuyu no se habían visto mucho en esta semana ya que tenían que estudiar para un examen muy importante.
En ese tiempo Nayeon había pensado mucho en lo que había hablado con Tzuyu. Tanto le dio vueltas al asunto que casi no estudió.
En este momento Tzuyu se encontraba saliendo del salón después de hacer el examen, se dirigió a la cafetería a comprar algo para ella y para la omega. Después de eso se dirigió al salón donde a la omega le tocaba presentar el examen.
Esperó recargada en la pared y no pasaron ni diez minutos cuando varias personas salieron del salón, Nayeon salió cabizbaja. Tzuyu se acercó rápidamente, lo que hizo que la cabeza de la omega chocara con su pecho.
— Lo siento — alzó la mirada y vio que era Tzuyu, sonrió al verla — ¡Chewy! — exclamó emocionada.
— NayNay — le acarició su mejilla derecha — Ven vamos a comer algo en el patio y platicamos — lo tomó de la mano.
— ¿Cómo estás, Tzu? — preguntó Nayeon mientras caminaban hacia el patio de la universidad.
— Bien, el examen no estuvo tan difícil como pensé — le comentó a lo que la omega asintió — ¿Y a ti?
- Bien, aunque no estudié lo suficiente, así que espero sacar una calificación buena — hizo un pequeño puchero.
Ya las dos en el patio de la universidad se sentaron en una banca a comer lo que Tzuyu había comprado.
- ¿A qué hora empieza tu otra clase, Nay?
- En 40 minutos, ¿por qué? — preguntó para después darle un trago a su jugo de manzana.
- Solo pregunto, es que no hemos podido pasar tiempo por el examen y ya te estamos extrañando — le comentó sin ninguna pizca de vergüenza.
Nayeon se sonrojó un poco y apartó su mirada de Tzuyu — Yo también ya te estaba extrañando — confesó con sus mejillas rojas.
- Tan tierna — Chou murmuró para sí misma.
- ¿Cómo están los señores Chou, Tzu? — preguntó cambiando de tema.
- Están bien, mamá quiere que te lleve a casa ya que te extraña y papá está trabajando en un nuevo proyecto al cual no sé de qué va - le comentó.
- ¿Por qué? — preguntó algo interesada.
- Porque tenía que estudiar y un proyecto que tenía que hacer — le comentó.
- Bueno tal vez en el siguiente puedas participar — la animó.
- Eso espero.
Ya después de eso ninguna dijo nada ya que se concentraron en comer, había algo que tanto Tzuyu como Nayeon tenían en común, a ninguna de las dos le gustaba el ruido mientras comían.
No podían comer mientras había ruido, así que se tomaron el tiempo de comer cada quien su comida en un silencio cómodo, donde solo se escuchaba el canto de los pequeños pajaritos.
Una vez que acabaron de comer a Nayeon solo le quedaron unos quince minutos antes de su siguiente clase.
- ¿Ya terminaste de arreglar tu habitación? — preguntó la alfa rompiendo el silencio.
Nayeon asintió rápidamente — Sí, aunque me gustaría ir por unas cosas en la casa de mi mamá, pero mi papá no quiere que vaya sola y él no puede acompañarme porque está algo ocupado en el trabajo — le contó — Tal vez en dos días vamos a ir.
- Bueno si quieres yo te puedo acompañar — le dijo.
Nayeon se quedó pensando unos segundos — Tal vez, pero tendría que hablar con mi papá.
La alfa vio que ya solo faltaban unos minutos para que Nayeon entrara a sus clases.
- Nayeon, solo faltan unos minutos para que entres a tu clase — le comentó a lo que la omega se sorprendió.
Se paró de su lugar y se puso en frente de Tzuyu quien todavía estaba sentada.
- Chewy — la llamó.
- ¿Mande? — preguntó algo confundida al ver que Nayeon tenía un semblante serio.
- Creo que me gustas — lo soltó sin más Nayeon — No, no creo, estoy segura que me gustas — le aseguró.
Tzuyu se quedó quieta en su lugar, pero salió del trance al sentir unos labios suaves y el sabor a fresa pegarse a sus labios.
La alfa parpadeó y procesó lo que acababa de pasar, Nayeon la acababa de besar e irse corriendo sin nada más.
Al entender lo que estaba pasando se puso de pie y se apresuró a llegar al aula de Nayeon pero el profesor ya se encontraba en el salón y Chou no quería interrumpir la clase.
Regresó al patio, le gustaba a Nayeon y la había besado, tenía que procesar esa información que le acababa de llegar.
Estaba feliz de que le gustara a Nayeon, ahora sabía que tenía oportunidad de andar con la menor.
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