Chào các bạn! Vì nhiều lý do từ nay Truyen2U chính thức đổi tên là Truyen247.Pro. Mong các bạn tiếp tục ủng hộ truy cập tên miền mới này nhé! Mãi yêu... ♥

p r o l o g u e.

‧₊˚🐎✩ ˚🩰⊹

El viaje había sido una verdadera tortura para él. Las dieciocho horas en clase turista, apiñado entre desconocidos en asientos incómodos, se le habían hecho eternas. Pero no podía quejarse. Su padre había sido muy claro: este viaje no era un premio, sino un castigo por su mal comportamiento en los últimos años.

Lo peor fue tener que sentarse junto a una omega con su cachorro de 5 meses, que no dejó de llorar en prácticamente todo el viaje. Los penetrantes chillidos del bebé le taladraron los oídos y pusieron a prueba su paciencia. Más de una vez estuvo tentado a pedir que lo cambiaran de asiento, pero se contuvo.

Este viaje era un escarmiento y debía aguantarlo con entereza. Aunque la incomodidad y el cansancio amenazaban con doblegarlo, apretó los dientes y siguió adelante. Su padre quería enseñarle una lección y, por mucho que le pesara, debía reconocer que la estaba aprendiendo.

Tras el desembarque en el aeropuerto de Dallas, tuvo que esperar una hora entera junto a su equipaje antes de que llegara el chofer enviado por su tío. El calor sofocante y la larga espera no hicieron más que empeorar su ya de por sí mal humor.

Finalmente, el chofer apareció sosteniendo un cartel con su nombre. Sin mediar palabra o gesto de ayuda, le indicó con un movimiento de cabeza que cargara su equipaje en la parte trasera de la vieja y destartalada camioneta. Con gran esfuerzo, tuvo que subir él solo las tres pesadas maletas, además de la pequeña valija de mano. Mientras acomodaba las valijas en la caja del polvoriento pick up, maldijo para sus adentros haber empacado tanto. Realmente necesitaba todas mudas de ropa y  los pares de zapatos que traía consigo. Sin más remedio tuvo que arrastrar todo ese peso por su cuenta. La indiferencia del chofer ante su situación no hizo más que aumentar su frustración.

¡Y por la diosa luna, Jimin quería maldecir al alfa por no tener una pizca de amabilidad en su viejo y amargado cuerpo! ¿Es que acaso no les enseñaban en el campo a ser serviciales con los omegas?

Una vez logró poner todo su equipaje en la parte trasera de la camioneta, no tardó en subirse en el asiento del pasajero, donde para su mala suerte el asiento no era más que un almohadón viejo y polvoriento.

El trayecto al rancho, ubicado a las afueras de Fort Worth, Texas, fue otro suplicio: el vehículo traqueteaba sin parar por caminos rurales llenos de baches y el polvo del camino se colaba por las ventanas, las cuales para su no sorpresa no servían.

¿Pero qué clase de vehículo era ese? ¿Cómo sus tíos podían tener un auto en tales condiciones?

Tras tres horas de travesía, la camioneta se detuvo frente a una casona de madera pintada con pintura blanca y unos cuantos detalles en azul. Desde su lugar en el asiento de la camioneta se permitió apreciar su destino y su nueva morada en los últimos meses.

—Sal y baja tus maletas, niño.—el viejo dijo con desdén.

Jimin le dedicó una mala mirada al mismo tiempo en el que arrugaba su pequeña nariz de botón. No le agradaba ese viejo alfa.

Sin querer compartir más espacio con el alfa, Jimin se apresuró a bajar, para aproximarse hasta la parte trasera de la camioneta, donde yacían sus maletas, pero como era de esperarse estas estaban cubiertas por el polvo del trayecto.

¡Perfecto! ¡Jodidamente perfecto! Jimin pensó con frustración. Ahora lo que le quedaba era rogarle a la luna, para que el polvo no traspasara el interior de cada equipaje.

Dando un pequeño suspiro se apresuró a bajar cada equipaje por su propia cuenta. Sin embargo, justo cuando se encontraba por bajar la última, una mano lo hizo por él que instintivamente se giró, solo para encontrarse con un alfa, pero esta vez mucho mas joven de lo que era quien había sido su chofer. Por breves segundos se permitió observar al alfa. Era apuesto con rasgos asiáticos, podía jurar que era de ascendencia coreana, de tez bronceada—seguramente por el sol.—, alto, probablemente le sacaba varios centímetros, tenía cabello de un color chocolate, pero sobre todo portaba un buen físico.

