Octubre
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JunMyeon es la persona más hermosa de este mundo, sus ojitos de media luna cuando sonríe y esa sonrisa preciosa que lo vuelve jodidamente sexy o adorable, JunMyeon es perfecto.
No es la primera vez que YiFan lo ve dormir, ya han sido un par de veces más dónde por algunos instantes ve el durmiente rostro de JunMyeon, con su castaño cabello alborotado y despeinado en todas direcciones, respirando calmadamente y luciendo como un ángel, un hermoso ángel guardián al que solo le hacen falta las alas.
Es maravilloso despertar y ver como primera imagen del día a JunMyeon durmiendo.
El castaño se remueve un poco en la cama, YiFan sonríe cuando los adormilados ojos del mayor lo miran y recibe una sonrisa atontada de su parte, con un JunMyeon estirándose en la cama.
—Buenos días Jun Jun...
—Hay, buenos días Fan...—JunMyeon sonríe y se acurruca en el regazo de YiFan, inhalando el masculino aroma del menor—Uh, necesito hacer pis, ya regreso.
—Qué todo salga bien.
YiFan se queda tumbado en la cama, sonriendo ampliamente porque JunMyeon está cantando en el baño, escucha la descarga del tanque y sale de la cama, también necesita desaguar, lavarse la cara y los dientes.
—¡Ocurrió una desgracia! —JunMyeon sale alarmado del baño, en calzoncillos y sus jeans en la mano—¡YIFAN!
—¿Se acabó el papel higiénico?
—¡No me cierra el pantalón!
—No debiste comer esa tarta de queso con zarzamora...—JunMyeon lloriquea y regresa a la cama, cubriéndose hasta la cabeza—Espérame Jun, necesito vaciar la vejiga, cinco minutos y regreso.
YiFan entra al baño mientras JunMyeon sigue lloriqueando, ama sus pantalones ajustados porque ama como le entallan las piernas y realzan su trasero, no puede estar engordando, aunque tal vez es el bebé. Cinco minutos después, YiFan está de regreso y dedicado a solucionar los problemas de su novio.
—Listo Jun, ¿en qué estábamos?
—Estoy gordo, soy una morsa.
—No lo eres Jun, solo que el bebé está creciendo—dice YiFan mientras abraza el bulto de mantas que sigue siendo JunMyeon—Ponte el pantalón, conozco una forma de cerrarlo sin que aprietes al bebé.
—¿Qué meta mi panza?
—No, anda, póntelo.
JunMyeon obedece, sale de la cama y se mete en sus ajustados jeans negros, YiFan también sale de la cama y se arrodilla frente al castaño, pasando una liga entre el ojal del pantalón, atándola en él y luego sujetando el botón, dejando cerrada la prenda sin que incomode al mayor.
—Wow, ¿cómo sabes esto?
—ChanYeol subió unos kilos hace un año y no quiso deshacerse de su ropa porque juraba que volvería a entrar en su talla, lo hizo, pero mientras cerraba sus pantalones así.
—Reclamaría por el tiempo que pasas con Park, pero no tienes tan malos gustos. ¿Qué vamos a desayunar?
La mañana es tranquila, YiFan tiene el día libre de LASER TAG por inventario, en el que gracias al cielo ellos no participan ni hacen mantenimiento del lugar y de los láseres, así que tiene todo el día para pasarlo con JunMyeon.
El desayuno es solo un pan tostado con mermelada y café, un poco de helado y luego ambos están en la sala, buscando una buena película para ver, el apetito de JunMyeon ha incrementado y el cuenco de palomitas ahora está vacío y no hay una película en la pantalla, pero YiFan no quiere mencionar nada, no cuando hace rato hubo una pequeña crisis de botón.
—No hay nada interesante en Netflix.
—No para parejas obvio, son pretextos para tener sexo.
—Uh, ¿quieres eso Jun?
—No, si quiero ver una película, no te quites la ropa—YiFan sonríe y sigue bajando en el catalogo de películas, el timbre suena y prefieren ignorarlo, pero suena dos veces más. Tienen que abrir—Estoy embarazado, no puedo hacer cosas bruscas.
—¿Abrir la puerta es pesado?
—Puede entrar un payaso asesino diabólico.
—Y que me mate a mí, gracias—YiFan se levanta del sofá y abre la puerta—¿Papá?
—Pues sí, ¿quién mas con esta bella cara?, que no heredaste, por cierto.
—¿Quién es Fan?
—Papá—responde mientras camina hasta el sofá nuevamente—Solo papá...
—Uh, bueno casi un payaso asesino diabólico.
Guí Xián solo rueda los ojos y se sienta en el sofá de al lado. —Me siento asombrado, siguen vivos y no han evacuado el edificio por alguna fuga de gas. Están creciendo.
—¿Gracias?
—Como sea, tomen sus sudaderas, vamos de compras.
—¿Qué vamos a comprar?
Guí Xián no responde, solo los manda de nuevo por un suéter, octubre ha iniciado y es más frío que el mes anterior, hace más viento y por fin las hojas se tornan naranjas y empiezan a caer de los árboles, pintando las aceras y volviendo las caminatas divertidas; YiFan pisotea las hojas con alegría en su trayecto al auto de su padre.
El camino es tranquilo, JunMyeon duerme todo el recorrido y YiFan habla con su padre de su trabajo y otras cosas sin importancia, más la asistencia de la siguiente cita prenatal y como JunMyeon ya no entra en sus pantalones.
