小風 (Xiáo Féng)
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Primavera es una buena estación para que Dragoncito y Conejito nazcan, todo está vivo y verde, las flores muestran sus pétalos y los arboles empiezan a dar frutos, definitivamente la mejor estación para cuidar un bebé no hace frío, no hay que preocuparse porque se pongan azules o por no tener suficientes mantas, primavera es genial para que sus pequeños nazcan.
—El agua estimula positivamente a sus pequeñines, los relaja y es agradable para ellos escuchar el sonido, ¿no es relajante para ustedes también?
—Ponte la estúpida camisa—mientras Eun Ji habla de relajación y mierda y media, JunMyeon tiene ganas de pelear—¿Me escuchaste?
—Sí. Olvidé traer una playera extra porque ya era tarde, lo siento Jun, no voy a ponérmela.
—Es porque te gusta que te vean desnudo, ¿cierto?
—No Jun, es porque se nos hizo tarde y olvidé echar una camisa extra. Y no estoy desnudo.
—Jodido mentiroso exhibicionista.
YiFan solo bufa y continua con los ejercicios que Eun Ji va dictando, ayudando a JunMyeon a seguirlos también, aunque es difícil, principalmente porque el castaño se ha convertido en un peso muerto, apenas cooperando con las indicaciones porque está enojado y es irracional.
El taller de hoy es en el agua y se basa principalmente en ejercicios de respiración para el momento del parto, YiFan sujeta a JunMyeon por los brazos a la altura de las axilas, ayudándolo a sumergirse y tratar de mantener la respiración para que después sepa como recuperar el aire, las contracciones pueden ser más llevaderas si sabe respirar y relajarse.
Pero... JunMyeon no está haciendo caso, solo se dedica a lanzarle miradas de odio a las mujeres y hombres que se atrevan a ver a su Dragón Chino, principalmente la señorita a dos metros de distancia qué no ha dejado de ver en su dirección y si alcanzara el piso, iría a jalarle el cabello.
—Esa cucaracha te está viendo, te desea.
—No, no me ve a mí, Eun Ji está justo detrás nuestro, es a ella a quien ve.
—Puedo ver la lujuria emanando de sus ojos. Te imagina en su cama mientras le quitas la ropa y le susurras al oído... Hija de puta, llévame hasta allá para decirle un par de cosas.
YiFan suspira. —Por Dios Jun, ¿cómo podrías saber todo eso?
—Porque es la misma mirada que te lanzan las huecas porristas, por cierto, ChanYeol me dijo que JooYeon te habló.
—Porque el auto estorbaba...
—Ella estorba en esta vida, que no se repita Wu.
—Tal vez sea mi imaginación, pero ¿no estás siendo un poco celoso?
—No son celos, es la preservación de la especie. Lo mejor que se pueda.
—¿Qué?
—Qué tus hijos serán perfectos si los tienes conmigo, con ninguna suricata más. Estoy cuidando tus buenos genes Wu YiFan, no escucho tus agradecimientos.
—Qué lindo eres mi amor, lindísimo—el castaño sigue con sus alucinaciones y paranoias, YiFan vuelve a suspirar y dirige su mirada a la señorita, quien se sonroja y desvía la mirada avergonzada—Carajo, si me estaba viendo.
—Si los ojos me sirven, ponte la camisa.
—Qué no tengo otra.
El resto del taller es acerca de ellos discutiendo por la estúpida playera que YiFan no quiso ponerse, Eun Ji escuchó casi todo el pleito y simplemente se rió, son adorablemente estúpidos.
—¡JunMyeon, YiFan! —Eun Ji detiene la partida de los jóvenes padres—¿Tienen un minuto?, quiero hablar con ustedes.
—Yo también quiero hablar con usted de las infidelidades de este—JunMyeon señala a YiFan—Deja que otras personas lo vean desnudo.
—Si e acuerdas que practico natación, ¿cierto?
—Pero ahí dan medallas, aquí no dan nada salvo miradas lujuriosas... Espera, también a tus competencias van personas, ¡retírate!
—Hormonas.
Es lo último que Eun Ji dice antes de empujar a un muy quejumbroso JunMyeon y a un suspirante YiFan hasta su consultorio, lejos de la piscina y de cualquier objeto que pueda convertirse en un medio o arma homicida, un embarazado es algo peligroso.
—Bien, ¿por dónde empezamos?
—No he sido infiel ni una sola vez, lo sabes Kim JunMyeon.
—No creo que haya infidelidades en su relación.
—Obvio no, ¿apoco hay alguien mejor que yo Wu YiFan?
—¿Tengo que responder? —YiFan se gana un golpe en el abdomen.
Eun Ji sonríe y luego carraspea para obtener atención. —Quería hablarles sobre el cuarto de sus pequeños, ¿qué tan lindo se ve hoy en día?
YiFan y JunMyeon se miran fijamente, JunMyeon responde. —No lo sabemos, en los ultrasonidos se ve gris o naranja, y claramente YiFan no puede meter su cabeza y decirme como luce allí dentro, ¿o sí puedes Fan?
—Mi cabeza no mide 10 centímetros Jun, así que no, no puedo.
—Perdón, ¿de que hablamos?
—De mi barriga ¿no?, el cuarto de los niños...
—Claro. Pero yo me refiero al espacio designado para ellos en su departamento...
—¡Ah!
—No han empezado a comprar nada para ellos, ¿cierto? —los chicos niegan—Hay que llamar a sus padres...
Y una hora después, los señores Wu y Kim están en Home Depot, auto castigándose por también olvidar algo tan importante como dónde demonios van a dormir los niños y que se supone que van a usar apenas nazcan.
