—Hoy te ves extraño Jin. ¿Qué ocurre?—

—No sé, siento como una leve presión en el pecho. Me había decidido en decirles a mis padres pero se que se volverán como locos llevándome al médico y cuidándome como si no hubiera un mañana. Y eso es malo ¿Cómo vendré a verte sino? Tendrán sus ojos puestos en mi las 24 horas y no podré escabullirme por las noches para venir. A veces son demasiados exagerados.—

—Claro, quizás no sea nada pero debes cuidarte de todas formas. Ante cualquier dolor fuerte deberías ir al médico Jinnie, si el dolor continúa..promete que irás.—

—Sí sí pero aún no. Estoy bien ¡Mira!— hace un giro para demostrarle lo sano que estaba

—Sí, muy lindo.—

—Bien.— Seokjin sonrió y pareció perderse en los árboles por unos minutos hasta nuevamente concentrar su vista en Namjoon. —¿Puedo hacer una pregunta? Es sobre algo que pudimos conversar hace mucho pero notaba que no estabas del todo cómodo para decirme.—

—Dime.—

—Hemos estado viéndonos desde hace nueve meses pero aún hay algo que no me has dicho.— Seokjin suspiró. —¿Qué te ocurrió? Ya sabes.. Para estar así.—

Los ojos de Namjoon parecieron perderse por unos 10 largos minutos.

—Puedes no contármelo, no quiero que te sientas presionado.—

—Aún no es el momento Jinnie. ¿Sabes por qué? Porque ese día nuestra relación cambiará, estoy seguro que me odiarás.—

—Joonie, yo.. Jamás podría odiarte.—

—Tu no.. no lo entenderías, no me conoces del todo. No sabes todos los errores que he cometido en mi vida, los que me han llevado a estar rondando como un estúpido espíritu que no puede hallar su lugar.— Namjoon agarró su cabeza en señal de frustración. —¡Ya no se que hacer! Me siento tan perdido y confundido.—

Seokjin no esperaba que la pregunta se volvería tan triste de un momento a otro. Creyó que Namjoon le diría o simplemente se negaría como hizo pero en su cabeza no pasó la posibilidad de presenciar otra vez al chico tan dolido y desesperado, porque sí, no era la primera vez que lo veía así, hasta llevaba la cuenta. Ocho veces había visto a Namjoon tan destrozado como ahora, una vez por mes que llevaban viéndose. Pero él le dijo que no lo volvería a hacer, que ya no sentía la necesidad de sentirse mal porque por fin había encontrado la solución a sus problemas, aunque aún no le había comentado que tipo de problemas. Aunque al parecer, aquellas palabras vinieron de un Namjoon que intentó autoconvencerse de eso mas el Namjoon de ahora está volviendo a recaer en el mismo dolor.

—Lamento mi pregunta, fue muy estúpido de mi parte, mejor hablemos de otra cosa.— Seokjin no era estable, y él lo sabía. De todas las recaídas que tuvo Namjoon, hubo veces en las que lloraba con él, en las que hablaba sin parar intentando reconfortarlo. Pero.. Había veces en las que las palabras no salían, en donde todas las emociones parecían apagarse para dar lugar al silencio, dejando a Namjoon llorar solo. Seokjin no entendía como ninguna reacción parecía encenderse, simplemente cambiaba de tema para no tener que ver a Namjoon destrozado.

—Prefiero que si.— Namjoon secó las lágrimas traicioneras con agresividad. —Pero no vamos a hablar de mí, hablaremos de ti.—

—¿Quieres que yo te cuente algo sobre mí?—

Namjoon asintió con una sonrisa forzada. Al chico le encantaba escucharlo hablar, sin embargo, no sabía cómo iba a tomarse el relato de la chico.. No sabía qué esperar.

—De acuerdo, quiero contarte sobre mis pasatiempos. Ya te los he dicho ¿Verdad? Bueno, te los contaré igual.— Seokjin se acomodó mejor en el asiento. —Primero que nada, me gusta cocinar. Es una de las actividades que más disfruto hacer en mi día a día. También adoro aprender cosas nuevas, lo sé, creerás que soy un cerebrito.—

—Eres un nerd de primera.—

—¡Oye! Al menos yo soy inteligente.— mueve su pelo en señal de arrogancia, a lo que Namjoon no pudo evitar reírse.

—¿Acaso crees que yo no lo soy?—

—El hecho de que lo preguntes me hace dudar.—

—Como sea.—

—Oh, y estoy estudiando.—

Namjoon asintió escuchandolo. —¿Qu-que estudias?— le preguntó algo nervioso

—Estudio medicina pero a lo que realmente quiero dedicarme es a pediatría, adoro a los niños. ¡Oh! Y como también me gusta cocinar, tenía pensado hacer algún curso de eso.—

—Vaya, definitivamente eres todo lo contrario a mí.—

—Bueno, me gusta tener toda mi vida planificada. Ojalá pueda cumplir todas mis metas— su rostro se levantó mirando el oscuro cielo, sus ojos parecían brillar pero la realidad, es que Namjoon los veía apagados y la inconfundible sustancia que caía por sus cabellos hasta el cuello, le hicieron sentirse decaído.—

Namjoon hubiera querido seguir escuchando su voz y cosas de él pero sentía que no terminaría bien —Jinnie, tengo otra historia preparada y presiento que te va a gustar mucho.—

El chico lo miró y asintió dándole la señal para que empiece.