Pero no era su tipo de alfa.

—Hola.—saludó el alfa.—Supongo que tú debes ser la visita tan esperada, ¿cierto?

Jimin pestañeo suavemente.

—Supongo que lo soy.—susurró.—Por cierto, gracias por ayudarme..., ya sabes, con la maleta.

—No fue nada. Estaba claro que el viejo Peter no iba  a ayudarte.—el alfa dijo con cierta diversión en su voz.—No te lo tomes a pecho. A él no le agradan los omegas desde que el suyo lo dejó por otro alfa.

Jimin formó una pequeña "o" con sus labios.

—Ahora lo entiendo.—murmuró para sí mismo.—Soy Jimin. Park Jimin.—agregó tratando de cambiar un poco el tema y saber el nombre del alfa a su lado.

—Seokjin. Kim Seokjin.—Jimin se sorprendió brevemente por el nombre coreano del alfa. Sin embargo, su sorpresa no duró demasiado al recordar que su primo había mencionado que en el rancho la mayoría de los trabajadores eran coreanos.—Ve adentro. Yo despediré al viejo Peter y luego llevaré tu equipaje, ¿de acuerdo?

El omega asintió.

—Te lo agradezco.—dijo para comenzar a caminar hasta la entrada de la casa.

—Por cierto, Jimin.—el mencionado se giró levemente hacia el alfa.—Bonito color de cabello.

Una sonrisa se dibuja en el rostro del omega, quien no puede sentirse más complacido ante el halago a su bonito cabello de color rosa. Y es que, desde que decidió teñirlo de tal color, habían sido muy pocos los que le habían brindado un buen comentario, porque la mayoría habían sido críticas y unas muy duras, como la que su progenitora le había dado solo por no mantener su cabello rubio.

A Jimin le había dolido escuchar que a ningún alfa le gustaría con ese color de cabello aniñado, pero era algo que a él poco le importaba, porque se negaba a gustarle a esos tontos alfas que su madre y padre buscaban para él.

—Muchas gracias.—Jimin murmura antes de continuar su camino.

‧₊˚🐎✩ ₊˚🩰⊹♡

Un suspiro escapa de su boca, luego de removerse entre la comunidad de la cama en la que se encuentra descansando de su largo viaje. Jimin agradece que su tío le brindara una bonita recámara para descansar. Sin embargo, lo único que le incomoda lo poco espaciosa que es. Probablemente, es cuatro veces más pequeña que la suya y los colores son un poco aburridos, pero fuera de ello parece perfecta, porque las ventanas permiten el buen paso de luz solar e incluso tiene un pequeño climatizador que mantiene la estancia a una temperatura agradable.

Con sus ojos posados sobre el techo de madera de su habitación temporal, Jimin se permitió recordar la calurosa bienvenida que su primo y tío le habían dado al verlo. Su tío YoonGu—quien era el hermano mellizo de su madre y que aparte también era un omega—lo había recibido con un fuerte abrazo y bonitas palabras del hermoso omega en el que se había convertido en los últimos años. Por último, su primo y a quien consideraba su hermano mayor lo abrazó y llenó de besos, así como también le susurró entre lágrimas lo mucho que lo había extrañado y lo contento que se sentía por tenerlo junto a él.

No importaba la distancia que pudiera existir entre ambos omegas, Jimin podía jurar que ambos tenían una fuerte conexión que siempre los mantenía unidos, pero ahora podía sentir como esa conexión se intensificaba.

Tras la bienvenida, su tío pasó a presentarle a casi todos los trabajadores de la propiedad. Entre ellos se encontraba Seokjin el apuesto alfa que lo había ayudado con su equipaje,  y Kim NamJoon otro alfa, quien se encargaba de supervisar los cultivos, así como también la distribución y comercio de estos.

Sin embargo, desafortunadamente no pudo conocer al capataz del rancho, puesto que este se encontraba atendiendo unos asuntos de suma importancia a las afueras del pueblo. Pero su tío le aseguró que era un buen alfa, estricto, pero justo. También le aseguró que una vez esté volviera al rancho serían presentados.

Jimin suspiró. A pesar de que había sido recibido con alegría y calidez, no podía evitar sentirse fuera de lugar. El rancho y su gente representaban un mundo completamente nuevo y ajeno al que conocía. Solo esperaba poder ser capaz de adaptarse a su nueva vida y cumplir su castigo, para volver a su hogar.