—No puede ser, creí que YiFan ya estaba haciéndose cargo de eso.
—No jodas Jessica, ¿tanta fe le tienes a tu hijo?
—¡Estábamos avanzando!
—¡¿Por qué se me olvidó algo así?!
—Tranquila Soo, es normal con tanto trabajo que has tenido estos días.
—¡¿Y por qué no lo recordaste tú si ya sabes como es tu hijo?!
Mientras sus padres colapsan (solo mamás), JunMyeon es la persona más feliz del mundo viajando en el carrito, YiFan lo empuja y pasan pasillo por pasillo hasta el departamento de bebés, necesitan pinturas, alfombras, adornos, cenefas y cosas para la pared, pisos y ventanas.
—No sabemos que son, así que llevemos pintura verde menta o verde pastel.
—Mejor llevemos pintura blanca y papel tapiz de colores, muchas cosas de colores.
—¿Qué tal ese papel de lunares coloridos?
—Allí hay uno de estrellas...
Un asesor es quien muestra y ayuda a los chicos, sus padres se mantienen un poco lejos de ellos, dándoles su espacio para que busquen lo que más les gusta, son sus hijos después de todo, es su familia y ahora ellos deciden como funciona todo.
Al final del recorrido en Home Depot, llevan pintura blanca y papel tapiz de estrellas, cenefas de animales y una alfombra color arena.
—Papá, tu tarjeta—YiFan estira su mano—Ya casi es nuestro turno de pagar.
—¿No ibas a pagar tú?
—¿Crees que a un empleado de LASER TAG le pagan mejor qué al director del Hospital Central de Seúl y a la directora creativa de Prada?
—Voy a hacerte un maldito pagare por esto y vas a pagarme cada maldito centavo de vuelta.
—Mamá, papá está siendo un tacaño.
—¡Guí Xián, le hubieras comprado un maldito bote de condones y así te habrías ahorrado esto!
La siguiente parada después de comprar en Home Depot es la mueblería, JunMyeon y YiFan vuelven a escaparse por los pasillos, escogiendo armarios y cunas realmente geniales para el cuarto de sus retoños.
—¡Papá!
—Lo siento Jun, tu madre es la del dinero.
—¿Y no te da vergüenza decirlo en voz alta?
—Ya me acostumbré Conejito.
Los Kim pagan por un armario, dos cunas y algunos otros muebles como silloncitos y demás, Jessica compra un juguetero y dos mecedoras más un par de caballitos de madera. La última de las paradas en el centro comercial, ropa, mantas, juguetes, pañales y biberones.
—Estuviéramos comprándole una laptop nueva, no paquetes de pañales.
—Admite que te emociona Wu Guí Xián, como cuando YiFan estaba por nacer.
—De haber sabido que me iba a hacer abuelo a los 40, me hubiera puesto condón.
Jessica bufa y toma a su esposo del brazo, llevándolo tienda adentro dónde YiFan ayuda a JunMyeon a meterse al carrito de nueva cuenta, una vez el mayor se acomoda, YiFan empieza su recorrido directo en el departamento de bebés.
—Deberíamos llevar vestidos, por si uno de ellos es niña o los dos.
—Solo llevemos mamelucos, ¿qué tal los dos son niños?
—Cierto, mamelucos y esas cosas que usan debajo, camisetas de bebés.
Para el final del recorrido, el carrito está lleno con JunMyeon, ropita diversa, pañales de recién nacido en el compartimento de abajo, toallitas húmedas, mamilas, baberos y cada cosita que un bebé pueda necesitar y hasta lo que no.
—Bien, a pagar eso...
Guí Xián sonríe cuando en la caja, YiFan saca su billetera y ofrece una tarjeta de crédito, antes de que pregunté algo, Jessica le muestra su tarjeta, SooYoung y JungSoo también le muestran sus formas de pago.
YiFan está pagando por todo lo que han tomado para sus hijos, está siendo responsable desde sus posibilidades como un adolescente de 17 años.
—Si está creciendo.
—Uhm, lo hace.
Una semana después, la habitación extra del departamento es una habitación para Dragoncito y Conejito, con cunitas adorables y un dosel para cada una. Hay un móvil de estrellas y lámparas de pie que irradian luz blanca, todo acorde al manual y lo que es lo mejor para sus hijos.
ChanYeol y BaekHyun han puesto su parte para sus "sobrinos", regalándoles un dragón y un conejo gigantes de felpa, es difícil elegir cuan poner en cada cuna, pero solo los ponen sentados en un pequeño silloncito en medio de las cunas.
—Bua, terminamos.
—Decorar una habitación de bebé es difícil...
—Lo sé, pero se ve hermosa.
Una pequeña ventisca entra por la ventana, arrastrando uno pétalos de cerezos que caen directamente sobre el abdomen de JunMyeon, el castaño sonríe y toma esos pétalos en sus manos, soplándolos y sonriendo cuando la ventisca trae más pétalos de vuelta. YiFan toma uno de los pétalos y sonríe.
—Xiáo Féng.
—¿Qué?
—Pequeña ventisca, Xiáo Féng. Pequeños pétalos de amor arrastrados por el viento, amor distribuido al mundo en pequeñas piezas danzantes del viento. Un poema que mamá me leía cuando era niño.
—Xiáo Féng... Me gusta como suena, oh, a ellos también—JunMyeon sonríe cuando sus hijos patean—Xiáo y Féng.
—Nuestra pequeña ventisca...
Los días siguen avanzando, restándole tiempo al momento en que sus pequeños lleguen.
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