La piel pintada.
Inspirado en La piel pintada.
Leyenda china.
畫皮.
TAEHYUNG estaba acostumbrado a salir muy tarde del trabajo. Podría decirse que su jefe lo explotaba laboralmente, pero necesitaba el dinero y por eso era de los pocos que hacía horas extras a pesar de seguir cobrando muy poco.
Había comenzado a llover y Taehyung agradeció haber llevado un paraguas consigo en la mochila. Como la lluvia se había producido en la noche, no había nadie y él era el único que todavía deambulaba como un alma en pena por las aceras y en su trayecto, pensó lo que haría al llegar a casa.
"Probablemente todavía haya quedado comida que trajo mi madre ayer... Y algo habrá en Internet para ver mientras ceno. Ah... Estoy tan cansado..." Se habló a sí mismo en sus pensamientos.
La lluvia seguía cayendo del cielo como si fueran agujas heladas. El frío se sentía a flor de piel y Taehyung se había confiado demasiado porque creía encontrarse solo.
Un joven salió de un callejón de repente.
— ¡Joder, qué susto! — exclamó Taehyung con la mano en el pecho. Su frecuencia cardíaca había aumentado.
— Lo siento mucho — se disculpó el muchacho. Taehyung notó que tenía heridas en el labio inferior y un moratón debajo del ojo izquierdo que tenía una coloración morada rosácea — ¿Tienes un poco de dinero que puedas dejarme? No he comido en días... Siento mucho si soy impertinente, pero no tengo nada...
Taehyung siempre se había caracterizado por ser un joven de corazón amable y blando. Siempre anteponía las necesidades de los demás por encima de las suyas y sintió que debía ayudar a ese joven porque lo estaba pasando mal... Pero no llevaba dinero encima.
— Lo siento, no tengo — contestó.
— Oh... — La mirada del muchacho demostró lo desilusionado que aquella respuesta le había dejado, pero fue respetuoso y se apartó de Taehyung para que pudiera proseguir con su camino — Perdóname entonces, no quería molestar.
— No has sido una molestia... — murmuró Taehyung, apenado pero el muchacho no pareció escucharlo, nuevamente se sentó en el mojado suelo y abrazó sus piernas.
Taehyung caminó unos cuantos pasos pero su conciencia y humanidad no le permitieron dejarlo allí, pensaba que podría morir de hipotermia ¿Qué hacía fuera de casa en una noche fría y lluviosa como esa?
— ¿Qué te ha pasado? — le preguntó Taehyung al volver a él, el joven levantó la vista pero las gotas de lluvia no lo dejaban mantener los ojos abiertos.
— He huido de casa.
— Eso ya lo deduje, pero, ¿por qué?
— Mi pareja me maltrataba. Si me quedaba un poco más, habría muerto.
A Taehyung se le encogió el corazón. Oír su historia había sido duro para él pero lo comprendió. No podía dejarlo solo, tenía que ayudarlo porque no sería justo que muriera en soledad sin que nadie se preocupara con él.
— Puedes venir a mi casa si quieres y pasar la noche ahí. Hoy hace mucho frío y la lluvia podría matarte, ¿qué dices?
El chico sonrió y Taehyung juró por su vida que fue la sonrisa más dulce y bella que había visto jamás. Cuando le dio la mano, sintió que la piel del muchacho, cuyo nombre aún no sabía, era demasiado fría, pero pensó que se debía a todo el tiempo que había pasado fuera.
— ¿Cómo te llamas? — le preguntó Taehyung.
— Jungkook.
𝄐𝄒𝄑𝄢
Taehyung le prestó su ropa, le dejó bañarse con agua caliente y también le preparó la cena.
Cuando Jungkook salió de la ducha vistiendo una pijama de Taehyung, el anfitrión estaba preparando la mesa para cenar. Taehyung levantó su vista al notar que Jungkook estaba frente a él dándose cuenta de que era guapo, demasiado apuesto; era bello, su piel parecía de porcelana y sus labios parecían de cereza.
