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06


Para la noche que comenzó y terminó con el llanto desgarrador que salió de la garganta lastimada de Taehyung. Esa fue la peor mañana que se pudo vivir en la ciudad de México.

El pelinegro se sentó en su cama con la mente pérdida, aturdido y asustado. Sus manos se sentían pegajosas y sus ojos hinchados picaban tratando de mantenerse cuerdo en esa habitación. Una habitación en donde creció y dónde había pasado toda su vida.

Taehyung observó a su lado la pequeña foto de su familia que descansaba en un marco a su lado. El niño llevó sus manos hacia aquel objeto, buscó por todos lados tratando de encontrar la respuesta a todas sus dudas, aquellas preguntas que necesitaban respuestas para que dejasen de amartillar su mente como un tornillo enroscándose provocando dolor en su cerebro.

¿Quién era el? ¿De dónde venía? ¿Por qué se sentía tan diferente al resto? ¿Tan excluido, tan maltratado?

Taehyung permaneció en esa posición observando con detalle aquella foto que tanto le gustaba y a la cual con mucho esfuerzo le había hecho un marco. Una vez escuchó a su madre decir que esa había sido su primera foto en familia: una donde Taehyung sujetaba una chamarra color café maltratada mientras a su lado estaban sus padres.

La punzada que sintió fue tan idéntica a una dosis de nicotina, el recuerdo vivas de el mismo sujetando el cuerpo de algún otro niño y las lágrimas que rasgaban su garganta cuando en su dosis de alucinaciones se escuchó a si mismo gritar:

- Jimin-hyung, ¡Jimin-hyung, despierta!
Después sintió calor, observó fuego y sintió dolor. Cuando Taehyung volvió en si, se dio cuenta de que nuevamente estaba soñando, y además de eso. Estaba llorando.

Kim Taehyung no sabe su origen, o bueno, talvez no lo recuerda del todo. Porque simplemente no se puede guardar algo tan doloroso por tanto tiempo sin que se llegue a olvidar.

Kim Taehyung; apenas podía recordar su nombre original, aunque no supiera toda la historia detrás de él. Y todo el esfuerzo que aquellos padres biológicos suyos hicieron por el.

Y cuando aquella mañana la señora Mendoza lo encontró llorando en su habitación observándose a si mismo y a esa chamarra maltratada en la foto decidió que quizá ya era momento de seguir, de hacer que su pequeño "Taehyung" comenzara a encontrar las respuestas a sus preguntas.

¿Qué si sería fácil? No lo sería. Y Taehyung supo eso cuando la vio esforzarse día a día por hacerlo feliz. Tan feliz que pudiera olvidar todos sus problemas del pasado.

- ¿Entrarás a la preparatoria, Taehyung? - Su madre había preparado un poco de café para su hijo aquella mañana de lluvia. - Escuché que aún hay cupos en esta Prepa... - La mujer dejó un pan de pasta frente a su muchacho. El pelinegro observaba la ventana sin preocuparse mucho por lo que ocurría a su alrededor. - ¡Taehyung!

- Lo siento madre, no te presté atención. - Se disculpó. La mujer pareció exhalar con fuerza antes de volver a la cocina por otro café.

Taehyung la observó salir y volver a entrar para tomar asiento frente a él. Su padre debió haber salido temprano al empleo, no se necesitaba inteligencia para saberlo.

- ... Má... - Se atrevió a decir finalmente después de mucho meditar. La mujer le dio un sorbo a su taza de café.

- ¿Mhm?

- Quiero comprar el departamento.

La mujer se sorprendió. Y Taehyung no supo si era a causa del trueno que resonó por todo el vecindario o si fue por sus palabras dichas.
- Si, talvez sea una mala idea, pero es lo que quiero hacer... Créeme mamá, si esto fracasa será todo mi culpa y no tendrás nada que ver en mis deudas, será mi vida y mi respon...

- Taehyung... - Su madre tomó sus manos uniéndolas con las suyas brindándole paz y tranquilidad, su hijo la observó con una mirada incierta, temeroso de su reacción. Ella habló. - ¿Quieres compartirme la razón? -El joven negó seguro de su decisión. Su madre suspiró. - Sabes que cuentas conmigo, puedes venir aquí y contarme cuando estés listo...