—Comienza con cuatro chicos que se conocieron en un alocado sábado. Dos de ellos eran amigos de toda la vida, prácticamente se habían criado juntos y por eso siempre estaban el uno para el otro. Ambos eran distintos y eso les había traído maravillosas aventuras. Uno de los chicos era bastante extrovertido mientras que el otro prefería permanecer más en el margen. En cuanto a los otros dos jóvenes, uno era divertido mientras que él otro no parecía prestarle mucha atención a ciertas cosas que según él, no eran de suma importancia.— La mirada de Namjoon se perdía entre los adultos árboles que parecían perder su fuerza con los años.

—La noche estaba en su punto máximo de locura. Los adolescentes bebían como si no hubiera un mañana y los jóvenes que llevaban unos años de más, lucían relajados y coquetos para atraer la atención de alguna señorita. Sonará estúpido pero a estos amigos pareció funcionarles. El chico sociable logró captar la atención del chico extrovertido mientras que el otro se perdió en los ojos tranquilos del otro muchacho.— Una tonta sonrisa se le escapó pero continuó hablando. —Cuando estos cuatro amigos se juntaron para pasar el resto de la noche juntos, no imaginaron las miles de emociones que se vendrían, las ridículas mariposas en el estómago, la pérdida de una amistad .. y las lágrimas derramadas.—

—Sonrisas que van y vienen más los números intercambiados, dieron por finalizada una grandiosa noche. Los días pasaron, y ellos quedaron para salir juntos repitiendo dicha actividades en varias ocasiones hasta hacerlo todo formal. Pero dos de ellos solo fingían una sonrisa frente a la pareja de sus amigos. El chico tranquilo y el extrovertido no parecían llevarse muy bien, sin embargo, lo ocultaban por sus parejas.—

—Grave error. ¿Por qué? Porque con el tiempo descubrieron otro sentimiento que florecía entre ellos, uno que aparentaba ser prohibido.—

—¡El amor no es una opción!.— Era una frase que rondaba mucho por la cabeza de ambos jóvenes. Pero el cariño es inevitable y lo que estas dos personas sentían era demasiado fuerte como para ser ignorado por almas inexpertas. Cuando menos lo notaron, habían caído en la tentación y aunque la noche era inestable, estos dos cayeron en los brazos del otro, cuidando y protegiendo su amor, siendo aun así.. el equivocado.—

—¿Qué pasó luego?— Interrumpió Jin, mas solo eran una pregunta tonta puesto que él sabía la respuesta pero lo dijo para que Namjoon continuara hablando ya que siempre parecía perderse al contarla.

—Se enamoraron como cualquier otro ser humano. Perdieron sus amistades y bajo una torrencial lluvia, se juraron quererse entre ellos y proteger aquel romance que solo ellos entendían.—

—¿Cuántas veces me has contado esa historia? Empiezo a creer que es algo personal.— una leve risa se escapó de sus labios, lo que menos quería Seokjin era sonar brusco y dar a entender que esa historia ya la había contado muchas veces pero al parecer Namjoon quería aferrarse tanto a ella que la contaba como si fuera la primera vez.

—Simplemente me gusta y siento que debo compartirla contigo.—

—Después de escucharte, me he dado cuenta que jamás he sentido la necesidad de amar tanto a alguien.—

—Pobre la persona que se enamore de ti.—

—¡Oye!— le empuja suavemente con una sincera sonrisa.

—¿Crees que alguien pueda enamorarse de mí?— El silencio se hizo presente, pero no era incómodo, al contrario, era cálido y acogedor. El chico miró a su acompañante. —¿Es muy extraño que este con alguien?—

—¿No sería aún más extraño si te confieso que no quiero verte con alguien más que no sea yo?—

—Pero tú no puedes estar conmigo..—

—Lo sé, aunque desearía que fuera por la razón que tú crees.—

—Se que cuesta admitirlo pero tu estás.. muerto.—

El silencio se hizo presente de nuevo así que Seokjin decidió romperlo con el último comentario de la noche. —No comprendo esos romances silenciosos. Aquellos que se mantienen en secreto, es decir.. ¡Es imposible que se mantenga protegido como si estuviera hecho para permanecer en una caja de cristal! Algo que debes cuidar constantemente de todos.— terminó por decir la muchacho.

—Quizás, estás imaginando en el lugar equivocado. Personalmente, creo que un parque es un lugar perfecto para que el amor siga permaneciendo vivo y seguro.