4.
La lluvia no cesaba y Seokjin estaba algo preocupado por no poder ir a encontrarse con Kim Namjoon aunque sabía que a este no le molestaría aquel tiempo climático, por lo que, se decidió concretar la reunión a pesar de una posible gran reprimenda si era descubierto por sus padres. Aunque esto no había pasado nunca él no quería tentar a la suerte porque claramente era mucho más fácil decir que salía unos minutos de su casa a tomar aire fresco que salir en medio de una fuerte tormenta. Jin solo esperaba no tener que pasar por esa situación y poder ir a ver a su amigo lo antes posible y sin ningún inconveniente.
Media hora había pasado y Seokjin logró salir de su casa sin problemas como lo venía haciendo hace meses y al llegar al lugar encontró su asiento favorito desocupado. Para ese momento, él creía que Namjoon ya lo estaría esperando pero al parecer no. Ultimamente eso le preocupaba bastante, el chico parecía tardar cada día más en aparecer por el parque y eso solo lo hacía dudar y divagar en teorías acerca del comportamiento de su amigo. ¿Se estaba cansando de él? ¿Acaso ha logrado que sus familiares o antiguos amigos pudieran notarlo? ya que aparentemente él era el único hasta el momento que tenía un contacto con Namjoon o tan solo.. ¿Ya se estaba preparando para marcharse de la tierra y dejarlo.. solo?
En lo que menos quería pensar era en la última opción. Desde el primer momento que vió a Namjoon y se enteró de su condición, supo que iba a sufrir el día que tenga que irse para siempre. Muy en lo profundo de su corazón, se había propuesto no sentir algo demasiado fuerte por él para que la despedida sea menos dolorosa, incluso en los primeros días mezclados de miedo, confusión y compasión, su presencia en el parque consistía en quedarse escondido detrás de grandes árboles para que él no la viera y así Seokjin podía acostumbrarse a la nueva realidad confusa que estaba viviendo.
Incluso pensó en comentarle tal hecho a sus amigos o a sus padres pero había algo en su interior que se lo impedía, como si aquello no estuviera correcto o incluso.. como si aquello en realidad fuera imposible. Al final, optó por interactuar con aquel extraño ser que lucía tan perdido y en busca de ayuda.
En la fría noche cubierta por las constantes lágrimas del cielo, Jin empezó a recordar con mayor detalle su encuentro con Kim Namjoon.
Abril recién comenzaba con una fresca brisa anunciando el otoño sin embargo era sábado y no había motivos para dormir tan temprano pero la hora no ordena al cuerpo qué hacer. Por lo que Jin sintió que se despertaba de golpe de un profundo sueño al escuchar un llanto desgarrador. No sabía qué hacer para acallar aquel llanto que parecía lastimarlo tortuosamente en su interior, dudoso de si salir en busca de aquella persona o quedarse en su habitación.
Pero al final lo decidió, esa fue la primera vez que piso el patio de su jardín a las 1 am al salir de manera sigilosa para no ser descubierto por sus progenitores.
Se encaminó por la oscura y fría noche tratando de seguir el sonido del llanto pero no parecía ver ninguna silueta en aquel lugar. Cuando menos lo notó, ya se encontraba en el parque Promise, su lugar favorito en el mundo. Solía ir todos los días a la tarde a estudiar y a relajarse ya que el parque siempre fue un sitio en donde podía sentirse como en su propia casa. Y aunque para muchos era demasiado escalofriante ir de noche, él no lo pensaba ya que había vivido toda su vida en las cercanías del lugar, y Seokjin podía asegurar que lo conocía de pies a cabeza.
Pasaron unos minutos en los que pensó en darse por vencido, sin embargo, muy a lo lejos logró visualizar una silueta. Se acercó algo desconfiado pero al segundo su miedo desapareció tan pronto como llegó al ver a un chico enfrente de él. Aunque este estaba de espaldas a su persona, Jin afirmaba que aquel muchacho era el más hermoso que había visto en su vida.
—¡Oye! ¿Estás perdido? Puedo ayudarte a encontrar el camino para salir del parque.—
El chico volteó de inmediato al escuchar la voz proveniente del chico. —¿Qué? ¿Pero cómo?— El chico gritaba las preguntas como si su vida dependiera de ello y Jin no entendía su comportamiento.
—¿Estás bien? Luces perdido..—
El chico soltó una risa pero cargada de enojo y lágrimas contenidas. —Sí, estoy perdido y al parecer también estoy lo..—
—¡Lo sabía! No te preocupes, yo puedo ayudarte.— Él se acercó sonriente pero el otro muchacho retrocedió asustado.
Ambos notaron como una moto con una pareja pasó al lado de ellos a una velocidad moderada.
—Los jóvenes de hoy en día están mal de la cabeza.— Aquella frase salió de la mujer que venía en la moto. Un comentario que iba dirigido a su novio, quien manejaba, y no pudo percatarse de la extraña escena que los ojos de la mujer presenciaron, una persona , aparentemente joven ya que el casco no le permitió ver a la mujer con claridad el rostro. Una persona hablando totalmente sola.
Aquel comentario quedó en el aire pero ambos jóvenes lo habían escuchado. Se miraron fijamente a los ojos y la confusión brotaba en ellos.
—No pueden ve-verme.— Soltó el chico de pronto.
—Pero eso no es posible, es decir, yo estoy viendote. ¿Quién eres?— Ahora sí, Jin estaba asustado.
El chico asintió para sí mismo y luego alzó la mirada hacia Seokjin. —Por eso me asuste, nadie puede verme pero al parecer tu sí.—
—¿Eres algún tipo de fantasma o qué?—
—Eso creo..—
El chico comenzó a acercarse a Seokjin y este pudo notar demasiado cerca su presencia por lo que asustado, salió corriendo. Él escuchó los gritos del otro joven llamándolo pero no le hizo caso, y aunque Jin nunca había sido rápido para correr, logró escaparse de él. Un pequeño detalle que no le tomó importancia.
Seokjin se fue con un malestar y una confusión que le complicaron la noche, en la cual se la había pasado pensando en si volver la siguiente u olvidarse de eso.
Una semana pasó y Jin decidió encontrarse con aquel "ser" pero no sabría si él seguía ahí, si en realidad había sido un sueño o si incluso había enloquecido y su imaginación le jugó una mala noche. Sin embargo, eso no frenó su curiosidad y en menos de unos pocos minutos ya estaba caminando hacia el parque a la misma hora que la primera noche.
Cuando llegó al lugar, su asiento favorito estaba ocupado por el mismo chico de la otra vez y por alguna extraña razón, sentía sus nervios circulando por todo su cuerpo. Y aunque Seokjin juraba no haber hecho ni un solo ruido, el joven se volteó a verlo y una sonrisa apareció en su rostro, acción que dejó desconcertado a Jin.
—Creí que no te vería de nuevo, pensé que todo fue una ilusión mía.—
—Esta situación me deja muy confundido y admito que no planeaba venir en un principio pero al recordar tus tristes expresiones me hizo considerarlo.— Nuevamente, él sonrió en respuesta y en consecuencia, Seokjin también lo hizo.
—¿Cómo es esto posible? No lo entiendo..— El joven parecía hacer la pregunta más para sí mismo que para Seokjin.
—Yo tampoco lo entiendo, quizás si me explicas el porqué de tu situación.— Seokjin se sentó a su lado esperando que él le cuente todo.
—Es una larga historia.—
—Me gustan las historias.—
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