- Má, yo...

- Taehyung, escúchame. - La mujer profundizó el agarre en su hijo. - Sea lo que sea siempre contarás conmigo...confío en ti.
El camino que eligió se vio revelado el día en que sin muchos ánimos tomó un paraguas del jardín trasero de su casa y caminó con rumbo a la Colonia en la que próximamente viviría. Con una mochila a la espalda y una pequeña plantita que vacilante trataba de proteger de las fuertes lluvias.

En su camino pudo distinguir a otros jóvenes de su edad divertirse con un balón desinflado bajo la lluvia mientras sus ojos dejaban ver un tinte negro. Los escuchó rechistar cuando la pelota fue a dar en el hogar de alguien más y solo alcanzó a ver el cuerpo de un joven antes de que el segundo fuerte trueno lo hiciera darse prisa bajo la lluvia intensa de aquella mañana.

¿Cosas como el destino? ¿O la coincidencia? En esos tiempos Taehyung no creía en esas cosas.

¡¿Cómo había comenzado esto?!
¿Cómo es que ahora se estaba enfrentando a un jodido papel que le había provocado asco para consigo mismo?

- David. - Escuchó una voz a su espalda que lo hizo sobresaltar desde el lugar en donde estaba.

Su rostro rojo de ira palideció de pronto ante el repentino llamado del próximo jugador de fútbol que lo llamaba desde el otro lado de la valla de enredaderas que dividía el camino.

- Oh... que haces aquí... ¿No se supone que debes estar entrenando? - El rubio guardó sus manos detrás de su espalda antes de limpiar su rostro con cuidado de no lastimarse. Algo completamente imposible para el corazón roto que llevaba.

- Tengo que entrenar, estás en lo cierto. Hace algunos momentos el entrenador observó la capacidad de los jugadores y los está analizando uno por uno. - David soltó un "Oh" de sorpresa y dejó que el más alto siguiera hablando. - Aproveché el momento para cortar algunas flores fuera de él instituto y regalárselas a alguien.

- Ah ... ya veo. - KuanLin sonrió con felicidad mientras terminaba de acomodar el lindo y fresco ramo de flores que sostenía.

- Por cierto... ¿Has visto a JiHoon? - Si bien sus ojos ya eran hermosos tras su pregunta David notó que cierto brillo especial apareció en sus pupilas y un ligero tono rosa tiñó sus mejillas. Para el rubio estaba claro.

- No. No creo haberlo visto... En realidad he estado ocupado estos días. Ya sabes las tareas... el estrés que eso genera....

- Si. A mi también me gustaría poder ayudarte pero mi tiempo también está contado, más tarde me reuniré con alguien y después tendré entrenamiento.

- Lo sé. - Hace tiempo que la cordura se dijo perdida cuando te encuentras frente a la persona que te hace actuar de una forma extraña que es posible siquiera conozcas. Pero es que el sentimiento es así, confuso, mutuo y quizá algo rosa como las mejillas teñidas de Lai KuanLin.

- ¿En serio? ¿Cómo es que sabes de mi entrenamiento?

David trastabilló, bailó a un ritmo nervioso y sus ojos no pudieron mantener la vista para responder. Nervios, nervios tan fuertes que dilataban, que tragaban y que asfixiaban. La verdad siempre salía.

- Yo... bueno yo...

- David... dilo, estamos en confianza ... - El joven más alto sonrió algo burlón ante el nerviosismo de su compañero más joven. David trató de pronunciar algo por un momento. Kuanlin aguardó pacientemente y cuando el joven rubio decidió olvidar todo prefirió hacer lo mismo.

- ¿Conoces a Jeon Jungkook?

El joven asintió aún sin comprender mucho.

- Jeon no se presentó hoy a la práctica... probablemente se convierta en el jugador estrella, pero es tan despistado que quizá lo olvidó.

- Taehyung tampoco fue a clases... -David movió las correas de su mochila a causa de su nerviosismo.