Las pestañas de Taehyung se tocaron un par de veces porque se había maravillado con su belleza. Jungkook se sentó en una silla y cogió el plato que contenía un estofado calentado en el microondas; Taehyung se había quedado patidifuso pero cuando lo vio comer, volvió en sus sentidos.
— Yo, uhm... No te he dicho mi nombre aún, me llamo Taehyung — dijo y estrechó la mano de Jungkook, la cual seguía fría.
— Un placer, señor Kim. Gracias por dejar que me quede en tu casa esta noche.
Taehyung se ruborizó.
— D-de nada... — murmuró llevando un bocado caliente del estofado, pero se quemó la lengua y se quejó. Jungkook se había reído sutilmente y Taehyung volvió a ruborizarse porque le parecía adorable, coqueto y hermoso.
Después de que hubieran terminado de cenar, Taehyung condujo a Jungkook hacia la sala y le habló de que después de cada cena, veía la televisión hasta que le ganaba el sueño. Le preguntó si quería ver con él un capítulo de su serie favorita y se ofreció a explicarle detalles que no entendiera, Jungkook aceptó su oferta, y mientras esperaba a que empezase el capítulo, Jungkook le dijo:
— Gracias por tu hospitalidad. No sé cómo debería pagarte...
— No te preocupes por ello, no necesitas hacerlo.
Jungkook lo tomó de la mano. Acarició el dorso de ella y Taehyung lo miró lentamente a los ojos cuando las caricias bajaron por su muslo y continuaban su recorrido hasta adentrarse en algo... más íntimo.
— De verdad que quisiera pagarte, señor Kim... De verdad que quisiera — susurró cerca de su oído, estremeciendo al joven Taehyung que creyó ser hipnotizado por el calor del joven y su hermoso rostro.
Entonces, sin poder evitarlo, Jungkook le robó un beso de sus labios. Taehyung cerró los ojos entregándose al bello joven que había tomado posesión de su cuerpo y estaba recorriendo sobre su piel debajo de la tela de su prenda.
El beso se volvió intenso, apasionado y el sutil agarre del belfo de Taehyung por los dientes de Jungkook lo hizo temblar, después se recostó sobre el sofá beige y su cabeza reposó sobre el cojín mientras que la lengua de Jungkook se aventuró en el interior de su boca.
Las curvas del cuerpo fueron poseídas por las manos de Taehyung, cuyas largos dedos se enamoraron al marcar la piel del joven.
— Déjame ser tuyo, señor Kim... Esta noche y las siguientes hasta la última de tu vida. — dijo Jungkook, muy cerca de la boca de Taehyung mirándolo a los ojos de una manera cautivadora y hechizante.
Taehyung había notado que el rostro del joven era aún más hermoso, como si con cada beso que le daba, se volvía más joven y radiante. Su corazón latió con tanta fuerza, con tanta intensidad que no pudo resistirse a besar sus labios en respuesta.
Las manos del joven, que se había puesto encima del anfitrión, bajaron hasta el pantalón de este. Sus uñas perforaron levemente la piel del chico y la sensación fría de sus manos lo estremeció nuevamente, sonsacándole un gemido suave.
El huésped dibujó una sonrisa sobre sus labios, que Taehyung no pudo ver, después de sacarse sus prendas, dejando al descubierto su cuerpo. Taehyung palpó su abdomen y su pecho, sintiendo la fricción entre su entrepierna que le transmitió una excitante electricidad en todo el cuerpo.
Cuando Jungkook introdujo a Taehyung en su interior, supo que ya no había vuelta atrás.
𝄐𝄒𝄑𝄢
Había pasado una semana desde que Jungkook había entrado en la vida de Taehyung, y Taehyung estaba... enamorado.
Aunque el joven supiera que era algo ridículo y vergonzoso "enamorarse" de una persona en siete días, no podía evitar sentirse atraído por Jungkook. El muchacho era tan hermoso, tan bello y delicado que Taehyung sentía la necesidad de protegerlo y de amarlo. Taehyung nunca se había sentido así, era como si no pudiera vivir sin él y si había otra forma de describir su afecto, él no conocía dicho término.
(Obsesión).
Aunque desde entonces, se había sentido más fatigado y enfermo.