‧₊˚🐎✩ ₊˚🩰⊹♡

El sol se había ocultado en el horizonte, cuando las ruedas de la camioneta negra ingresaban en el rancho. Había sido un día ajetreado y estresante para el joven alfa, pero su suerte había logrado llegar al rancho justo a la hora de la cena.

La camioneta recorrió los últimos metros, para después detenerse en el pequeño garaje, donde su conductor esperó un par de minutos antes de apagar el motor.

—¡Gguk justo a tiempo!—la voz de NamJoon exclamó a varios pasos de distancia.—Están por servir la cena. El señor Gu hizo maeuntang.

El mencionado bajo del vehículo con rapidez, para aproximarse hacia su amigo, quien no tardó en interrogarlo sobre su diligencia. Aunque todo había salido como lo esperado, lograrlo había sido un trabajo arduo y estresante.

Conforme fueron avanzando hasta la entrada principal de la casona, la conversación se transformó en una en la que NamJoon lo ponía al día de todo lo ocurrido en el rancho durante el día. Entre ellas estaba el hecho de que el día de mañana debían preparar un cargamento más de leche, puesto que la una pequeña fabrica.

—¡Ah!—NamJoon exclamó cuando recordó otro un hecho importante que había olvidado.—¡Casi lo olvido!—JungKook frunció su entrecejo y se detuvo para observar a su amigo.—El sobrino del señor Gu llegó esta tarde.

—¿El viejo Peter fue por él al aeropuerto?—NamJoon asintió.—Bien. Supongo que lo conoceré durante la cena.

JungKook continuó su camino, mientras a su memoria venía como hacía una semana había compartido una llamada con el padre alfa del sobrino del señor Gu. El alfa había sido muy enfático en que se le aplicara la mayor dureza en el trato y que a la menor queja del menor no dudara en llamarle. Así como también le daba la plena autoridad para darle un par de azotes si continúa teniendo una actitud irreverente y obstinada. El señor Park quería que su único hijo fuera un omega sumiso y digno para un alfa.

Aunque sus deseos de negarse habían predominado, JungKook había terminado aceptando, porque estaba tomando esto como un favor que después podría cobrar para el bien del rancho.

—Lo harás. Ese omega es una cosita bonita y rosita.

—¿Una cosita bonita y rosita?—JungKook preguntó para sí mismo.

‧₊˚🐎✩ ₊˚🩰⊹♡

JungKook ingresó al comer principal, donde seokjin y los omegas Min ya se encontraban esperando por él y por NamJoon. El delicioso aroma a maeuntang inundaba cada rincón de la estancia logrando que el estómago del joven alfa rugiera. Realmente se encontraba hambriento después de un largo día.

Tomó asiento en la cabecera de la larga mesa de madera, como solía hacerlo desde que el anterior alfa del señor Gu había fallecido, dejándolo a él a cargo de mantener el rancho a flote.

Pocos minutos después, la cena fue servida y todos comenzaron a disfrutar de la deliciosa sopa de pescado con verduras frescas. Jungkook saboreó con alegría el primer plato, sintiendo como su cuerpo se reconfortaba.

Ya para el segundo plato, la puerta del comedor se abrió nuevamente. Jungkook alzó la mirada, topándose con la figura de un joven omega de complexión delgada y baja estatura. Su piel era pálida y tersa, facciones finas que lo hacían lucir angelical. Pero lo que más llamó su atención fue el singular color rosa pastel de su cabello.

Este debe ser el sobrino del señor Gu. Fue lo primero que se cruzó por la mente del alfa ante la nueva presencia.

Sin embargo, todo pensamiento pasó a segundo lugar, cuando de pronto un delicado y sumamente adictivo aroma a frambuesas se coló por sus fosas nasales, alterando a su lobo interno, quien comenzó a rasguñar en su interior. No había que ser demasiado inteligente para comprender que el aroma provenía del omega recién llegado. JungKook tuvo que hacer acopio de casi todo su autocontrol para no dejarse llevar por actos impulsivos y sobre todo primitivos.

El omega saludó con timidez y tomó asiento junto a su tío. Sus movimientos eran gráciles y delicados, denotando su naturaleza.

Jungkook no pudo evitar sentir curiosidad por aquel extraño omega que irradiaba inocencia. Pero rápidamente desechó cualquier pensamiento al respecto y volvió a concentrarse en su plato de comida, manteniendo una actitud fría y distante. No tenía tiempo que perder con un omega caprichoso, su prioridad era el trabajo en el rancho.