- ¿Taehyung? ¿Hablas de Mendoza? Creí que el jamás faltaba a clases. - KuanLin lo analizó, había escuchado varias veces a JiHoon hablar sobre aquel chico, según el más bajo Taehyung era un prodigio en su salón. KuanLin siquiera lo conocía exceptuando la ocasión en la que ambos chocaron al entregar un reporte. KuanLin solo pudo ver la nota perfecta del azabache-negro. - Es un prodigio en su área. Talvez se enfermó o algo así.

David negó entre su pensamiento analítico y sus hipótesis debido a la ausencia de su compañero.

Taehyung no había faltado ni cuando tuvo el peor ataque de gripa o la ocasión en la que uno de sus productos para plantas sin agua terminó dejándolo casi moribundo. A él se le hacia rara la ausencia de su mejor amigo. Debía ser algo demasiado especial o por el contrario , demasiado difícil.

En la calle de los suburbios... A las afueras de la preparatoria, donde los pájaros cantan y el brillo de los rayos del sol comenzaban a pegar con más fuerza.

De bajo de un durazno .. lejos del ruido de la ciudad.... Un joven de cabellos negros con el pantalón escolar hasta las rodillas y las manos llenas de tierra, decidió que después de todo ya era correcto despertar al azabache que dormía tranquilamente en uno de los sillones gastados de la cabaña.

Cuando Taehyung despertó aquella mañana, lo primero que hizo fue tratar de mover su cuerpo en dirección a dónde recordaba tener su reloj.. apagar el sonido vibrante y terminar de guardar los libros en la mochila para marcharse al colegio.

Su cerebro dio un par de vueltas cuando al estirar el brazo no toco la madera tan conocida por él, la que recordaba de su habitación. En su lugar se encontró con una mesa de madera fina y el olor a flores que inundó su nariz cuando sus sentidos comenzaron a despertar.

¿Qué era este lugar?

En la amplia variación de posibilidades en la que existía, esperó de todo, menos el hecho de tener que despertar en un lugar que apenas recordaba conocer. ¿Qué hacía el ahí?

- ¿Has despertado ya? - Sus pupilas aún pesaban cuando trató de envolverse en sus brazos y se recargó en la esquina del sillón para poder observar en dirección a la puerta de dónde provenía esa voz...

- ¿Qué hacemos aquí? - su compañero se dejó caer en el piso de madera cruzando las piernas para mirarlo.

- Ah... Eso... - Jungkook posó una de sus manos en la frente del menor y con el agua que está tenía trató de arreglar la cabellera rebelde de su contraparte. - No lo sé, no lo sé... creo que se ve mejor así... - Sonrió para si mismo mientras le daba otra forma al cabello que sostenía.

- Jungkook..

- ¿Mm?

- ¿Es tarde verdad? - El pelinegro siguió en lo que estaba... trató de ignorar aquella pregunta terminando de acomodar un par de mechones rebeldes que sobresalían. Pero Taehyung lo miró, con esa mirada tan profunda que por alguna razón lograba desestabilizar al jugador estrella. -... Jungkook

- Dime...

- ¿Por qué no me despertaste? -Taehyung tomó la mano del mayor retirándola de su cabello.

- Ah... casi terminaba... - Se quejó.

- Debo ir a la escuela ¿Sabías eso?

- Lo sé mejor que cualquiera... Pero es que te veías tan lindo e indefenso ahí durmiendo que no quise interrumpir. -Jeon se cruzó de piernas mientras se acomodaba en el piso frío. - ¿Eso afecta tu calificación o tu rendimiento? Si quieres puedo hablar con los directores y pedirles que te den la clase solo a ti.

- No... Está bien así... Yo...Después le pediré los apuntes a alguien.

Ambos guardaron silencio , Jungkook se perdió en un bonito recuerdo dónde el sostenía una mano ajena tan cálida y tan suave que lograba transmitirle paz, Jeon no recordaba haber vivido aquello, pero confiaba en que se trataba de una alucinación. Hay momentos de la vida que queremos que sean sueños... y hay sueños que queremos formen parte de nuestra vida.

Taehyung, quien había vivido tratando de cumplir las expectativas de la sociedad de pronto se sintió tranquilo, al final descubrió que el faltar a clases por un día lo hacía sentirse bien, se sentía menos presionado, solo que ahora su cabeza daba vueltas y su estómago dolía mucho.