Era un día como cualquier otro. A pesar de que fuera otoño, había un radiante sol... ¿O era que Taehyung comenzaba a ver la vida con colores brillantes? Iba caminando por un mercadillo que se había montado por la fiesta de Medio Otoño.
La gente a su alrededor vestía hanbok y comían comidas tradicionales. Taehyung de acercó a un puesto que vendía pasteles de Luna porque Jungkook dijo que le gustaban. Si bien era cierto que los pasteles de Luna no eran una tradición coreana, habían puestos chinos que vendían cosas tradicionales de su cultura debido a que para ellos, ese diez de septiembre era importante porque festejaban el Medio Otoño también, al igual que otros países vecinos.
Cuando terminó su compra, Taehyung recibió una llamada entrante de su madre y la cogió.
— Madre, ¿sucede algo? — preguntó.
— Hola, cariño — saludó la mujer al otro lado del teléfono, su voz se volvía enérgica —. Quería avisarte que pasaré por tu casa, he hecho comida y como ha sobrado, pensaba dejarte algo... Seguro que no tienes nada para comer.
— Oh... — Taehyung se detuvo en medio del camino porque se sintió mareado brevemente. Recordó que no le había contado sobre Jungkook aún, pero cuando quiso hacerlo, la mujer cortó — ¡Madre...!
Apartó su móvil de la oreja e intentó llamarla, pero entonces un hombre lo tomó de la muñeca con fuerza. Taehyung levantó la vista y vio a un hombre mayor, con barba y la piel tostada, parecía famélico y vestía como un monje pero Taehyung supuso que no lo era. Su mirada era penetrante e inquietante.
Taehyung quiso librarse pero el hombre, con su voz rasposa, le dijo: — El demonio te ha poseído...
— ¿Qué está diciendo...? Por favor, suélteme — pidió tratando de librarse del señor, pero no podía hacerlo porque estaba debilitado y su apariencia se veía algo enferma.
— ¡El demonio está chupando tu vida, muchacho! — lo zarandeó. La gente se volteó a ver lo que estaba ocurriendo, y Taehyung se sintió amenazado pero sus intentos por apartarse no funcionaban — ¡El demonio de la piel pintada está consumiendo tu vida! ¡Tienes que huir, muchacho, tienes que huir! ¡Te arrancará el corazón!
— Señor, tiene que calmarse... — intentó persuadirlo un desconocido, después de unos segundos, otras personas se acercaron para ayudar y Taehyung fue liberado; pero antes de que el hombre lo soltara por la fuerza, le entregó un amuleto y supo que se trataba de un chamán.
Apretó el amuleto contra su pecho, observando y oyendo al hombre que seguía gritando cosas que no tenían sentido. Taehyung estaba tan asustado que no se percató de que seguía teniendo el amuleto en la mano y huyó, pero debido a lo debilitado que estaba, no corrió tan lejos y se detuvo a tomar aire. Observando los pasteles de Luna que tenía en la bolsa, sonrió al recordar que Jungkook lo esperaba en casa. Aquello le dio consuelo.
𝄐𝄒𝄑𝄢
Cuando Taehyung llegó a la cuarta planta del edificio, notó que su puerta estaba abierta.
Aquello lo extrañó, ¿cómo era posible? Había recordado que su madre le dijo que pasaría a dejarle comida, pero ella siempre cerraba la puerta, tanto al llegar como al partir.
Con todo lo que había sucedido en el mercado, se asustó por la paranoia. Sintió el amuleto en el bolsillo de su abrigo y lo sacó para mirarlo. Tenía un mal presentimiento y de alguna manera, sintió que no debería deshacerse de él.
Cuando ingresó a su casa, las luces del pasillo estaban apagadas, las persianas bajadas y su hogar se había sumido en la oscuridad. El presentimiento de que algo iba mal lo acobijó de mala manera y con el corazón latiendo a mil, se sintió terriblemente amenazado; la voz de su cabeza le decía que no diera un paso más pero lo hizo y se quedó en medio de la sala.