Una vez finalizada la cena, el señor Gu procedió a presentarlos formalmente. Jungkook fue cortés pero reservado.

—Bueno, ahora que los he presentado me retiro.—el omega mayor dijo con suavidad.—Necesito hacer unas cosas antes de irme a la cama. YoonGi acompáñame.—agregó este mientras se comenzaba abandonar la mesa.

Fue así como todos los presentes fueron abandonando la estancia, dejando únicamente a JungKook con Jimin. Por varios segundos ambos permanecieron en silencio, hasta que el omega hizo el amago de levantarse.

Jungkook se acercó antes de que el omega se fuera, determinado a dejar las cosas claras.

—Escúchame bien. La cena se sirve a las siete y media en punto. Si no estás sentado a la mesa para entonces, te quedas sin comer—dijo con voz grave. 

El omega frunció el ceño, pero Jungkook continuó implacable:

—Este rancho tiene reglas estrictas que todos deben acatar. Sin excepciones. La única razón válida para faltar a la hora de la cena es si todavía estás trabajando. De lo contrario, ni se te ocurra presentarte a la hora que se te venga en gana esperando que te sirvan—sentenció con firmeza.

—Pero...,—intentó replicar Jimin.

—No hay peros que valgan—lo interrumpió Jungkook tajante, callándolo al instante.—No voy a tolerar ninguna indisciplina de tu parte. Aquí se hace lo que yo ordene y punto. ¿Entendido?

Su lenguaje corporal imponente dejaba claro que no toleraría desobediencia alguna. El omega debía entender quién mandaba allí y cuál era su lugar. Jungkook no pensaba ceder ni un ápice de su autoridad en ese rancho.

El omega frunció el ceño, pero Jungkook continuó implacable. Jimin intentó replicar con su habitual actitud irreverente, pero se sintió intimidado por el imponente alfa frente a él. Jungkook era bastante alto, de piel bronceada por el sol, con un cuerpo tonificado y atlético, seguramente lo había conseguido gracias al trabajo duro que hacía en el rancho. Su cabello negro azabache y sus masculinas facciones lo hacían extremadamente apuesto. Y su aroma a madreselva y madera de sándalo lo envolvía con un magnetismo cautivador.

Jimin desvió la mirada, claramente molesto por la forma autoritaria en que Jungkook le hablaba.

—De las otras reglas ya hablaremos mañana. Ahora vete a dormir.—JungKook agregó con autoridad.

Jimin se levantó de la mesa, claramente molesto por la actitud autoritaria de Jungkook. Estaba acostumbrado a salirse siempre con la suya y que nadie le dijera qué hacer. Pero antes de que pudiera cruzar la puerta para retirarse, la voz grave del alfa lo detuvo.

—Una cosa más. Te quiero listo a primera hora de la mañana. Vas a comenzar con tus deberes en el rancho sin falta. Y más vale que no llegues tarde o habrá consecuencias.

Jimin volteó a verlo con el ceño fruncido, pero no se atrevió a responder. La imponente presencia de Jungkook lo intimidaba demasiado. Además, podía percibir en su esencia alfa que no estaba dispuesto a tolerar ninguna falta de respeto o desobediencia de su parte.

El omega asintió levemente, aceptando la orden a regañadientes antes de retirarse rápidamente de allí. Sabía que debía tener cuidado con ese alfa o las cosas podrían ponerse feas para él.

Aunque le desagradaba enormemente que lo trataran de ese modo, no le quedaba más remedio que acatar. Al menos por ahora. Ya encontraría la forma de encargarse de ese arrogante alfa, nadie le daba órdenes a Park Jimin.

‧₊˚🐎✩ ˚🩰⊹

nta: hola heme aquí publicando una historia nueva, la cual también será un mini fic omegaverse y enemies to lovers. espero que la historia les guste y sea del agrado de ustedes. también contendrá una temática nsfw+21 así que si por favor tengan siempre en mente la advertencia que coloque al inicio:)

en este pequeño espacio quiero aclarar que la historia estará centrada en usa, texas, porque me estoy basando un poco en los vaqueros tex–mex, también porque no encontré que hubieran vaqueros en corea y no tendría mucho sentido que la historia se desarrollará en Asia.

Bạn đang đọc truyện trên: Truyen247.Pro