- ¿Puedo preguntar algo?

- Dime... - Su compañero se removió buscando su mirada, Taehyung dudó de lo que diría.

- Tú... bueno... ¿Cómo se quita este dolor de estómago?

Entonces Jeon sonrió con total inocencia contemplando aquel rostro que le recordaba tanto a ese pasado que quiso enterrar varias veces.

- Entonces ... ¿Volvemos a la ciudad?
Taehyung tomó sus cosas de la mesa, Jeon se dedicó a abrirle la puerta con cortesía, y así entre mejillas rojas ambos salieron de ahí.

- ¿Por qué quieres conocer mis flores? - Pareció recordar Taehyung lo de la tarde anterior...

- Bueno... porque supongo que ya soy especial para ti .. - Bromeó con una seriedad que ocasionó un temblor en su compañero.
- Yo no ...

- Piénsalo TaeTae... incluso dormimos bajo el mismo techo.

Kim tambaleó en su caminar con nerviosismo, diciéndolo de esa manera se escuchaba mal. Pero eran dos hombres, ¿Por qué estaría mal? Solo eran dos jóvenes... nada estaba mal.
Cuando una ráfaga de viento hizo caer una rama quebrada Taehyung tuvo que aferrarse al brazo de Jungkook en un movimiento rápido.

- Tranquilo... aquí no hay fantasmas. - Le bromeó Jungkook tomando con fuerza la mano suave del chico, su cerebro reveló un dejá vú , pero nuevamente se sintió ageno al recuerdo. - Entonces, creo que tendré que guiarte...

Taehyung no dijo nada, solo se dejó llevar por el viento y el agarre suave que Jungkook sostuvo sobre su muñeca, ajeno al recuerdo enterrado que permanecía en la cima del monte donde aquel árbol parecía proteger a las flores.

Bajo el durazno que brinda su sombra a las familias, los enamorados que recogen flores, el canto de las golondrinas, brilla pequeña caja de tesoros con el verso plasmado de un corazón asustado, con el sudor y emoción de cada poro.

Es como un invierno que terminó una tarde de enero. Una juventud planteada, decidida, quizá ordenada, porque al final nadie está seguro de lo que pasará y de lo que vendrá.

Pero él quizá sabía que esconderlo, que guardarlo y dejarlo para al final demostrarlo era una de las cosas más bonitas que podía hacer ahora. Sin importar que en el futuro esa pequeña acción sería algo tan apreciable y algo que se grabaría en una memoria como uno de sus mejores recuerdos.


Nota:

"𝑫𝒆𝒔𝒅𝒆 𝒒𝒖𝒆 𝒍𝒍𝒆𝒈𝒐́ 𝒂𝒒𝒖𝒊́ 𝒕𝒐𝒅𝒐 𝒔𝒆 𝒉𝒂 𝒗𝒖𝒆𝒍𝒕𝒐 𝒄𝒐𝒏𝒇𝒖𝒔𝒐 𝒚 𝒅𝒊𝒇𝒆𝒓𝒆𝒏𝒕𝒆... 𝒑𝒊𝒆𝒏𝒔𝒐 𝒚 𝒔𝒊𝒆𝒏𝒕𝒐 𝒄𝒐𝒔𝒂𝒔 𝒒𝒖𝒆 𝒏𝒐 𝒅𝒆𝒃𝒆𝒓𝒊́𝒂, 𝒎𝒆 𝒅𝒖𝒆𝒍𝒆 𝒎𝒖𝒄𝒉𝒐 𝒆𝒍 𝒆𝒔𝒕𝒐́𝒎𝒂𝒈𝒐, ¿𝑸𝒖𝒆́ 𝒅𝒆𝒃𝒐 𝒉𝒂𝒄𝒆𝒓?."



:') perdón por la demora, a las autoras detrás de este fic nos consume la prepa, sin embargo después de algunos meses, aquí estamos, no sé cuánto tardemos en actualizar el siguiente capítulo pero esperamos que nos sepan esperar, también que le den mucho amor.

Sin nada más que decir, yoonngd se retira, tomen mucha agua, no se sobre esfuerzen, disfruten del día a día.

-yoonngd

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