Las piernas le temblaban porque la televisión estaba encendida y la pantalla en estática, había sangre sobre el cristal de la pantalla y quizás aquellas manchas oscuras sobre el sofá también lo eran. Las únicas luces que había en el interior eran la de la televisión y la luz que provenía del baño.
Taehyung siguió el camino luminoso, la puerta del baño estaba a medio cerrar. Cuando levantó el brazo, vio temblar su mano por el miedo y el pánico que sentía en su cuerpo.
Empujó la puerta levemente. No hizo ruido, se abrió despacio... Hasta que le dejó ver aquel sangriento escenario que había en su bañera y en las paredes de la pequeña habitación... Su madre estaba muerta y Jungkook estaba junto al cadáver, arrodillado y comiendo lo que parecía ser su corazón.
Su madre estaba descuartizada, los órganos flotaban en la sangre que se había acumulado y no tenía rostro.
Taehyung sintió que el aire se le escapaba de los pulmones y no podía respirar. El asqueroso sonido de la masticación de Jungkook le provocaron una reacción asquerosa en todo el cuerpo, y fue peor cuando su amante se detuvo al notar su presencia y se volteó lentamente para verlo a la cara.
Jungkook era un monstruo horrible de piel verde, ojos negros como la misma oscuridad y profundos; tenía dientes afilados como sierra y la máscara de piel humana que había tenido los últimos siete días se le desprendía del rostro como si se derritiera. Desde su boca hasta cuello, y todo su cuerpo hasta los pies, estaba cubierto de sangre. Cuando se incorporó a la altura de Taehyung y soltó el corazón masticado de su madre, notó que las arterias, y los músculos desgarrados, colgaban de sus dientes.
Taehyung retrocedió dos pasos hacia atrás, recordando las palabras del anciano con el que se había topado y tomó el amuleto. Al momento que Jungkook se acercó a él, Taehyung se adelantó pegando el amuleto en su pecho esperando alguna reacción por parte del monstruo que tenía enfrente, pero "Jungkook" simplemente tomó el papel como si nada y lo arrugó con sus manos.
— No debiste ver eso, Taehyung-ah... — le dijo el demonio, su voz era gruesa y de ultratumba — Y tampoco debiste hacer eso.
Taehyung se volteó y echó a correr por su vida, pero antes de llegar a la puerta, Jungkook lo tomó por detrás, del cabello, provocando que se cayera y después lo arrastró hasta la sala.
Taehyung gritó por ayuda tan alto como pudo, le pidió a Jungkook piedad pero este no lo escuchó, sino que le arrancó el corazón palpitante de cuajo perforando su pecho con su propia mano. La sangre se escurrió por el brazo del demonio mientras la criatura observaba los ojos sin vida de Taehyung que se habían apagado de inmediato.
— Qué hermosa cara, Kim Taehyung... — susurró acariciándola y manchando la piel con su sangre.
𝄐𝄒𝄑𝄢
Delante del espejo estaba Jungkook. Tenía un cuenco sobre el tocador y un pincel en la mano.
Con la sangre de sus dos últimas víctimas había pegado las pieles de sus rostros y con el resto cubrió su verdosa piel. Ahora que tenía nueva máscara, lo último que quedaba era pintar sus nuevos rasgos atractivos para su siguiente presa.
El pincel tomó la pintura extraída del pigmento del cutis de Taehyung y el demonio dio pinceladas y pinceladas a su rostro, hasta que concluyó y el que se reflejaba en el espejo ya no era "Jungkook", sino "Taehyung".
Le había robado la cara, la piel y también la identidad.
Esta historia está dedicada a mi amiga y protegida Iamnotababy, sé que te gustan las historias rosas, mi amor, pero estamos en el mes de Halloween; sabrás perdonarme. 💘
Está inspirado en un cuento chino, escrito por Pu Songling, ambientada en Shandong, la historia gira en torno a un erudito chino, Wang, que se enamora de un demonio disfrazado de una hermosa joven doncella. Desarrollan una relación romántica que sale mal después de que Wang descubre su verdadera identidad.
Eso ha sido todo por el día de hoy, espero que os haya gustado. 💘👻
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