—Llegamos, despierta a JunMyeon.
YiFan obedece, despierta al mayor y cuando tiene el cabello arreglado, bajan del auto. —¿Una agencia de autos?
—¿Va a comprar un auto Señor Wu?
—No para mí, entren—los jóvenes entran en el local, admirando todos los modelos que hay disponibles, desde deportivos de lujo que cuestan un riñón, hasta autos sencillos y accesibles, elegantes y llamativos—Jessica y SooYoung están locas y no quieren que los retoñitos anden en transporte público, pueden aplastar al bebé. Y no sé si hablan de su bendición o de ustedes...
—¿Y por eso me vas a comprar un coche? —Guí Xián asiente—No tengo licencia...
—Sí, si tienes. ¡ChangMin, necesito un auto!
Un hombre de pelo castaño claro sale de la oficina al fondo, sonríe y se acerca hasta Guí Xián, saludándose como si fueran amigos de toda la vida. —¡Hombre, Wu! ¿El divorcio te ha vuelto coleccionista de autos de lujo?
—No estoy divorciado, Jessica está en Seúl, en mi casa.
—Vaya, esa mujer no le teme a nada, ni al fracaso. ¡YiFan, el pequeño Wu!, de pequeño no tiene nada, mira esa altura y, oh, ¿y este bonito niño quién es?
—¿Qué niño bonito? —JunMyeon le lanza una mala mirada—Oh, ese. Es JunMyeon y adentro lleva al nieto de Jessica, YiFan será papá el siguiente año, ¿qué tienes para calmar a dos mujeres que se niegan a creer que sus hijos cogen como conejos y esperan a su primera cría?
Guí Xián se adelanta a ver los modelos disponibles, esas señoras fueron muy especificas con sus pedidos, comodidad, seguridad, eficacia, garantía y calidad. JungSoo se quedo en casa haciendo planes de dieta para que JunMyeon no se vuelva una albóndiga con patas y YiFan tenga que rodarlo todo el tiempo.
Están locas.
—Vaya, que puntería Pequeño Wu—los jóvenes solo se encojen de hombros—Los tiempos han cambiado, ahora si embarazas a tu novio adolescente siendo un adolescente te dan un auto, en mis tiempos nos daban una bofetada que se quedaba marcada por tres días.
—También nos dieron un departamento en Gangnam.
—A mí me habrían corrido de casa y hubiera vivido bajo un puente.
—Esas cosas son del siglo pasado, de cuando todavía usaban taparrabos.
ChangMin enarca una ceja, JunMyeon es insolente en la misma cantidad que es lindo, YiFan solo sonríe y alcanzan a Guí Xián en la búsqueda de un auto, que al final es un modelo intermedio entre un Sedán y una camioneta, algo pequeño y que funciona para una pequeña familia.
—¿El chico tiene licencia?
—La tendrá oficialmente después, en efectivo por favor.
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—Jun, ¿qué carajo estás tragando?
—Churros...
—¿Con mayonesa?
—No es mi culpa, es de mi hijo.
BaekHyun hace muecas de asco y trata de ignorar los nuevos hábitos alimenticios de su mejor amigo, quien parece realmente disfrutar de la bizarra combinación y lo come con gusto, pero no deja de ser asqueroso y menos si al mismo tiempo come café.
El embarazo es un misterio.
—Si sigues tragando así pronto serás una pelota.
—Tengo que subir de peso, mi hijo puede ser enano como tú u como yo.
—No creo que el Caracolito necesite esa asquerosidad, además, si te pones como abejorro YiFan puede buscar a una avispa a la que si pueda abrazar de la cintura.
JunMyeon no dice nada y se sube a la cama. —¿Y perderse de este cuerpazo con un melocotón de oro? —dice mientras se agarra el trasero—Si soy la octava maravilla, un monumento.
—Sigue tragando churros con mayonesa y serás igualito a esos monumentos panzones de Buda que ponen en los templos, pero monumento. Tremendo monumento. Monumentote.
—Vete al carajo Byun. Me tienes envidia, eso es lo que pasa.
—¿Envidia? ¿Por qué vas a tener una sandía en la barriga, se te van a hinchar los pies y vas a tener dolores infernales por diez horas cuando la Lombriz salga por el túnel? Nop, no creo que sea envidia.
—Pero tengo novio...
BaekHyun suspira. —Eres un idiota, pero eres mi idiota. Ahora dime, ¿qué vamos a hacer en la escuela?
—Nada, como siempre.
—No Myeon, me refiero a tu embarazo, ¿qué se supone que va a pasar con tu cría en ese mar de mocosos altaneros y burlones?
—Ah...
JunMyeon no lo había pensado, había olvidado que tenía que regresar a la escuela y realmente no ha pensado como decirle a alguien más que está embarazado, solo saben sus padres, BaekHyun y ChanYeol.
Su hijo tiene tres meses de edad y no se nota mucho, pero los churros con mayonesa no es algo normal para el descanso.
—Creo que necesitas a tu madre...
—Creo que necesito a mi madre y a la de YiFan.
Queda una semana para que regresen a la escuela y es el mismo tiempo que tienen para dar a conocer su embarazo y buscar un escape seguro del estrés y comentarios ofensivos, nadie mejor que Kim SooYoung y Jessica Wu para encerrarlo en una burbuja blindada.
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