VI
Esa discusión que tuvimos... Fue realmente estúpida, y fue mi culpa, por mí y mis estúpidos celos.
Quise remediarlo y no sabía cómo, lo único que se me ocurrió fue beber... No recuerdo exactamente que hice después, pero a la mañana siguiente me despertó con una gran sonrisa y una rosa hecha de diamantes rosas y rojos que al parecer le hice estando ebrio.
-Gracias Rick -me abrazó -. Te amo...
-Yo también, pequeño mocoso...
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