Estoy fascinada de lo mucho que puedo amar a alguien, de quererlo en cada momento que se me haga posible, siempre atenta a lo que él piensa o quiera decirme.

Lo amo tanto que aún me sorprende la cantidad de tiempo que paso pensando en su sonrisa, en los preciosos ojos oscuros que han imitado el color de su café favorito.

Solo recordar sus bellas pecas me hace sentir cosquillas en la nariz, a punto de sollozar por el inmenso amor que se ha guardado en mi corazón.

Y dios, que manera de amar a alguien, porque su pelo alborotado en la mañana solo me hace querer besarlo hasta explotar.

Cuando sus mejillas se abultan al apoyar su rostro en algún lugar, simplemente no puedo explicar lo que desearía gritar.

Su sonrisa, oh, que preciosa forma de corazón se crea gracias a sus rosados labios, mismos que recibo con felicidad en cualquier lado que desee posarlos.

Estoy enamorada.

Pero a la vez tan aterrada.

Porque me encantaría dejar de sobreprensar en cada malestar que algo me llega a generar.

Pues aunque sé que me ama, es algo que nadie debería soportar

Lo entiendo, está bien

Pero a la vez no lo está

Porque desearía ser egoísta y no dejarte escapar jamás

Pero te amo tanto que no sería capaz de molestar

Y ni siquiera sabrás jamás lo mucho que me preocupa que algún día te canses de lo estúpida que soy

Incluso si trato y trato de mejorar para darte la mejor versión de mí

A veces creo que no es suficiente, nunca parece serlo para mí misma

Y estoy asustada de que me tarde demasiado

Porque las buenas personas no merecen a alguien como yo

No mereces esperar tanto por alguien que ni siquiera sabe gestionar una emoción.